Xabier Albistur: “Regular por decreto ley es hurtar debate al Parlamento para ser intervencionista. Es gravísimo confundir control con intervención”

Energía Diario.- ¿Por qué no se quiere dar independencia desde el Gobierno a los órganos reguladores?

Xavier Albistur.- Yo fui ponente tanto de la Ley de Hidrocarburos como la del Sector Eléctrico en los años 97, 98 y 99. Nosotros propusimos desde el primer momento que la Comisión Nacional de Energía fuese un ente regulador autónomo, independiente, nombrado por el Parlamento. Ni el PP ni el PSOE quisieron entonces aquello, que proponía también CiU. Lo que no se quiere reconocer es el papel de un órgano regulador de estas características.

Todavía hay un viejo espíritu intervencionista en el sector eléctrico. Es gravísimo, a mi modo de ver, confundir control con intervención, que son cuestiones y conceptos diferentes. El control se puede ejercer mediante el cumplimiento de la ley y mediante la vigilancia del ente regulador, tanto del Parlamento como del propio Gobierno. Pero lo que se ha producido en el ámbito de la energía es una clara intervención. Antes PP y ahora PSOE, no han querido renunciar a esa capacidad de intervención, que se manifiesta a través de la forma en que se ha legislado en los últimos años.

Energía Diario.- A su juicio, ¿por qué se legisla desde el Ministerio de Industria a base de Decretos Leyes, sucesivamente, desde hace cuatro o cinco años en cuestiones que ni siquiera se aplican, y que no pasan por el Parlamento?

Xavier Albistur.- Ésa es precisamente una de las muestras más destacadas de ese espíritu intervencionista. Si muchos de esos reales decretos pasaran por el Parlamento, serían sometidos a enmiendas. Y no sólo eso, sino que serían sometidos a modificaciones y a un debate importante, que no se hurte al Parlamento. Se trata de que las modificaciones y cambios que se produzcan en el marco de un sector tan importante se realicen a través de las modificaciones de las leyes correspondientes.

El mecanismo del Decreto Ley supone querer pasar de puntillas por lo que suponen e implican estas modificaciones, con la menor intervención Parlamentaria posible y, consiguientemente, con el menor control y conocimiento público de la sociedad. El (Gobierno) que quiere intervenir no quiere que haya control, y eso es lo que viene sucediendo en este caso.

Energía Diario.- El PNV tiene una tradición industrialista muy importante. Desde ese origen, si tenemos que elegir entre la palabra liberalización o intervencionismo, está claro que nos quedamos con la primera…

Xavier Albistur.- Por supuesto que sí. Entendemos que la intervención pública no tiene hoy más sentido que garantizar el carácter de servicio universal de este sector. Y que una vez garantizado eso, después se produzca la garantía de suministro y la calidad de ese suministro. Ése es el papel que le corresponde a la Administración. Y sobre todo, que no se produzcan abusos de posición dominante.

El resto tiene que ser el mercado quien lo estructure. Hoy tenemos una energía cada vez más cara, que no está pagada con los precios reales que reflejan las tarifas. No hay una cultura de ahorro energético, y no hay una cultura de costes relativa a la energía. Los consumidores tendremos que acostumbrarnos a competir en el mercado, también a la hora de adquirir y buscar a quien nos ofrezca la mejor energía al mejor precio posible, encontrándo la mejor relación calidad-precio. Esa competencia hay que fomentarla y facilitarla en el mercado. Y es necesario garantizar al consumidor la posibilidad de que pueda elegir. Habrá que buscar el asociacionismo para comprar esa energía en cantidades suficientes para mejorar los precios (como en el caso de los grandes consumidores), y habrá que adoptar posiciones diferentes de las que estamos hoy día en nuestra casa, accediendo a la energía de forma inconsciente. Los tiempos empiezan a cambiar de forma radical. Y tendremos que buscar las soluciones de carácter energético que en el caso de lo que se denomina la construcción sostenible ya se están implantando.

Energía Diario.- Como Vd. sabe, el Tribunal Constitucional ha anulado recientemente la reforma laboral del Gobierno anterior, que se realizó a través de un Decreto Ley, en el que no se apreciaron los requisitos de urgencia ¿cree que puede ocurrir lo mismo con la actuación del Ministerio de Industria, en concreto en el ámbito de la energía y que se pueda evitar o refrenar, la utilización indebida de esta figura legislativa?

Xavier Albistur.- Sí, así debería ser, pero lamentablemente, sólo si hay quien lleva sus iniciativas hasta el Tribunal Constitucional se puede ver el efecto de esta sentencia, es decir, será necesario que se invoque jurídicamente de forma expresa. Si no, no creo que se incorpore en la actuación del ejecutivo este automatismo de forma que desde el Gobierno se modifique unilateralmente su comportamiento por la existencia de esta doctrina.

Energía Diario.- Recientemente se ha aprobado la reforma del R.D. 436/2004 sobre energías renovables y en régimen especial ¿Cuál es su valoración de la misma y considera que la fórmula debería haber tenido una participación mayor de los distintos grupos parlamentarios?

Xavier Albistur.- Por supuesto. Ha habido tiempo para ello, tanto en el caso del Decreto de régimen especial como en las dos directivas. Por eso me refería anteriormente a esas promesas de diálogo que no se han cumplido con este Gobierno. El PP, cuando hizo la ley del sector eléctrico y del sector de hidrocarburos tuvo muchísima más sensibilidad y contacto con los partidos políticos de la que está teniendo ahora el Gobierno. Aquí no ha habido interés alguno en tener ese diálogo. Y se ha escuchado muy poco. No digo que no haya habido conversaciones y no haya habido contactos, que los ha habido. Pero no se corresponden, en ningún caso, con el fruto que se ha obtenido.

En primer lugar, la eterna promesa de una mejora -más que renovación- del Real Decreto 436, inicialmente no estaba planteada para modificar la situación de la fotovoltaica y la eólica, ni las primas a su producción, sino para completar cuestiones pendientes de resolver, exclusivamente. Por ejemplo, la cuestión de purines para el ganado porcino, pero también para el vacuno. Y precisamente esta ha sido una iniciativa del Senado que no se ha llevado finalmente a la práctica en lo que ha aprobado el Ministerio de Industria. Y en segundo lugar, la cuestión de la biomasa, está pésimamente mal tratada en el decreto que se ha publicado. Por tanto, las motivaciones iniciales que provocaron la modificación del R.D. 436/2004, no son las que han primado en la propuesta final, ni mucho menos, y siguen, por tanto, vigentes.

¿Qué ha pasado?. El proceso ha acabado por transformarse en una disquisición ideológica, en un debate sobre si se tratan de sectores especulativos o no. Ha sido un proceso verdaderamente kafkiano, que ha culminado en un Decreto que, por lo menos, deja las cosas bien, “aparentemente hablando” con respecto a la retroactividad. En eso se ha avanzado ciertamente con respecto a los primeros borradores. No obstante, evidentemente, la posibilidad de cambiar cada cuatro años de marco retributivo es el punto más débil de esta reforma. Nuestra percepción es que en el sector eólico existe un cierto grado de insatisfacción, pero en el conjunto de las energías renovables parece que hay un cierto grado de satisfacción con el resultado.

Energía Diario.- ¿Qué nos puede decir sobre la posibilidad de que la Comisión Nacional de Energía se trasladase a Bilbao, una cuestión de la que se viene hablando recientemente?

Xavier Albistur.- Nosotros hemos venido reclamando esta posibilidad. La consejera de Industria y Energía del Gobierno Vasco, y yo en su nombre, pedimos a José Montilla, en su día, la posibilidad de que la sede de la CNE se trasladara a Bilbao, lo que sería un hecho absolutamente normal y posiblemente contribuiría a que la CNE tuviese ese carácter mucho más independiente que defendemos. Y aparte de todo eso, favorecería la puesta en marcha de una España plural y policéntrica, que es lo que hay que buscar.

Energía Diario.- ¿Cuál es el papel que a su juicio se debe reservar a las Comunidades Autónomas, en el ámbito de la energía?

Xavier Albistur.- Creemos que lo que se debe reconocer a las CCAA es su facultad de participar en la planificación energética del Estado, y además de eso, aportar aquellos criterios que son necesidad de su Comunidad, que nadie más que ella misma le va a garantizar. El estado no puede decidir que en tal Comunidad vaya una central, un tipo de distribución u otra serie de cosas. Otra cuestión es la necesidad de coordinar la suma de iniciativas de las diferentes Comunidades Autónomas, y en este sentido, habrá que buscar un equilibrio para que no se produzca un exceso de capacidad instalada, sino que haya la capacidad instalada necesaria. Pero cada comunidad sabe cuál es el sistema de generación que necesita, cuál es el más barato y razonable para su territorio, condiciones medioambientales y de su propia población.

En la coordinación, interrelación entre las comunidades tendremos que tener en cuenta cuestiones en el ámbito de la distribución como que una línea salga de una comunidad, entre en otra, etc… En todo eso, el Estado tiene que tener un papel de diálogo, de coordinación, de cooperación y bajo la aplicación de un instrumento, la planificación energética. Para cuestiones referidas a permisos y autorizaciones, la ley ya establecía un rango de competencias que creo que son suficientes, y todavía válidas, que merece la pena mantener.

Pero el papel activo de las Comunidades Autónomas hay que reconocerlo. En el País Vasco hemos llegado a ser dependientes energéticamente hasta en un 80% de otras comunidades, aunque actualmente estamos en la mitad. Hay provincias como Guipúzcoa, a la que si se cierra la única central que tiene, la térmica del Pasaya, de 128 MW, no produce energía, y dependerá plenamente de la que provenga de Navarra, de Vizcaya, o de Francia. Esa situación no es admisible, cuando hay la posibilidad de instalar un ciclo combinado que garantice en un momento determinado el suministro a una provincia que tiene por lo menos una necesidad de más de 3.000 o 4.000 MW.

Energía Diario.- Hablemos también del sector y de las empresas. Como representante del Partido Nacionalista Vasco(PNV), como valora el proceso que ha llevado a cabo una energética de origen vasco como Iberdrola en el marco del proceso de concentración en el sector eléctrico y de su internacionalización, con la adquisición de Scottish Power. ¿Cómo valora la situación corporativa del mercado ahora mismo?

Xavier Albistur.- Ésa es una pregunta de difícil respuesta. Creo que Iberdrola tomó una decisión muy inteligente. Fue consciente de que no podía crecer en España y optó por crecer en el exterior, sobre todo porque el futuro está en el reforzamiento de las empresas. Los mercados se globalizan, el mercado energético necesariamente se está haciendo europeo, querámoslo o no, aunque nosotros sigamos siendo una isla, y las sociedades, para poder seguir invirtiendo y renovándose en el sector energético, van a precisar muchos recursos, sobre todo financieros Y eso sólo se consigue teniendo una dimensión determinada, una gran fortaleza. Desde el punto de vista de la actuación de Iberdrola, no sólo ha sido correctísima, sino inteligente. Desde el punto de vista de una empresa radicada en España, nosotros siempre vamos a tratar que Iberdrola siga manteniendo su identidad de empresa vasca y radicada con su sede social en Bilbao. Eso ha sido beneficioso para Iberdrola y también para la economía vasca. Nos parece muy importante que una empresa vasca tenga esa dimensión, porque eso supone unas sinergias importantes a la economía y al desarrollo económico del País Vasco.

Energía Diario.- Hablemos de las redes ¿Tienen identificados problemas, de suministro, en determinados ámbitos territoriales debido a las distribución eléctrica en Euskadi?

Xavier Albistur.- En nuestro caso, en el caso del País Vasco, no tanto como en otros puntos concretos en que hay identificados problemas con las redes. Pero sí sería preciso modificar casos como el de la central que he citado en Guipúzcoa, que además de contaminar es insuficiente para la demanda actual, por lo que hay que buscar nuevas ubicaciones. En este sentido, se pueden aprovechar nuevas infraestructuras como el puerto de Pasajes, poder hacer en el exterior una central de ciclo combinado, más toda la generación eólica que se pueda instalar.

En redes, lo fundamental es acabar de mallar la distribución, algo que hasta el momento estaba incompleto. La gran red de distribución que se acaba de aprobar, por fin, después de casi doce años, la Penagos-Güeñes, de más de cien kilómetros, no permitía que la energía que generada en Vizcaya pueda salir hacia Cantabria y Castilla. Parece que eso se va a poder hacer ahora. Yo diría que lo mismo ocurre respecto a la creación de otro nuevo centro de distribución, otra nueva red de distribución de conexión con Francia, que de alguna manera hay que realizarla.

España tiene solamente dos grandes líneas de conexión con el exterior, la que está en la Junquera y la que está en Hernani, Oiartzun. Tiene que haber más alternativas de conexión.

Energía Diario.- ¿Por qué se está retrasando tanto las conexiones con Francia?

Xabier Albistur.- Por un lado, por problemas en el ámbito bilateral con Francia. A ellos no les interesa, porque en el sudoeste francés no tienen necesidad de realización de estas inversiones (entre Bayona y Toulouse, hasta Montpellier es prácticamente un desierto, salvo tres o cuatro ciudades), no les resulta rentable. Y, por otro, en España tenemos un problema muy grave, que es elegir por qué parte del Pirineo se pasa, y para ello es necesario llegar a un acuerdo con alguien, en concreto con sus implicados. Hay que negociar con los vecinos, con los Ayuntamientos, con Medio Ambiente. Hay que planteárselo y gestionarlo bien, pero gestionarlo ya.

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