Venezuela solicita una reunión extraordinaria de la OPEP para febrero mientras que el Brent cierra en 27,88 dólares

EFE / Europa Press.- Mientras el barril de crudo Brent para entrega en marzo cerró en el mercado de futuros de Londres en 27,88 dólares, un 3,05% menos que los 28,76 dólares al cierre de la sesión anterior, Venezuela solicitó una reunión ministerial extraordinaria de la OPEP para el próximo mes con el objetivo de tomar medidas para frenar la caída de los precios del crudo, según aseguró un delegado de uno de los 13 estados miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

La fuente consultada matizó al mismo tiempo que es «poco probable» que esta reunión se pueda celebrar ante la resistencia de algunos países miembros. Una reunión extraordinaria, que debería convocar el actual presidente de turno del grupo, el qatarí Mohammed Saleh Al Sada, pero que necesita el visto bueno de todos los países de la OPEP. Sin embargo, Arabia Saudí, «peso pesado» dentro de la organización y varios productores del Golfo Pérsico, insisten en no cambiar la producción petrolera actual del grupo en un intento de sacar del mercado a productores alternativos, sobre todo en Estados Unidos, que necesitan un precio de unos 60 dólares por barril para ser rentables.

Irán, por su parte, espera aumentar pronto su producción de los actuales 2,6 millones de barriles a los 3,6 millones de barriles diario, después del reciente levantamiento del embargo contra su petróleo por la Unión Europea. Estos dos factores hacen que el precio del crudo esté cayendo por debajo de los 30 dólares por barril, el nivel más bajo desde el 2003. Asimismo, la fuente consultada recordó que Irán es contrario a una posible reunión ministerial mientras no exista un consenso sobre qué hacer para reducir el exceso de producción en el mercado. Un encuentro sin decisión podría resultar «contraproducente», advirtió el delegado de la OPEP. El precio del petróleo de la OPEP se situó en 23,85 dólares por barril.

Texas y Brent en caída

El miedo a que el exceso de oferta que sufre el mercado del petróleo continúe agravándose ante la desaceleración china, que crece al menor ritmo del último cuarto de siglo, y el regreso al mercado de Irán volvió a lastrar los precios del crudo, que caen cerca de un 25% en lo que va de año y se sitúan en niveles de 2003. El estadounidense Texas se desplomó hasta los 26,55 dólares, su mínimo en casi 13 años, mientras que el Brent Europeo rebasó a la baja los 28 dólares al cerrar en 27,88 dólares.

Tampoco ayudan las previsiones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que anticipa que la demanda de crudo avanzará más lento de lo esperado en 2016, avivando el temor a que aumente el volumen de barriles que cada día quedan sin comprador. Todo coincide además con el visto bueno de la comunidad internacional a que Teherán vuelva a exportar crudo tras 4 años de veto por su programa nuclear, lo que amenaza con inundar aún más un mercado asfixiado por el exceso de producción.

«Va a llegar aún más petróleo en un momento en el que no se necesita. Eso significa que el desequilibro entre la oferta y la demanda aumentará, por lo que es más difícil que los precios recuperen la normalidad», señaló Dominic Haywood, analista de la firma británica Energy Aspects. La AIE y la mayoría de los expertos coinciden en que no hay signos de que a corto plazo se vaya a revertir la caída que comenzó en junio de 2014, a pesar de que los bajos precios han golpeado a la industria, que ha recortado inversiones y puestos de trabajo.

Con todo, algunos analistas creen que la pérdida de rentabilidad de las explotaciones puede llevar a una caída significativa de la producción que empujaría al alza los precios en la segunda mitad de 2016. Por el momento, la opción más plausible para una recuperación pasa porque la OPEP acepte reducir su techo de bombeo, que se mantiene por encima de las necesidades del mercado, a fin de dañar a la naciente industria del esquisto y mantener la cuota de mercado del cártel de países productores.

Esa estrategia ha hecho que la producción externa a la OPEP, especialmente en Estados Unidos, haya caído por primera vez en 7 años, pero también pone en aprietos a los miembros menos opulentos de la organización, cono Venezuela y Nigeria, cuyas economías sufren al haberse reducido una de sus principales fuentes de ingresos. Esos productores presionan desde hace meses a Arabia Saudí y sus socios del Golfo, que guían las decisiones del grupo, para que acepten disminuir el bombeo común.

A pesar de que el fin de las sanciones a Irán ha cambiado sustancialmente el escenario del mercado del petróleo, algunos expertos creen que no será suficiente para que Arabia Saudí de su brazo a torcer y acepte un cambio de estrategia. «En su última reunión, los miembros de la OPEP ya sabían que el levantamiento del veto a Irán estaba en el horizonte y que Teherán planeaba volver a producir», sostuvo Haywood. «Claramente, los países que tienen un mayor peso en la toma de decisiones en este momento son los grandes productores, como Arabia Saudí, que hasta ahora han dado prioridad a la defensa de su cuota de mercado», a costa del desplome de los precios, señaló el analista.

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