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Unesid llama a firmar un pacto de Estado por la Industria con un precio justo de la energía

Europa Press.- La Unión de Empresas Siderúrgicas (Unesid) estima que España necesita una política industrial que permita a las empresas ser «competitivas» dentro del «exigente» entorno económico mundial, por lo que ha pedido al Gobierno y a los partidos políticos firmar un pacto de Estado por la Industria. La asociación ha afirmado que la política industrial debe estar estrechamente relacionada con los retos ambientales y energéticos a los que se enfrenta actualmente la sociedad.

En este sentido, el presidente de Unesid, Bernardo Velázquez, ve «necesario» demandar un precio «justo» y «competitivo» de la energía para España, ya que la industria siderúrgica es el principal consumidor de electricidad y se necesita disponer del suministro a un precio «estable» y «predecible», con el fin de que España sea un país «tan competitivo» como los de su alrededor. El director general de Unesid, Andrés Barceló, resaltó que el precio en el mercado mayorista de electricidad en Alemania en 2017 fue de media 13,8 euros megavatio/hora (Mwh) más barato que el español, por lo que es «preciso» afrontar la situación y adoptar medidas destinadas a evitar esta diferencia.

El Gobierno lanzará de manera «inminente» las ayudas para compensar las emisiones de CO2 del sector industrial

Europa Press. – El Gobierno lanzará de manera «inminente» la convocatoria de ayudas por un importe de 78 millones de euros que compensarán los costes indirectos de CO2 incurridos por las grandes empresas industriales.

En la nueva reunión del grupo de Trabajo del Acero participaron representantes de la Unión de Empresas Siderúrgicas (Unesid), de diferentes ministerios, de las comunidades autónomas y de sindicados y la secretaria general de Industria y Pequeña y Mediana Empresa, Begoña Cristeto.

Los Ministerios de Energía, Turismo y Agenda Digital y de Economía, Industria y Competitividad firmaron el pasado mes de marzo un convenio mediante el cual el primero transferirá un total de 78 millones de euros de su presupuesto para esta nueva convocatoria de ayudas.

Este mecanismo de ayudas permite compensar a las industrias pertenecientes a los sectores más expuestos por los costes imputables a las emisiones de gases de efecto invernadero repercutidos en los precios de la electricidad.

Por su parte, el presidente de Unesid, Bernardo Velázquez, trasladó en la reunión «la importancia» que tiene el foro para la industria siderúrgica, «ya que permite reunir a todas las administraciones públicas con los representantes de la siderurgia española y entablar «un diálogo abierto y sincero sobre los temas de interés común».

En la reunión se trató la necesidad de un comercio libre y de acuerdo con las reglas. Al respecto, Unesid agradeció el apoyo de la Administración a la investigación lanzada por la Comisión Europea de cara al establecimiento de medidas de salvaguardia derivadas de las recientes decisiones del gobierno norteamericano.

El tema energético fue otro de los puntos tratados. Para Unesid, la competitividad de la siderurgia española está «seriamente lastrada» por el diferencial de precio que debe pagar por la electricidad en comparación con los principales países europeos, como Alemania y Francia.

Asimismo, la patronal expresó su interés por avanzar en el proceso de la economía circular y recalcó la necesidad de poder utilizar las escorias como áridos siderúrgicos en la construcción, en el cemento y en el hormigón.

Finalmente, el sector señaló que «está a la espera» desde hace años de que el Gobierno decida adoptar «un imprescindible aumento de la masa máxima de los camiones hasta las 44 toneladas, lo que redundará en beneficios para el conjunto de la economía y reducirá las emisiones de gases de efecto invernadero».

Unesid cree que la reforma del comercio de emisiones representa «un importante sobrecoste» y pide recibir compensaciones de las eléctricas

Europa Press.- La Unión de Empresas Siderúrgicas (Unesid) asegura que la reforma del Comercio de Emisiones Europeo (ETSEU) tal como está diseñada representa «un importante sobrecoste incluso para la mejor de las mejores siderúrgicas europeas». Además, pide que los países apliquen una compensación completa por los beneficios que obtienen las compañías eléctricas al facturar un CO2 en todos los kilovatios (kW) eléctricos, que solo se emite parcialmente.

El director general de Unesid, Andrés Barceló, respalda así la iniciativa de la patronal europea (Eurofer), y considera esta reforma «algo conceptualmente inadmisible y claramente en contra de lo acordado por los primeros ministros de la Unión Europea en octubre de 2014». Eurofer pedía a todos los gobiernos de la Unión Europea que garanticen la existencia de un sector comunitario «sostenible y globalmente competitivo» y advertía sobre los efectos negativos que podría tener una reforma del sistema europeo de comercio de emisiones que no proteja los intereses de la industria.

Para Unesid, la propuesta comunitaria actual supone favorecer la producción en terceros países, «con aceros que generan más emisiones de CO2 y con nula innovación, a la vez, que propicia la reducción de actividad industrial y de puestos de trabajo en Europa y en España, que apenas está saliendo de una crisis que ha durado ya una década». Asimismo, el dirigente de Unesid considera que la carencia de CO2 en el sector siderúrgico, «es un hecho desde el presente año 2017». De esta manera, Barceló subraya que el sector ha consumido ya los excedentes de CO2, que se acumularon como fruto de la crisis y la reducción de actividad aparejada.

Además, pide que los países apliquen una compensación completa por los beneficios que obtienen las compañías eléctricas al facturar un CO2 en todos los kilovatios (kW) eléctricos, que solo se emite parcialmente, siendo esta posibilidad opcional para cada Estado. Barceló recalca la importancia de esta petición ya que en España el acero se produce en gran medida reciclando residuos férricos, «un proceso intensivo en electricidad».

La interrumpibilidad,  otra vez

Esta semana comienzan se ponen en marcha las subastas de interrumpibilidad que, gestionadas por Red Eléctrica de España (REE) y supervisadas por la Comisión Nacional de Mercados y Competencia, atribuyen los lotes de este servicio mediante puja a las ofertas más competitivas de las empresas demandantes de la misma

Partamos de la definición del servicio de interrumpibilidad. Se trata de un servicio mediante el cual las empresas (grandes consumidores de energía) ofrecer la desconexión durante un período (es decir, la interrupción de su suministro) a cambio de un descuento/bonificación en el coste de su consumo.  Es decir, es un mecanismo mediante el que se articula cómo el operador de sistema eléctrico (REE) ordena el cese de la actividad productiva de una instalación por circunstancias de la red, a cambio de un descuento en el precio de la energía que reciben.

Dicho servicio, a raíz de la llamada “reforma eléctrica” se reformuló mediante el sistema de subasta. La primera subasta de interrumpibilidad fue muy controvertida puso al Ministerio en el ojo del huracán. De hecho, a partir de un diseño inicial de tiralíneas, el cambio que se produjo en las  tarifas en los consumidores industriales y, de forma combinada, las primeras subastas de interrumpibilidad, conllevó que se tuvieran que repetir las subastas para que salieran medianamente aceptables, dado que sus anteriores beneficiarios no accedían a ellas, complicando la viabilidad de sus actividades industriales. Se calibraron mal los efectos en determinadas industrias, el acceso de las mismas al mecanismo y por ello, acabaron repitiéndose hasta que su resultado fue el “deseado”. Son cosas, ese tipo de actuación, a prueba y error, que en nuestro país empiezan a verse con normalidad.

Por tanto, los destinatarios natos de este proceso son las empresas, cuyos procesos productivos precisan un porcentaje importante en energía, siendo posiblemente su ‘input’ más relevante. Siderúrgicas, aluminio, metalurgia, papeleras, etc… son, en puridad, las principales destinatarias de este proceso, cuyo montante se incluye, eso sí, en los costes de acceso. Por otra parte, por su propia construcción es un subsidio de unos consumidores (domésticos) a otros consumidores (industriales).

Vayamos de la virtualidad a la realidad. Es un servicio que, diseñado así y con un exceso de capacidad de generación eléctrica notable, no ha sido necesario de su utilización hasta el momento. Es decir, el operador de sistema, REE, no ha hecho uso de él y lleva sin hacer uso de él en sus definiciones semejantes previas (pagos por capacidad, servicios de gestión de la demanda, etc…), nunca.

Quizá por eso, en las notas de prensa del propio Gobierno existe un empeño importante en emplear la palabra “utilidad” en referencia al mismo.  A la vez, se da la paradoja que los demandantes de este servicio consideran que los paquetes ofertados son escasos o insuficientes. Lo que viene a reafirmar las tesis de que se trata un “descuento en  factura” orientado eufemísticamente a fomentar una política industrial. Cuestión que, por otra parte, nos pone en la mirada de la Unión Europea y la sospecha de que este mecanismo pueda entrar en las sospechas de ser declarado una ayuda de Estado, algo que aterra a las autoridades españolas que Administración, tras administración no resuelve el problema.

De hecho, el propio Ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, ha llegado a sugerir la posibilidad de ofrecer más interrumpibilidad en función de la «demanda». La pregunta es, ¿de la demanda de qué?, ¿de necesidad de tiempo de interrumpibilidad? Si no la hay. Pero la concepción de la tarifa como caja de compensación que subyace aunque se hayan sofisticado mucho los mecanismos que lo regulan y así, esa expresión de la ‘demanda’ en realidad hace referencia a la demanda energética derivada de una mayor producción industrial.

Y, además, en esta semana, hemos comprobado como los movimientos de los agentes económicos se han hecho incesantes e insistentes alrededor de la subastas. La gestión de comunicación de lobby está funcionando a tope y de libro. La campaña de lobby se ha orquestado correctamente, de forma que la semana pasada salía un ranking de competitividad industrial en el que España descendía por debajo de Italia por el coste de la energía para las empresas.

Además, en esta ocasión, la exclusión de ciertas plantas en su posibilidad de concurrencia en las presentes subastas de interrumpibilidad, sobre todo las papeleras, ha teñido este mes de agosto de polémica para este sector, como denuncia ASPAPEL.  Por otra, los propios trabajadores y Comités de Empresa, están siendo movilizados ante las subastas, cuando no ha mediado reunión previa de alto voltaje entre los representantes de los trabajadores y los gestores de sus empresas alertando de la evolución del a compañía en días previos a la subasta y significando que incluso un buen descuento en la factura eléctrica puede no ser suficiente para la viabilidad de su actividad por circunstancias de demanda. En el caso de Alcoa, además, se han tensado discrepancias entre s dos plantas (Avilés y San Ciprián) por las pujas efectuadas por su gerencia para cada una de ellas y su efecto sobre la actividad de las mismas.

Pero, en realidad, esta no es la forma de solucionar el problema de los costes de la energía en la industria y para los consumidores. La solución sigue siendo la separación de los componentes incluidos en la tarifa que no forman parte del suministro y desposeer a la tarifa de ese carácter de caja de compensación y de subsidio cruzado. Si no, siempre estaremos en esta ceremonia del interruptus.

 

Unesid apoya la Alianza de Industrias Electrointesivas presentada ante la Comisión Europea

Europa Press.- La Unión de Empresas Siderúrgicas (Unesid) ha manifestado su apoyo a la Alianza de Industrias Electrointensivas presentada ante la Comisión Europea, que representa a más de 3.000 empresas y aglutina a unos cuatro millones de trabajadores de la Unión Europea, según indicó Unesid a través de un comunicado.

En octubre pasado, los países comunitarios acordaron que las medidas para evitar el riesgo de fuga de carbono del Sistema de Comercio de Emisiones de la Unión Europea (ETS) debían continuar tras 2020, con la garantía de que las instalaciones más eficientes en sectores expuestos no se enfrenten a injustificados costes de emisiones de carbono. Así, las industrias electrointensivas hacen una llamada a los reguladores para aplicar una serie de principios a las reglas de asignación gratuita en la próxima revisión de ETS. Entre ellos, destaca preservar la competitividad de las mejores industrias con medidas que les protejan de costes directos e indirectos, así como el apoyo al crecimiento de asignación gratuita con los niveles actuales y reales de producción.

Abordar precios de la electricidad

Asimismo, la nueva normativa sobre emisiones se debe sustentar en basar las normas en puntos de referencia técnica y económicamente factibles que reflejen el comportamiento real de la industria. Además, la Alianza propone abordar el impacto negativo de la ETS de la Unión Europea sobre los precios de la electricidad, que provoca que las industrias electrointensivas europeas se encuentren en desventaja frente a competidores globales.

La nueva subasta de interrumpibilidad se celebrará entre la segunda quincena de agosto y la primera de septiembre

Servimedia / Europa Press.- El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, avanzó que la nueva subasta de interrumpibilidad para los grandes consumidores de electricidad se celebrará entre la segunda quincena de agosto y la primera de septiembre. Así lo anunció Soria, que concretó que la subasta del incentivo eléctrico para la industria, por el que los grandes consumidores de electricidad reciben un incentivo por modular su consumo en momentos de saturación en el sistema eléctrico, será «a lo largo de las próximas semanas».

La primera subasta, celebrada en noviembre del año pasado, generó críticas de varias empresas, especialmente de Alcoa, que amenazó con el despido de trabajadores si no obtenía un precio competitivo para la electricidad y quedó fuera de la subasta. El Ministerio de Industria realizó a los pocos días una nueva puja extraordinaria que mejoró las condiciones para estas empresas, que ahora reclaman la compra de bloques de megavatios de menor tamaño y periodos más largos para el servicio de interrumpibilidad.

En este sentido, el ministro Soria explicó que el cambio del anterior mecanismo de interrrumpibilidad se acometió para evitar encontrar un problema similar al que tuvo Alcoa, a la que se le impuso una multa de 300 millones de euros en Italia después de que el anterior sistema, iniciado en 2008, fuese considerado un sistema de ayudas de Estado por parte de la Unión Europea.

«Estamos preparando la segunda subasta, a lo largo de las próximas semanas estará lista para llevarse a cabo», apuntó Soria, quien subrayó que se trata de un sistema «mucho más competitivo, transparente y más eficaz para todo el sector«. En este sentido, defendió que la Ley del Sector Eléctrico, aprobada en 2013, permitió convertir el déficit energético en superávit, estabilizar y bajar posteriormente los precios de la energía o bonificar el 85% del Impuesto de la Electricidad a las empresas electrointensivas, sean grandes o pequeñas.

Piden un precio eléctrico «predecible»

Por su parte, el presidente de la Unión de Empresas Siderúrgicas (Unesid), Gonzalo Urquijo, señaló que la industria se encuentra «pendiente» de la nueva convocatoria de la subasta, la cual, en su opinión, será necesario «aquilatar a las necesidades reales de las empresas y la potencia». Desde la patronal siderúrgica resaltaron la necesidad de que se celebre «cuanto antes» para llevar a cabo la planificación industrial y que se incremente la dotación del servicio hasta alcanzar los niveles de 2013.

Urquijo marcó la necesidad de contar con un precio de la energía «competitivo, estable y predecible», ya que «se momento no ha llegado» debido a que «la prioridad regulatoria en los últimos años ha sido acabar con el déficit eléctrico«. «Nuestra industria ha sufrido mucho», manifestó Urquijo ante la presencia del ministro Soria, por lo que abogó por diseñar un «nuevo sistema que se oriente al beneficio de los consumidores».

Por su parte, Soria defendió la «especie de fijación» del Gobierno con el déficit de tarifa porque se trataba de «uno de los grandes problemas estructurales» de la economía, si bien se ha conseguido corregir y 2015 finalizará con superávit, tras alcanzar «equilibrio» en 2014. Asimismo, Soria valoró la «evolución favorable» de los precios de la luz en 2013 y 2014, aunque reconoció que las disminuciones en estos dos ejercicios son «bajas, pequeñas» en relación al aumento del 80% registrado entre 2004 y 2012. No obstante, consideró que «lo importante es el cambio de tendencia».

Durante su intervención, Urquijo presentó un paquete de medidas de la industria siderúrgica ante las próximas elecciones generales, que parte de la necesidad de mantener e impulsar la industria ya existente hasta representar el 20% del PIB. Por ello, reclama seguridad y estabilidad jurídica, precios de la energía competitivos y la «defensa contra el comercio desleal». De igual forma, insta al reconocimiento legal del concepto de material permanente y en cuanto al comercio de derechos de emisión, plantea que las instalaciones más eficientes puedan disponer del 100% de derechos de asignación gratuitos como incentivo. También solicita la compensación del total de los sobrecostes indirectos derivados de la aplicación de la directiva de forma homogénea con el resto de Estados miembros.

El Supremo amplía el recurso sobre la interrumpibilidad para juzgar el tope de 550 millones

En concreto, la ampliación del recurso afecta al artículo 8 de la última orden ministerial de peajes eléctricos, en el que se establece una cuantía máxima anual para retribuir a las grandes industrias que prestan este servicio de interrumpibilidad. Este servicio ofrecido por las grandes industrias consiste en la modulación de su consumo en los momentos en los que lo requiera el sistema eléctrico. Con la reforma energética, se asigna en función de subastas y tiene un coste inferior a los 750 millones concedidos previamente.

Acerinox, junto a empresas como Siderúrgica Balboa o asociaciones empresariales como Unión de Empresas Siderúrgicas (Unesid) o la Agrupación de Fabricantes de Cemento de España (Oficem), tienen recurrido el nuevo mecanismo de asignación a través de subasta de la interrumpibilidad. La directora general de Política Energética y Minas, Teresa Baquedano, anunció que Industria estudia la posibilidad de realizar este año la subasta de interrumpibilidad «antes de verano». El año pasado el Ministerio de Industria tuvo que realizar una segunda subasta al adjudicarse únicamente 350 millones en la primera ronda, recibiendo quejas de empresas como Alcoa.