Entradas

Pola confía en que el PSOE asuma la posición del Gobierno de Asturias sobre el carbón

EFE. – El consejero de Industria, Isaac Pola, piensa que la dirección del PSOE asuma la postura del Gobierno asturiano sobre el futuro del carbón y de las centrales térmicas y no la reflejada en el documento encargado a un consejo de expertos sobre la transición ecológica de la economía.

En el nombrado borrador de recomendaciones, elaborado tras siete meses de trabajos, plantea el cierre del carbón en 2025 e incide en que, para cumplir con el Acuerdo de París, se requiere del cierre ordenado de las centrales térmicas en esa fecha y de las nucleares conforme vayan cumpliendo los 40 años, con alternativas para las zonas en las que se encuentran.

Así, el consejero ha recordado que en el Principado las dos terceras partes de la energía que se genera procede del carbón; exporta entre un 15 y un 20 por ciento de la electricidad que produce y casi el 50 del consumo se realiza en la industria, circunstancias que se no producen en otras comunidades autónomas.

De esta forma, ha asegurado, una transición energética no adecuada «tendría consecuencias particularmente importantes», en especial sobre la industria electrointensiva por el incremento del precio de la energía, lo que hace imprescindible que el proceso hacia la descarbonización sea «inteligente, planificado y ordenado» y que se lleve a cabo de forma «justa» con los territorios afectados.

El criterio de respetar la singularidad de cada territorio coincide con el expresado por la Unión Europea, ha apuntalado Pola tras incidir en que el Gobierno ya ha hecho constar a la dirección del PSOE su desacuerdo con el documento elaborado por el comité de expertos y que confía en que asuma sus planteamientos

Nadal apunta ahora que la Ley de Transición Energética no estará lista hasta que se apruebe la normativa europea

Europa Press / EFE.- El ministro de Energía, Álvaro Nadal, ha asegurado que la Ley de Cambio Climático y Transición Energética no se presentará hasta que se apruebe la normativa europea al respecto. «Una vez que esté aprobada, se llevará a cabo la transposición a nuestro ordenamiento jurídico«, ha apuntado, para señalar que las leyes «siempre se han hecho así en el país» y que ahora no se va a cambiar la forma de hacerlo.

Nadal explicó que la Ley de Cambio Climático pretende crear en España un marco normativo que, junto al resto de la Unión Europea, contribuya a la lucha contra el cambio climático y la transición energética en la próxima década. En respuesta al portavoz socialista de Cambio Climático, Ricardo García Mira, Nadal expuso que esta norma está compuesta de tres paquetes, uno climático, otro energético y un tercero de movilidad sostenible y que estas tres acciones llevan diferentes ritmos de tramitación en la Unión Europea. Algunas están en «mayor o menor grado de tramitación», como es el caso “de la reducción de emisiones, que está más adelantada que la transición energética y tenemos bastante retraso en el de movilidad sostenible», aclaró.

Una ley anunciada múltiples veces

Estas palabras no satisficieron a García Mira, quien ha reprochado a Nadal que tanto el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, como la ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, hayan anunciado en varias ocasiones esta norma. «Y a día de hoy no tenemos la ley», ha insistido. El diputado resaltó que los ciudadanos son quienes sufren la ausencia de un texto que reduzca las emisiones.

Según denunció, cada día viven en ciudades «más contaminadas» que afectan a su salud, mientras las empresas y el sector productivo vive la situación «con incertidumbre». El diputado socialista ha imputado a Nadal «inflamar a la opinión pública con sus propuestas en relación al carbón y a las nucleares», en vez de seguir las recomendaciones del paquete de invierno de la Unión Europea para elaborar una estrategia de actuación de cara al 2030 y 2050.

El ministro respondió a estas críticas señalando que su departamento ha apostado por unas renovables que «compiten, que bajan el precio y permiten cumplir con los objetivos climáticos y al mismo tiempo ayudar a la economía española». En este sentido, ha acusado a los socialistas de que España tenga actualmente «un facturón de 10.000 millones de euros al año en energía eléctrica», que el país se podría «haber ahorrado». «Favorecieron intereses que a ustedes les interesaba favorecer», ha acusado Nadal, para señalar que el Ejecutivo de Rajoy apuesta por la energía nuclear porque emite menos.

El Gobierno asturiano rechaza el cierre de centrales térmicas propuesto por el consejo asesor del PSOE para la transición energética

EFE / Europa Press.- El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha reclamado un pacto por la energía en España que, entre otras cosas, suponga «considerar el carbón como reserva estratégica». Quién no parece satisfecho con las propuestas de Ferraz es el Gobierno asturiano, que se opone frontalmente a la propuesta de cierre ordenado de térmicas lanzada por el consejo de expertos creado por el PSOE para asesorar al partido para avanzar en la transición ecológica de la economía.

«El Gobierno asturiano está frontalmente en contra y esperamos que la dirección del PSOE también lo esté», aseveró el portavoz del Gobierno socialista asturiano, Guillermo Martínez, que se refería así al primer borrador que, tras 7 meses de trabajos, ha hecho ese Consejo Asesor para la Transición Ecológica creado por los socialistas. La veintena de expertos que integran el consejo también defiende para una transición justa que el abandono del carbón y cierre nuclear debe de ir acompañado de «un calendario intenso de instalación de nueva potencia renovable en el periodo 2020-2030 y de máxima electrificación de los sectores económicos».

Por su parte, para el portavoz de Izquierda Unida en el parlamento autonómico asturiano, Gaspar Llamazares, este informe es «inaceptable e inviable» para Asturias, para todo el sector energético y para la política industrial del conjunto de España. En su opinión, para Asturias no significaría una transición energética justa y equilibrada sino una ruptura tanto energética como industrial inasumible y desequilibrada, porque afectaría particularmente a territorios como las comarcas mineras y el occidente de Asturias.

Posición socialista sobre el carbón

Por su parte, el líder socialista Pedro Sánchez ha criticado al Gobierno por decir por un lado que apoya al carbón pero, al mismo tiempo, incumplir muchos acuerdos con los trabajadores de las explotaciones y con las cuencas mineras. Por ello, Sánchez ha exigido al PP que pase «de las musas al teatro» y que diga «cómo va a cumplir con los mineros» y qué va a hacer a partir de 2019 para garantizar las oportunidades «que merecen las cuencas mineras en Asturias, en Castilla y León y en Aragón».

Otro de los puntos que debe incluir ese pacto por la energía, según Sánchez, es el de hacer frente al desafío del calentamiento global, pero ha advertido que “cualquier cierre de la actividad energética que se produzca en cualquier lugar de nuestro país tiene que venir precedido de un acuerdo entre el Gobierno, los trabajadores, la empresa y las administraciones más próximas, es decir se tiene que propiciar una transición justa, con recursos económicos para que esa transición no signifique cerrar puertas a comarcas enteras».

El eurodiputado socialista José Blanco pide al Gobierno que desbloquee las inversiones en energías renovables

EFE.- El eurodiputado socialista José Blanco, ponente de la nueva directiva europea de eficiencia energética y energías renovables en el Parlamento comunitario, ha pedido al Gobierno de España que «desbloquee» los proyectos para las inversiones «necesarias» en el sector de las energías renovables. «Estamos hablando de más de 1.000 millones de inversión, de más de 15.000 empleos y no está precisamente el empleo en España para perder oportunidad en un sector que además lo genera de calidad», ha indicado el exministro.

Blanco ha explicado, sobre las energías renovables y dentro de la política energética europea, que la Unión Europea está regulando lo que tiene que ser la «transición energética». «Para cumplir los objetivos de París hay que hacer una transición energética que dé paso a la descarbonización de la economía y el impulso de las energías renovables«, ha indicado el ponente.

En este sentido, ha lamentado que España esté «de nuevo» entre los países que quieren «poner un freno» al desarrollo de energías renovables, algo que «no se entiende» en una zona que, por sus condiciones, podría liderarlo precisamente y que además está «muy expuesta» al cambio climático. Blanco ha avanzado asimismo que, a finales de junio, podrá contarse con una nueva directiva para el período 2020-2030 que genere un marco regulatorio, para que no se vuelvan a dar criterios de retroactividad como los definidos por el Gobierno español y que llevaron a un freno renovable.

El Foro Económico Mundial considera que la mayoría de los países latinoamericanos aún no están listos para la transición energética

EFE.– La mayoría de los países de América Latina todavía no están bien preparados para afrontar la transición energética, según revela un informe del Foro Económico Mundial en el que se analizan 114 países, entre ellos varios latinoamericanos. El análisis Promover una transición energética efectiva fue publicado en el marco del Foro Económico Mundial sobre América Latina, celebrado en Sao Paulo.

De acuerdo con esta evaluación, que clasifica a los países en función del estado actual de sus sistemas energéticos y su nivel de preparación estructural para adaptarse a las futuras necesidades energéticas, América Latina debe mejorar en varias áreas, como la innovación, el desarrollo del capital humano, la seguridad de las inversiones y la eficacia del marco institucional. El informe examina el desempeño de los sistemas energéticos actuales de los países bajo tres dimensiones: acceso y seguridad energética; sostenibilidad ambiental del sistema; y potencial de crecimiento. Asimismo, analiza en qué medida existen condiciones que faciliten una transición hacia un sistema de bajas emisiones de CO2.

Los países escandinavos y de Europa occidental encabezan el Índice de Transición Energética, con Suecia, Noruega y Suiza a la cabeza, en tanto que el Reino Unido (7) y Francia (9) son las únicas economías del G7 que se ubican dentro de los 10 primeros. En la región latinoamericana, los que muestran los mejores desempeños son Uruguay, que ocupa el puesto 13, Costa Rica (20), Chile (24) y México (28). De manera general la región obtiene una puntuación similar al promedio global en cuanto a la contribución del sistema energético al crecimiento económico, a la seguridad y al acceso, y por encima del promedio cuando se trata de sostenibilidad ambiental.

Sin embargo, varios países se quedan atrás porque no están preparados adecuadamente para la transición, según el informe. Es así que Perú se ubica en el puesto 34, Paraguay en el 37, Panamá en el 39, Ecuador el 48 y Argentina el 56. De manera particular, el informe menciona a Colombia (32) y Brasil (38) por tratarse de dos países que «cuentan con sistemas energéticos con buen desempeño debido a sus abundantes recursos naturales», pero que al mismo tiempo «tienen niveles de preparación bajos» para la transición«. Ello es debido a «deficiencias en materia de capital humano y fallos en sus instituciones y marcos regulatorios».

Los últimos países latinoamericanos que figuran en la clasificación son Guatemala (62), y El Salvador (69), mientras Venezuela se queda a cuatro puestos de cerrar la lista, el 111, sólo por delante de Kirguizistán, Sudáfrica y Zimbabue. A nivel global, el informe establece que el avance hacia la sostenibilidad ambiental se ha detenido y considera que la tendencia prácticamente plana en la intensidad de las emisiones de carbono lo demuestra.

Además de las repercusiones positivas para el clima, la mejora de los sistemas energéticos contribuiría a remediar la situación de 1.000 millones de personas en el mundo que actualmente carecen de electricidad, según el Foro Económico Mundial. Finalmente, el director de Industrias Energéticas del Foro, Roberto Bocca, sostuvo que el informe permite tener una visión del funcionamiento actual de los sistemas energéticos nacionales, así como una perspectiva «muy necesaria de lo que se requiere para lograr el éxito a futuro».

La Fundación Renovables propone que todas las centrales nucleares estén cerradas en 2024 y las térmicas de carbón en 2025

EFE / Europa Press.- La Fundación Renovables plantea que todas las centrales nucleares estén cerradas en 2024 y las térmicas de carbón en 2025, según el documento presentado Hacia una transición energética sostenible, con 200 medidas «urgentes e ineludibles» para realizar la transición energética en España. La Fundación propone un plan de cierre progresivo de las centrales de carbón que comience en 2018 y que culmine en 2025, así como la eliminación de todas las subvenciones a la minería y al uso del carbón.

Además, propone que no se den pagos por capacidad a las centrales de carbón que emitan más de 550 gramos de CO2 por kilovatio hora (Kwh) y un plan de «transición justa» para las zonas afectadas por la desaparición del carbón. José Luis García Ortega, patrono de la Fundación, ha denunciado que el ministro de Energía, Álvaro Nadal, está empeñado en que las plantas de carbón no se cierren y ha pedido a los grupos parlamentarios que no apoyen la proposición de ley que se va a presentar en el Congreso para ampliar los criterios a tener en cuenta para el cierre de centrales valorando la posibilidad de mantener una central si su cierre incrementara los precios de la electricidad.

En cuanto a las centrales nucleares, la Fundación Renovables propone un cierre programado a medida que vayan expirando las licencias actualmente en vigor, con lo que la última cerraría en 2024. También pide que los costes de desmantelamiento de las centrales y el tratamiento de los residuos los asuman las empresas. Además, reclama que el almacén temporal centralizado (ATC) de residuos de Villar de Cañas (Cuenca) siga paralizado hasta que no haya un plan de cierre de todas las nucleares.

El presidente de la Fundación, Fernando Ferrando, considera que se trata de una propuesta «proactiva, justa, viable económica y tecnológicamente, es global, es estructural y no oportunista» que parte del convencimiento de luchar contra el cambio climático y contra «las graves disfunciones del sistema energético» en España, así como para lograr una significativa reducción de las emisiones. Por ello, ve imprescindible electrificar la demanda de manera generalizada, por eficiencia y por emisiones cero en consumo. La propuesta parte de que la ciudad es el escenario del cambio energético, ya que en ellas reside el 80% de la población y consumen el 75% de la energía.

El documento, que plantea un escenario hasta 2030, gira en torno a desincentivar el consumo de combustibles fósiles. Actualmente, el 50% de esa demanda de energía en España corresponde a productos petrolíferos, frente al objetivo de la Fundación Renovables para 2030 de que el 50% se cubra con renovables, multiplicando su peso por tres. Por tanto, aboga por reducir el petróleo del 50% al 22% a 2030; reducir la dependencia del 83% al 50% y frenar las emisiones un 59%, pasando de las 255 mtn de CO2 de 2015 a 104 Mtn. Ese objetivo supondría que la electrificación de la demanda pasara de un 25% en 2015 a un 50% en 2030 y que la generación renovable llegara al 80%.

Cuota del 10% en autoconsumo

La Fundación Renovables, que propone anular las medidas retroactivas en la retribución de estas energías y la repotenciación de 15.000 MW hasta 2030, calcula que habría que instalar 85.000 megavatios (MW). La Fundación Renovables exige derogar el decreto de autoconsumo, simplificar los procedimientos administrativos y fomentar la incorporación de baterías y el desarrollo del autoconsumo compartido con el fin de que en 2030 la generación distribuida alcance el 10% de cobertura de la demanda de la electricidad. Asimismo, propone que no se limite la potencia de estas instalaciones y que se permitan las compras y ventas de energía entre particulares.

El documento recoge también propuestas para erradicar la pobreza energética. La Fundación considera ineficaz el actual bono social y propone una tarifa social. La Fundación Renovables propone rehabilitar 500.000 viviendas al año para mejorar su eficiencia energética, lo que representa el 3% del parque actual. De esta forma, en 2030 estarían adaptadas todas las que lo necesitan. También se propone actuar en los edificios públicos, rehabilitando el 5% de ellos cada año. Plantea eliminar el consumo de combustibles fósiles con sistemas de alta eficiencia como la bomba de calor. Por ello, propone prohibir las calderas de carbón a partir de 2021 y las calderas de gasóleo a partir de 2025.

En materia de movilidad, la Fundación Renovables propone prohibir la circulación de vehículos diesel en las ciudades en 2025, que en 2030 el 60% de los nuevos vehículos sean eléctricos, lo que supondrá alcanzar una cuota del 30% de los vehículos en circulación (5 millones de vehículos eléctricos) con una reducción del parque automovilístico de un 15%. Asimismo, pretende minimizar las necesidades de transporte por servicios de cercanía, con prácticas de mínimo consumo y emisiones y abandonar progresivamente los vehículos de combustión interna. «Apostamos por la peatonalización, el fomento del uso de la bicicleta y del transporte público y la implantación del vehículo eléctrico», comenta.

Por otro lado, otra de las prioridades de la Fundación Renovables es la reforma urgente del sector eléctrico con la corresponsabilidad de los sectores del petróleo y del gas en soportar los costes de los cumplimientos de los objetivos a 2020, modificar la retribución de la distribución y el transporte por la energía verdaderamente distribuida y transportada en lugar de por las inversiones, se propone que la tarifa eléctrica debe ser monómica y progresiva, de forma que su precio horario se defina solo en función de la electricidad que se consuma, transformando los costes fijos en variables. En materia regulatoria, pide sacar de la tarifa las políticas industriales y territoriales.

Entre otras propuestas plantea actuar de forma prioritaria sobre la demanda sobre la vía para mejorar la gestión del sistema eléctrico y una reforma de la política fiscal como herramienta «fundamental» mediante, por ejemplo, la incorporación en el IBI de las ineficiencias energéticas de los edificios. En su contribución al debate nacional sobre la elaboración de una Ley de Cambio Climático y Transición Energética, la Fundación Renovables señala que «para alcanzar en 2050 la descarbonización no solo de nuestro sistema energético sino de la economía en general, es fundamental pisar el acelerador desde el momento actual y no dejar el esfuerzo principal para el final».

En el ámbito de la fiscalidad, propone que esta se dirija a fomentar y penalizar las prácticas que se quieran limitar. Por ejemplo plantea modificar el Impuesto Especial de Hidrocarburos y aumentar el gravamen de los combustibles derivados del petróleo líquido (5 céntimos por litro) y del gas natural (1 euro por MWh). Con esta medida calcula que recaudarían aproximadamente 3.500 millones de euros que se destinarán a planes urbanos, rehabilitación de viviendas, sustituir calderas por bomba de calor, mejorar la domótica o instalar puntos de recarga para vehículos eléctricos.

Álvarez (UGT) defiende el carbón y cree que España no tiene que intentar “ser la campeona” de las energías limpias

EFE.- El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha defendido en León la compatibilidad del carbón con las energías limpias y ha afirmado que España no tiene por qué intentar ser la «campeona» en el abandono de los combustibles fósiles. El líder sindical ha apostillado que no se debe contraponer el carbón a otras fuentes de energías sostenibles y ha garantizado al apoyo de UGT al mantenimiento del sector minero así como de las centrales térmicas.

«Reitero el compromiso de la UGT con el carbón autóctono», proclamó Álvarez, que ha afirmado que las «comarcas mineras pueden tener vida con el carbón porque no va contra el medio ambiente». Ha recordado que en los países del entorno de España en los que hay carbón «se continúa quemando» y ha subrayado que eso es «plenamente compatible con el compromiso con las nuevas energías limpias«. «Es de justicia para las comarcas mineras que tanto han dado a este país, que ahora no puede mirar hacia otro lado y tiene que tener un compromiso con los mineros y con el mantenimiento de las térmicas”, sentenció.

El Foro Económico Mundial considera que España debe asumir un mayor compromiso político para lograr una transición energética eficaz

EFE.- España saca buena nota a nivel mundial en cuanto al estado actual de su sistema energético y su nivel de preparación para adaptarse a las futuras necesidades energéticas, pero debe asumir un mayor compromiso político para lograr una transición energética eficaz, según el Foro Económico Mundial. España se sitúa en el puesto 21 de los 114 países analizados en el informe Promover una transición energética efectiva publicado dentro de la edición latinoamericana del Foro Económico Mundial.

A nivel mundial ocupan los diez primeros puestos del Índice de Transición Energética del Foro Suecia, Noruega, Suiza, Finlandia, Dinamarca, Holanda, el Reino Unido, Austria, Francia e Islandia. España se sitúa con su vigésima primera posición en el ránking por detrás de los diez primeros países, de Nueva Zelanda, Singapur, Uruguay, Irlanda, Malasia, Alemania, Bélgica, Luxemburgo, Portugal y Costa Rica, pero por delante de Canadá, Japón, Chile o Estados Unidos. El Foro Económico Mundial considera que España tiene un sistema energético con un «buen desempeño», por lo que se posiciona en la posición 14 a nivel global en este capítulo.

En el apartado de la preparación para la transición energética, España ocupa el puesto 27, una posición que el Foro Económico Mundial califica de «elevada». Eso sí, añaden sus expertos, es «más baja que en la mayoría de las economías avanzadas» analizadas. En el análisis sobre la preparación de España para la transición energética se ubica en los puestos 26 tanto en el capítulo de capital e inversión, como en el de infraestructura y clima empresarial innovador. En opinión de los expertos del Foro Económico Mundial, España tendría que mejorar el acceso al crédito, su inversión en capital humano y «asumir un compromiso político más fuerte para lograr una transición energética eficaz en el país».

En el capítulo del desempeño de su sistema energético actual, España destaca por el puesto 15 que logra en la dimensión de la sostenibilidad ambiental. El Foro Económico Mundial indica que el país cubre una «parte importante» de su demanda energética con energías renovables, por lo que supera en 12 puntos la media de las economías avanzadas. El informe revela que en lo que se refiere al porcentaje de la electricidad generada con renovables el país ocupa el puesto 46. A nivel global, el avance hacia la sostenibilidad ambiental se ha detenido y considera que la tendencia prácticamente plana en la intensidad de las emisiones de carbono así lo demuestra.

De acuerdo con sus expertos, en el último lustro se registró una mejora marginal de tan solo un 1,8% anual en comparación con el 3% requerido para cumplir con el Acuerdo de París en materia de objetivos climáticos. Asimismo, se ha constatado un aumento del precio real de la electricidad para los hogares desde 2013 en más de la mitad de países analizados, a pesar de la reducción general del precio del combustible, recuerda el informe. Como dato más positivo el informe destaca tendencias que apuntan a que más del 80% de los países registran una mejora en sus sistemas energéticos en el último lustro.

En los apartados de acceso y de seguridad energética, España ocupa el puesto 15. En tanto, el país destaca en la tasa de electrificación en relación a la población, el uso de combustibles sólidos y la calidad del suministro eléctrico. El Foro Económico Mundial explica que España tiene una base «bien diversificada» de fuentes de energía primaria y socios de importación igualmente diversificados, pero aún «depende sustancialmente de las importaciones para cubrir su demanda energética».

Los expertos aconsejan acabar con los pagos por capacidad en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética

EFE.- Los tres expertos consultados en la comisión parlamentaria de cambio climático han coincidido en que la futura norma debe eliminar las ayudas a los combustibles fósiles, que en España se canalizan a través de los pagos por capacidad, destinados a compensar al propietario por el mantenimiento de una central para que funcione cuando el sistema lo necesite.

El primer interviniente fue Yves Saint-Geours, embajador de Francia en España, quien ha detallado las claves de la Ley francesa de cambio climático, que establece un objetivo de 0 emisiones en 2050, así como presupuestos quinquenales de cuánto carbono se puede emitir para estar en consonancia con esa meta. El cumplimiento de esta ley es evaluado por un comité independiente. La norma lleva asociada una alianza para la descarbonización del transporte, una fecha para el abandono del carbón, 2022, y un calendario de cierre nuclear, que se establecerá este año.

Lara Lázaro, experta en cambio climático del Real Instituto Elcano, ha defendido que la ley española debe aspirar a la neutralidad en carbono en 2050, es decir, a no emitir más de lo que el país pueda absorber por sus mecanismos naturales, y debe desarrollar presupuestos de carbono periódicos para cumplir esa meta. Lázaro ha abogado también porque sea una norma transversal, revisable según la mejor información científica disponible, que cuente con un comité de evaluación permanente, así como con un inventario y calendario de eliminación de los combustibles fósiles.

Finalmente, Joan Grimalt, director del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (Idaea), ha subrayado que la futura ley debe ser «el instrumento» que permita «pasar de una economía basada en los combustibles fósiles a un modelo de producción energética fundamentado en las renovables«. «A España le interesan las renovables: si las tenemos en casa, para qué vamos a comprar combustibles fósiles a precios caros y con oscilaciones importantes», ha incidido Grimalt, quien ha subrayado que con el gas natural, «aunque contamina menos, a nivel de lucha contra el cambio climático no ganamos nada».

La Fundación Faes aboga por revisar la fiscalidad sobre las nucleares ya que son un “activo valioso” para la descarbonización

Europa Press.- La Fundación Faes ha presentado el informe Claves de éxito de la transición energética, en el que considera necesaria la figura de una vicepresidencia económica que coordine y asuma las competencias relativas a la transición energética que hay abordar de cara al horizonte de 2030 y 2050. En este sentido, el presidente de la Fundación Faes y expresidente del Gobierno, José María Aznar, considera que la transición energética es un tema «estratégico para el país».

Por ello, Aznar ve como «lo más lógico» que existiese una vicepresidencia económica para esta función o una comisión delegada especialmente destinada a ello. «Pero me parece lo más eficaz para el proceso una vicepresidencia económica», subrayó. Asimismo, indicó que esta figura debería tener también las funciones del Ministerio de Medio Ambiente, una cartera que, recordó, fue «creación» suya en su época. «Teniendo en cuenta los elementos conectados con la política energética, los elementos medioambientales van a ser vitales y que estén vinculados a esta vicepresidencia me parece fundamental», apuntó.

Esta propuesta se enmarca dentro del planteamiento de un acuerdo político para la gobernanza del proceso de transición energética que cuente con el sector privado y se apoye en la eficiencia económica y la competitividad. A este respecto, Aznar consideró que plantear acuerdos, complicados ahora debido al «fraccionamiento» existente en la política española, es «sentar las bases generales», algo que es el objetivo de la transición energética, por lo que es necesario «ser coherente en los discursos con las acciones«, y destacó que el fin de este documento es «abrir el camino hacia ese debate».

Así, la Fundación apunta que la transición energética requerirá un «exigente» proceso de tomas de decisiones en las que habrá que combinar rigor técnico, consenso político, acierto regulatorio e implicación de los actores. En su informe, apunta también como claves para la transición energética la existencia de estabilidad regulatoria y un marco institucional. «Me parece esencial. Es necesario saber a qué atenerse en un plazo razonable de tiempo, y eso significa seguridad jurídica. Todas las situaciones que puedan promover inseguridad deben ser mejoradas», añadió Aznar.

En lo que respecta a los objetivos de la transición energética, el documento valora que son «incompatibles con nada que no sea un sistema energético sin apenas emisiones, aunque destaca que hay que valorar que no todos los procesos industriales son susceptibles de electrificación, lo que requiere asegurar el suministro de combustibles fósiles. Además, cree necesario prestar atención «especial» a las redes, ya que son claves en la estabilidad de los sistemas eléctricos, los soportes físicos de los mercados y base esencial de la eficiencia.

En lo que se refiere a las nucleares, defiende alargar su vida útil hasta que sea posible, ya que la sustitución del parque plantearía construir casi 30.000 megavatios (MW) de nuevas renovables, con su correspondiente inversión adicional en potencia flexible de respaldo, lo que no parece «realista a corto plazo». Además, el informe subraya que su cierre inmediato «podría elevar significativamente los precios de la electricidad e incrementar considerablemente las emisiones de CO2. «Son un activo valioso y contribuye a precios bajos, por lo tanto cerrar un activo así antes de tiempo parece poco sensato», indicó Pedro Mielgo, coordinador del informe junto a Miguel Marín.

No obstante, para evitar este cierre del parque nuclear, Faes ve necesario revisar la fiscalidad que actualmente soporta la generación con esta energía. Sobrecargar una producción hasta que deje de ser rentable no parece una solución buena», añadió Mielgo. Respecto al autoconsumo, Mielgo defendió que jurará un papel importante a medida que el desarrollo tecnológico abarate los costes y aumente sus posibilidades, aunque recalcó que no se debe confundir con el concepto de impuesto al sol, que «no es ningún impuesto, sino el pago por la disponibilidad de la red, que es un principio innegable».