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El Gobierno destina 4.227 millones a Energía, un 12,5% menos al ajustar el déficit tarifario y la caída del petróleo

Redacción / Agencias.- El Gobierno reducirá un 12,5% la partida presupuestaria de 2016 destinada a políticas energéticas, hasta los 4.227 millones de euros, por la caída del precio del petróleo y las reformas acometidas en el sector que, a juicio del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, han logrado el «equilibrio» en el sistema eléctrico, según expuso el secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, durante su comparecencia ante el Congreso de los Diputados para presentar las cuentas.

Nadal explicó que el presupuesto destinado al área de energía es «relativamente escaso» al tener la Secretaría de Estado de Energía principalmente una función regulatoria y destinarse el presupuesto principalmente al «moderado» personal formado por 100 personas. En todo caso, sostuvo que los presupuestos para 2016 responden «adecuadamente» a las necesidades y que la reducción de las partidas obedece a la «corrección» del déficit tarifario,

A este respecto, destacó que al inicio de la legislatura existía un «importante» déficit estructural de unos 10.000 millones de euros anuales que, de haberse trasladado al recibo, habrían supuesto un incremento de cerca del 40%, por lo que el «objetivo fundamental» ha sido eliminar este déficit. Así, señaló que no sólo se ha acabado con este déficit del sistema eléctrico, con un 2014 que ha sido el primer ejercicio en equilibrio, sino que además 2015 será el primero «en superávit en más de una década» y ha permitido una reducción en los peajes eléctricos.

Por partidas, la relativa a la compensación por extracostes de los sistemas eléctricos aislados extrapeninsulares (Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla) alcanzará los 1.481 millones, cuando rondan los 1.800 millones, «740 millones a cargo de los presupuestos y la otra mitad a cargo del consumidor», lo que supone un 16% menos por la reducción del precio del petróleo y la puesta en marcha de los reales decretos que regulan dicha retribución, que permite reducir su coste.

Dentro de la financiación de costes del sistema eléctrico, que cuenta con un presupuesto de 3.896 millones, destacan los 2.704 millones derivados de los impuestos que pagan las compañías eléctricas por la generación de electricidad, del 7% equivalente, una partida inferior en 285 millones a la de 2015, debido a un ajuste en el canon hidráulico y a que la recaudación por este concepto es especialmente elevada en 2015, en el que se ha producido mucho con carbón y gas.

Nadal señaló que la recaudación será «bastante más elevada» en 2015 respecto a 2014, con una previsión de 240,5 millones de euros adicionales, a pesar de que este año la producción de energía eléctrica es un 30% inferior a la del 2014 en su componente hidráulico, «que es lo que está elevando el precio del mercado, pero se introduce una mayor recaudación tributaria de las térmicas, lo que permite una mayor flexibilidad desde el punto de vista de los peajes».

Al sistema eléctrico se destinarán 450 millones procedentes de los ingresos de las subastas de derechos de emisiones de gases efecto invernadero, siendo 120 millones más que este año. En materia de carbón, el presupuesto del Instituto de la Minería del Carbón y Desarrollo Alternativo de las Comarcas Mineras ascenderá a 407 millones, en línea con 2015, de los que 301 millones corresponderán a transferencias. Igualmente, aumenta el montante destinado para restauración medioambiental, que pasa de 15 a 25 millones, mientras que se reduce, de 271 a 247 millones, la partida para prejubilaciones y bajas incentivadas ya que muchos de sus beneficiarios pasan al régimen ordinario de la Seguridad Social.

Por otra parte, apuntó la importancia que los presupuestos dedican la eficiencia energética, «clave para alcanzar los objetivos, ya que la mejor energía es la que no se necesita generar gracias a la eficiencia». Respecto a la eficiencia energética, se crea una nueva partida de 11,2 millones de euros para contribuir a financiar el IDAE, pero se suprime la partida de ayudas a la compra de vehículos eficientes o PIVE anteriormente incluida puesto que «este año no tiene sentido» porque el programa logró sus objetivos.

De acuerdo al proyecto de Presupuestos, el Gobierno destinará 17 millones al fomento de la demanda de vehículos limpios y energéticamente eficientes en 2016. Los fondos para eficiencia energética, que ascendían a 75 millones de euros, se articularán a través del Fondo Nacional de Eficiencia Energética, al que contribuyen todas las empresas energéticas y que prevé contar con unos recursos de 200 millones de euros.

La CNMC pide a Industria que evite el déficit o superávit en el sistema eléctrico

Redacción / Agencias.- Sin tener en cuenta lo establecido en la Ley del Sector Eléctrico, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) advirtió al Ministerio de Industria de la necesidad de que los ingresos y los costes del sistema eléctrico estén equilibrados, sin que se produzca déficit o superávit. Esta recomendación, incluida en el informe sobre la previsión de ingresos y costes del sistema eléctrico para el periodo 2015-2020, aparece ante las estimaciones formuladas por Industria de registrar superávit cada ejercicio de los próximos años.

En concreto, Industria prevé un superávit eléctrico, un desfase positivo entre los ingresos y costes regulados, de 36,8 millones este año, 160,2 millones en 2016, 150,1 millones en 2017, 160,7 millones en 2018, 157,1 millones en 2019 y 162,6 millones en 2020. Tras años de déficit eléctrico, que aún mantiene una deuda pendiente de pago de unos 22.000 millones de euros, el ejercicio 2014 cerró con un pequeño superávit que todavía está pendiente de confirmar.

La Ley del Sector Eléctrico establece que el eventual superávit en la liquidación definitiva deberá dedicarse a sufragar la deuda pendiente hasta que esta haya desaparecido, en cuyo caso podrá dedicarse a rebajar los peajes eléctricos, que fija el Gobierno para retribuir las actividades reguladas, como la distribución, el transporte o la retribución a las renovables. El 10 de julio, el Gobierno anunció una rebaja de los peajes ante la existencia de un cierto superávit en el sistema en 2015, que según argumenta el Ministerio de Industria, no está obligado a dedicarse a enjugar deuda porque el ejercicio aún no está cerrado, lo que repercutirá en una rebaja del recibo de la luz entre los meses de agosto y diciembre.

Precisamente el ministro de Industria, José Manuel Soria, asegura que, de mantenerse la tendencia al superávit, el próximo año podrá realizarse una rebaja aún mayor que la aprobada para agosto. El superávit previsto para 2016, según cálculos de Industria, es de 160,18 millones de euros. Frente a esta situación, la CNMC considera que la previsión de «ingresos regulados de un ejercicio deberían ser suficientes para cubrir los costes previstos en el mismo ejercicio sin que se dé lugar a la aparición de déficit o superávit«.

Según el documento del organismo regulador, «en caso de que apareciera un superávit, debería regularse un mecanismo para el tratamiento de dicho superávit en las liquidaciones provisionales, que son las que se conocen cada mes, y las definitivas, que no se publican hasta finales del año siguiente al cierre del ejercicio». En total, según los cálculos, el sistema acumulará más de 800 millones de superávit en los próximos seis años.

Déficit tarifario, superávit y pobreza energética: la versión Seco

Recientemente podíamos leer en Cinco Días, un artículo de  Andrés Seco, actual director de Operación de Red Eléctrica de España, aunque estaba firmado con una calificación académica genérica en calidad de Ingeniero de ICAI. Evidentemente, la pretensión del autor de desligar el contenido de su artículo de su actual responsabilidad en el operador de transporte y sistema español (TSO) resulta más o menos pueril, como también lo sería separarse del propio PP, del Gobierno o de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES). Se trataría de una manera forzada de expresar una opinión a “título particular”, sino fuera por la actualidad informativa del tema al que se refería.

Inciso número uno: el Instituto Católico de Artes e Industrias (ICAI) y el Instituto Católico de Administración y Dirección de Empresa (ICADE), son dos una instituciones centenarias en el ámbito educativo universitario de la Ingeniería y de la empresa, directamente vinculadas a la Compañía de Jesús y hoy integradas dentro de la Universidad Pontificia de Comillas. En la actualidad, probablemente en la Universidad Pontificia de Comillas, es donde existe uno de los verdaderos think tank españoles en el sector energético.

Su nivel de influencia es bastante transversal, aunque la tosquedad con la que se han instrumentado las últimas medidas normativas han pasado de toda lógica regulatoria y nadie pueda atribuirse un posible ejercicio de influencia. En este sentido, sus encuentros semanales gozan de todo predicamento y, como grupo de pensamiento, éste se caracteriza por la profundidad de sus debates en el ámbito regulatorio y económico.

Inciso número dos, el artículo se publica con posterioridad al nombramiento de Juan Lasala como consejero delegado de Red Eléctrica de España y  tras la aprobación por parte del Ejecutivo de la Planificación Energética en el que se incorpora una previsión de inversión en transporte de más de 4.000 millones de euros a favor del TSO español. Completando el contexto, el ministro de Industria apareció informando de la previsión de superávit tarifario en 100 millones de euros en 2014 y se prevén 900 millones de euros para este año, superávit que, según Soria, se aplicaría a la reducción de la deuda pasada. Es así como lo recoge la Ley y como impone la lógica de responsabilidad frente al endeudamiento pasado.

Por su parte, Andrés Seco, hasta ahora director de Operación de REE, proponía en su artículo, de indisimulada vis política, vigoroso, incluso de vocación tuitera en tiempos de Podemos, la aplicación de este superávit a efectos de reducir la pobreza energética, a efectos de “regalar” la energía a los consumidores vulnerables. Hacía un cálculo de trazo grueso calculando esta equivalencia.

Pocos matices en la propuesta como, por ejemplo, una compensación hasta un límite de renta disponible que se establece para un consumidor vulnerable según las propias definiciones internacionales y europeas. Evidentemente, no era una propuesta que podría haber devenido de una discusión del expertise y el debate usual en el think tank de Comillas. Y, tampoco evidentemente, se corresponde con las propias declaraciones inmediatamente pretéritas del ministro José Manuel Soria.

La propuesta merece la atención no tanto por su virtualidad sino por lo que supone de contribución más o menos generosa al Gobierno en su menesterosidad de ideas amables para acercarse al electorado en tiempos de reinvención catódica en comunicación. Si no es así, es que el propio Ejecutivo tiene el enemigo en casa y algo así no puede pasar inadvertido. O que, definitivamente, este artículo pudiera ser un signo de que a Andrés Seco no le ha sentado nada bien el nombramiento de Lasala.