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Una provincia de la Patagonia argentina se niega a acoger una nuclear que se iba a construir con capital chino

EFE.- Organizaciones de ecologistas y vecinos de Río Negro celebraron la decisión anunciada por el gobierno de esa provincia de la Patagonia argentina de rechazar un proyecto para la construcción de una central nuclear con capital chino. La Red Nacional de Acción Ecologista de Argentina declaró que «felicita la decisión del pueblo patagónico de rechazar la instalación de centrales nucleares» y celebra «el anuncio del gobernador de la provincia de Río Negro de elevar este rechazo formal para convertirlo en ley».

El pasado viernes, el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, envió una carta al Gobierno del presidente Mauricio Macri para notificarle que no aceptará la instalación de una central nuclear en la sureña provincia. La idea preocupaba a miles de habitantes de la Patagonia desde mayo, cuando Macri, en viaje oficial a China, acordó la construcción de dos nuevas centrales nucleares en Argentina, una de ellas en Río Negro. El proyecto, que despertó fuerte resistencia en varias localidades de Río Negro, suponía el inicio de las obras en los primeros meses de 2020 a cargo de la empresa estatal china CNNC, con una inversión calculada en 8.000 millones de dólares.

Weretilneck había defendido inicialmente la iniciativa, pero tras un mes y medio de reclamos y movilizaciones de vecinos y colectivos de ecologistas «desechó oficialmente la instalación en el territorio provincial» de la central, «en un claro ejemplo de democrático respeto a lo expresado por la sociedad«, según indicó el Ejecutivo provincial. La decisión de Weretilneck también fue celebrada por las asambleas de vecinos de 5 localidades de Río Negro, que luchaban en contra del proyecto.

En la misiva enviada al subsecretario de Energía Nuclear de Argentina, Julián Gadano, el gobernador alega que su «posición indeclinable» de no autorizar la construcción de una central nuclear se fundamenta en la «mayoritaria negativa de la sociedad rionegrina» a ese proyecto. «Siempre dije que la central nuclear se iba a instalar siempre y cuando hubiera aceptación social. Evidentemente no la ha habido», escribió Weretilneck. El gobernador recordó que su respaldo inicial al proyecto se sustentaba en el «positivo impacto económico» que iba a tener éste al generar «miles de empleos«. «Agradezco la sana intención del Gobierno nacional de apostar por el desarrollo rionegrino; hubiese sido la inversión pública más importante de la provincia», sostuvo.

Avanzan los trámites para instalar en Valladolid un aerogenerador

EFE.- Los trámites para instalar el primer aerogenerador del término municipal de Valladolid capital avanzan con la publicación del informe de impacto ambiental del proyecto de parque eólico que la empresa NdO Proyectos Industriales 2007 pretende ubicar en el Cerro del Águila. El Boletín de Castilla y León publica dicho informe, que detalla que el aerogenerador que pretende instalar tendrá una potencia total de 2,5 MW y evacuará la energía que produzca mediante una línea eléctrica subterránea de 13,2 kV y una longitud aproximada de 2,5 kilómetros.

El casco urbano que, sin embargo, estará más cercano a esta instalación será el de La Cistérniga, a 1.600 metros, mientras que el parque eólico más cercano se localizará a 18 kilómetros, por lo que «se considera que proceda un estudio sinérgico global de posibles impactos con este tipo de proyectos», según figura en el informe. Se trata de una torre de 95 metros de altura, un dimámetro del rotor de 126 metros y tres palas, según consta en el proyecto, cuyo documento ambiental analiza alternativas, posibles impactos sobre el medio ambiente y el paisaje, y una serie de potenciales medidas correctoras para la protección del medio ambiente, así como un Plan de Vigilancia Ambiental.

Para la elaboración de este informe el Servicio Territorial de Medio Ambiente de Valladolid ha consultado y recibido informes de entidades públicas y entidades ambientalistas, como Ecologistas en Acción y SEO BirdLife. Tanto el Ayuntamiento de Valladolid como la Diputación de Valladolid han hecho hincapié en la posibilidad de que afecte al paisaje, y en el caso de la institución provincial ha llamado la atención sobre la posible afección de un pinar ubicado en el tramo de la línea subterránea con la que la empresa pretende evacuar la energía productiva.

Críticas en Baleares a la autorización del Gobierno autonómico a instalar una planta solar fotovoltaica en la Marina de Llucmajor

La asociación ecologista GOB ha advertido que la autorización por parte del Gobierno de las Islas Baleares de una instalación fotovoltaica en la Marina de Llucmajor, en contra del criterio proteccionista del Consejo Insular de Mallorca, inicia la vía para otros proyectos en una zona que debería tener una mayor protección medioambiental, según la organización.

El proyecto que afecta a 25 hectáreas, explica la entidad conservacionista, se ubica en una zona que el planeamiento urbanístico de Llucmajor califica de «agrícola-ganadera en zona de protección paisajística y/o ecológica«. En ella se incluyen «aquellas zonas del territorio que deben ser objeto de especial protección tanto por su interés paisajístico como ecológico, tanto para evitar su ataque, destrucción o alteración, como para mantener, potenciar y mejorar sus condiciones ambientales específicas». Por ello, en la tramitación del proyecto, el Departamento de Territorio del Consejo Insular de Mallorca informó desfavorablemente.

El GOB expresa además su sorpresa porque el Gobierno autonómico, que evita interferir en las competencias de los consejos insulares, «no ha tenido inconveniente en intervenir y resolver a favor de las pretensiones de una de sus consejerías (Medio Ambiente) y en contra del criterio de protección territorial del Consejo de Mallorca». «Para el GOB este es un mal precedente que amenaza la transformación a gran escala de la Marina de Llucmajor, la gran asignatura pendiente en la protección de espacios naturales en Baleares», insiste.

Además del proyecto de Sa Caseta, se tramita otro parque fotovoltaico en la zona de s’Àguila, que afecta unas 50 hectáreas, y que ocuparía también una zona calificada como «agrícola-ganadera en zona de protección paisajística y/o ecológica», señala la organización. «Suponemos que el Gobierno autonómico planea optar igualmente por la declaración de utilidad pública», recalca. Para el GOB el sacrificio de la Marina de Llucmajor para implantar grandes parques fotovoltaicos es «inaceptable«. «Hay más de 3.000 hectáreas que merecen ser declaradas ZEPA y que habrían sido excluidas de la propuesta de protección para no interferir con estos proyectos», denuncia GOB.

Las centrales térmicas tendrán que tomar medidas antes de 2021 para no incumplir ante Bruselas la nueva normativa de emisiones

EFE.- Ninguna de las centrales térmicas españolas de carbón cumple con los nuevos límites de emisiones contaminantes que establece la revisada normativa de la Unión Europea, lo que les obligaría a cerrar en cuatro años si no invierten en una tecnología más limpia, según ecologistas consultados.

El Diario Oficial de la Unión Europea publicó la norma que recoge los nuevos límites de emisiones de gases contaminantes «mucho más estrictos que los anteriores» y que «ahora sí son vinculantes» para las instalaciones de combustión europea. Así lo explicó la directora del Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente y vicepresidenta de la red ambiental de oenegés Oficina Europea de Medio Ambiente (EEB, por sus siglas), Ana Barreira, quien afirma que la medida servirá como base de las condiciones para la concesión de permisos de las grandes plantas.

A partir de ahora, estas instalaciones disponen de 4 años para rebajar sus emisiones de óxidos de nitrógeno, dióxido de azufre, pequeñas partículas y, por primera vez, también de mercurio, a los niveles aceptados por la actualizada directiva. La decisión surge a partir de las negociaciones entre los Estados miembros de la Unión Europea, y los representantes del sector y las organizaciones que conforman el EEB, quienes consideraron las mejores técnicas disponibles aplicables a estas plantas para ajustar los niveles máximos de emisión con el fin de reducir la contaminación y paliar las consecuencias en la salud y el medio ambiente que derivan de ellas.

Una inversión de cuestionado retorno

Se calcula que el coste de adaptación para las centrales térmicas de carbón españolas, que tendrán que incluir esta mejor tecnología disponible si quieren seguir operando, rondará los 1.119 millones de euros, según un informe de la European Climate Foundation. Muchas de ellas, a juicio de los expertos consultados, no verán justificada la inversión, por lo que optarán por el cierre. «Es poco probable que las inversiones necesarias para que muchas plantas cumplan con los límites revisados representen una buena relación calidad-precio», consideran desde Ecologistas en Acción, y recuerdan que algunas centrales térmicas de carbón ya han anunciado su cese.

Por otro lado, Barreira señala que algunas plantas españolas, como varias de Enel (Endesa) sí se adaptarán, pues ya habían realizado una previa inversión para cumplir con los valores límites de emisión fijados para el 2020 y, por tanto, continuarán con su incorporación de tecnología de desnitrificación y desulfuración. Sin embargo, desde Ecologistas en Acción Francisco Ramos recuerda que cada vez que se apruebe un documento de esta naturaleza, que tenga en cuenta las mejoras en las técnicas disponibles aplicables al sector, se actualizarán de nuevo los valores límites de emisión y por tanto, las plantas que sí apuesten por adecuarse a los requisitos de 2021 tendrán que continuar invirtiendo para adaptarse a modificaciones futuras.

Jorge Morales, director general de GeoAtlanter, argumenta que, con independencia de que los nuevos límites hagan más difícil que las centrales térmicas de carbón sean competitivas, éstas «ya no lo eran antes» y asegura que «la enfermedad ya estaba diagnosticada». «No tiene sentido hablar de una tecnología del siglo XX en pleno siglo XXI», juzga este experto y reclama que «el carbón es innecesario para el suministro» y que «es prioritaria su sustitución«. En este sentido, Morales opina que esta fuente de energía, «la más contaminante» de todas, se va a sustituir por otra «más barata y que además es renovable», cuyo desarrollo, aduce, se puede conseguir «perfectamente» en poco tiempo; «no en dos días, pero sí en dos años».

La nuclear de Garoña enfrenta a Castilla y León y AMAC, pidiendo su continuidad, frente a País Vasco y Greenpeace

Europa Press.- La seguridad de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) ha generado posiciones enfrentadas en las alegaciones realizadas en el proceso de reapertura de la planta, cuyo plazo ya finalizó y en el que la Junta de Castilla y León y la Asociación de Municipios de Áreas Nucleares (AMAC) apoyan la reapertura, frente a la negativa del País Vasco y las organizaciones ecologistas.

La consejera de Economía y Hacienda de Castilla y León, Pilar del Olmo, ha asegurado que en las alegaciones presentadas al Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital por la Junta se ha pedido la continuidad de Garoña hasta 2031 porque el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) «ha garantizado» la seguridad y hasta esa fecha se amortizarían las inversiones exigidas por este organismo, mientras que, de producirse el cierre, «la merma en la actividad económica y el empleo serían inasumibles».

De este modo, la consejera detalló que uno de los argumentos esgrimido a través de estas alegaciones es la carencia de un plan alternativo económico a la central que abarque toda su área de influencia. Del Olmo aseguró que en el documento remitido por la Junta al Ministerio se detalla también la importancia de este tipo de energía para la economía nacional y recordó que su cierre supondría además daños a otras fuentes energéticas autóctonas como el uranio que sirve de combustible para la central.

Asimismo, la Junta aprovechó sus alegaciones para defender también la energía producida a través del carbón autóctono, alternativa energética «más barata» junto a la nuclear, con lo que la supresión de ambas supondría un «lastre grande a la economía nacional». «Defendemos el mantenimiento de la central siempre que haya seguridad para las personas», concluyó Del Olmo, quien insistió en que es la principal fuente de empleo en el valle de Tobalina, en la provincia de Burgos, ya que en la central trabajan unas 600 personas que pueden llegar a 1.000 cuando está a pleno rendimiento.

En esta línea, aunque con condiciones, AMAC se ha pronunciado también a favor de la «continuidad de la explotación» de la planta en las alegaciones presentadas, «mientras se cumplan todos los requisitos de seguridad establecidos en el informe aprobado por el CSN«. Sin embargo, los municipios han pedido que se revise primero la «efectividad» del Plan de Emergencia Nuclear (PEN) y una «solución segura para almacenar los residuos» ya que el actual Almacén Temporal Individualizado (ATI) «no prevé el almacenamiento de todos los elementos de combustible incluidos en el reactor».

Analizar todos los efectos socioeconómicos

Además, AMAC señaló que «antes de la puesta en marcha» de la central nuclear, «debe disponerse de los planes de información a la población, del programa de formación de actuantes y del programa de simulacros». No obstante, sobre la «merma de la actividad económica», la AMAC destacó que el impacto que produce la existencia de una central nuclear en un determinado área tiende a «provocar un monocultivo industrial» que causa «grandes efectos negativos al finalizar la explotación». Por ello, también han pedido en sus alegaciones que «no se renueve la licencia sin que se conozcan primero los efectos socioeconómicos positivos y negativos» en el entorno.

Del otro lado, Greenpeace, que ha presentado sus alegaciones, ha esgrimido las «deficiencias derivadas del informe del CSN en cuanto al cumplimiento de las condiciones de seguridad», así como la «falta de un pronunciamiento sobre el plazo máximo de vigencia». Además, la organización ecologista ha alegado que existen «incumplimientos» de la Evaluación de Impacto Ambiental y que los «costes medioambientales e intrageneracionales» de reabrir la central nuclear son «muy elevados».

Asimismo, Greenpeace incluyó en su escrito las «alteraciones» del procedimiento previsto en el Reglamento de Instalaciones Nucleares y Radiactivas (RINR) y la «contradicción» en la que incurre la autorización de explotación debido a que sería para «no cargar combustible ni producir electricidad». Por todo ello, Greenpace ha pedido al Ministerio que «finalice con el espectáculo» sobre Garoña, al tiempo que ha señalado que «parece que solo el Gobierno quiere mantener la planta en funcionamiento», después de que la operadora de la central, Nuclenor, no haya llegado a un acuerdo sobre el futuro de la planta.

Por su parte, EH Bildu resaltó que el Parlamento del País Vasco también ha presentado sus alegaciones y recordó que el pleno de la Cámara vasca aprobó el pasado 6 de abril una proposición no de Ley sobre la necesidad de interponer recurso ante la resolución del CSN que posibilita la reapertura de la central nuclear de Garoña y los acuerdos y órdenes del Ministerio de Energía que puedan derivarse en este sentido. Según ha detallado, el segundo punto de este acuerdo recogía el compromiso del Parlamento de «emplear todos los recursos a su disposición para impedir la reapertura de la central nuclear de Garoña«.

La Rioja, otra de las 11 entidades personadas en el proceso, ya adelantó que no presentaría alegaciones pero que instaría al Gobierno al desmantelamiento de la central. Mientras tanto, el titular de Garoña, Nuclenor, tampoco presentó alegaciones por falta de acuerdo entre Iberdrola y Endesa. Por su parte, Ecologistas en Acción, al igual que Greenpace, también afirmó que «la apertura de Garoña es una temeridad».

El CSN emitió a principios de febrero de este año un informe favorable a la renovación del permiso de explotación de la planta burgalesa y, según la legislación vigente, es el Gobierno quien tiene la decisión en sus manos. Así, tras conocerse el informe, el Ministerio señaló que abriría un periodo de 6 meses para conocer y recabar las opiniones de todas las partes interesadas y un periodo de alegaciones.

Una marcha en bicicleta sigue el río Tajo defendiendo el medioambiente y en contra de la central nuclear de Almaraz

EFE.- Ecologistas en Acción organiza una marcha en bicicleta que recorrerá el río Tajo, desde Navalmoral de la Mata hasta su desembocadura en Lisboa (Portugal), en defensa del medio ambiente y para concienciar sobre los riesgos de la energía nuclear. Se trata de la séptima edición de la denominada Ecomarcha, que se desarrolla bajo el lema Vive el Tajo: por un río vivo y sin nucleares hasta el 28 de julio.

De este modo han diseñado una ruta que pone el acento en la demanda de cierre de la central nuclear de Almaraz, así como en el cese del «maltrato que sufre» el que será el principal compañero de viaje de esta Ecomarcha: el río Tajo y sus muchos afluentes. A lo largo de estas dos semanas, 120 personas harán una ruta que también presta atención a los suelos, dentro de la campaña People4Soil (Salva el Suelo), al transporte público y sostenible, y a la lucha contra la minería del uranio.

La Ecomarcha tuvo como primera parada la central nuclear de Almaraz: reclamaron la no renovación de su permiso de explotación, que caduca en 2020. Además reclaman la paralización del Almacén Temporal Individualizado (ATI) «cuya única razón de ser es prolongar durante 20 años más los beneficios de sus empresas propietarias (Iberdrola, Gas Natural y Endesa)». La portavoz del colectivo, Paca Blanco, subrayó que el hecho de que Almaraz alcance los 60 años «supone un riesgo inaceptable dado el deterioro de las condiciones de seguridad con su envejecimiento y con el incremento de los residuos radiactivos».

A su juicio las pretensiones de alargamiento de una central “con la seguridad ya degradada supone uno de los graves problemas que tiene en la actualidad el río Tajo, y es el mayor peligro para propagar la radiactividad que pueda liberarse de la central llegando incluso a afectar a Portugal«. Con el objetivo de informar sobre el contenido de cada una de las etapas, Ecologistas en Acción ha habilitado en su página web un bicidiario.

Abengoa incorpora al exministro Josep Piqué como consejero independiente mientras los ecologistas denuncian sus dos plantas termosolares en Ciudad Real

EFE / Servimedia.- La organización Ecologistas en Acción-Ciudad Real presentó ante la Fiscalía de Medioambiente de Castilla-La Mancha una denuncia contra las termosolares Helios I y Helios II que la empresa Abengoa tiene en la provincia de Ciudad Real. Por otro lado, el consejo de administración de Abengoa ha acordado, por unanimidad, nombrar nuevo consejero independiente al exministro Josep Piqué, según comunicó la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

La designación de Piqué, que cubre la vacante existente en el consejo, se ha decidido a propuesta de la Comisión de Nombramientos y Retribuciones. Piqué ha entrado también en la Comisión de Nombramientos y Retribuciones en sustitución de José Luis del Valle, que deja de formar parte de dicha comisión. El nuevo consejero independiente de Abengoa fue ministro de Asuntos Exteriores, de Industria y de Ciencia y Tecnología, y portavoz del Ejecutivo en los gobiernos del PP de José María Aznar. También lideró el PP catalán. En el ámbito empresarial, Piqué fue presidente de Vueling y consejero delegado de OHL.

Denuncian termosolares en Ciudad Real

Según Ecologistas en Acción, la denuncia se justifica en el incumplimiento por parte de la empresa que gestiona estas plantas termosolares de las medidas correctoras incluidas en la declaración de impacto medioambiental que la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha dictó antes de otorgarle la autorización para su instalación. La instalación de estas termosolares, que se encuentran en terreno situados en de Arenas de San Juan, Villarta y Puerto Lápice supuso ocupar, según los ecologistas, parte de la llanura de inundación del río Gigüela, causar daños a una formación geológica singular como era una paleoduna y la destrucción de una dehesa que contenía encinas centenarias.

La OCU exige al Gobierno representación de los consumidores en la comisión de expertos creada para abordar la transición energética

Servimedia / Europa Press.- La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) pidió al Gobierno que se incluya a los consumidores en la comisión de expertos creada para analizar la transición energética, de la que forman parte representantes elegidos por el Ejecutivo, los partidos políticos y los agentes sociales, y que se ha creado para fijar los principios de la futura ley sobre esta materia.

Con esta petición, la OCU se une así a las demandas de diferentes ONG, como Greenpeace, Ecologistas en Acción o WWF, para demandar que el Gobierno escuche a los consumidores y ecologistas en un tema «tan crítico como es la transición energética», según señaló la organización. Recientemente el Ejecutivo decidió la creación de una comisión de expertos donde ni las asociaciones de consumidores ni ningún experto en medioambiente de las principales ONG han sido invitados a participar, recuerda la organización.

Según la OCU, lo ocurrido en España “contrasta con la situación a nivel internacional, donde tanto en la Unión Europea como en Naciones Unidas estos grupos de interés han sido invitados a participar activamente”. Por último, defiende que de cara a conseguir el objetivo de disponer de un modelo energético 100% renovable “es imprescindible que se tenga en cuenta el punto de vista de los consumidores, ya que están afectados directamente por las medidas que se definan y tienen la responsabilidad de colaborar para lograr un modelo más sostenible energéticamente”.

“La antigüedad, la falta de seguridad y de evaluación ambiental”, principales alegaciones de los ecologistas contra la continuidad de Garoña

Europa Press / EFE.- Ecologistas en Acción y Greenpeace, organizaciones ecologistas personadas en la audiencia abierta por el Ministerio de Energía, sobre la posible renovación del permiso de explotación de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), alegarán en contra de esa posibilidad “la edad avanzada de la planta, su falta de cultura de seguridad, la necesidad de una evaluación de impacto ambiental o la tendencia mundial contraria a la energía nuclear”.

El portavoz nuclear de Ecologistas en Acción, Francisco Castejón, considera que tanto en España como en el resto del mundo hay «una división en la industria» sobre la energía nuclear y ha recordado que Iberdrola, propietaria al 50% con Endesa de Nuclenor (el titular de Garoña), se ha mostrado partidaria de «desistir» de la continuidad de ese reactor, mientras Endesa espera la decisión del Gobierno.

«Iberdrola lanza muchas señales a favor del cierre nuclear pero el retraso en Garoña tiene que ver con el pulso de las elites industriales, entre los que están a favor y los que están en contra de ir prescindiendo de la nuclear a distintos ritmos. A nivel mundial, las empresas ven el futuro sin energía nuclear, frente al Gobierno, que no es independiente en este pulso y se ha mostrado a favor de la energía nuclear en el futuro», reflexionó.

En este contexto, ha expuesto que alegarán que hay «suficientes indicios» que apuntan a que Garoña «no está en condiciones de continuar, por seguridad y porque Nuclenor tiene una cultura muy baja de seguridad, con bidones de residuos que se corrompen o megafonías clave que no funcionan». «La apertura de Garoña es una temeridad», ha sentenciado Castejón, a su vez físico experto en fusión termonuclear en el Centro de Investigaciones Energéticas Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT).

Por ese motivo, la organización presentará alegaciones para poner de manifiesto el estado de la central y denunciar la forma en la que se está desarrollando el proceso de estudio de su reapertura. Castejón ha recordado que en el último acta trimestral del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) se apreciaba la «absoluta dejadez» de la propietaria, Nuclenor, en el mantenimiento de la central. Había piezas caducadas o con fechas de caducidad «falseadas«, y la gestión del almacenamiento de residuos radiactivos de media y baja intensidad es «pésima», con rotura de bidones y esparcimiento de residuos.

Además, Ecologistas en Acción ha calificado de «irregular» el proceso administrativo que se ha seguido hasta llegar al actual punto, en el que el Gobierno central debe decidir si autoriza o no la renovación del permiso de explotación. A su juicio, el CSN emitió un informe favorable a pesar de que Garoña no ha introducido las mejoras exigidas y sin estar aprobada la última guía de seguridad, ha apuntado Castejón.

Por otro lado, Ecologistas en Acción ha denunciado la «falta de democracia» que en su opinión implica la ausencia de un debate «real» sobre Garoña, comprometido por el Gobierno central y sustituido por un «corto» plazo de alegaciones. Ecologistas en Acción ha insistido en que el Gobierno central anunció un debate público previo a la decisión, pero ese debate «ha sido inexistente». A su juicio, esta situación evidencia una «falta de democracia» en torno a las decisiones sobre energía nuclear, pues el Gobierno y el sector eléctrico desean prologar la vida útil del parque nuclear «sin que se produzca un debate sobre el futuro energético».

En la misma línea, la portavoz de energía de Greenpeace, Raquel Montón, califica de «inédito» este «plazo de 6 meses que se han sacado de la manga», en el que no han podido consultar el expediente técnico completo de Garoña. «Dicen que hemos tenido 5 meses para evaluarlo, pero solo nos han trasladado el informe favorable del CSN que está publicado en su web», criticó.

En todo caso, ha indicado que Greenpeace expresará en sus alegaciones lo que reclama «desde siempre»: la necesidad de una evaluación de impacto ambiental, algo que considera que es necesario en base a la legislación española e internacional y que, de no haberse modificado el Reglamento de Instalaciones Nucleares (RINI) para permitir que Garoña pudiera solicitar la renovación de su licencia, que expiró en julio de 2013, el titular debería haber «empezado de cero», lo que conllevaría pedir una nueva solicitud de autorización que incluiría una evaluación de impacto ambiental.

Montón ha detallado que en sus alegaciones añadirán «todos» los requisitos que se han dejado de pedir a Garoña por los cambios de normativa, los últimos sucesos de «la central más vieja de Europa» y, sobre todo, insistirá en que aumentar la actividad de la central por la mitad de su vida útil inicial es aumentar por un 50% los riesgos asociados a una planta nuclear, así como sus residuos. «Son argumentos como para plantearse tanto los estudios económicos como de impacto ambiental», ha comentado.

A su juicio, ni el Gobierno ni las empresas saben «como salir del entuerto en el que se han metido» porque considera que si estas claramente no quisieran poner en marcha la central no se habrían esforzado en cambiar la normativa y que ahora que cuenta con los parabienes del CSN están «estirando y alargando la decisión» con un ficticio proceso de participación pública. «Esto es una evidencia de que no hay una auténtica voluntad ni participación pública. No tiene lógica que se dilate el proceso todo este tiempo», opina Montón, que sin embargo, no ve sentido dar una autorización y dejar a criterio de la empresa la decisión final, porque abriría la puerta a una indemnización por lucro cesante.

Entre las entidades con posibilidad de alegar está también el Gobierno autonómico de La Rioja, que ha adelantado que no va a presentar ninguna pero sí que trasladará al Ministerio que dirige Álvaro Nadal el mandato del Parlamento de La Rioja que votó por que se instara al Gobierno central al desmantelamiento de la central de Santa María de Garoña.

Las organizaciones ecologistas reclaman participar en la comisión de expertos sobre transición energética del Gobierno

Europa Press / Servimedia.– Las organizaciones ecologistas Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF exigen al Gobierno que se les incluya en la comisión de expertos sobre diferentes escenarios de la transición energética, en la que quedaron «excluidos», según los ecologistas. El objetivo de esta comisión será aportar escenarios energéticos al debate de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, así como del Plan Integrado de Energía y Clima.

El Gobierno anunció el pasado 7 de julio la creación de esta comisión, que estará formada por 14 integrantes: 4 designados por el Gobierno; uno por cada grupo parlamentario; y 3 por cada agente sociales (UGT, CCOO y CEOE). Así, los ecologistas han pedido al Gobierno que «también integre a algunos de sus expertos», así como a representantes de las asociaciones de consumidores. Según explicaron las ONG, es «imprescindible reforzar el enfoque de sostenibilidad medioambiental» de la citada comisión para «garantizar que tanto las personas, como el planeta, están en el centro de las propuestas energéticas» que ahí se estudien.

Para los conservacionistas, sin su presencia en este grupo de expertos, «se perdería el tiempo», lo que, a su juicio, «seguiría poniendo en peligro los derechos constitucionales a la salud y del medioambiente». «El Gobierno no puede seguir ignorando nuestra voz ni nuestra experiencia», según han continuado las organizaciones, al tiempo que han reivindicado que la transición hacia un sistema energético «eficiente, inteligente y 100% renovable es viable técnicamente y beneficiosa económicamente». Asimismo, las organizaciones ecologistas insisten en que la «urgencia» de la lucha contra el cambio climático «debe ser el primer marco de referencia, tanto para la planificación energética, como para la nueva ley«.

Los ecologistas también han destacado que «incluso la Unión Europea señala el papel vital de la participación de la sociedad civil en los planes integrados de clima y energía», por lo que ven «inconcebible» que el Gobierne les «deje fuera». Los expertos deberán analizar posibles alternativas de política energética, considerando su impacto medioambiental y económico y que permitan cumplir con los objetivos establecidos de la forma más eficiente posible. El grupo de especialistas tendrá 6 meses para presentar el informe, que se remitirá al Ministerio de Energía para su posterior paso por el Consejo de Ministros. Más tarde, el Gobierno deberá enviar el informe al Congreso para que se pronuncie.