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La OPEP cumple al 98% su compromiso de reducir la producción petrolera, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE)

Europa Press.- La Agencia Internacional de la Energía (AIE) calcula que en los dos primeros meses del año los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) han cumplido al 98% el ajuste de suministro comprometido el 30 de noviembre, mientras que los productores ajenos al cártel recortaron su oferta un 37% de lo pactado.

«La implementación del acuerdo sobre producción pactado parece haber mantenido en febrero el sólido comienzo que observamos en enero», señala la agencia adscrita a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), aunque reconoce que el elevado porcentaje de cumplimiento responde mayoritariamente al sobreajuste asumido por Arabia Saudí, que acometió una reducción del 135% respecto a lo acordado.

En el caso de los 11 productores de petróleo ajenos a la OPEP que se sumaron al pacto con el compromiso de ajustar su oferta en 558.000 barriles diarios, la agencia señala la escasa visibilidad de los datos, recordando que Rusia y otros países expresaron su intención de ejecutar sus respectivos ajustes gradualmente, por lo que estima que la producción de estos países ha bajado un 37% de lo comprometido.

A pesar del compromiso de reducción de la oferta de crudo, la AIE señala que el mercado aún necesita tiempo para digerir el exceso de suministro acumulado en el pasado, mientras que la demanda de petróleo no ha ofrecido nuevas muestras de fortalecimiento, por lo que la agencia decidió mantener sin cambios su previsión de incremento del consumo para 2017 en 1,4 millones de barriles diarios (mb/d), frente al alza de 1,6 mb/d durante 2016.

De hecho, los inventarios de petróleo de los países de la OCDE experimentaron en enero su primer incremento en seis meses, registrando un alza de 48 millones de barriles, hasta 3.030 millones de unidades, como consecuencia del nivel récord de las reservas estadounidenses. En este sentido, la AIE considera que el fuerte incremento de los inventarios en Estados Unidos ha sido el principal responsable de la reciente caída de los precios del crudo, que ha borrado prácticamente todas las ganancias del precio del crudo desde el acuerdo de la OPEP del pasado 30 de noviembre. Respecto al precio del crudo, la AIE recomienda «paciencia y aguantar los nervios» ya que es probable que se vuelvan a experimentar episodios de volatilidad.

La OCDE pide más impuestos verdes a España y elevar la fiscalidad del diésel

Europa Press.- La estructura impositiva en España tras la última reforma tributaria sigue orientada hacia los ingresos laborales, según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) en su informe Estudios económicos de la OCDE: España 2017, donde considera que este hecho” penaliza el crecimiento y el empleo», mientras otros impuestos con un efecto menos distorsionador, como los impuestos relacionados con el medioambiente «están un tanto infrautilizados».

La OCDE considera que España cuenta con «un margen de actuación considerable» ya que la proporción de ingresos por este tipo de tasas en relación con el PIB son bajos en comparación con el resto de países de la organización. En este sentido, el informe señala que España cuenta con margen para elevar los impuestos sobre los combustibles para el transporte por carretera, que actualmente se encuentran por debajo del promedio de la OCDE. «El Gobierno debería incrementar la tributación del litro de diésel hasta niveles cuando menos equivalentes a los del litro de gasolina, y debería elevar aún más el precio del diésel si los costes de contaminación local no están reflejadas en el precio de los combustibles», sugiere.

La AIE no cree que Trump altere el mercado del petróleo y reitera que todo depende de la OPEP

EFE / Europa Press.- Los precios del petróleo corren el riesgo de sufrir una recaída a lo largo del próximo año en el caso de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) no alcance un acuerdo en su reunión del próximo 30 de noviembre para recortar la producción, según advierte la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que considera «improbable» que la elección de Donald Trump como nuevo presidente de Estados Unidos altere significativamente las bases del mercado del petróleo a corto plazo.

En su informe mensual sobre el mercado petrolero, la AIE indicó que espera «más detalles» sobre las políticas energéticas que pretende realizar Trump a partir de su entrada en funciones para integrarlas en su edición de 2017 sobre el mercado a medio plazo. La agencia, que reúne a los grandes países consumidores de energía miembros de la OCDE (el mayor de los cuales Estados Unidos) se centró en este informe en la futura reunión del día 30 que ha convocado en Viena la OPEP, con intención de fijar un techo a su extracción de crudo.

Su principal comentario es que para cumplir los objetivos avanzados de un máximo de producción en una horquilla entre 32,5 y 33 millones de barriles diarios, la OPEP tendría que ponerse de acuerdo sobre «recortes significativos» a la vista de que estima que en octubre el cártel petrolero produjo una cantidad récord de 33,83 millones de barriles diarios. En octubre, la OPEP bombeó 230.000 barriles diarios más que en septiembre, sobre todo por la recuperación de la actividad en Nigeria y Libia, así como por Irak, que alcanzó un nuevo máximo histórico (4,60 millones de barriles), pero también porque Irán sigue acercándose a los niveles que tenía antes del periodo de las sanciones (3,75 millones).

Además, fuera del cártel también hubo un incremento del resto de los productores en 485.000 barriles diarios en octubre hasta 57 millones, y eso en particular gracias a yacimientos en el Mar del Norte, a Rusia y a Kazajistán. La AIE considera que Rusia, que es actualmente el mayor productor mundial de petróleo, incrementará sus extracciones este año en 230.000 barriles diarios y que la tendencia actual propiciará un nuevo aumento de cerca de 200.000 barriles en 2017. Si también se añaden las expectativas de subida igualmente en Brasil, Canadá y Kazajistán, los países que no pertenecen a la OPEP subirán su aportación en 500.000 barriles diarios el año próximo, después de que en 2016 la hayan recortado en 900.000.

En este sentido, la agencia considera que en caso de aplicarse el recorte de producción acordado, el mercado se moverá «con mucha rapidez» desde el exceso de oferta actual a un déficit en 2017. Por lo que respecta a la demanda, los autores no modificaron sus previsiones, de forma que auguran que el mundo consumirá este año una media de 96,3 millones de barriles diarios, lo que significará un alza de 1,2 millones de barriles respecto a 2015, cuando la progresión había sido de 1,8 millones. Para 2017, el ascenso será de 1,2 millones, hasta 97,5 millones de barriles diarios.

La AIE consideró que no hay signos de que la actividad económica vaya a absorber más crudo y cree que el estímulo que supuso un precio del barril por debajo de 30 dólares es algo pasado. Por eso, una de sus principales conclusiones es que si no hay acuerdo en la OPEP y algunos de sus países siguen aumentando sus extracciones, continuará el exceso de oferta en el mercado con pocas esperanzas de que el precio del barril suba significativamente. Es más, advirtió de que si esa situación persiste en 2017, hay riesgo de que los precios vuelvan a bajar. La agencia también subrayó la necesidad de hacer las inversiones que permitan responder a la demanda para garantizar el equilibrio.

El 90% de las emisiones de CO2 no están suficientemente tasadas para la OCDE

EFE.– El 90% de las emisiones de gases de dióxido de carbono (CO2) de los países más desarrollados no están sujetos a un nivel impositivo suficiente como para que compensen el daño climático que producen, según un estudio de la OCDE. El informe, que analiza las tasas que pesan sobre las emisiones de CO2 en los 34 países miembros de la OCDE y los del G20 (países desarrollados y emergentes), concluye que el 60% de las emisiones no están sujetas a impuestos.

Además, en aquellos casos en los que los pagan, “el precio es a la baja”, señaló la organización. El estudio, que se refiere a los países responsables del 80% de las emisiones del planeta, concluye que el daño causado por el cambio climático resultante de una tonelada de emisiones de dióxido de carbono puede situarse, en una estimación muy conservadora, en 30 euros. «Solo el 10% de las emisiones pagan una tasa efectiva igual o superior a los 30 euros por tonelada de CO2″, agregó.

Se gravan emisiones del transporte

El estudio revela que la situación es particularmente preocupante en las emisiones diferentes de las derivadas del transporte por carretera, lo que incluye la industria, la producción eléctrica, los sectores comerciales, la agricultura y la pesca. En ese grupo, que supone el 85% de las emisiones en los países estudiados, el 70% no están sujetas a ninguna tasa y solo el 4% paga más de los 30 euros por tonelada.

En el transporte por carretera, por su parte, las emisiones están comparativamente sujetas a fuertes tasas, con el 46% de las mismas superiores a los 30 euros por tonelada y solo el 2% totalmente exentas. Pero el informe señala que esos impuestos no responden a motivos de preservación del clima sino a los propios de la tasación de esos combustibles. De igual forma, el informe señala que los impuestos que existen sobre la producción de electricidad, que de forma general tasan el consumo, no suponen aliciente para acudir a fuentes energéticas que sean menos contaminantes.

La AIE constata el éxito de la estrategia de Arabia Saudí para ganar cuota en el mercado de petróleo

Europa Press.- El actual entorno de bajos precios del petróleo como consecuencia de la estrategia de no limitar la oferta de crudo liderada por Arabia Saudí permitió a los productores de Oriente Próximo alcanzar su mayor cuota de mercado desde 1975 a la vez que provocaba un hundimiento sin precedentes de la inversión en el sector petrolero, particularmente en Norteamérica, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

Según los datos de la agencia adscrita a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), las inversiones en el sector petrolero han disminuido en 2015 y 2016, su primer retroceso en dos años consecutivos en las tres últimas décadas. Así, la industria petrolera recortó su inversión en más de 270.270 millones de euros en los dos últimos años, una cifra equivalente al 42% del total. «Norteamérica asumió alrededor de la mitad de esta caída», precisó la AIE, que considera «sin precedentes» un retroceso semejante, incluso teniendo en cuenta la significativa reducción de costes, y no espera un rebote significativo de la inversión en 2017 si los precios continúan a los niveles actuales.

Asimismo, el análisis de la agencia internacional concluye que a raíz de la bajada de precios los países productores de Oriente Próximo, incluyendo a Arabia Saudí, Irán e Irak, cuyos costes de extracción son sensiblemente inferiores a los de sus competidores cuentan con una cuota de mercado del 35%, la más alta desde 1975. Por otro lado, la AIE señala que esta bajada del petróleo, trasladada a unos menores precios del combustible, ha tenido un efecto negativo sobre los esfuerzos en materia de eficiencia energética en algunos países, impulsando la venta de coches deportivos en detrimento de otros más eficientes.

La AIE constata un reequilibrio en el mercado del petróleo, pero no prevé fuertes alzas en los precios

EFE.- La Agencia Internacional de la Energía (AIE) constata que el mercado petrolero se encamina a un mayor reequilibrio entre la oferta y la demanda, pero cree que las posibles subidas de precios del barril serán limitadas, entre otras cosas teniendo en cuenta los niveles de las reservas.

La AIE indicó que la demanda global en el primer trimestre del año ha crecido más de lo que esperaba, sobre todo por la India, y aunque de momento mantuvo casi intacta su previsión para el conjunto de 2016, no descartó tener que revisarla al alza si esa tendencia se confirma. Entre enero y marzo, estimó que esa demanda llegó a 95 millones de barriles diarios, lo que significa 1,4 millones más que en el mismo periodo de 2015, y 200.000 barriles por encima de lo que había calculado anteriormente.

La razón está en la India, que absorbió 400.000 barriles más en ese trimestre que un año antes (el 30% de la subida global), para llegar a un total de 4,4 millones de barriles diarios, lo que le coloca como el cuarto mayor consumidor mundial, sólo por detrás de Estados Unidos, China y Japón. Por eso, aunque se diera mayor contracción de la demanda en los países de la OCDE, se estima que el tirón de la India y su papel como principal vector de la marcha de la demanda global, por delante de China, puede conducir a aumentar los 95,9 millones de barriles diarios que prevén para 2016 (1,2 millones más que en 2015).

El otro elemento principal del estudio de este mes son los inesperados recortes de producción de Nigeria, Ghana y Canadá, que en conjunto suponían más de 1,5 millones de barriles diarios a comienzos de mayo. Los incendios gigantes en Alberta, la principal región petrolera de Canadá, van a disminuir en mayo la producción del país en unos 660.000 barriles diarios, para dejarla en 3,7 millones.

Dentro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), las pérdidas de Nigeria y Kuwait, se han compensado muy ampliamente con los ascensos en las extracciones de Irak, Emiratos Árabes Unidos y, sobre todo, de Irán, de forma que sus miembros llegaron a 32,76 millones de barriles diarios, el mayor nivel desde 2008, 330.000 barriles más que en marzo. En abril, de los pozos iraníes se sacaron 3,56 millones de barriles diarios, un volumen no visto desde noviembre de 2011, antes de que las sanciones internacionales contra Teherán se hubieran endurecido. Eso significó un aumento de 300.000 barriles diarios en un mes, mientras que las exportaciones iraníes alcanzaron los 2 millones de barriles diarios, 400.000 más que en marzo.

Un elemento que, según recordó la AIE, hay que confrontar con las inquietudes que existen a esta altura del mes de mayo sobre los descensos en la producción en Libia y Nigeria, y sobre la capacidad para mantener en Venezuela la producción teniendo en cuenta los cortes de electricidad y otras carencias del sistema (en abril su producción fue de 2,33 millones de barriles diarios).

En cuanto a las reservas comerciales en la OCDE, durante el primer trimestre siguieron creciendo, aunque al ritmo más débil desde finales de 2014. Es más, en marzo incluso disminuyeron ligeramente, en 1,1 millones de barriles, para quedar en 3.044 millones a finales de ese mes. Finalmente, la agencia subrayó que en otros tiempos el súbito y fuerte recorte de la producción en Canadá por los incendios hubiera provocado una escalada de precios, pero que ahora la reacción será pequeña.

La OCDE pide elevar el precio del carbono y los impuestos de las energías contaminantes

Redacción / Agencias.- El 90% de las emisiones contaminantes por el uso de la energía en los países ricos y las economías emergentes tienen un precio inferior al daño que causan al clima, según un estudio publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), coincidiendo con la segunda y definitiva semana de la Cumbre del Clima de París (COP21).

Esta organización analiza las tasas de carbono efectivas (la suma de impuestos al carbono, impuestos específicos sobre el consumo de energía y sistemas del comercio de emisiones) de sus 34 países miembro (que son los países desarrollados) y 7 economías asociadas del G-20 (Argentina, Brasil, China, India, Indonesia, Rusia y Sudáfrica). Por tanto, evalúa cuánto pagan los usuarios por las emisiones contaminantes procedentes de la energía. El estudio concluye que el 90% de las emisiones en estos 41 países, que representan el 80% del consumo energético mundial, están tasadas en menos de 30 euros por tonelada equivalente de CO2, que la OCDE cifra como coste mínimo por sus repercusiones climáticas, y el 70% cuestan menos de 5 euros por tonelada.

Impuestos o comercio de emisiones

A juicio de la organización, estos datos muestran la necesidad que existe de poner precio al carbono, a través de impuestos o a través de los sistemas de comercio de emisiones, «como una de las herramientas más eficaces para reducir las emisiones de CO2 por el uso de la energía». «Los precios pueden reducir el consumo de energía, mejorar la eficiencia energética, e impulsar un cambio hacia formas menos dañinas de energía», apunta la OCDE.

El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, indica en el estudio presentado que es necesario «un precio efectivo de las emisiones de carbono si queremos hacer frente al cambio climático». «La aplicación del principio de que quien contamina paga es insuficiente lamentablemente«, señala, antes de añadir: «No podemos seguir así si la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de manera efectiva es un verdadero objetivo político».

Sólo un 10% funciona correctamente

El informe indica que, en los 41 países analizados, el 60% de las emisiones de CO2 equivalente por el uso de la energía no están sujetas a ningún precio, un 30% cuestan hasta 30 euros por tonelada y sólo un 10% supera los 30 euros fijados como coste mínimo por sus daños al clima. Excluyendo el transporte por carretera, la tasa es cero para el 70% de las emisiones contaminantes y el 96% valen menos de 30 euros por tonelada equivalente de CO2. Un 46% de las emisiones del transporte por carretera tienen un precio superior a 30 euros, por lo que es el sector con los precios más altos.

La OCDE constata, además, que en casi todos los países se tasan las emisiones con impuestos relacionados con el sector energético, no con una tasa al carbono en sí. «Ese informe evidencia que las políticas de precios de carbono no están utilizando todo su potencial», indica el documento, que subraya que hace falta «un precio del carbono más elevado y de cumplimiento más estricto para conseguir los objetivos climáticos». Ese precio traería beneficios colaterales como «la reducción de la contaminación del aire o la elevación de los ingresos públicos», subrayaron.

La OCDE pide a los países que aprovechen los bajos precios del petróleo para retirar incentivos a los combustibles fósiles

Europa Press / EFE.- Los subsidios públicos a los combustibles fósiles tienen un coste de entre 160.000 y 200.000 millones de dólares (entre 142.000 y 178.000 millones de euros) al año en la OCDE, según el informe Inventory of Support Measures for Fossil Fuels 2015 elaborado por la organización. Las subvenciones y ayudas a los combustibles fósiles, que llegaron a picos en 2008 y en 2011-12, van a la baja de forma evidente desde 2012 en la OCDE y en los grandes países emergentes.

Según un gráfico con la relación entre el apoyo a los fósiles y la fiscalidad ambiental, España ocupa el puesto 14 de 40 países (los 34 de la OCDE y 6 países emergentes analizados). Brasil, China y Australia lideran esta clasificación, mientras que Países Bajos, Nueva Zelanda y Luxemburgo son los países que menos apoyo ofrecen. La OCDE, que analiza en el estudio cerca de 800 medidas de apoyo estatales, asegura que estos subsidios están obstaculizando los esfuerzos internacionales contra el cambio climático. Los apoyos van desde incentivos a la compra para consumidores hasta reducciones de costes para la exploración y producción. Más de dos terceras partes de los incentivos fueron establecidas antes de 2000 y se mantienen hasta ahora.

El momento actual, caracterizado por los bajos precios del petróleo, supone a juicio de la OCDE una «oportunidad única» para ir retirando estos apoyos. El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, considera, al comentar el informe, que «ha llegado el momento de que los países demuestren su seriedad en la lucha contra el cambio climático y en la reforma de los apoyos a los combustibles fósiles». «Los gobiernos están gastando casi el doble de dinero en apoyar los combustibles fósiles que el necesario para cumplir los objetivos financieros de lucha contra el cambio climático establecidos por la comunidad internacional, de 100.000 millones de dólares (89.000 millones de euros) al año hasta 2020», señala Gurría.

Aún así ya existe una tendencia a la baja en los apoyos, algo que obedece a que las políticas públicas dan prioridad a un modelo de «crecimiento más sostenible tanto desde el punto de vista de las finanzas públicas como en el terreno ecológico». «Una parte no despreciable» de ese descenso, según la organización, es atribuible a México por la eliminación de ayudas al consumo de gasolina y gasóleo al aplicar un sistema flotante de tasas, el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios por Enajenación de Gasolinas y Diesel (IEPS).

La aplicación del IEPS, unido al hundimiento de los precios del crudo, se han traducido en que las ayudas a los consumidores de combustibles fósiles en México han pasado de 244.000 millones de pesos, unos 18.500 millones de dólares, en 2012 a 34.000 millones de pesos, unos 2.500 millones de dólares, en 2014. El informe destacó que desde finales del pasado año, los tipos del IEPS han pasado a ser positivos, lo que supone generar ingresos fiscales que deberían equivaler al 1% del PIB mexicano.

En India, la reforma de la fiscalidad, con una subida progresiva del precio de los carburantes ha implicado que la subvención total al consumo de productos petroleros ha pasado de 18.000 millones de dólares en 2012 a 10.000 millones en 2014. En Indonesia, la supresión de todas las ayudas debería implicar en 2015 una reducción de cerca de 14.000 millones de dólares en un solo año. La OCDE resaltó que los «progresos son también perceptibles», aunque de una menor amplitud, en otros Estados miembros, y cita en particular los casos de Holanda, Austria o Eslovaquia con dispositivos sobre el consumo de gasóleo para usos al margen del transporte (por ejemplo el agrícola o para calefacción).

En el informe también se recogen cambios en las políticas de respaldo de las empresas del sector de la extracción de combustibles fósiles, por ejemplo en Canadá, que ha reformado disposiciones sobre las exenciones de las inversiones. En una línea paralela, Alemania ha pasado de dedicar 4.800 millones de euros en 1998 de su presupuesto para las minas de carbón en Renania del Norte Westfalia a 1.500 millones en 2014.

Según los cálculos de la organización, más del 80% de las ayudas registradas van dirigidas a los consumidores en los países del estudio, algo que se explica porque la inmensa mayoría de ellos carecen de recursos fósiles en volumen significativo. De hecho, en los países productores el porcentaje de ayudas para la extracción es muy superior: un 35% en Canadá, un 42% en Estados Unidos, un 43% en Alemania y hasta un 78% en Rusia.

La OCDE subrayó que las subvenciones a los combustibles fósiles «no sólo comprometen los esfuerzos para atenuar el cambio climático, sino que constituyen una política costosa, fuente de distorsiones«. Es decir, que «al falsear los costos y los precios, están en el origen de ineficiencias en la producción y en el consumo de energía», indicaron. Además, «acentúan el riesgo de perpetuar durante años e incluso décadas las tecnologías contaminantes contenidas en bienes de equipo con una larga vida útil», concluyó.

La OCDE ve ineficaces las actuales tasas sobre el consumo de energía

EFE.- La OCDE considera que las tasas que se aplican actualmente en la mayoría de países sobre el consumo de energía no son eficaces ni coherentes para contrarrestar sus consecuencias medioambientales. De esa manera, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), los gobiernos «renuncian» no solo a percibir más ingresos, sino que minimizan su combate contra «la principal fuente de emisiones de gases efecto invernadero«.

El impuesto medio sobre el uso de todo tipo de energía se sitúa en 14,8 euros por tonelada de dióxido de carbono que se emite por ese uso, mientras que el «coste social» del carbono, según su análisis, se eleva a cerca de 30 euros por tonelada, según la OCDE.»Las posibilidades de recurrir a la fiscalidad para mejorar el estado del medio ambiente y frenar el cambio climático son todavía considerables», señaló el secretario general de la OCDE, el mexicano Ángel Gurría. El organismo destacó que las actuales tasas impositivas no están a la altura del coste medioambiental de su consumo tanto en término medio como en la mayoría de sus 34 países miembros y las 7 economías del G20.

La OCDE difundió que los países aplican niveles de imposición que van de los 0 euros en Rusia e Indonesia, los 47,8 euros en España y Portugal, que se colocan cerca de la mitad del baremo, y los 107,3 en Suiza. El impuesto sobre algunos de los combustibles o carburantes más nocivos, según el organismo, es «particularmente débil» e incluso inexistente, lo que le confiere al consumidor un atractivo «que se demuestra injustificable». El carbón, por ejemplo, cuya utilización contribuye de forma considerable al cambio climático o a la contaminación, es el combustible menos tasado, con una media de 2 euros por tonelada de CO2.

El organismo también estimó que las tasas varían mucho según el tipo de consumidor, con diferencias que no se explican por su respectivo impacto medioambiental. Así, son «mucho más bajas» sobre los combustibles utilizados para producir calor de uso residencial o industrial o para el sector eléctrico, con una media de 3 euros, que sobre los destinados al transporte, de 70 euros de media. En 39 de los 41 países evaluados, el impuesto del diesel para el transporte es significativamente inferior al que recibe la gasolina, «aunque sea mucho más nefasto para el medio ambiente».