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Enagás espera ganar un 2% más anualmente así como elevar su dividendo un 5% hasta 2020 al prever estabilidad regulatoria

Redacción / Agencias.- Enagás prevé elevar su beneficio anualmente una media del 2% y su dividendo el 5% durante el periodo 2016-2020, según las previsiones de la Actualización Estratégica 2015-2017 presentadas por su presidente, Antonio Llardén, quien ha comprometido una inversión anual de 400 millones de euros. Llardén ha calificado estas previsiones de «prudentes y realistas» y ha asegurado que la compañía tiene un modelo de negocio «sólido» que le hace estar preparada para resistir la coyuntura actual de incertidumbre en los mercados.

Estas previsiones, ha reconocido, no contemplan cambios en la actual regulación energética, pues, según Llardén, el grado de probabilidad de que el futuro Gobierno saque adelante un proyecto en este sentido es «extremadamente bajo, por no decir imposible«. Según el presidente de Enagás, si se llega a conformar un Gobierno, para lograr la mayoría absoluta que requiere cambiar una ley en el Parlamento tendría que contar con el apoyo de tres o cuatro partidos, lo que lo hace muy complicado, máxime cuando la energía no está entre las prioridades políticas del momento. También considera poco probable que se vayan a incrementar a corto plazo los impuestos que pagan las compañías.

Objetivos para los próximos años

Enagás se marca como objetivo finalizar el ejercicio 2016 con un incremento del beneficio neto del 0,5% y realizar inversiones próximas a los 465 millones de euros. De vuelta a las previsiones hasta 2020, confía en que la inversión internacional ya comprometida aporte en 2017 el 13% del beneficio neto del grupo y el 25% en 2020. En cuanto a las inversiones, Llardén insistió en que la compañía sólo entrará en proyectos relacionados con el negocio principal de Enagás y que respeten sus rigurosos criterios de endeudamiento, riesgo y rentabilidad. En el hipotético caso de que no surjan proyectos que cumplan con esos criterios, Enagás podría destinar la caja que genere a reducir deuda o a repartir un dividendo extraordinario.

En este sentido, espera que los dividendos de sus proyectos internacionales pasen de los 49 millones de euros de 2015 a 140 millones de euros en 2020. Además, su compromiso es repartir un dividendo con cargo al beneficio neto de 2016 de 1,39 euros por acción, lo que supone un incremento del 5% con respecto al 2015. Enagás se compromete a mantener un crecimiento anual del dividendo del 5% hasta 2020, lo que supone alcanzar un dividendo por acción de 1,68 euros en ese año.

Las previsiones de Enagás hasta 2020 apuntan a un crecimiento de la demanda de gas en España de un 3,5% de media anual, debido fundamentalmente a la mejora del contexto económico y a una mayor penetración del gas en la matriz energética. En cuanto al mercado internacional, Enagás se propone aprovechar su experiencia como Transmission System Operator (TSO), desarrollar infraestructuras de gas natural en mercados en crecimiento como México y Perú y consolidar su posición como especialista global en GNL.

Las renovables alcanzan un peso del 16% en la Unión Europea, con España dos décimas por encima de la media

Redacción / Agencias.- El peso de las renovables sobre el consumo final de energía se situó en el año 2014 en la Unión Europea en el 16%, mientras que en España este porcentaje se encuentra dos décimas por encima, en el 16,2%, lo que supone un incremento de 0,9 puntos respecto a 2013. Estos datos forman parte de la última actualización estadística de Eurostat acerca de la contribución de las renovables en Europa.

La agencia comunitaria destaca que 9 países ya alcanzan sus objetivos de renovables para 2020 y que el peso de estas tecnologías sobre la matriz final de consumo de energía duplica el registrado en 2004, del 8,5%. La Unión Europea se ha puesto como objetivo que el 20% del consumo final de energía proceda de renovables en 2020, así como elevar este porcentaje al 27% en 2030. De cara a 2020, España tiene un objetivo individual del 20%, mientras que Suecia se ha planteado el reto de llegar al 49%.

Con un 52,6%, Suecia es el país con mayor peso de renovables en 2014, seguido de Letonia y Finlandia, ambos con un 38,7%. Las tasas más bajas corresponden a Luxemburgo (4,5%), Malta (4,7%) y Países Bajos (5,5%). Un tercio de los socios comunitarios cumplieron ya sus objetivos para 2020: Bulgaria (con una meta del 16% y una cuota en 2014 del 18%), República Checa (13% y 13,4%, respectivamente), Estonia (25% y 26,5%), Croacia (20% y 27,9%), Italia (17% y 17,1%), Lituania (23% y 23,9%), Rumanía (24% y 24,9%), Finlandia (38% y 38,7%) y Suecia (49% y 52,6%). Además, dos países se encuentran a menos de un punto de cumplir su compromiso: Dinamarca (30% y 29,2%) y Austria (34% y 33,1%).

Por el contrario, la segunda mayor economía europea, Francia, es el país que más lejos se encuentra de su objetivo, a 8,7 puntos porcentuales (23% y 14,3%). Le sigue Holanda, con una diferencia de 8,5 puntos (14% y 5,5%) y el Reino Unido, que está a 8 puntos (15% y 7%) e Irlanda, a 7,4 puntos (16% y 8,6%). En el primer motor económico europeo, Alemania, en 2014 se encontraba también por debajo de la media europea en renovables, ya que un 13,8% de la energía que utilizaban los consumidores era verde (frente a su objetivo del 18% para 2020).

EWEA cree que la subasta eólica fue «demasiado pequeña» y APPA habla de «distorsión» por los requisitos de la biomasa

Redacción / Europa Press.- Mientras APPA-Biomasa denuncia que Industria «desoyó» sus recomendaciones para corregir los requisitos de la subasta para 200 megavatios (MW) de biomasa, lo que a su juicio terminó por «distorsionar el resultado», la Asociación Europea de Energía Eólica (EWEA) ha considerado que la subasta eólica en la que se adjudicaron 500 megavatios (MW) fue «demasiado pequeña» para satisfacer la demanda y cree que España «corre el riesgo» de no cumplir los objetivos de 2020 en renovables.

Asimismo, EWEA critica que la subasta no tuvo una fase de precalificación, fundamental para establecer la viabilidad técnica y financiera de los proyectos. «Sin criterios rigurosos de precalificación, no hay garantías de que los promotores sean capaces de desarrollar los proyectos», añade. Así, el consejero delegado de la patronal europea, Giles Dickson, considera que «por desgracia, esta primera subasta envía las señales equivocadas al mercado«, ya que había demasiados proyectos compitiendo por «demasiada poca potencia».

Consecuentemente, Dickson cree que las subastas bien diseñadas deben incluir requisitos de precalificación para asegurar que los adjudicatarios puedan instalar sus proyectos, ya que, sin ello, «el Gobierno convierte la subasta en una lotería». Para la patronal, el Gobierno «está fallando» en proporcionar a los promotores el grado adecuado de apoyo y sin claridad sobre cuándo tendrá lugar la próxima ronda de subastas, «la industria no tiene suficiente visibilidad para tomar decisiones de inversión futuras».

Denuncia requisitos de la subasta

Por su parte, la sección de biomasa integrada en la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA), considera que la subasta «era excluyente, permeable a la especulación e incluía condiciones poco realistas, que dificultarán que se materializaran los proyectos y conseguir financiación». Por ello, considera que la presión sobre ciertas empresas las ha empujado a entrar en esta subasta a «cualquier precio y ofertar reducciones del 100% sobre la retribución a la inversión de salida».

Asimismo, pide a Industria «un apoyo sostenido al sector» y que no se límite a subastar potencia «esporádicamente», sino que se establezcan subastas periódicas, que permitan alcanzar el objetivo a 2020 de 1.350 MW. De no ser así, subraya que no se alcanzará el objetivo previsto para biomasa pues la potencia instalada actualmente no llega a los 800 MW y la subasta, en caso de que se materializasen los proyectos, solo añadiría otros 200 MW.

China supera a Alemania como el mayor generador mundial de energía solar

EFE.- China superó a Alemania como mayor generador mundial de energía solar, con 43 gigavatios instalados a finales de 2015, según los datos publicados por la Asociación de la Industria Fotovoltaica del país asiático. China sumó el año pasado 15 gigavatios de capacidad de generación de energía, un 40% más de los que tenía al empezar el ejercicio 2015, para adelantar a la mayor economía de la zona euro, que tiene 40 gigavatios instalados.

A pesar de que el carbón se mantiene como su principal fuente de energía, la potencia asiática tiene ambiciosos planes para potenciar las energías renovables que contemplan que, para el año 2020, un 15% de la electricidad consumida proceda de fuentes alternativas a los combustibles fósiles. La Administración Nacional de la Energía china tiene previsto triplicar la capacidad de generación de energía solar instalada en la actualidad hasta los 150 gigavatios para dentro de cinco años. En este sentido, el secretario general de la Asociación de la Industria Fotovoltaica de China, Wang Bohua, pidió al Gobierno del país medidas que promuevan el desarrollo y la financiación de las empresas del sector de las energías renovables.

El Gobierno eleva el objetivo de biocarburantes al 8,5% en 2020 para situar en el 19% el uso de renovables

Redacción / Agencias.- El Consejo de Ministros aprobó un decreto para fomentar la utilización de biocarburantes en el transporte mediante el establecimiento de objetivos mínimos obligatorios para el periodo 2016-2020, con el cual prevé alcanzar un 19% de penetración de las energías renovables en 2020, señaló la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. La normativa permitirá así acercar el cumplimiento del objetivo del 20% de penetración de renovables en 2020, «de manera eficiente y con el mínimo coste para el consumidor»,  apuntó.

«Faltaría introducir una pequeña medida para cumplir un 1% más, por eso es tan importante este decreto. Aplicando este decreto de biocarburantes llegamos al 19%, tenemos una senda amplia para poder cumplir los objetivos del 2020″, añadió la vicepresidenta. Santamaría señaló que España está «por encima» de la senda prevista en los objetivos en materia de renovables para 2020, con una penetración en 2014 del 17,1%, 5 puntos por encima de lo previsto según los compromisos de la Unión Europea. Según comunicó el Ministerio de Industria, el objetivo concreto del decreto es avanzar hacia el reto de lograr que el 10% de la energía utilizada en el transporte sea renovable.

Parte de ese objetivo se logrará mediante la incorporación progresiva de biocarburantes a gasolina y gasóleo. El decreto establece una senda de obligación de biocombustibles en el transporte, que va ascendiendo gradualmente hasta alcanzar el 8,5% en 2020. En concreto, los objetivos obligatorios mínimos anuales para la venta o consumo de biocarburantes son del 4,3% en 2016, del 5% en 2017, del 6% en 2018 y del 7% en 2019, hasta alcanzar el 8,5% en 2020. De esta manera se pone fin al parón en la incorporación de biocarburantes aprobada en 2013, cuando se redujeron indefinidamente los objetivos hasta el 4,1% para el gasóleo y el 3,9% para la gasolina.

Además, para el cómputo del objetivo del 2020, se limita el uso de biocarburantes de primera generación (los que compiten con los usos para alimentación humana) al 7%, como máximo, debiendo establecer el Gobierno, antes de 2017, un objetivo indicativo de biocarburantes de nueva generación. El real decreto no incorpora la petición de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) de fijar objetivos diferenciados para la gasolina y el gasóleo para evitar que los agentes centren todos sus esfuerzos en el diesel.

Asimismo, el real decreto incluye asimismo medidas para fomentar la eficiencia energética. Entre dichas medidas cabe destacar aquellas que tienen como objetivo incrementar y facilitar la información a los consumidores de sus consumos de gas y electricidad: se regula el acceso a sus datos, se establece la opción de facturación on-line, es decir, por Internet, y la obligación de aportar información a los consumidores sobre el potencial de los contadores inteligentes de telegestión. Por otra parte, la normativa incluye la necesidad de evaluar el potencial de eficiencia energética de las infraestructuras de gas y electricidad.

Europa, China y Estados Unidos insisten en que el pacto de París sea vinculante mientras los países subdesarrollados exigen financiación

EFE.- La Unión Europea, China o Estados Unidos, entre otras partes de la cumbre del clima de París, reclaman un pacto de lucha contra el cambio climático «legalmente vinculante«, aunque esta expresión tiene un sentido distinto para cada uno de ellos. Mientras, representantes de los países menos desarrollados piden a sus socios más ricos que asuman su mayor responsabilidad en el calentamiento global y acepten incluir exigencias diferenciadas en el acuerdo de reducción de emisiones que se negocia en la COP21.

Las delegaciones de los 195 países centran sus intensas negociaciones en el carácter legal del acuerdo, entre otros temas y, según diversas fuentes, se busca una fórmula cercana a lo que persigue Estados Unidos. Las fuentes también apuntaron a que esa expresión tiene un sentido distinto para cada una de las partes. El comisario de Acción por el Clima de la Unión Europea, Miguel Arias Cañete, reitera que quieren que el acuerdo y los 185 compromisos nacionales de reducción de emisiones presentados para el mismo sean jurídicamente vinculantes internacionalmente o quedarán en papel mojado. China y Estados Unidos también persiguen un pacto vinculante, pero, a diferencia de la Unión Europea, no lo quieren en su totalidad sino hasta cierto punto.

Estados Unidos busca un acuerdo por el que los países estén obligados a remitir compromisos de reducción de emisiones periódicamente, a tomar medidas internas para asegurar que cumplen lo prometido y a rendir cuentas regularmente, pero no pretende que los objetivos nacionales ofertados sean vinculantes. La legislación estadounidense dice que todo acuerdo vinculante con «objetivos» o cifras de cumplimiento obligatorio debe ser remitida al Senado, lo que el Gobierno Obama quiere eludir ante la posibilidad de que la mayoría republicana lo rechace. Esa delegación argumenta que su propuesta contentaría a países como China o India que no quieren «atar» las cifras de reducción de emisiones ofrecidas con esa fórmula legal.

Preguntado al respecto, Yvo de Boers, una de las personas que mejor conoce las negociaciones, de las que fue jefe como secretario de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC) entre 2006 y 2010, quita peso al hecho de que el futuro pacto sea «legalmente vinculante». Muchos países piden que lo sea a nivel internacional, «pero ¿qué significa? ¿Que si alguien no cumple lo llevas a la corte penal internacional? Eso nunca ocurre», señaló De Boers.

A su juicio tendría más sentido que fuera legalmente vinculante a nivel nacional, pues argumenta que «la promesa que has hecho en París, la llevas a tu Parlamento y la transformas en una ley que recoja el procedimiento para cumplirlo». De Boers vaticina que si hay un acuerdo final con todos los compromisos recogidos «y se dice que los países los implementarán en sus legislaciones y cada 5 años los revisarán y renegociarán la ambición, la Unión Europea lo aceptará» aunque no sea vinculante internacionalmente.

El embajador mexicano y miembro de la delegación de este país, Luis Alfonso de Alba, comparte la visión de que un acuerdo bien atado «en el que todas las partes pasan por un proceso de revisión del cumplimiento de sus obligaciones» es lo fundamental. Además, recuerda que el pacto prevé que cuando los países renueven en el futuro sus contribuciones nacionales no pueden prometer menos de lo ofrecido en 2015, lo que garantiza que irán revisando al alza aunque las promesas no sean jurídicamente vinculantes.

Determinará la fuerza legal del acuerdo «su contenido, no su nombre ni si es o no vinculante internacionalmente», subrayó por su parte la experta en temas legales del World Resources Institute, Eliza Northrop, quien augura que el resultado será una combinación de textos vinculantes y no vinculantes muy similar a lo que busca Estados Unidos. Northrop explicó que el acuerdo en sí será un pacto legal internacionalmente, por lo que para formar parte del mismo los países deberán ratificarlo posteriormente.

En cualquier caso, esa fórmula se sigue discutiendo en París, donde hay un nuevo texto de negociación con cinco páginas menos (50 en lugar de 55) pero con más paréntesis (1.400 frente a 1.250). El documento cuenta con 250 opciones abiertas que afectan fundamentalmente a las cuestiones más peliagudas: la financiación, mitigación y adaptación al cambio climático en los países en desarrollo y la diferenciación entre países ricos y pobres respecto a cumplir los compromisos.

Piden a Occidente más responsabilidad

Representantes de los países menos desarrollados pidieron a sus socios más ricos que asuman su mayor responsabilidad en el calentamiento global y acepten incluir exigencias diferenciadas en el acuerdo de reducción de emisiones que se negocia. «Es responsabilidad de todos, colectivamente. Pero tienen una mayor responsabilidad nuestros socios desarrollados, que son los que tienen la responsabilidad histórica de acudir con objetivos muy ambiciosos», afirmó el ministro de Medioambiente de Gambia, Pa Ousman Jarju, que lidera el grupo de países menos desarrollados en las negociaciones climáticas y alertó de que, si no se resuelven estas diferencias, será difícil llegar a acuerdos.

«Somos diferentes, tenemos diferentes capacidades y tenemos que asegurar que hay un acuerdo que refleja esto», dijo. En este sentido, señaló que es justo que la India defienda que tiene una posición diferente a la de otras grandes economías, debido al alto nivel de pobreza del país, por lo que consideró «justo» que trate de proteger a esta población. WWF pidió también que se tenga en cuenta la diferenciación en las negociaciones sobre el clima, de modo que se pongan sobre la mesa los conceptos de «responsabilidad y capacidad» a la hora de decidir qué esfuerzos deben hacer las partes.

Asimismo, Ousman Jarju hizo hincapié en la necesidad de que el acuerdo incluya un reconocimiento explícito sobre la ayuda ante los daños y pérdidas ocasionados por los efectos del cambio climático en los países más vulnerables. «Si la cuestión de las pérdidas y daños no se tiene en cuenta de manera adecuada, no habrá un resultado en París», resaltó. También consideró esencial asegurar que el paquete de medidas que salga de la COP21 incluya «financiación nueva, adecuada y predecible». En este sentido, aplaudió  la cooperación sur-sur anunciada por China, pero avisó de que ello «no sustituye» a las aportaciones que, a su juicio, los países ricos deben hacer y que no han de incluirse en ese paquete créditos a devolver.

Ban Ki-moon no se moja

Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, apremió a todos los países, ricos y pobres, a ser flexibles y demostrar su compromiso para alcanzar en París un acuerdo para combatir el cambio climático. «Todavía queda mucho trabajo por hacer. Siguen sin resolverse asuntos esenciales y no queda mucho tiempo», dijo Ban, que instó a los países desarrollados a «reconocer su responsabilidad de encabezar» el proceso y a las naciones en vías de desarrollo a «hacer más en línea con sus crecientes capacidades». En ese sentido, recordó que dentro de los países en desarrollo hay distintos niveles de riqueza y posibilidades y puso como ejemplo los fondos de cooperación prometidos por China.

El diplomático coreano, mientras tanto, evitó pronunciarse sobre una de las cuestiones esenciales de las discusiones: si el acuerdo que salga debe ser jurídicamente vinculante o no. Ban dijo que, por ahora, «se discuten muchas ideas» en ese ámbito y subrayó que lo importante es que haya un pacto que sea firme y universal. «El mundo ha estado demasiado tiempo sin un acuerdo climático universal que incluya a todos los países como parte de la solución. No podemos retrasarlo más», insistió Ban. El responsable de la ONU recordó que no hay «un acuerdo perfecto», pero dejó claro que el resultado de la negociación debe situar al mundo en el camino correcto para «una prosperidad a largo plazo, estabilidad y paz».

Cañete plantea que los operadores privados pueden construir interconexiones energéticas al margen de operadores del transporte como Enagás y REE

Redacción / Agencias.- El comisario europeo de Energía y Acción por el Clima, Miguel Arias Cañete, explicó que la Unión Europea plantea que los operadores privados también realicen proyectos de interconexión energética. «Los operadores principales de redes son claves. No se trata de acabar con Red Eléctrica (REE) o Enagás ni mucho menos. Se trata de ver cómo se aplica la legislación comunitaria» al respecto, apuntó el comisario, ya que permite la iniciativa privada en materia de interconexiones.

Asimismo, Cañete ha asegurado quela Comisión todavía está analizando la respuesta del Gobierno de España porque la discusión que hay en la Unión Europea es ver si la legislación española es «sólida» para que intervengan los operadores privados. En ese sentido, Arias Cañete ha recordado que «la legislación energética es muy compleja» y que en ocasiones surgen dudas sobre la interpretación, lo que conduce a trasposiciones incorrectas de las directivas comunitarias. Según la información recogida y publicada por Cinco Días, existe un expediente abierto que cuestiona el monopolio de las interconexiones internacionales de la electricidad y el gas que tienen Red Eléctrica y Enagás.

España cumplirá objetivo de renovables

Por otro lado, Cañete indicó que confía en que España «está en la senda» de cumplir el objetivo de que en 2020 el 20% de la energía producida provenga de fuentes renovables, y recordó que, en su último informe, la Comisión Europea señaló que la presencia de renovables en España en 2014 era del 15,3% y que es uno de los 25 Estados que cumple, mientras que Reino Unido, Francia y Holanda no lo hacen. Además, Cañete resaltó que si el cálculo ponderara el peso de los biocarburantes, la cuota de producción renovable española alcanzaría el 17,1%, y apuntó que, una vez pasado 2020, el objetivo será del 27%. A este respecto, sostuvo que seguir creciendo «es mucho más complejo».

El comisario ha advertido de que se requieren 200.000 millones de euros al año de inversiones y el mercado «no da señales para que las empresas del sector hagan inversiones» porque «hacen falta certidumbres». En este sentido, avanzó que el año que viene presentará una propuesta legislativa para iniciar «el camino hacia un mercado plenamente integrado e interconectado» que favorezca las inversiones y la innovación tecnológica. Además, ha señalado que uno de sus principales objetivos es acabar con el aislamiento energético de la Unión Europea, especialmente de la Península Ibérica, y ha apuntado a que en 2020 habrá un avance de interconexión del 10% y en 2030 será del 15%.

«Europa se ha convertido en el líder del mercado global de tecnologías bajas en emisiones y en eficiencia energética tanto en los sectores nuevos como en los clásicos», ha añadido. Así, hizo un llamamiento a armonizar el sistema de apoyo a las renovables orientándolo hacia el mercado de subastas ya que el coste de estas tecnologías se ha reducido gracias a que son ya más maduras. Por otro lado, en lo que respecta al carbón, Cañete indicó que su uso en térmicas de Europa aumentó al ser más económico pero que los precios son coyunturales y todo gira en función de los precios del petróleo.

Además, el comisario energético recordó que la lucha contra el aumento de la temperatura del planeta supone dejar de utilizar en algún momento combustibles fósiles. Sin embargo, también apuntó que por el momento se van a desarrollar tecnologías que permitan seguir usando el carbón y que permitan reducir las emisiones de la atmósfera. «La siguiente fase sería conseguir que el cabrón no se emitiese a la atmósfera», apuntó Cañete, tras señalar que este tipo de tecnologías existen pero son muy caras. En lo que respecta a la energía nuclear, Cañete indicó que cada Estado decide lo que quiere utilizar con «absoluta independencia» pero que desde la Unión Europea tienen que controlar que se haga en condiciones de una absoluta seguridad.

Por otro lado, el comisario europeo ha apuntado que la principal preocupación de Europa es conseguir que se reduzcan las emisiones sin que se produzca una desinversión industrial. Por ello, recordó que la Unión Europea ha establecido un sistema europeo de derechos de emisión, mediante el cual si contaminas tienes que comprar derechos de emisión. Finalmente, Cañete ha recalcado que «el crecimiento económico y la descarbonización no son procesos antagónicos» y señaló que la Unión Europea tiene instrumentos legislativos con los que han conseguido grandes avances en los últimos años.

Cañete asegura que España «está en la senda» de cumplir los objetivos de la Unión Europea en materia de renovables

Europa Press.- El comisario europeo de Energía y Acción por el Clima, Miguel Arias Cañete, indicó que España «está en la senda» de cumplir los objetivos marcados por la directiva de la Comisión Europea en materia de renovables, que son los de alcanzar un 20% del consumo energético final procedente de fuentes renovables en el año 2020.

Cañete precisó que lo que la Comisión Europea dice en algunos informes es que el Gobierno español tiene que «revisar o mira si sus actuales políticas son suficientes para llegar o no al objetivo». «Pero a fecha de las evaluaciones en 2013 y 2014, España está en la senda del objetivo», añadió al respecto. Para el comisario europeo, cuando hay unos objetivos climáticos que alcanzar «los primeros avances son más fáciles pero los últimos peldaños de la escalera cuestan más», y, por ello, lo que la Comisión le dice a España es que analice «si es necesario tomar medidas o no, pero no estamos diciendo que España no esté cumpliendo».

Respecto a la normativa sobre autoconsumo aprobada por el Gobierno, Cañete eludió pronunciarse, ya que está siendo evaluada actualmente por la Comisión, aunque señaló que en este momento Bruselas «está reflexionando» cómo se gestiona esta materia a nivel europeo, «ya que no es solamente un caso español». Además, apuntó la importancia de las interconexiones, «una de las políticas fundamentales que hay que hacer en materia energética», para alcanzar el objetivo de desarrollar un «mercado de la energía único» en Europa. «En 2020 estaremos en unos objetivos del 10% y haré todo lo posible para dejar los mimbres para que en 2030 se llegue al 15%. Esta es una de las políticas fundamentales que hay que hacer en materia energética», dijo.

Cumbre del Clima de París

Al margen de la zozobra provocada por los recientes atentados de París, Cañete también quiso subrayar la importancia de la Cumbre del Clima que acogerá la capital francesa al considerar el cambio climático como «uno de los retos que tiene por delante la Humanidad». «Frenar el calentamiento global requiere  una tarea permanente; como se está trabajando para dentro de tres generaciones muchos piensan que no hay urgencia pero el impacto para el planeta puede ser terrible», apuntó el comisario. De hecho, Cañete admitió que en España no «se es tan consciente de la intensidad del problema», pero explicó que «islas del Pacífico están desapareciendo y algunos países están comprando tierras en la isla más próxima para poder alojar su población».

En cuanto a la implicación de países como China o Estados Unidos a la hora de limitar las emisiones, recordó que cuando se aprobó el Protocolo de Kioto admitieron compromisos vinculantes 35 países. En esta ocasión, «se pidió a todos los países que expusieran lo que iban a hacer y más de 167, que representan el 94% de las emisiones, han presentado sus objetivos; los países han dicho qué quieren hacer y se va a poner en marcha esas políticas«.

En cuanto a las restricciones de tráfico impuestas en Madrid con motivo de la contaminación ambiental, Cañete ha apuntado la necesidad de «poner límites más ambiciosos para que los fabricantes de coches puedan reducir las emisiones y favorecer los procesos de electrificación del vehículo, que están teniendo una implantación reducida; ya después viene la ordenación del tráfico». En su opinión, es necesario resolver el problema, «pero no con medidas cortoplacisas, sino a largo plazo y cuando se ponen límites a las emisiones hay que cumplirlas a rajatabla sin buscar atajos».

Bruselas valora interconexiones eléctricas adicionales entre España y Francia para alcanzar el objetivo del 10% en 2020

Europa Press / EFE.- La Comisión Europea calcula que España será el único país de la Unión Europea que no alcanzaría un nivel de interconexión del 10% en 2020, por lo que al renovar su lista de proyectos de interés común (PIC) en el marco de la estrategia de la Unión Energética, incluyó un proyecto genérico para conectar España y Francia que podría incluir líneas eléctricas adicionales a las 2 que se establecían en la Declaración de Madrid, que unirán Navarra y Aragón con el país galo.

La lista de proyectos prioritarios, sin embargo, no especifica qué puntos concretos de la geografía española y francesa serán los compongan este proyecto, pero fuentes comunitarias señalan que la indefinición se debe a que deben estudiar si se necesitarán proyectos adicionales para alcanzar el objetivo. Así, las mismas fuentes destacan que estos dos proyectos, unidos a la interconexión del Golfo de Vizcaya, acercarán la meta; pero los estudios determinarán si es necesario poner en marcha «uno o dos proyectos más». De hecho, otras fuentes subrayan que España sería el único país de la Unión Europea que no alcanzaría el 10% marcado para 2020 con los proyecto que están actualmente sobre la mesa. El nivel actual es de menos del 4%.

De esos tres proyectos españoles que recibirán financiación comunitaria, dos son conexiones eléctricas a través de los Pirineos que mejorarán los vínculos energéticos de la Península con el resto de Europa: una línea de alta tensión que unirá Navarra con Las Landas, y otra que conectará Sabiñánigo con Martillón. También avanzar el MidCat; una primera fase del MidCat ya figuraba como infraestructura prioritaria europea, así como el cable submarino entre el Golfo de Vizcaya y Aquitania, el transformador en Arkale (Guipúzcoa) para aumentar la capacidad de interconexión con Argia (Francia), y algunos proyectos de energía renovables entre España y Portugal.

De esta manera, la lista de proyectos prioritarios recoge la totalidad del gasoducto Midcat por Cataluña, que hasta ahora solo estaba incluido en su primera fase. Por otro lado, la Comisión Europea hace mención expresa a la importancia de impulsar las conexiones eléctricas del eje norte-sur del Mediterráneo: líneas internas para incrementar la capacidad eléctrica entre el norte y el área mediterránea como Mudejar-Morella, Mezquite-Morella, Morella-La Plana y La Plana-Godelleta.

El vicepresidente de la Comisión Europea para la Unión Energética, Maros Sefcovic, explicó que se han añadido a la lista 195 proyectos de interés común, que contribuirán a lograr los objetivos energéticos y climáticos europeos y a crear pilares clave de la Unión de la Energía de la Unión Europea. De entre ellos, 108 son proyectos eléctricos, 77 de tipo gasístico, 7 infraestructuras relacionadas con el petróleo y 3 sistemas inteligentes de suministro de energía.

Una economía baja en carbono

Maros Sefcovic presentó la evaluación que el Ejecutivo comunitario efectuó sobre este proyecto 9 meses después de lanzar la estrategia. Así, el eslovaco subrayó que la Unión Europea «debe seguir siendo el líder en la transición hacia una nueva economía de bajo uso de carbono», incluso después de la Cumbre del Clima, que tendrá lugar en París desde el 30 de noviembre. «La COP tiene que seguir marcando la pauta, podemos demostrar que en el tránsito hacia una economía de bajo carbono se está creando empleo y crecimiento, tenemos que seguir siendo líderes de la nueva economía«, enfatizó el dirigente.

A su vez, Sefcovic destacó que para que esta transición «tenga éxito» debe ser «justa desde el punto de vista social» y tiene que pensar más en el consumidor. En este sentido, señaló que queda aún «mucho trabajo por delante» en cuestiones como dar facilidades para entender las facturas o para poder cambiar de proveedor. Asimismo, Sefcovic aseguró que es necesario tener en cuenta a los ciudadanos que se encuentran en situación de pobreza energética.

Además, el vicepresidente del Ejecutivo comunitario remarcó la necesidad de «seguir aspirando a diversificar las fuentes de energía, las rutas de abastecimiento y los proveedores» para reducir la dependencia del gas ruso. Por ello, aseguró que la Unión Europea mantiene contacto con países vecinos, «no solo por cuestiones de suministro, sino también para energías renovables y eficiencia energética». «Resumiendo: 2015 es un buen comienzo pero 2016 será el año en el que tengamos resultados tangibles en la Unión Energética«, concluyó.

El comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, añadió que «unas infraestructuras energéticas modernas y sólidas son fundamentales a la hora de permitir que la energía circule libremente por Europa». Los proyectos presentados, añadió, «nos ayudarán a integrar nuestros mercados de la energía, diversificar las fuentes y rutas y poner fin al aislamiento energético de algunos Estados miembros». Entre las infraestructuras eléctricas, se otorgó prioridad a aquellas que permitirán llegar a una conexión del 10% entre Estados miembros, con el objetivo de acabar con la vulnerabilidad de los países de la Unión Europea, que importan de Rusia la mayor parte de la energía que consumen.

Los proyectos eléctricos seleccionados resolverán las necesidades de infraestructuras en cuatro regiones: Europa occidental, el centro y el sureste de la Unión Europea, la región de los Bálticos y el mar del Norte. En el caso de Europa occidental, el documento de la Comisión dice que los proyectos «terminarán con el aislamiento de la península Ibérica a través de 3 nuevos interconexiones entre Francia y Portugal e integrarán más a Portugal y España en el mercado interior de la energía».

Las infraestructuras gasistas «ayudarán de manera significativa» a alcanzar los objetivos de la Unión Europea en el ámbito de la política energética, y terminar con el aislamiento de los países Bálticos, Finlandia y Malta. Ayudarán también a lograr los objetivos de diversificar las fuentes y acelerarán el desarrollo del llamado «Corredor Sur», para buscar alternativas a la llegada de gas a territorio comunitario. Los proyectos gasísticos abordarán las necesidades en Europa Occidental, el centro y sureste, el corredor del sur y la región del Báltico.

La Junta de Andalucía pretende un 25% renovable de consumo de energía en 2020

EFE.- La Junta de Andalucía aprobó la Estrategia Energética de Andalucía 2020, que entre otros objetivos establece que un 25% del consumo total de energía en Andalucía sea renovable en 2020. El consejero de Empleo, Empresa y Comercio de Andalucía, José Sánchez Maldonado, resaltó que las energías renovables en Andalucía pasaron a multiplicar por cuatro su valor absoluto y que se consiguió un «sustancial ahorro» de energía primaria, cifrado en un 5,1%.

La Estrategia Energética de Andalucía 2020 establece las bases de la política de la Junta en ahorro y eficiencia, fomento de las renovables y desarrollo de infraestructuras. El documento plantea, entre otros objetivos, aportar con fuentes renovables el 25% del consumo final bruto (actualmente 19,5%) y reducir en un 30% las emisiones de CO2 asociadas respecto a los niveles previos a la crisis económica. Otros objetivos previstos son reducir en un 25% el consumo tendencial de energía primaria hasta 2020; autoconsumir el 5% de la electricidad generada con renovables (actualmente 0,4%) y mejorar en un 15% la calidad del suministro.

La nueva planificación pone de manifiesto que la Comunidad andaluza dispone de los recursos necesarios y del tejido empresarial para alcanzar, e incluso superar, los fines de la Estrategia Europa 2020 en materia energética, vinculantes para los estados miembros pero no para las regiones que los conforman. El consejero ha incidido en que los dos primeros objetivos superan los marcados por la Unión Europea en cinco puntos porcentuales y el tercero en diez. El objetivo del autoconsumo mediante renovables responde al compromiso de la Junta de extender el potencial de la generación distribuida, facilitando el papel activo de sus ciudadanos.

El documento se divide en cinco programas para contribuir a un uso eficiente e inteligente de la energía, dirigidos a priorizar el uso de los recursos autóctonos sostenibles y el autoconsumo; situar a los sectores de las renovables y del ahorro como motores de la economía andaluza y garantizar la calidad del suministro impulsando la transición de las infraestructuras hacia un modelo inteligente descentralizado. El resto de los programas se centran en actuar desde la demanda para hacer al ciudadano protagonista del sistema energético, y optimizar el consumo en la Administración de la Junta, mejorando la eficiencia de sus instalaciones e incorporando criterios de ahorro.

La financiación de la estrategia, cuyas actuaciones se concretarán a través de planes de acción, dependerá en gran parte de los fondos estructurales europeos. No obstante, ya se cuantifica la previsión para el programa de Energía Inteligente, que tendrá una dotación mínima de 400 millones de euros a través de la línea de desarrollo energético sostenible y movilidad del Fondo Europeo de Desarrollo Regional. La planificación para 2020 permitirá, según el consejero, consolidar el tejido empresarial e industrial vinculado al sector energético y fortalecerá las políticas de construcción sostenible, rehabilitación de edificios, gestión energética en empresas, autoconsumo y gestión de la demanda por los consumidores.

Andalucía contabiliza actualmente 6.500 empresas vinculadas a la energía, de las que 1.500 desarrollan su actividad en el ámbito de las renovables, y el empleo asociado supera los 110.000 puestos, el 41% directos. El 38,8% de toda la potencia eléctrica proviene actualmente de fuentes limpias como el sol, el viento y la biomasa, que también suponen el 40,4% de la electricidad que consumen los andaluces. En relación con el consumo de energía primaria, su aportación representa el 20,1% (5,5% puntos por encima de la media española), con lo que se contribuyó a reducir en un 43% las emisiones de dióxido de carbono en 14 años.