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Forestalia inicia las obras del proyecto eólico Goya, una inversión de 310 millones de euros que revoluciona 3 comarcas aragonesas

EFE.- La localidad zaragozana de Azuara ha acogido el inicio de las obras del proyecto eólico Goya, un plan que prevé una inversión de 310 millones de euros para construir 9 parques eólicos que van a revolucionar económicamente las comarcas zaragozanas de Campo de Belchite, Daroca y Cariñena.

Un proyecto que suma 300 megavatios de potencia y generará una energía equivalente a la que consume la ciudad de Zaragoza.

El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha presidido los actos de este importante acontecimiento para estas tres comarcas, no solo por los ingresos que va a suponer, sino por el número de empleos que se van a crear, fundamentalmente de la zona.

Son, según ha apuntado el presidente de Forestalia, Fernando Samper, unos 1.300 empleos durante la fase de construcción y entre 60 y 70 las personas que trabajarán durante la fase de explotación.

«Venimos para quedarnos y echar raíces para el desarrollo sostenible», ha sentenciado Samper, quien ha destacado que así «se materializa una nueva etapa» y un modelo de negocio diferente.

Y es que es el primer proyecto que se lleva a cabo en España sin subvenciones públicas y que será financiado con 140 millones de euros de fondos propios de la sociedad formada por Milova Eurofideme 3, un fondo gestionado por Mirova (51%), General Electric Energy Financial Services (25%), ENGIE (15%) y Forestalia (9%).

En la financiación de la deuda, de unos 170 millones de euros, certificada como préstamo verde, el Banco Europeo de Inversiones ha facilitado un préstamo de 50 millones de euros, en el plan de inversiones para Europa. En la financiación de los 120 millones restantes participan BBVA, CaixaBank y Santander.

Samper calcula que las 80 turbinas de todos los parques trabajarán unas 3.200-3.300 horas, más de 200 días al año.

Aunque la fecha prevista de entrada en funcionamiento es 2020, Samper prevé que comiencen a producir en septiembre-octubre del próximo año.

El alcalde de Azuara, una localidad en la que apenas habitan en la actualidad 300 personas, ha mostrado su satisfacción por este proyecto, ya que va a ser un «revulsivo» para la zona y va a generar 1,4 millones de euros de ingresos.

Respecto al volumen de trabajadores que va a tener que asumir la comarca, el alcalde ha reconocido que «entre unos y otros se irá dando solución» a los problemas de falta de alojamiento, debido a la escasez de viviendas y hoteles.

La inversión total de 310 millones de euros se sustenta en un contrato de compra de energía (PPA) de 12 años, el primero de su tipo en el mercado español de renovables.

A través de este PPA, ENGIE garantiza la compra de una gran parte de la electricidad generada en el Proyecto Goya.

ENGIE, junto con Acciona y Copsa, será la encargada de realizar las obras de construcción de los 9 parques y GE de la fabricación e instalación de todas las turbinas, que tendrán hasta 3,8 y 3,4 MW de capacidad cada una, además de la operación y mantenimiento de los parques.

El presidente de Aragón ha mostrado su optimismo con estos proyectos y los futuros que se están tramitando y que van a hacer a Aragón líder de energía eólica en España.

Asimismo, ha destacado el compromiso de Forestalia, que ha «copado» el 50% de las subastas, gracias al «valor» de su presidente, que se «plantó» en Madrid «como una especie de Quijote temerario».

Lambán ha recordado que el Gobierno de Aragón está tramitando 141 proyectos eólicos con los que se pasará de 1.800 megavatios de potencia a más de 6.000, mientras que en el campo de la energía fotovoltaica se están tramitando 35 proyectos que pasarían de 170 a producir 1.500 megavatios.

Se trata, ha dicho, de un «futuro esperanzador» para combatir la despoblación, al tiempo que ha asegurado que tampoco es «desdeñable» la aportación de Aragón para hacer frente al cambio climático.

Por eso espera que el acuerdo con el Gobierno central para la exportación de la energía «se pueda hacer cuanto antes».

La cartera actual de proyectos de Forestalia suma 3,6 gigavatios de potencia, de los que casi 2 fueron adjudicados por el Ministerio de Energía en las subastas de renovables de 2016 y 2017.

Ence solicita construir una planta de biomasa en Puertollano mientras Forestalia recibe autorización para una planta en Cubillos del Sil

EFE.- El BOCyL publicó la autorización final concedida a Forestalia para la construcción de una planta de biomasa en Cubillos del Sil (León), contra la que Bierzo Aire Limpio ya ha anunciado que la recurrirá ante la Justicia. Por su parte, la sociedad Ence Energía Puertollano ha presentado en el Ayuntamiento solicitud de licencia de obras y calificación urbanística para construir una planta de generación eléctrica con biomasa de 50 megavatios en el emplazamiento que ocupaba la antigua central de Elcogas.

Así figura en un anuncio del Ayuntamiento que ha publicado el Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM), que ha señalado que el expediente junto con el proyecto técnico se somete a un periodo de información pública de 20 días. En noviembre de 2017 se publicó la resolución de la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha con la autorización ambiental integrada a la planta de Ence.

Previamente, durante el mes de julio, la junta general de accionistas de Elcogas aprobó una opción de compra sobre parte de sus instalaciones y terrenos, que quedó supeditada a ser adjudicataria de una subasta del Ministerio de Energía. La planta de producción de energía eléctrica con biomasa dispondría de una potencia instalada de 50 megavatios, con un consumo estimado de 300.000-400.000 toneladas al año de biomasa. Una vez puesta en marcha podría generar una treintena de puestos directos de trabajo.

Criticas de Bierzo Aire Limpio

Respecto a la planta de Cubillos del Sil, el proyecto presentado por Forestalia «es inviable tanto a nivel económico como a nivel de disponibilidad de la materia prima o combustible», según Bierzo Aire Limpio. «Este proyecto es muy sospechoso pues solo puede tener viabilidad ampliando su utilización a residuos o a biomasa urbana«, interés oculto que denuncian los ecologistas, que denuncian que en su opinión «todo se ha tramitado aceleradamente, con prisas y oscurantismo». La empresa Forestalia, agrega Bierzo Aire Limpio, «lleva meses ocultando su trama societaria y su verdadero músculo financiero: el dinero público regalado o avalado por la Junta de Castilla y León, con el que pretende construir una central térmica de biomasa».

Añade que el dueño de Forestalia, Fernando Samper Rivas, «pretende ser el nuevo Rey Midas, pero, eso sí, con dinero público de los castellano y leoneses». A juicio de la asociación ambiental, Forestalia «actúa con la complicidad de los Gobiernos del PP en Madrid y Valladolid», y podría estar incurriendo en irregularidades. Recuerda que en 2016 ganó la subasta de energías renovables renunciando al llamado canon, con el compromiso de construir las instalaciones con sus propios medios. Con estas condiciones, precisa, el Gobierno concedió a una empresa con apenas solvencia y sin experiencia previa en el sector, 402 de los 500 megavatios subastados, “lo que provocó entonces las quejas y sospechas de todo el sector”.

«La Declaración Ambiental no ha tenido en cuenta ni una de los cientos de alegaciones ciudadanas», señala la organización ecologista. También alerta de que en cuanto al aval de 44 millones, la Junta de Castilla y León «compromete dinero público con una empresa de dudosa solvencia, formada por un conglomerado societario de más de trescientas sociedades, formando una pirámide en la que se diluyen las responsabilidades económicas y de todo tipo». «¿Quién está detrás de Forestalia? ¿Cómo es posible que la Junta avale 44 millones a una empresa con 3.000 euros de capital y se le estén ofreciendo públicamente otros 9 millones de subvención? Todo el proyecto es especulador y descabellado», finaliza Bierzo Aire Limpio.

Jorge Energy, Energías Eólicas de Aragón y EDP se llevan los megavatios eólicos y Forestalia y Ence la biomasa

Redacción / Agencias.- Un escaso número de empresas dispuestas a operar a precio de mercado se lleva los 700 MW de eólica y biomasa. Las tres empresas que se han hecho con los 500 megavatios (MW) eólicos en liza han sido Energías Eólicas de Aragón, la eléctrica portuguesa EDP y, especialmente, Jorge Energy, perteneciente al grupo cárnico zaragozano Jorge. En el caso de los 200 MW de biomasa, los principales adjudicatarios han sido Ence, con 40 MW, y Forestalia, que ha obtenido 108 MW.

Forestalia es la mayor adjudicataria

La puja asignaba la retribución para los 700 MW renovables mediante un mecanismo competitivo, que finalmente ha cerrado con un descuento del 100% en ambos casos, es decir, que las instalaciones renovables adjudicadas no recibirán ayudas y solo tendrán derecho a cobrar el precio de mercado. La empresa que más megavatios ha conseguido en la subasta renovables ha sido el grupo aragonés Forestalia, que se ha adjudicado 300 MW de la subasta eólica y 108,5 MW en biomasa, un resultado final que para su presidente, Fernando Samper, supone «la confirmación de que nuestra estrategia ha sido acertada, al hacer compatibles la cobertura de las crecientes necesidades energéticas de la sociedad española con las duras exigencias del respeto al medio ambiente».

Forestalia es una sociedad centrada en la generación eléctrica con biomasa y la comercialización de madera. Tal y como anunció la propia compañía al terminar la subasta, llegó a un acuerdo con el grupo energético chino Gedi (Guandong Electric Power) para desarrollar los 108,5 MW de biomasa que se adjudicó. El Grupo Forestalia nació en 2011 de la mano de Samper, que creó esta nueva sociedad tras su salida de la empresa familiar Grupo Jorge, entramado industrial con origen en el sector cárnico y que tenía actividad renovable desde 1997. De hecho Samper es hermano del dueño del Grupo Jorge, también adjudicatario en la subasta.

En el momento de su creación, Forestalia aglutinaba parte de los activos renovables procedentes del Grupo Jorge y los adquiridos a la alemana RWE en biomasa. La actividad de Forestalia en el campo de la biomasa se apoya en la producción, la transformación y la comercialización de madera a través de cultivos energéticos en tierras de regadío con fuertes soportes biotecnológicos y agronómicos. Los desarrollos de la compañía están situados en España (Andalucía, Aragón, Castilla y León y Cataluña), Italia y Francia. En estos dos últimos países ha formalizado acuerdos a 20 años con la empresa alemana E.On por valor de 200 millones de euros para el suministro de biomasa para plantas de generación eléctrica.

Ence tendrá que estar segura

Tras el cierre de la subasta, Ence, que se adjudicó una planta de generación de energía renovable con biomasa de 40 MW, vinculó su desarrollo a «obtener la rentabilidad esperada«. En este sentido, el grupo papelero y energético señaló que dispone ya de «un avanzado y novedoso» proyecto de generación con biomasa que permitirá desarrollar una planta de generación «altamente eficiente y bajos costes de producción, para aprovechar la biomasa forestal y agrícola del entorno en el que se ubique la central«. No obstante, al haber sido una adjudicación sin prima a la inversión, la compañía indicó que «sólo construirá la planta si está segura de obtener la rentabilidad esperada».

Ence dispone de tres emplazamientos para llevar a cabo la inversión (Pontevedra, Villaturiel (León) y Huelva) y la selección final de la ubicación dependerá de las mejores condiciones y de las facilidades administrativas e institucionales para la ejecución del proyecto. El grupo estima que el proyecto generará 300 puestos de trabajo durante los dos años de construcción y 750 empleos cuando esté funcionando. El proyecto supone un paso importante en el cumplimiento del plan estratégico 2016-2020 de Ence pues contempla en el negocio de la energía una inversión de 325 millones de euros para alcanzar una potencia de producción de energía renovable con biomasa de más de 380 MW para 2020. Actualmente tiene una capacidad de producción de 222 MW.

El Gobierno aprobó en 2013 una reforma eléctrica que estableció que las renovables dejaran de cobrar primas o ayudas a la producción para pasar a recibir una retribución razonable durante su vida útil. Esta rentabilidad, establecida en términos porcentuales y revisable cada 6 años se aplica sobre la inversión realizada en esa instalación y sería un parámetro que se sacaría a subasta para la adjudicación de nueva potencia. Lo cierto es que la elevada presión competitiva de la subasta ha fijado en un 100% la reducción del incentivo, es decir, que las plantas adjudicatarias no cobrarán ninguna ayuda a la inversión, si bien las de biomasa tendrán derecho a 40 euros por megavatio hora (MWh) como retribución a la operación.