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Los consejeros de Abengoa defienden que los pagos a la cúpula fueron por contrato

EFE.- Los integrantes del consejo de administración que aprobó las indemnizaciones millonarias a la antigua cúpula de Abengoa, ahora investigada por administración desleal, han asegurado en la Audiencia Nacional que no se opusieron a dichos pagos porque estaban establecidos por contrato. Así lo explicaron los ocho cargos citados a declarar como testigos, entre ellos el expresidente de Abengoa, José Domínguez Abascal, que ha refrendado la versión de los consejeros y ha admitido que las indemnizaciones entraban dentro de lo normal al formar parte de las obligaciones contractuales.

Domínguez Abascal, al frente de Abengoa entre noviembre de 2015 y marzo de 2016, explicó que asistió como invitado a los consejos anteriores. En ellos, detalló, se habló de la situación de Abengoa, “que por lo general era buena aunque faltaba liquidez”, motivo que llevó a plantear la necesidad de solicitar una ampliación de capital, aunque para ello el Banco Santander impuso como condición cesar en el cargo a Benjumea. Una versión que provoca que la Plataforma de perjudicados por Abengoa estudie solicitar la declaración como testigo «clave», el presidente de Santander España, Rodrigo Echenique.

Además de Domínguez Abascal, también han declarado 7 miembros del consejo, que han calificado de normales las indemnizaciones de 11,4 y 4,5 millones a Benjumea y el ex consejero delegado Manuel Sánchez Ortega a pesar de las deudas que arrastraba la empresa en aquel momento y que la llevaron a declarar el preconcurso de acreedores poco después. Al menos uno de ellos, el exvicepresidente de General Electric, Claudi Santiago, que recientemente ha renunciado como consejero dominical de la empresa de renovables, ha dicho que no acudió en persona al consejo de septiembre de 2015, aunque participó por teléfono desde Londres.

Todos han comparecido como testigos en la causa contra Benjumea y Sánchez Ortega, iniciada el pasado diciembre a partir de la querella de dos bonistas de la compañía por el cobro de unas indemnizaciones que, según los investigados, pretendían «asegurar su permanencia en el cargo». Un supuesto agravado en el caso de Sánchez Ortega, que también se enfrenta a una acusación por uso de información privilegiada tras fichar por el fondo de inversión Blackrock justo cuando los títulos de Abengoa comenzaron a desplomarse en Bolsa. Actualmente, la multinacional española y sus acreedores ultiman el acuerdo definitivo de reestructuración, con la intención de evitar el concurso.

Borrell no asistió al consejo que aprobó las indemnizaciones a los directivos de Abengoa, pero lo hizo por delegación

Servimedia / EFE.- El exministro socialista de Obras Públicas, Josep Borrell, afirmó a la jueza de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela, que no asistió a la reunión del consejo de administración de Abengoa celebrada en septiembre de 2015, en el que se aprobaron indemnizaciones millonarias para el expresidente de la compañía, Felipe Benjumea, y el exCEO, Manuel Sánchez Ortega.

Sin embargo, Borrell reconoció en su declaración como testigo que delegó su voto de manera «automática» y que su representante sí refrendó el pago de esas indemnizaciones, según explicó el letrado de la Plataforma de Perjudicados de Abengoa , que representa a un centenar de accionistas y bonistas de la compañía y está personada en la causa. La jueza Lamela trata de esclarecer el origen de las indemnizaciones millonarias recibidas por Benjumea y Sánchez Ortega de 11,5 millones y 4,5 millones de euros, respectivamente, tras su salida de Abengoa poco antes de que la empresa presentara el preconcurso de acreedores.

Borrell explicó que el día de la reunión del consejo estuvo en un acto de presentación de su libro Cuentas y cuentos de la independencia y aseguró que las dificultades financieras de Abengoa fueron una «sorpresa» para el consejo, que en todo momento pensó que la situación era saneada. Sin embargo, la defensa de los accionistas destaca que fue ese consejo del 23 de septiembre el mismo que tramitó créditos bancarios que supusieron la inyección de 160 millones de euros de liquidez y que quedaron tramitados esa misma noche. Los dos directivos imputados por administración desleal e información privilegiada han venido sosteniendo que Abengoa sólo tenía un problema de liquidez, una idea que también defendió el exministro en su declaración.

Comparecencia de todo el consejo

La magistrada ya ha rechazado en dos ocasiones ampliar la querella al resto de miembros del consejo, al considerar que «podría provocar un retraso injustificado en el procedimiento». Esta semana también están compareciendo Santiago Seage, Mercedes Gracia, Ricardo Martínez y Alicia Velardo, José Joaquín Abaurre, José Luis Aya, Ignacio Solís, Fernando Solís, Carlos Sundheim, Ricardo Hausmann, Claudi Santiago y José Domínguez Abascal. Estas citaciones fueron solicitadas por la Fiscalía, que pidió que declararan los miembros del consejo de administración que aprobaron las indemnizaciones en la misma reunión en la que aprobó una ampliación de capital por la precaria situación económica de la empresa. Se trata de comprobar si la decisión se tomó con conocimiento de la situación real de Abengoa.

La defensa de los afectados de Abengoa destaca que Borrell fue quien firmó en nombre de la multinacional la modificación del contrato mercantil de los dos directivos a contrato laboral en febrero de 2015, para adaptarse a la nueva legislación. Precisamente, con motivo de ese cambio se aprobó el monto de las nuevas indemnizaciones. Según la consulta de esta Plataforma a las cuentas depositadas por Abengoa ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), las indemnizaciones se elevaron a 16 millones en el caso de Benjumea y a 8 para Sánchez Ortega, en virtud del pago de varios seguros.

El expresidente del Parlamento Europeo aseguró que comparecía con la voluntad de “colaborar con la Justicia y ayudar a la juez Lamela a esclarecer lo sucedido”. Preguntado por el elevado monto de las indemnizaciones y la contratación de Benjumea como asesor externo, Borrell aseguró en su declaración que era importante conservar el «talento» en Abengoa y por ello se le contrató tras su salida de la multinacional. Por su parte, Santiago Seage, declaró en el mismo sentido que Borrell y aseguró que la contratación de Benjumea como asesor externo se decidió «por el bien de los accionistas» de la compañía.

La causa contra Benjumea y Sánchez Ortega se inició el pasado diciembre a partir de la querella de dos bonistas de la compañía por el cobro de unas indemnizaciones que, según los investigados, pretendían «asegurar su permanencia en el cargo». Un supuesto agravado en el caso de Sánchez Ortega, que también se enfrenta a una acusación por uso de información privilegiada tras fichar por el fondo de inversión Blackrock justo cuando los títulos de Abengoa comenzaron a desplomarse en Bolsa.

El juez alarga hasta octubre el plazo de Abengoa para negociar con los acreedores mientras continúa el proceso a Benjumea

Servimedia / EFE.- La Audiencia Nacional desestimó el recurso del expresidente de Abengoa, Felipe Benjumea, contra las medidas cautelares dictadas por la juez que le investiga por administración desleal al tiempo que el Juzgado de lo Mercantil número dos de Sevilla ha dictado un auto declarando la homologación judicial del contrato de espera acordado por Abengoa y sus acreedores, por lo que otorga 7 meses, hasta el 28 de octubre, para negociar con los acreedores de pasivos financieros.

Abengoa presentó el pasado 28 de marzo la solicitud de homologación de este contrato de espera o standstill, en el marco del proceso de negociación con entidades financieras y bonistas, que ya había recibido el apoyo del 75,04% de los mismos. De esta manera, se habían superado las mayorías requeridas por la ley (60%) en el respaldo de los acreedores al citado contrato. La empresa sevillana avanza así en el proceso para asegurar su viabilidad y evitar el concurso de acreedores. El acuerdo alcanzado prevé que Abengoa logrará reducir su deuda un 47%, hasta 4.920 millones de euros, lejos de los 9.360 millones de euros en que se encuentra actualmente.

La compañía prevé cerrar el presente ejercicio con un resultado bruto de explotación (Ebitda) negativo de 244 millones de euros, si bien ya en 2017 volverá al terreno positivo con un beneficio bruto de 20 millones de euros. En virtud de este acuerdo, los acreedores de la compañía prestarán una nueva cantidad de entre 1.500 y 1.800 millones de euros por un plazo máximo de 5 años. Así, los financiadores tendrían derecho a recibir un 55% del capital social y la citada financiación tendría un rango superior a la deuda antigua y estaría avalado. Al término del proceso de reestructuración, los actuales accionistas de la sociedad ostentarían una participación del 5% en el capital social.

Una vez concedido el aplazamiento, el proceso consistirá en continuar desarrollando la documentación legal del preacuerdo para someterlo a consideración por parte de los acreedores. En este sentido, si los acreedores dan su visto bueno, la empresa presentará el preacuerdo ante el juzgado en un plazo aproximado de entre 4 y 6 meses. Posteriormente, Abengoa tendría que solicitar la celebración de la junta de accionistas para que dé su aprobación al acuerdo con los acreedores.

Audiencia Nacional ratifica medidas cautelares

Por su parte, la Audiencia Nacional desestimó el recurso del expresidente de Abengoa, Felipe Benjumea, y ratificó la retirada de su pasaporte al considerar que hay riesgo de fuga por su «gran capacidad económica». En el auto, se respalda la decisión de la instructora del caso, Carmen Lamela, y considera que las medidas impuestas tienen «carácter legal» y no vulneran los derechos fundamentales del investigado. Además avala la obligación de Benjumea de presentarse ante la justicia tantas veces como sea necesario, incluyendo su comparecencia los días 1 y 15 de cada mes en el juzgado más próximo, como dictó Lamela.

El fallo de la Sala de lo Penal, ante el que no cabe recurso, obliga a Benjumea a acatar lo acordado por Lamela, que investiga tanto a él como a su ex consejero delegado Manuel Sánchez Ortega por las indemnizaciones millonarias de 11,5 y 4,5 millones de euros tras su salida de Abengoa. Unas cantidades que, a tenor de la magistrada, «no se corresponden con las pactadas con la compañía, ni son acordes con el estado económico y financiero de la misma», y que podrían ser constitutivas de un delito de administración desleal como denuncia Plataforma de Perjudicados por Abengoa.

KPMG propone que los acreedores inyecten 1.800 millones de euros en Abengoa, cuyos títulos se disparan un 30% en Bolsa

Redacción / Agencias.- Los títulos B de Abengoa subieron un 29,64% en Bolsa ante lo que parece un acuerdo «inminente» entre empresa y acreedores (banca y bonistas) que permita evitar el concurso y garantizar su viabilidad. En este sentido, KPMG plantea que los acreedores de Abengoa inyecten entre 1.500 millones y 1.800 millones de euros en la compañía como parte del plan de refinanciación para evitar que la empresa entre en concurso de acreedores, según indicaron fuentes financieras.

La firma, que representa a los bancos acreedores en el proceso de negociación, considera que las aportaciones podrían realizarse a través de distintas fórmulas, entre las que figuran créditos o bonos. El diario Expansión, que adelanta esta información, señala que esta cantidad es superior a los cerca de 1.000 millones de euros inicialmente barajados y que a las entidades que inyecten este capital les corresponderá el 55% de la Nueva Abengoa, frente al 45% de las que realicen la quita.

Los actuales accionistas mantendrían, conforme a este planteamiento, un 5% del capital, frente al 51% de la actualidad. Abengoa y sus acreedores están acelerando esta semana el plan de viabilidad global para la compañía, que ultima la propia KPMG, así como la inyección de liquidez inmediata que necesita el grupo para cubrir sus necesidades durante el periodo del preconcurso de acreedores. El proceso se ha desbloqueado después de que el principal accionista de Abengoa, Felipe Benjumea, desistiera en sus intenciones de mantener una participación de control en la Nueva Abengoa.

El acuerdo parece más próximo después de despejarse durante la semana pasada algunos escollos que mantenían estancadas las negociaciones. Unos escollos que giraban en torno a la participación que Inversión Corporativa, la sociedad de la familia Benjumea. Junto a esto, también se despejó el camino con la salida definitiva del expresidente Felipe Benjumea del grupo y que llevó aparejada la sustitución del presidente: Antonio Fornieles asumió el cargo hasta entonces ocupado por José Domínguez Abascal.

El plan global es vital para abordar la reestructuración que deberá discutirse por todas las partes, en busca de un consenso antes del plazo límite del 28 de marzo que permita a la compañía esquivar el concurso de acreedores. Las necesidades de liquidez para la continuidad de las operaciones de Abengoa apremian. La más inmediata es la de 165 millones de euros que necesita para cubrir las necesidades de la compañía durante el periodo del preconcurso de acreedores y que se negocia con los bonistas.

Esta liquidez deberá llegar también con el visto bueno de la banca ya que, además de estar vinculada a unos fuertes intereses, tiene la condición para su desembolso de compartir las garantías que poseen las entidades financieras en Atlantica Yield (antigua Abengoa Yield). Además, en su plan de viabilidad, la compañía cifra unas necesidades de liquidez de 826 millones de euros para este año y de 304 millones de euros para el próximo. Asimismo, estima otras necesidades de garantías técnicas para poder iniciar pedidos por unos 525 millones de euros.

Sus acciones suben un 30%

Los títulos B de Abengoa subieron un 29,64% en Bolsa y terminaron la sesión en 0,363 euros, con lo que recuperan niveles de principios de diciembre, días después de la presentación del preconcurso. Las acciones clase A se han revalorizado un 26,42%. El plan de reestructuración de Abengoa prevé la reducción a un tercio de la deuda mediante diversas opciones, entre ellas la capitalización de préstamos, que daría a los acreedores el control. Abengoa, que comunicó unas pérdidas de 1.213 millones en 2015, se acogió al preconcurso de acreedores el pasado noviembre asfixiada por graves problemas de liquidez con una deuda bruta de 9.395 millones de euros y pagos pendientes a proveedores por 4.379 millones.

La compañía nombra nuevos vicepresidentes

Por su parte, el consejo de Administración de Abengoa comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) nuevos nombramientos en la vicepresidencia de la compañía, así como en otros órganos. En concreto, se ha aprobado el nombramiento como vicepresidente primero del Consejo de Joaquín Fernández de Piérola, que unirá este cargo al que actualmente ostenta de consejero delegado. Además, ha sido nombrado miembro de la Comisión de Inversiones en sustitución de José Domínguez.

Por su parte, la compañía también ha dado el visto bueno al nombramiento de Alicia Velarde como vicepresidenta segunda y consejera coordinadora. Además, Velarde será también presidenta de la Comisión de Auditoría y presidenta de la de Inversiones. Por otra parte, se cubrirá por cooptación la vacante existente en el consejo por el fallecimiento de José Luis Aya, nombrando consejero a la sociedad Inayaba, y designando como representante persona física a Ana Abaurrea. Asimismo, se le nombra miembro de la Comisión de Estrategia y Tecnología.

Abengoa y sus acreedores acercan posturas ante un acuerdo que se presume inminente

EFE.- Abengoa y sus principales acreedores afrontan una semana clave tras desbloquear los principales escollos de la negociación, alrededor del expresidente Felipe Benjumea, buscando un acuerdo que se precisa inminente para poder cumplir con los plazos que eviten el concurso de acreedores. Con el 28 de marzo como fecha límite y tras bastantes días en los que las negociaciones parecían estancadas, se despeja algo más el camino para esa «solución global» que dé futuro a la ingeniería andaluza.

El escollo, según señalan fuentes conocedoras de la negociación, estaba en la participación que Inversión Corporativa, la sociedad de la familia Benjumea y otros socios fundadores, buscaba mantener tras el proceso de reestructuración y que, finalmente, podría diluirse hasta el 5% desde el 51% actual. Hasta ahora, Inversión Corporativa se negaba reducir su participación por debajo del 12%, algo que era inaceptable para los acreedores.

Tras esto, el plan de reestructuración de Abengoa debería estar terminado de forma «inminente» para poder llegar al 28 de marzo con un acuerdo definitivo que evite el concurso. Una vez plasmado el acuerdo, deben ponerse las garantías y dar plazo para que se puedan sumar más acreedores, explican fuentes conocedoras de la situación. «Si no hay avances muy significativos esta semana se complica muchísimo poder cumplir los plazos», subrayan.

El plan de reestructuración de Abengoa prevé la reducción a un tercio de la duda mediante diversas opciones, entre ellas la capitalización de préstamos, que daría a los acreedores el control de la compañía. Abengoa, que tuvo unas pérdidas de 1.213 millones en 2015, se acogió al preconcurso de acreedores en noviembre asfixiada por graves problemas de liquidez con una deuda bruta de 9.395 millones de euros y pagos pendientes a proveedores por 4.379 millones.

Moody’s cree que el plan de Abengoa refleja un negocio operativo «viable»

EFE / Servimedia.- Mientras los problemas en los Juzgados continúan para sus antiguos dirigentes y la Audiencia Nacional volvió a rechazar el uso de pólizas para que el expresidente de la compañía, Felipe Benjumea, pueda cubrir su fianza, la agencia de calificación Moody’s considera que el plan de viabilidad presentado por Abengoa apoya su visión de que el negocio operativo subyacente de la empresa de ingeniería y energías renovables es «viable».

No obstante, la agencia Moody’s vuelve a advertir del riesgo de que las negociaciones con los acreedores fracasen y la compañía termine en un proceso de insolvencia formal. La compañía andaluza, en preconcurso de acreedores desde el pasado noviembre, presentó recientemente un documento en el que estableció una valoración neta del grupo de 5.395 millones de euros. Dicho plan, en el que cifró sus necesidades de liquidez para este año en 826 millones, tiene que ser negociado con sus acreedores.

Moody’s indicó que el plan incluye «inyecciones de liquidez considerables en 2016 y 2017, junto a una reestructuración de la deuda que todavía tiene que acordarse». Abengoa pretende reducir a un tercio su deuda actual, que ronda los 9.000 millones. Moody’s le mantiene una calificación de Caa3, para «equilibrar la alta posibilidad de un impago y una pérdida para los acreedores con la asunción de que el negocio operativo subyacente es viable«. Además, señaló que es «muy probable» que se produzcan más impagos de intereses durante el periodo de preconcurso. «Nuestra perspectiva negativa refleja el riesgo de que las discusiones puedan no tener éxito y que Abengoa pueda acabar en un proceso de insolvencia», explicó.

Rechazo al uso de pólizas

Por su parte, la Audiencia Nacional ha desestimado el recurso presentado por el expresidente de Abengoa, Felipe Benjumea, confirmando así la decisión de la juez Carmen Lamela de denegarle la presentación de una póliza de seguro para cubrir la fianza impuesta. La Audiencia Nacional ya había decidido no admitir las pólizas de seguro presentadas por Benjumea y el exconsejero delegado, Manuel Sánchez Ortega, para avalar sus fianzas de 11,5 millones y 4,5 millones de euros, respectivamente. Benjumea recurrió este rechazo que ahora confirma la Audiencia en una decisión contra la que no cabe recurso, por lo que los exdirectivos de Abengoa deberán depositar estas cantidades.

En el auto en el que se rechaza, se explica que las medidas cautelares reales, como una fianza, tienden a limitar la libre disposición de un patrimonio para «asegurar las responsabilidades pecuniarias de cualquier clase que puedan declararse en un proceso penal». Los jueces añaden también que la suscripción de dicha póliza se perfila «como un mecanismo más de los empleados» por Benjumea en perjuicio de la entidad que administraba, la propia Abengoa que aparece tomadora del seguro, «con efectos beneficiosos en exclusiva para el asegurado» y las compañías aseguradoras.

La Audiencia Nacional admitió a trámite en diciembre de 2015 la querella presentada por dos bonistas contra los exdirectivos de Abengoa, Felipe Benjumea y Manuel Sánchez Ortega, a quienes les impuso una fianza civil equivalente a las indemnizaciones que recibieron al salir del grupo. La juez Lamela considera que pudieron incurrir en un delito de administración desleal y, en el caso de Sánchez Ortega, otro de información privilegiada tras su fichaje por el fondo Blackrock.

Abengoa esgrime su plan frente a las pérdidas de una posible liquidación mientras la Audiencia Nacional retira pasaporte a Benjumea

EFE.- La juez de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela, que investiga al expresidente de Abengoa, Felipe Benjumea, por un posible delito de administración desleal, le ha retirado el pasaporte como medida cautelar. Mientras tanto, la compañía sigue buscando su viabilidad con un plan con el que quiere convencer a sus acreedores de que cuenta con negocio suficiente para evitar el concurso, un escenario que la llevaría a la liquidación y que «supondría enormes pérdidas» para todos.

Este documento «conservador» y «realista» supone la «mejor manera de maximizar el valor» de la compañía, según Toni Álvarez, representante de Álvarez&Marsal, firma que ha asesorado a Abengoa para la elaboración del plan, remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que cifra en 5.395 millones de euros el valor de la «nueva Abengoa» que salga del preconcurso, es decir, «siete veces más en operación que en liquidación».

El plan dibuja un modelo de negocio capaz de generar unos 1.000 millones de euros de caja entre 2007 y 2020, un impacto positivo derivado de desinversiones de activos no estratégicos de 473 millones en 2016-2017 y la salida de proyectos con altos requerimientos de efectivo, lo que reducirá sus necesidades de caja en 2.095 millones en el mismo periodo. También plantea un ajuste de la base de costes de unos 200 millones hasta 2018. Una serie de variables que, no obstante, afrontan eventuales riesgos como la dificultad para las desinversiones, unos costes de salida de proyectos mayores de los inicialmente previstos o falta de visibilidad sobre la financiación para las necesidades inmediatas de liquidez.

En cuanto a las necesidades de liquidez, Abengoa las cifra en 826 millones de euros para este año, a los que se sumarían 304 millones de euros para 2017. Junto a esto señala a la necesidad de «garantías técnicas» por valor de 525 millones para poder trabajar. La compañía dibuja una nueva Abengoa, centrada en la actividad de ingeniería y construcción, con el foco en menos líneas de negocios y con fuertes controles financieros para los nuevos proyectos que se pongan en marcha. Así, el grupo espera que los nuevos proyectos cuenten con un margen de entre el 8,7% y el 14% y que cumplan escrupulosamente con los criterios establecidos.

También establece una severa disciplina financiera, centrada en la generación de caja, y con criterios aplicados proyecto a proyecto, con el objetivo de que las necesidades de efectivo de unos «contaminen» el beneficio de otros, según Toni Álvarez. El plan, elaborado junto a Alvarez&Marsal, busca presentar una nueva compañía viable «saneada y rentable» para accionistas y acreedores frente a un proceso de liquidación que «supondría enormes pérdidas para todas las partes presentes en la negociación».

Con el 28 de marzo como fecha tope para evitar el que sería el mayor concurso de acreedores de la historia de España, este plan servirá de base para que KPMG elabore una «solución global» y se inicien las negociaciones que permitan el saneamiento financiero, reduciendo la deuda a un tercio (de los 9.000 millones actuales a 3.000 millones) y permitiendo la viabilidad de la ingeniería andaluza. En lo que se vislumbra como una negociación compleja para intentar reducir esos 6.000 millones de deuda: quitas (que la banca rechaza de entrada), capitalización de la deuda, préstamos participativos a largo plazo o una combinación que, finalmente, terminará dando el control de Abengoa a bancos y fondos.

Retirada de pasaporte a Benjumea

La Audiencia Nacional ha impuesto al expresidente de Abengoa, Felipe Benjumea, medidas cautelares consistentes en la retirada del pasaporte y la obligación de comparecer los días 1 y 15 de cada mes en el juzgado. La juez Carmen Lamela atiende así la petición del fiscal José Perals y le prohíbe la salida de España al considerar que no existe certeza de que Benjumea no eluda a la justicia en el futuro. Acusado de administración desleal a raíz de la querella de dos bonistas de la compañía, Benjumea declaró esta semana junto con el exconsejero delegado, Manuel Sánchez Ortega, a quien se le investiga además por el uso de información privilegiada tras su fichaje por Blackrock.

Sobre el cobro de indemnizaciones millonarias de 11,5 millones y 4,5 millones de euros a Benjumea y Sánchez Ortega, respectivamente, la juez advierte de que existen indicios de su posible participación en el cobro de unas cantidades «que no se corresponden con las pactadas con la compañía, ni son acordes con el estado económico y financiero de la misma» en el momento del cese. Una versión que cuestiona la del expresidente de Abengoa, que alegó que es una práctica normal «para asegurar su permanencia en el cargo», y aseguró que su salida fue consecuencia de una exigencia verbal impuesta por las entidades financieras, especialmente por el Santander, de la que no existe constancia por escrito.

El expresidente de Abengoa afirmó que la empresa «no tiene ningún problema salvo el de liquidez», y achacó la situación que actualmente atraviesa la compañía, en preconcurso de acreedores, a la reforma del sector eléctrico y de las renovables puestaen marcha por el Gobierno. Sánchez Ortega, por su parte, aseguró que su entrada en Blackrock cuando los títulos de Abengoa comenzaron a desplomarse en Bolsa, que es el origen de la acusación que pesa sobre él por uso de información privilegiada, fue «una coincidencia».

El consejo de Abengoa aborda este lunes el plan de viabilidad para optimizar su negocio

EFE.- Abengoa llevará este lunes ante su consejo de administración el plan de viabilidad con medidas para aligerar y optimizar su negocio, un paso previo clave para afrontar la reestructuración de la deuda que evite el concurso de acreedores. Para elaborarlo, la compañía andaluza, en preconcurso de acreedores desde noviembre, ha analizado todos sus proyectos y los clasificó en función de su rentabilidad, necesidades de capital y generación de ingresos. El siguiente paso para evitar el concurso es empezar a deshacerse de algunos de esos proyectos.

Así, ya puso a la venta su línea de negocio de biocarburantes, el de bioetanol a partir de grano, con presencia en Brasil, Estados Unidos y Europa, así como varios terrenos e incluso plantas de generación eléctrica. También colgó el cartel de «se vende» en algunos de sus inmuebles en Madrid y Sevilla, considerados activos no estratégicos. El objetivo es dejar una «nueva Abengoa» de menor tamaño, centrada en los negocios más rentables y que preserve su tecnología e innovación. De hecho, el plan dibuja un resultado bruto de explotación (ebitda) de aproximadamente la mitad al registrado en 2014 (1.400 millones de euros). Como más vale y valdrá la compañía, señalan diversas fuentes, es con proyectos que permitan generar valor.

Pero tras este redimensionamiento del negocio está la deuda, el verdadero eje de una negociación que permitirá salvar del concurso a la empresa saneando su estructura financiera. Una deuda que, en esa nueva Abengoa, debería rondar los 3.000 millones frente a los 9.000 millones que la asfixiaron y abocaron a la solicitud de preconcurso. Un fuerte ajuste que deben pactar las partes, es decir Abengoa y sus acreedores (banca y bonistas), en una negociación que se vislumbra larga y complicada.

Sobre la mesa se dibujan, junto a las puntuales desinversiones, varias vías para reducir esos 6.000 millones de deuda: quitas, capitalización de la deuda, préstamos participativos a largo plazo o una combinación de varias que, al final, terminará previsiblemente dando el control de la compañía a bancos y fondos. Para la banca acreedora, que rechaza de entrada quitas directas sobre la deuda, la capitalización es la opción que más puede encajar antes de llegar al concurso, un escenario que parece más alejado pero aún presente.

También destacan las discrepancias entre los acreedores. Prueba de ello es que la banca, organizada en torno al denominado G-7 (Santander, Bankia, Popular, CaixaBank y Sabadell, junto a HSBC y Calyon), rechazó los intereses que planteaban los bonistas de Abengoa para inyectar liquidez a la compañía, unos 160 millones de euros para mantener la empresa en los próximos dos meses que restan de preconcurso. Finalmente, en paralelo a todas estas negociaciones, avanza la vía judicial con el 16 de febrero como fecha fijada para que declaren en calidad de investigados, por un posible delito de administración desleal, el expresidente de Abengoa, Felipe Benjumea, y el que fuera consejero delegado de la compañía, Manuel Sánchez Ortega.

Los exdirigentes de Abengoa avalan con pólizas de seguro sus fianzas judiciales mientras la compañía elabora su plan de viabilidad

EFE / Servimedia.- El expresidente de Abengoa Felipe Benjumea y el exconsejero delegado Manuel Sánchez Ortega aportaron dos pólizas de seguros cada uno para avalar las fianzas de 11,5 millones y de 4,5 millones de euros, respectivamente, que les había fijado la Audiencia Nacional. Benjumea reclamó además a la jueza que aclare si de esa cantidad, que se corresponde con la indemnización cobrada tras abandonar la empresa, deben restarse las correspondientes retenciones fiscales.

En un escrito presentado, fechado el pasado 23 de diciembre y que han facilitado fuentes jurídicas, se señala que en la exigencia de esta fianza adolece «un concepto oscuro» y solicita aclaración. Una aclaración que tiene que ver con un tema fiscal: en el escrito se recuerda que cualquier indemnización recibida está sujeta a retención fiscal a través del IRPF y que puede llegar a ser del 45% del importe bruto cobrado. Ante esto, añaden, se cuestiona si se debe afianzar la cantidad que corresponda «una vez deducidas las cantidades retenidas a cuenta del IRPF y que no han percibido«.

Según han explicado fuentes jurídicas, los dos exdirectivos de Abengoa presentaron dos pólizas de seguro cada uno de compañías distintas para cubrir las fianzas exigidas por la Audiencia Nacional. La juez comunicará ahora estas peticiones a la Fiscalía para que informe de si con ello se da por satisfecha la fianza. El pasado 18 de diciembre la Audiencia Nacional admitió a trámite la querella presentada por dos bonistas, representados por el despacho Ius+Aequita, contra los exdirectivos de Abengoa Felipe Benjumea y Manuel Sánchez Ortega, a quienes les impuso una fianza civil de 11,5 millones y 4,5 millones de euros, respectivamente.

En un auto, la juez cree que pudieron incurrir en un delito de administración desleal y, en el caso de Sánchez Ortega, otro de información privilegiada tras su fichaje por el fondo Blackrock. La magistrada acordó además pedir a Abengoa la información que tenga de pagos hechos en 2015 a Benjumea (expresidente) y a Sánchez Ortega (ex consejero delegado) por abandonar la empresa, cantidades que se corresponden con esas fianzas civiles. Abengoa presentó el pasado 25 de noviembre preconcurso de acreedores lastrada por su alto endeudamiento, ya que suma más de 9.000 millones de deuda financiera y casi 5.000 millones en pagos pendientes a proveedores.

Abengoa elabora plan de viabilidad

Mientras tanto, la compañía se encuentra ya trabajando en la elaboración de un plan de viabilidad para garantizar el futuro de la compañía tras conseguir la semana pasada suscribir un préstamo de 106 millones de euros con la banca acreedora, según informaron fuentes de la compañía. La compañía hispalense firmó el pasado jueves con sus acreedores financieros un contrato de préstamo por importe de 106 millones de euros con vencimiento a 17 de marzo de 2016, después de solicitar el preconcurso de acreedores en noviembre, cuando se abrió un periodo de tres meses, prorrogable otro más, para negociar con los acreedores un acuerdo de refinanciación.

De esta forma, la compañía entra ahora en una segunda fase en la que ya se encuentra diseñando un plan de viabilidad que previsiblemente incluirá desinversiones y reducción de gastos, si bien ya está realizando «ajustes continuados» en la empresa que implican, entre otras medidas, la reducción de plantilla en sedes y el trasvase de equipos. Abengoa destacó tras la firma del préstamo que avanza «positivamente hacia su viabilidad». Asimismo, explicó que su objetivo principal es encontrar una «solución adecuada» para todos los actores involucrados, como son empleados, inversores, clientes, proveedores y comunidades en las que la compañía está presente.

En este sentido, sostuvo que está «plenamente comprometida con este objetivo, trabajando día y noche junto con los asesores para asegurar el mejor resultado y alcanzar un consenso con respecto al plan de viabilidad». Para todo ello, Abengoa cuenta con el asesoramiento de dos equipos de colaboradores provenientes de Alvarez&Marsal, especializada en procesos de viabilidad de compañías de todo el mundo; y Lazard, más concentrada en las negociaciones con las entidades financieras y que también colaborará en el proceso de venta de activos no estratégicos.

Abengoa México suma nuevos impagos

La filial de Abengoa en México incurrió de nuevo en el impago de intereses, que ascienden ya a unos 311.165 dólares según Monex Grupo Financiero.  «Si la emisora incumple con cualquiera de sus obligaciones derivadas de los certificados y dicho incumplimiento no fuere subsanado en un plazo de 5 días hábiles, se configurará una causal de vencimiento anticipado», explicó el grupo financiero. Por ello, se podrían declarar «vencidas anticipadamente todas las cantidades pagaderas por la emisora conforme a los certificados». Junto a los impagos de cupones en México, la compañía también admitió el impago de las cantidades previstas para 6 emisiones de deuda en Irlanda.

Imponen fianza de 16 millones de euros para la cúpula de Abengoa, que esta semana recibirá 113 millones de liquidez

Redacción / Agencias.- Abengoa recibirá esta semana una inyección de liquidez de emergencia, por 113 millones de euros, que necesita la compañía para hacer frente a sus compromisos inmediatos y proseguir con su actividad. Mientras, la juez de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela, admitió a trámite la querella contra los exdirectivos de Abengoa Felipe Benjumea y Manuel Sánchez Ortega, a quienes impuso una fianza civil de 11,5 y 4,5 millones de euros, las mismas cantidades que cobraron como indemnizaciones tras dejar la empresa.

En un auto, la juez cree que pudieron incurrir en un delito de administración desleal y, en el caso de Sánchez Ortega, otro de información privilegiada tras su fichaje por el fondo Blackrock. La magistrada acuerda además pedir a Abengoa la información que tenga de pagos hechos en 2015 a Benjumea (expresidente) y a Sánchez Ortega (ex consejero delegado) por abandonar la empresa, cantidades que se corresponden con esas fianzas civiles. La juez pide además a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que le entregue la información sobre esos pagos, así como de las operaciones de compraventa de acciones de Abengoa desde agosto realizadas por el fondo Blackrock.

En el auto, la magistrada recoge las acusaciones de los dos bonistas que han presentado la querella, a través del despacho Ius+Aequitas, y que califican de «horrible» la gestión de la empresa. Los bonistas acusan a los exdirectivos de haber abandonado Abengoa poco antes de que se presentara el preconcurso con unas indemnizaciones o contraprestaciones contractuales millonarias cuando conocían la auténtica realidad económico financiera de la empresa. Asimismo denuncian que, tras abandonar la empresa, el ex consejero delegado fue contratado por la empresa Blackrock, en la que «se habría beneficiado de su conocimiento de la situación real de Abengoa mediante la adquisición a la baja de acciones de la misma».

También en el plano judicial, la Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (Aemec) presentó la primera demanda de responsabilidad civil contra la compañía y su consejo de administración en nombre de 250 accionistas minoritarios por daños y perjuicios. Según el despacho de abogados Cremades & Calvo Sotelo, responsable de la defensa de estos accionistas, la demanda se presentó en el Juzgado de lo Mercantil de Sevilla, que deberá decidir sobre su admisión a trámite. La demanda se interpone con base en la Directiva comunitaria de obligaciones de información y transparencia al mercado de las sociedades cotizadas, transpuesta a nuestro ordenamiento por la vigente Ley de Mercado de Valores.

Recibirá 113 millones de euros

Abengoa recibirá esta semana el visto bueno de los bancos acreedores a la inyección de liquidez de emergencia por 113 millones de euros que necesita la compañía para hacer frente a sus compromisos inmediatos y proseguir con su actividad, entre ellos el pago de las nóminas y la extra de sus empleados de diciembre. En concreto, una vez analizados por los departamentos de riesgo de cada entidad financiará, a principios de esta semana, previsiblemente el martes, se trasladarán por la banca a Abengoa las condiciones del préstamo para que sea ratificado por el grupo de ingeniería y energías renovables, informaron fuentes participantes en las negociaciones.

La concesión de esta inyección, en la que casi con toda seguridad participará el Instituto de Crédito Oficial (ICO) con un apoyo de aproximadamente unos 20 millones de euros, no estará exenta, eso sí, de condiciones por parte de la banca, que exigirá también garantías, entre las que figurarán la participación del grupo en Abengoa Yield, y la presentación de una propuesta de reestructuración. Asimismo, la firma Lazard, contratada por la compañía, trabaja en un plan de viabilidad para Abengoa que se prevé esté listo para presentar a la banca acreedora a mediados de enero.

Hay un G7 en negociaciones

La banca acreedora de Abengoa creó un G7 para liderar la negociación en el preconcurso de la compañía, formado por los cincos bancos españoles principales acreedores de la compañía, Banco Santander, CaixaBank, Bankia, Banco Sabadell y Banco Popular, junto a HSBC y Société Générale. En su primera reunión con la banca, Abengoa presentó unas necesidades de liquidez por unos 450 millones de euros para llegar hasta marzo, un total de 100 millones de euros hasta finales de año y 350 millones de euros más para el primer trimestre del 2016.

El pasado noviembre, Abengoa solicitó formalmente ante un juzgado de Sevilla el preconcurso de acreedores, con el que dispondrá de un plazo de cuatro meses para negociar una solución con sus acreedores. Con el procedimiento de preconcurso, la compañía sevillana trata de sortear el que sería el mayor concurso de la historia de España, por delante del de Martinsa Fadesa. Abengoa, por su parte, cifra en 8.903 millones de euros su deuda total bruta consolidada, cuyo coste medio es del 7%. De esta cifra, la mayor partida es deuda corporativa, por un importe de 5.828 millones a un coste medio del 7,6%. El pasivo total del grupo a cierre del tercer trimestre ascendía a más de 24.700 millones de euros.