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Dinamarca, Alemania, Irlanda, Italia y España pagaron el recibo de electricidad más caro de la Unión Europea en 2015

Europa Press / EFE.- El precio de la electricidad en los hogares españoles fue el quinto mayor de la Unión Europea durante el segundo semestre de 2015 y se situó sólo por detrás de los registrados en Dinamarca, Alemania, Irlanda e Italia, según datos de Eurostat. El último informe muestra que, al medirse esta variable según el poder de compra de los ciudadanos de cada país, España ocupa la tercera posición de la Unión Europea, empatada con Rumanía y por detrás de Portugal y Alemania.

Durante el segundo semestre de 2015, el precio de la electricidad subió de media un 2,4% entre los 28 países de la Unión Europea con respecto al mismo periodo de 2014, hasta 21,1 euros por cada 100 kilovatios hora (kWh). En el caso de España, el incremento del semestre fue menor, del 0,1%, mientras que el precio de los 100 kWh se situó en 23,7 euros. España solo es superada por Dinamarca (30,4 euros), Alemania (29,5 euros), Irlanda (24,5 euros) e Italia (24,3 euros). Pese a no aludir al término de la potencia contratada, Eurostat asegura que el precio incluye costes regulados y corresponde a un consumidor medio de entre 2.500 y 5.000 kWh anuales.

Los precios de la electricidad han subido un 33% en la Unión Europea desde 2008 y en la actualidad oscilan desde el nivel más bajo, que se da en Bulgaria con 10 euros por cada 100 kWh, hasta el más elevado, que se da en Dinamarca, con 30 euros. Una vez ajustado al poder de compra de cada país, España registra un precio de 26,5 euros, el mismo que Rumanía, y solo por debajo de los 29,3 euros de Portugal y los 28,3 euros de Alemania. La mejor relación entre precio y poder de compra se da en Finlandia, Suecia, Luxemburgo y Francia, con unos niveles que oscilan entre los 12 y los 15 euros.

Los mayores aumentos en los precios de la electricidad doméstica se registraron en Letonia (26,8%), Bélgica (15,1%) y Bulgaria (6,9%). Por contra, los mayores descensos se observaron en Chipre (22%), Lituania (5,8%) e Irlanda (3,2%). Los impuestos y gravámenes representaron de media el 33% de los precios de la electricidad en la Unión Europea en la segunda mitad de 2015 y el 23% de los del gas. En lo que respecta a la electricidad, la proporción de impuestos y gravámenes asociados variaron significativamente entre los Estados miembros, desde el 69% en Dinamarca, el 52% en Alemania y el 50% en Portugal al 5% en Malta y en el Reino Unido.

En cuanto al precio doméstico del gas, durante el segundo semestre de 2015 se produjo un descenso interanual del 1,7% en la Unión Europea, hasta una media de 7,1 euros por 100 kWh. Este producto experimentó un encarecimiento del 35% desde 2008 y en la actualidad oscila entre los 3 euros de Rumanía y los 12 en Suecia. El precio medio de los 100 kWh de gas en España fue el tercero más elevado de la Unión Europea, con 9,3 euros, frente a la media de 7,1 euros de la Unión Europea, y solo por detrás de Suecia y Portugal. Este nivel se produjo a pesar de abaratarse un 2,9%.

La luz bajó un 3,1% en abril y un 19% en lo que va de año, según el INE

Europa Press / Servimedia.- El recibo de la electricidad experimentó una bajada del 3,1% en abril con respecto a marzo y acumula un descenso del 19,4% en lo que va de año, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), mientras que el coste del gas natural bajó un 2,7% y en lo que va de año un 4,5%. La bajada mensual de abril se suma a las del 0,4% en marzo, del 6,5% en febrero y del 10,6% en enero.

En términos anuales, se abarata un 18,2% del recibo y un 13,2% en gas. Además, si se toman como referencia los datos recogidos a partir de la calculadora Lumios de Red Eléctrica de España (REE), el recibo de electricidad del consumidor medio experimentó un descenso de casi un 4% en abril con respecto al mes anterior. Esta evolución de precios corresponde a un consumidor medio, con una potencia contratada de 4,4 kilovatios (kW) y una demanda anual de 3.900 kilovatios hora (kWh). En abril, este consumidor pagó un total de 53,39 euros por el recibo de la luz, frente a los 55,55 euros de marzo.

Posible nueva caída en mayo

Asimismo, el coste de producción de la electricidad en España ha seguido abaratándose durante las dos primeras semanas de mayo con respecto a abril ya que han continuado las lluvias en buena parte de la península. Esto supone en el recibo eléctrico de los hogares acogidos al Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC) una bajada de alrededor un 0,9% con respecto a abril y un descuento que se eleva al 19,75% en comparación con mayo de 2015. Concretamente, el precio de generación de la electricidad en España estas dos semanas se ha reducido un 2,4% en comparación con la media del mes de abril, según los datos del pool eléctrico del operador del mercado OMIE.

El coste de la electricidad ha pasado de 24,11 euros por megavatio hora (MWh) en abril, a reducirse hasta los 23,53 euros por MWh en las dos primeras semanas de mayo. Dado que el componente de la energía supone en torno a un 37,5% del recibo eléctrico, cuyo restante se forma con los impuestos y los peajes, este descenso del precio de la electricidad tiene un impacto a la baja en la factura del 0,9%.

Si se compara el dato de este arranque de mayo con el de mayo de 2015, el precio de producción de la electricidad se redujo un 47,9%, ya que entonces se situó en 45,12 euros por MWh, lo que supone en el recibo una bajada del 18%. A esta rebaja se debe sumar el impacto del descenso del 2,8% de los peajes eléctricos con respecto al año pasado, que al trasladarse a la factura supone una bajada adicional del 1,75%, lo que eleva el abaratamiento del recibo hasta el 19,75%.

Los carburantes suben un 2%

Por su parte, los carburantes y lubricantes se encarecieron un 2% en abril, lo que representa el segundo mes consecutivo de incremento tras al aumento del 3,4% registrado en marzo, según los datos del INE. El crecimiento del precio de los carburantes en marzo y en abril rompió con la tendencia bajista registrada a partir de mayo de 2015. Durante estos 9 meses se han dado descensos continuos a excepción de noviembre, cuando su precio se congeló. A pesar del incremento del mes pasado, el precio de los carburantes acumula un descenso del 13,4% desde abril de 2015, así como una caída del 0,9% en lo que va de año.

Casi la mitad de los consumidores no entiende la factura de la luz, según la CNMC

Redacción / Agencias.– El 46,5% de los usuarios considera que la factura de la luz es poco comprensible o incomprensible, según el Panel de Hogares de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). El estudio del regulador muestra que este porcentaje de incomprensión es muy superior al de otros suministros. La tasa se reduce al 34,8% en el caso del gas natural, al 15,4% en el de la banda ancha y al 15,1% en el de la telefonía fija.

Respecto a la atención que prestan los usuarios al leer las facturas, los resultados son más homogéneos entre servicios y aproximadamente la mitad declara leerlas con atención, al tiempo que uno de cada tres apenas les echa un vistazo. Un 53% de los hogares con servicios de telecomunicaciones recibe las facturas de su operador de forma electrónica mientras que es más común el uso de recibos en papel en el caso de los bancos (58,3%), gas natural (75,9%) y las facturas de la electricidad (81%).

De los hogares que reciben factura electrónica, un 43% no la había solicitado activamente y un 22% declara que no fueron informados sobre la posibilidad de recibirla. En cuanto a la forma en que reciben la factura electrónica, casi la mitad declara que recibe un aviso en una cuenta de correo electrónico, pero debe consultar la web para ver la factura, y casi un tercio que la recibía con todos los detalles en el correo electrónico. Un 29% de los hogares declara no recibir ningún aviso. Por último, aunque casi un 60% de los hogares reconoce consultar las facturas electrónicas regularmente, a medida que va recibiéndolas, hay un 6,4% de los hogares donde las facturas electrónicas no se consultan nunca.

1 de cada 4 hogares españoles se declara insatisfecho con su servicio de electricidad, según datos de la CNMC

Europa Press / Servimedia.- El 25,9% de los hogares españoles se declara poco o nada satisfecho con su servicio de electricidad, casi un punto y medio por encima de lo que opinaban hace 6 meses, según datos del último trimestre de 2015 del Panel de Hogares de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). En el caso del gas natural, este porcentaje cae hasta el 14,5% de los hogares, según los datos de la encuesta realizada sobre 4.249 hogares y 8.660 individuos.

Entre los hogares que se declaran insatisfechos con el servicio, el precio es el principal motivo apuntado. En concreto, un 92,6% de los hogares insatisfechos con su proveedor de electricidad opina que el servicio es caro, mientras que más de la mitad considera que las facturas de electricidad o las tarifas no son claras. Por su parte, más de un 40% cree que falta información sobre las condiciones del contrato, mientras que la falta de calidad del servicio de electricidad es citada por un 18,6% de los hogares, algo positivo en comparación con los datos ofrecidos por las telecomunicaciones y televisión de pago. Los resultados del gas siguen un patrón similar, aunque, en general, con mejores resultados que la electricidad.

Menores reclamaciones para la energía

Por lo que se respecta a la satisfacción con el precio de los servicios, un 60,3% del total de los hogares está poco o nada satisfecho con los precios del servicio de la electricidad. Por su parte, el 46,7% de los hogares con servicio de gas natural están insatisfechos con el precio del servicio. En cambio, los servicios de telefonía e internet obtienen mejores resultados, al declararse insatisfechos con los precios uno de cada cuatro usuarios, mientras que en el caso de las telecomunicaciones fijas son aproximadamente un 37% de los hogares los que se declaran insatisfechos con los precios.

A pesar de que los hogares españoles declaran mayor insatisfacción con los servicios de electricidad y gas natural, son los servicios de telecomunicaciones los que reciben más reclamaciones. Así, algo más del 15% de los hogares que tienen servicio de banda ancha fija o telefonía fija han presentado una reclamación en el último año. Por el contrario, únicamente ha reclamado el 7,7% de los hogares con servicio de electricidad y el 6% de los que tienen gas natural, lo que le sitúa como el servicio con menor porcentaje de reclamaciones.

En el caso de los servicios de electricidad y gas natural, más de 6 de cada 10 reclamaciones estuvieron relacionadas con problemas en la facturación, mientras que apenas un 15% estuvieron relacionadas con la falta de calidad del servicio. Los datos también revelan que las empresas de telecomunicaciones hacen mayores esfuerzos para captar clientes que las energéticas ya que a aproximadamente la mitad de los hogares no les ha llamado su operador de energía ni ningún competidor para ofrecerles sus servicios o mejorar las condiciones.

Un consumidor medio ahorra un 16,2%, 45 euros, en su factura de la luz en lo que va de año

Servimedia / Europa Press.– Un consumidor medio acogido al Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC) se ahorró 44,93 euros en la factura de la luz en el primer cuatrimestre de 2016, gracias a que se ha producido un fuerte abaratamiento del precio de producción de la electricidad como consecuencia de que en el periodo ha habido mucho más viento y lluvia en el país.

En concreto, el coste de la factura de la luz en esos meses fue de 233,26 euros, un 16,2% menos que los 278,19 euros del recibo correspondiente al mismo cuatrimestre de 2015, según muestran los datos del simulador de la factura de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Dicha evolución del precio de la luz se corresponde con la factura de un consumidor medio con una potencia contratada de 4,4 kilovatios (kW) y una demanda anual de 3.900 kilovatios hora (kWh). De estos 233,26 euros, los consumidores pagaron 60,82 por el término fijo, 122,58 por el consumo, otros 9,38 por el impuesto eléctrico y los restantes 40,48 euros por el IVA.

Dicha caída cuatrimestral se produce tras una nueva caída del coste en abril, cuando el precio de la factura de electricidad registró una bajada del 4,9%, en comparación con marzo, al situarse en 54,44 euros. De esta manera, la luz vuelve a bajar en abril tras la subida del 2,1% en marzo, que estuvo precedida de bajadas en enero, cuando la luz redujo su coste un 11,4% con respecto a diciembre, y febrero, cuando se abarató un 9,8%. En comparación con 2015, hay un abaratamiento del recibo en abril del 20,9%, ya que hace un año la factura supuso 68,86 euros de media al consumidor.

Comienza mayo aún más barato

Durante el puente de mayo el suministro fue un 4% más barato que en la media del mes. Estos cálculos han sido realizados por la empresa de asesoramiento de tarifas de energía Selectra. En concreto, el precio medio de la electricidad el día más barato, el 10 de abril, fue de 0,0697 céntimos de euro por kilovatio hora (kWh), mientras que el más caro fue el 2 de abril, en el que el kWh se pagó a una media de 0,0985 céntimos por kWh. La hora más barata de abril fue de media entre las 5.00 y las 6.00 horas de la madrugada y la más cara fue entre las 22.00 y las 23.00 horas.

En todo el mes de abril, el momento más económico para consumir electricidad fue el martes 19 entre las 05:00 y las 06:00 de la madrugada y el peor momento del mes fue el jueves 21 a las 22.00. Asimismo, durante el puente de mayo, los precios bajaron de media un 4% siendo el sábado 30 a la 1.00 horas el momento más caro para consumir, y el más económico fue el domingo 1 de mayo a las 19.00 horas.

Moody’s sube de estable a positiva la perspectiva de la deuda de Iberdrola al tiempo que mantiene su rating

EFE / Servimedia.– La agencia de calificación Moody’s decidió mantener nota de la deuda de Iberdrola en Baa1, lo que se conoce comúnmente como aprobado alto, y mejoró la perspectiva de estable a positiva, lo que avanza una posible mejora de la calificación en el futuro. Se trata de la segunda acción en este sentido tras la realizada por Standard&Poor´s, que elevó la calificación crediticia de Iberdrola a largo plazo hasta BBB+, desde el anterior BBB, con perspectiva estable.

Según señala Moody’s, el cambio en la perspectiva responde a los progresos de la eléctrica durante 2015, ejercicio en el que ha alcanzado sus objetivos financieros con un año de antelación, y a la normalización del entorno regulatorio en España. Asimismo, tiene en cuenta los nuevos planes de la compañía para el periodo 2016-2020, una estrategia que, aunque prevé más inversión y mayor dividendo para los accionistas, para Moody’s sería posible aplicar manteniendo el perfil financiero y de deuda. La agencia cree que aún con lo dispuesto en estos planes será capaz de mantener una situación financiera compatible con una nota de A3 o notable bajo, un escalón por encima de la que tiene ahora.

Gesto con desalojados de Ondarroa

Por otro lado, la compañía eléctrica no pasará ninguna factura a las 176 familias de Ondarroa (provincia de Vizcaya) que han sido desalojadas de sus hogares, como consecuencia de los desprendimientos de Kamiñalde, mientras dure el desalojo. En una carta remitida por Iberdrola al Ayuntamiento de Ondarroa, esta entidad asegura que, con esta medida, que ha sido consensuada con todas las empresas comercializadoras de electricidad implicadas, estas compañías tratan de «paliar» en la medida de sus posibilidades los daños que vienen sufriendo los vecinos afectados.

Además, la última factura de consumo de electricidad, la del mes de marzo que se emite en abril, será rectificada con el fin de que no suponga coste para las familias desalojadas. Estas iniciativas serán aplicadas a todos los domicilios afectados por el desalojo, con independencia de su empresa comercializadora, según la misiva. De la misma forma, Iberdrola Distribución renunciará al cobro de las gestiones de alta en el caso de los vecinos realojados que en sus nuevas viviendas precisen realizar un nuevo contrato. No obstante, los residentes deberán presentar el boletín que garantice la seguridad de la instalación eléctrica.

Todos los costes de acceso, en juego en Europa

A propósito de la investigación de Competencia de la Unión Europea, decíamos ayer, una de las cuestiones que más han sorprendido a estas autoridades comunitarias es el volumen de las mismas y, a la vez, la carencia de estudios de demanda que avalasen estos incentivos. Aplicado a nuestro país el problema es que, con la sobreoferta existente de capacidad de generación y con la caída de demanda acumulada en los últimos años, aún no recuperada, desde las autoridades comunitarias no se aprecia justificación de su necesidad.

En el caso español, esto cobra especial relevancia en la medida en que se computa dentro del recibo de la luz en forma de costes de acceso, de forma que este apartado creció exponencialmente respecto a la evolución del coste de la energía consumida. Ya hay campañas en la red evidenciando tal desproporción. Cada estratagema de solución a problemas pasados genera nuevos problemas y éste es uno que se está larvando. Son varios los aprendizajes a extraer de esta situación:

En primer lugar, esta investigación respecto a los conceptos incluidos en los costes de acceso es algo que se veía venir y sobre lo que ya se había advertido en numerosas ocasiones y por numerosas voces expertas. Otra cosa es la voluntad férrea y marcada de no darnos por enterados de las malas noticias, o incluso de la ley de la gravedad si se diera el caso, habilidad que en España permite mirar hacia otro lado en lo que se refiere a las condiciones de competencia y el derecho comunitario.

Además, por su inclusión en la tarifa en forma de cuña gubernamental, el volumen de la misma es enorme para el consumidor español doméstico, empresarial e industrial. Por muy sofisticados que sean los sistemas de los que se han servido los sucesivos gobiernos para articular estas ayudas, su cuantía ha perdido cualquier relación con la realidad, la comparación y la necesidad. Aunque se adjudique mediante una subasta, si lo que se subasta no tiene correlato con su necesidad, es una cuestión que tarde o temprano se evidencia por si sola.

En segundo lugar, existe un consenso tácito entre nuestros políticos en el que se diluye la percepción de ayuda de Estado o de subvención en estos mecanismos, sin entrar en una valoración objetiva de los mismos. Por desconocimiento, por aquiescencia política o simplemente por evitarse problemas de opinión pública en la esfera representativa o deliberativa. La ortodoxia económica se ha perdido en el maremágnum de las declaraciones respecto de lo que se quiere oír. ¿Se imaginan al parlamento español interino votando en contra de estas tres figuras (ayudas al carbón, pagos por capacidad y pagos de interrumpibilidad) por ser ayudas de Estado, de forma semejante a las iniciativas que se están llevando contra la energía nuclear, el fracking o Garoña?

En tercer lugar, existe otro consenso, el consenso social, alrededor de estas ayudas y sus “finalidades”. Incluso los propios consumidores domésticos tienen una postura pública ausente, es decir, de mirar para otro lado aunque se sufraguen desde el recibo, dado que prefieren la vía de la intervención final administrativa en los precios que la ortodoxia basada en la formación de los mismos a través del mercado y, de forma aditiva, con los elementos que se incluyen en los peajes. Los consumidores y su representación son tolerantes a las subvenciones y los subsidios cruzados que encierran.

En efecto, existe un ambiente social que es propicio a estos mecanismos y ayudas, aunque suponga una factura del suministro más alta, plato de la balanza que se oculta. Que prefiere acudir a la demagogia y a la crítica de grano gordo a los precios eléctricos, tensionar los enfrentamientos antiempresariales que son de mucha más fácil venta, cuestionar el mercado mayorista o recurrir a la sempiterna cantinela de los windfall profits de los retroprogresivos, que atacar el problema, principal en términos cuantitativos, que es la cuña gubernamental incluida en los costes de acceso, criticando las subvenciones o sobreinversiones aunque sea lo sustancial por volumen. Evidentemente en una cultura económica y política como la española tan esquemática, eso no es sexy.

En cuarto lugar, todo procede del fracaso de una liberalización fallida e incompleta, que debería haber partido de la limpieza del recibo de esos costes; en ese caso, probablemente, los precios de la energía para los consumidores domésticos, empresariales e  industriales, necesitados de competitividad, serían otros. Toda cuestión que sea considerada como subvención o como decisión política deberían cargarse en los Presupuestos Generales del Estado.

Adenda. Queda por saber qué ocurre y qué consideran las autoridades de competencia europeas, respecto de la “pieza separada” de los pasados modelos retributivos de las tecnologías renovables en régimen especial, claramente desbordados, exagerados y desproporcionados en ciertas tecnologías, pero cuya alteración en la denominada reforma eléctrica tiene efectos sobre la seguridad jurídica y la retroactividad en las inversiones en el Reino de España. El Gobierno español, por mano del Ministerio de Industria en la etapa Soria, intentó conseguir una declaración semejante, es decir, que fueran considerados como ayuda de Estado, como parapeto contra los arbitrajes y conflictos judiciales abiertos. Lo que está claro es que tenemos mucho en juego en este títere. Casi todos los costes de acceso. Veremos.

El recibo de la luz baja un 15% con respecto al año pasado pese a subir levemente en marzo

Redacción / Agencias.- El coste de producción de la electricidad en España se ha encarecido levemente durante el mes de marzo con respecto a febrero puesto que, pese a que han continuado los fuertes vientos y la lluvia, se observa una subida en el recibo eléctrico de los hogares acogidos a la tarifa regulada, el llamado Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC), de alrededor del 0,38% con respecto a febrero y un descuento que se eleva al 15,1% en comparación con marzo de 2015.

Concretamente, el precio de la electricidad en España en marzo se incrementó un 1% en comparación con la media de febrero, según los datos del pool eléctrico del operador del mercado OMIE. De esta manera, el recibo rompe con dos meses a la baja. El coste de la electricidad ha pasado de 27,5 euros por megavatio hora (MWh) en febrero, a incrementarse hasta los 27,78 euros por MWh en marzo. Dado que el componente de la energía supone en torno a un 37,5% del recibo de la luz, cuyo restante se forma con los impuestos y los peajes, este descenso del precio de la electricidad tiene un impacto al alza en la factura del 0,38%.

Si se compara el dato de este mes de marzo con el del mismo mes del 2015, el precio de la electricidad se ha reducido un 35,6% ya que entonces se situó en 43,11 euros por MWh, lo que supone en el recibo una bajada del 13,35%. A esta rebaja se debe sumar el impacto del descenso del 2,8% de los peajes eléctricos con respecto al año pasado, que al trasladarse a la factura suponen una bajada adicional del 1,75%, lo que eleva el abaratamiento del recibo hasta el 15,1%.

Caída del 15% en trimestre

En lo que respecta al trimestre, el recibo de la luz registra un abaratamiento de más del 15% con respecto al mismo periodo de 2015, con lo que cierra como el trimestre más barato desde los tres primeros meses del 2014. Así, un consumidor medio ha pagado un total de 177,02 euros en los 91 días que van de 2015, frente a los 208,81 euros que destinó a la factura de la luz en el mismo periodo del ejercicio anterior, según datos recogidos a partir del simulador de la CNMC.

Mayor producción eólica e hidráulica

Esta evolución de precios corresponde a un consumidor medio similar al utilizado por el Ministerio de Industria en sus cálculos, con una potencia contratada de 4,4 kilovatios (kW) y una demanda anual de 3.900 kilovatios hora (kWh), propia de una familia con dos hijos. Esta caída se debe, principalmente, al descenso registrado en el precio de la electricidad en el mercado mayorista, conocido como pool, especialmente en los dos primeros meses del año, debido, en gran medida, a la mayor presencia de la eólica y la hidráulica, gracias a los temporales de lluvia y viento. En los dos primeros meses del año, la factura acumulaba un descenso del 10% respecto al mismo periodo de 2015.

El importe de la factura está determinado, en buena parte, por la evolución de la electricidad en el mercado mayorista, que conforma el PVPC junto con los peajes de acceso, que fija el Gobierno para sufragar las actividades reguladas, como la distribución, el transporte o las renovables, y los impuestos. De acuerdo al nuevo mecanismo de formación del PVPC, el cliente paga la electricidad al precio al que cotiza en el momento del consumo siempre que se tenga contador inteligente.

Danosa asegura que instalar claraboyas puede reducir un 30% el consumo eléctrico y 17 euros al mes en la factura

Europa Press.- El uso de claraboyas puede contribuir a reducir la factura de la luz de los hogares hasta en 17 euros mensuales, puesto que pueden llegar a reducir en un 30% el consumo de luz y pueden evitar incluso la necesidad de encender luz artificial, según el especialista en soluciones integrales para la construcción sostenible Danosa.

Danosa explica que la luz natural directa que proporcionan las claraboyas disminuye la necesidad de consumo eléctrico en algunas horas diarias. Por ello, en función de la actividad a realizar, las claraboyas permiten  evitar la luz artificial puesto que la media diaria de luz solar son unas 12 horas. Asimismo, con el color blanco o hielo de las cúpulas exteriores de las claraboyas se transmite el 75% de la luz solar, por lo que la estancia gana «sustancialmente» en luminosidad.

Danosa añade que con un correcto mantenimiento se puede lograr estas ventajas sin el inconveniente de calentamientos excesivos en verano o enfriamientos del interior en invierno. Por ello, recomienda revisarlas una vez al año por ser un producto expuesto a la intemperie y sujeto a cambios bruscos de temperatura.  El responsable técnico de Claraboyas de Danosa, Ignacio Hombrados, manifestó que el ambiente de la luz natural es más confortable que la luz artificial, pero considera que «sin duda uno de los grandes beneficios es la reducción del consumo energético y del gasto para nuestros bolsillos».

El recibo de la luz baja un 8,1% en febrero por el temporal de lluvia y viento

Europa Press / Servimedia.- El recibo medio de electricidad ha experimentado una bajada del 8,1% en febrero con respecto al mes anterior y suma dos meses consecutivos a la baja, tras el incremento experimentado a lo largo del pasado año, según datos recogidos a partir del simulador de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). El abaratamiento en febrero es aún mayor, del 16%, si se compara este mes con el mismo de 2015.

Eso sí, hay que reseñar que para realizar un cálculo homogéneo se han tomado los 29 primeros días de enero y los 29 días de 2015 que van del 31 de enero al 28 de febrero. La fuerte bajada del recibo en febrero se produce tras la rebaja del 11% en enero y supone el segundo descenso mensual consecutivo después de que diciembre cerrara con un incremento mensual del 0,3% y el ejercicio 2015 concluyera con una subida del 5,3%. De hecho, ya en comparación con enero de 2015, se obtuvo el pasado mes un abaratamiento del recibo del 14,4%.

Baja un 24,6% el pool

La bajada de febrero se debe a la evolución a la baja de los precios en el mercado mayorista de electricidad, conocido como pool, debido a la mayor contribución de la hidráulica y eólica. En concreto, el precio medio del pool en febrero ha sido de 27,5 euros por megavatio hora (MWh), un 24,6% inferior al registrado en enero, de 36,5 euros por MWh. El mercado eléctrico había marcado una media de 52,61 euros en diciembre y de 51,7 euros en enero de 2015. Los cálculos sobre el recibo eléctrico son para un consumidor medio similar al utilizado por el Ministerio de Industria, con una potencia contratada de 4,4 kilovatios (kW) y una demanda anual de 3.900 kilovatios hora (kWh).

En febrero, este consumidor medio ha pagado 54,17 euros por el recibo de la luz, frente a los 62,94 euros en enero y los 71,06 euros en diciembre. En apenas dos meses, la factura ha bajado un 26%. Los 54,17 euros de enero se pagaron a razón de 14,19 euros por el término fijo y 28,4 euros por el consumo, frente a los 34,29 euros del mes anterior. Además, el usuario medio pagó 2,18 euros por los impuestos eléctricos y 9,4 euros por el IVA.