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Reducir las emisiones de CO2 y usar más las energías renovables, principales soluciones de los españoles contra el cambio climático

Europa Press.- Ocho de cada diez españoles (83,4%) consideran que existe el cambio climático y un 93% cree que la acción de los seres humanos, la industria, los coches y los gases están influyendo en este fenómeno. De ahí, que las principales medidas que los españoles sugieren contra esta situación son la reducción de emisiones invernadero y el uso de energías renovables.

Así se recoge en el barómetro del CIS, que incluye una serie de preguntas sobre el cambio climático y la percepción que tienen los españoles sobre diferentes aspectos. Los resultados muestran que dos de cada tres españoles considera que las inundaciones y fenómenos que se registraron en los últimos años son consecuencia del cambio climático, pero una mayoría (el 62,7%) cree que aun «se puede parar y dar marcha atrás». Asimismo, un 88% piensa que hay que modificar conductas, mientras que sólo un 4,1% no lo ve de esta manera.

Entre las medidas que los españoles creen que se deberían fomentar en la lucha contra el cambio climático destaca la reducción de emisiones, que defiende un 62% de los encuestados, seguido del uso de energías renovables (42,5%). La sustitución de coches que usan gasolina y gasoil por vehículos eléctricos e híbridos es, con un 23,2%, la tercera medida preferida de los españoles, antes de gestionar adecuadamente los residuos (21,6%). Poner impuestos a las industrias contaminantes o cambiar las calefacciones que usan combustibles fósiles son otras medidas que más apoyo reciben.

En cuanto a la labor de los partidos en esta materia, el 88% cree que le dedican poca o ninguna atención, siendo los partidos de izquierdas los que «más están haciendo por ocuparse del tema». Así lo piensa el 33,3% de los encuestados, frente al 2,8% que cree que son los de derechas quienes más se preocupan, y el 2,4% que respondió que son los partidos de centro. Aún así, el 31,9% cree que no hay «ninguno» que esté haciendo algo contra el cambio climático.

Por partidos, Podemos es el mejor valorado, pues lo marcaron un 9,8% de los encuestados. Le sigue con el 6,9% el PSOE, un 3,6% Los Verdes, un 2% el PP, un 1,5% PACMA, un 1,3% Ciudadanos, un 1,2% IU y con un 1% Equo. Aún así, el porcentaje más alto de esta respuesta, un 15,3% es «Ninguno«. Para la mayoría de los españoles, los partidos deberían dar mucha (36,9%) o bastante (44.6%) importancia a este tema en sus programas electorales. Sin embargo, la mitad de los encuestados (50,9%) reconocen que poco o nada les influye esta materia a la hora de votar a una formación.

Las emisiones globales de CO2 crecen a medida que el carbón avanza y a pesar de que las renovables aumentan

Europa Press.– Las emisiones globales de combustibles fósiles van camino de aumentar por segundo año consecutivo por el creciente consumo energético, según nuevas estimaciones del Proyecto Global de Carbono, una iniciativa liderada por Rob Jackson, de la Universidad de Stanford (Estados Unidos).

«Pensamos, tal vez esperábamos, que las emisiones habían alcanzado su punto máximo hace unos años», afirma Jackson, profesor de Ciencias del Sistema de la Tierra en la Escuela de Energía y Ciencias del Medio Ambiente de Stanford. «Después de dos años de crecimiento renovado, eso fue una ilusión», añade. El informe del Proyecto Global de Carbono, El crecimiento global de la energía está superando la descarbonización, se publica en Environment and Precourt Institute for Energy.

El equipo estima que las emisiones globales de dióxido de carbono procedentes de fuentes de combustibles fósiles, que representan aproximadamente el 90% de todas las emisiones de las actividades humanas, alcanzarán un nivel récord de poco más de 37.000 millones de toneladas en 2018, un aumento del 2,7% sobre la producción de emisiones en 2017, frente al 1,6% de crecimiento del año anterior. «La demanda mundial de energía está superando el poderoso crecimiento de las energías renovables y la eficiencia energética», lamenta Jackson, quien también es miembro principal del Instituto para el Medio Ambiente de Stanford y del Instituto de Energía Precourt. «El reloj no se detiene en nuestra lucha por mantener el calentamiento por debajo de 2 grados», advierte.

En Estados Unidos, se proyecta que las emisiones de dióxido de carbono aumentarán un 2,5% en 2018 después de una década de declives. Los culpables del aumento incluyen un clima que incrementó las necesidades energéticas de calefacción y refrigeración, así como un creciente apetito por el petróleo frente a los bajos precios del gas. «Estamos conduciendo más millas en coches más grandes, cambios que están superando las mejoras en la eficiencia de los combustibles de los vehículos», explica Jackson. En general, el uso de petróleo en Estados Unidos va a aumentar más del 1% este año en comparación con 2017.

Sin embargo, el consumo de un combustible fósil ya no sigue aumentando: el carbón. El estudio muestra que el consumo de carbón en Canadá y Estados Unidos ha disminuido en un 40% desde 2005. «Las fuerzas del mercado y el impulso por un aire más limpio están empujando a los países hacia el gas natural, la energía eólica y solar. Este cambio no solo reducirá las emisiones de CO2, sino que también salvará vidas perdidas por la contaminación«, celebra Jackson.

Sin embargo, el estudio muestra que las energías renovables están en gran medida como complementos a las fuentes de energía de combustibles fósiles, en particular el gas natural, en lugar de reemplazarlas. «No es suficiente para que las energías renovables crezcan. Necesitan desplazar los combustibles fósiles. Hasta ahora, eso está sucediendo con el carbón, pero no con el petróleo o el gas natural«, apunta Jackson.

Los investigadores advierten que el aumento en el uso del carbón en regiones donde grandes partes de la población carecen de acceso a una electricidad fiable podría superar los fuertes recortes en el uso de carbón en otros lugares. Se proyecta que las emisiones de India, por ejemplo, crezcan un 6% este año a medida que el país compite por construir nuevas plantas de energía para las necesidades industriales y de los consumidores. «Están construyendo todo, eólico, solar, nuclear y carbón, muy rápido«, describe Jackson.

La demanda de energía está aumentando en todo el mundo. «Es la primera vez en una década que las economías de prácticamente todos los países están creciendo», señala Jackson. Según el estudio, el mayor cambio en las emisiones de carbono de este año en comparación con 2017 es un aumento sustancial tanto en el consumo de energía como en las emisiones en China. Después de 4 años de emisiones estables en medio de la presión para mejorar la calidad del aire, ahora pisa el acelerador.

El crecimiento económico mundial ha aumentado la demanda de hierro, acero, aluminio y cemento fabricado en China. Mientras tanto, una reciente desaceleración en la propia economía de China hizo que el país cambiara su enfoque hacia el desarrollo energético. «China está impulsando proyectos de carbón que estaban en suspenso», apunta Jackson. Como resultado, se espera que sus emisiones aumenten un 5% en 2018, en comparación con un incremento de aproximadamente un 3,5% el año anterior.

Las estimaciones de este año de alguna manera marcan un retorno a un viejo patrón, en el que las economías y las emisiones suben más o menos en sincronía. Sin embargo, la historia reciente sugiere que los dos pueden desacoplarse. Desde 2014 hasta 2016, las emisiones se mantuvieron bastante constantes a pesar del crecimiento del producto interno bruto mundial, en gran parte gracias al reducido uso de carbón en Estados Unidos y China, la mejora de la eficiencia energética y la expansión de la energía renovable en todo el mundo.

«Podemos tener un crecimiento económico con menos emisiones», afirma la científica climática Corinne Le Quéré, de la Universidad de East Anglia (Inglaterra) y autora principal del artículo en Datos del Sistema Terrestre de la Tierra. «No hay duda sobre eso», añade. Durante la última década, al menos 19 países, incluidos Dinamarca, Suiza y Estados Unidos, redujeron las emisiones de dióxido de carbono de fuentes fósiles mientras sus economías crecieron. En 2019, a menos que haya una recesión económica mundial, los investigadores anticipan que las emisiones de dióxido de carbono aumentarán aún más a pesar de la urgencia de revertir el curso. «Necesitamos emisiones para estabilizar y una tendencia rápida hacia la línea cero», afirma Jackson.

El Gobierno podría adelantar aspectos urgentes de la Ley de Cambio Climático mientras Ciudadanos denuncia su “baja técnica legislativa”

Europa Press.- Mientras Ciudadanos ha pedido explicaciones al Gobierno acerca del asesoramiento y los informes utilizados por el Ministerio para la Transición Ecológica para elaborar el proyecto de Ley de Cambio Climático, la ministra Teresa Ribera confirma que el Gobierno podría adelantar los aspectos más urgentes en materia de energía en un Real Decreto ley, aunque prevé «en las próximas» semanas presentar un texto base que garantice una «buena ley» en la que las premisas principales cuenten con «suficiente debate público y consenso«.

En este sentido, Ribera ha defendido que el Gobierno ha trabajado en un texto «bastante completo y amplio» y que, de momento, está «barajando» si algunas de las cuestiones recogidas en él y que considera «urgentes» deben ser «adelantadas» en forma de Real Decreto Ley. Respecto a las fechas, ha precisado que el texto provisional se compartió con los grupos parlamentarios, que ahora están recogiendo sus comentarios para incorporarlos y, precisamente, se está «ultimando» la actualización de este documento «oficial» que será presentado para su debate público «en las próximas semanas», sin perjuicio de que algunos aspectos puedan ser adelantados.

En cuanto a la ambición y liderazgo en materia de lucha contra el cambio climático, apuntó que el Ejecutivo quiere intentar liderar ese proceso sin que «nadie» desde fuera imponga nada, sino porque desde dentro parece lo más responsable para los españoles de hoy y los españoles de mañana y garantizar que hijos y nietos puedan tener un contexto de prosperidad de acceso a la energía, de agua, de estabilidad, de paz importante. «Eso requiere liderar o facilitar un proceso de cambio sin que se produzcan grandes tensiones», ha manifestado.

La propuesta, según ha recordado, pasa por reducir un 20% las emisiones en 2030 respecto a 1990, lo que supone reducir 37 puntos las emisiones. En ese sentido, ha concluido que plantear en 11 años una transformación «tan importante» del modelo energético, con la capacidad de digestión que ese cambio requiere, es un esfuerzo colectivo importante» y por ello ha dicho que busca el consenso sobre esta transición para que sea independiente de quien gobierna.

Ciudadanos pide explicaciones al Gobierno

Por otro lado, a Ciudadanos le llama la atención la «indefinición y baja técnica legislativa» del proyecto de ley, que contiene «más de una decena de mandatos al Gobierno». Apunta la formación naranja que parece más una proposición no de ley, que insta al Ejecutivo a hacer algo, que una norma que recoja obligaciones. Por el contrario, sí existe una «concreción sorprendente», considera Ciudadanos, en lo que se refiere a medidas contra la contaminación y las emisiones. «Este es el caso de la prohibición a partir del año 2040 de la matriculación y venta en España de turismos y vehículos comerciales ligeros con emisiones directas de dióxido de carbono», apuntan.

Para Ciudadanos, este cambio «tan radical» tendría «efectos directos sobre la industria de producción del automóvil en España», siendo el país el octavo del mundo en esta materia, con 2,8 millones de unidades producidas en 2017. En este sentido, recuerda que, en la actualidad, se fabrican 5 modelos de vehículos eléctricos en España, 4 de ellos furgonetas, que suponen unas 10.000 unidades. El partido que preside Rivera cree que una medida así debería ser presentada con tiempo y en el marco de un plan general a sindicatos, asociaciones empresariales y usuarios. «Y éste no parece ser el caso», apunta, para pedir explicaciones al Gobierno sobre los datos consultados para incluir esta iniciativa en la ley.

A través de una iniciativa parlamentaria, Ciudadanos también pide explicaciones sobre el objetivo de lograr 100.000 rehabilitaciones de edificios al año para obtener ganancias en eficiencia energética, y que también se incluye en el texto. Los naranjas aseguran que los estudios independientes, como el de la Fundación La casa que ahorra, fijan en torno a 350.000 viviendas anuales el ritmo necesario para cumplir con los objetivos para 2030 y 2050.

«Para Ciudadanos es una prioridad aprobar una Ley de cambio climático y transición energética para España», explica el partido, que para ello ve necesario establecer objetivos vinculantes ambiciosos para lograr la descarbonización de la economía en 2050«. A su juicio, ese marco normativo para la economía sostenible del siglo XXI debe asegurar «fuertes inversiones y guiar una transición de primera magnitud» y «no puede ser fruto de la improvisación» como, en su opinión hace el Ministerio, sino de «una planificación exhaustiva y un amplio consenso».

La alemana Volkswagen desarrolla un biocombustible llamado R33 BlueDiesel que reduce un 20% las emisiones de CO2 frente al diesel

Europa Press.- Volkswagen ha desarrollado el combustible R33 BlueDiesel en su estación de servicio en Wolfsburg (Alemania), un combustible que permite un ahorro de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de al menos un 20% más que con el diésel convencional, gracias al uso de biocombustibles, según ha indicado la compañía. Los empleados de la firma alemana sometieron este combustible a pruebas durante un periodo de 9 meses, llenando los depósitos de los vehículos de la empresa con el R33 BlueDiesel.

El concepto R33 fue desarrollado conjuntamente por Volkswagen, la Universidad de Coburg (Alemania) y otros socios. El proveedor actual desde enero es Shell Global Solutions en cooperación con Tecosol y Neste, que suministran combustibles certificados según las normas europeas. El R33 BlueDiesel tiene un contenido biológico de hasta el 33% basado exclusivamente en residuos y materiales de desecho. Este nuevo combustible cumple con la norma de diésel DIN EN 590 y con todos los criterios para su uso como combustible estándar y también se puede utilizar en vehículos diésel sin necesidad de convertir el motor, ya que cumple totalmente con el estándar de combustible diésel.

Tras haber superado con éxito la fase de pruebas, el R33 BlueDiesel se está utilizando de forma permanente en las estaciones de servicio de Volkswagen en Wolfsburg (Alemania) y se ha iniciado una operación de prueba en Salzgitter (Alemania). «La respuesta a R33 BlueDiesel es muy alentadora para Volkswagen y sus socios del proyecto. R33 BlueDiesel es particularmente adecuada para las compañías que dependen de los vehículos diesel debido a sus rangos largos de combustible y todavía queremos alcanzar sus objetivos ambientales«, señaló el gerente del proyecto del departamento de Desarrollo de Volkswagen, Thomas Garbe.

Cáritas urge a fijar un plan para salvar el planeta en la conferencia COP24 de la ONU sobre cambio climático

Europa Press.- Una delegación de Cáritas Internationalis participa en las conversaciones de la ONU sobre el cambio climático (COP24) para pedir que los Gobiernos adopten objetivos «más ambiciosos» y «reemplacen los combustibles fósiles con energía renovable» para 2050. La COP24 avanza en la puesta en marcha del Acuerdo de París contra el cambio climático, que se firmó en 2015, con el reto de elevar la ambición para poder alcanzar los objetivos establecidos.

Las conversaciones deberán culminar con la aprobación de un plan para frenar el cambio climático durante la próxima década y abordar sus efectos devastadores en la vida humana, los ecosistemas, la seguridad alimentaria y del agua. Para la red internacional de Cáritas, presente en 165 países y más de 200 territorios del mundo, el coste que el calentamiento global está suponiendo en términos de aumento de desastres naturales y riesgos de sostenibilidad medioambiental «es ya inasumible para las comunidades más vulnerables acuciadas por la pobreza».

Los delegados que participan en la Conferencia anual de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP24) esperan consensuar el Libro de Normas sobre la implementación del Acuerdo de París. Para Cáritas, el Libro de Normas también debe proteger los derechos humanos y hacer que las políticas climáticas nacionales estén abiertas a la gente. Además, se espera consensuar un nuevo marco para la acción mundial sobre el cambio climático, uno de cuyos artículos clave establece el objetivo a largo plazo de limitar el aumento de la temperatura global a menos de 2 grados centígrados y, si es posible, a menos de 1,5 grados.

«Todos los días, somos testigos de los efectos del cambio climático en las personas pobres y vulnerables de todo el mundo. La equidad, la igualdad y la justicia intergeneracional deben ser los criterios guía para las nuevas políticas climáticas», subraya la responsable de Seguridad Alimentaria y Cambio Climático en Cáritas Internationalis, Adriana Opromolla. A su juicio, «la transformación es posible, pero se necesita voluntad política para que esto ocurra». Los países desarrollados han prometido una aportación colectiva anual de 100.000 millones de dólares a partir de 2020 a través del Fondo Verde para el Clima.

Limitar el calentamiento del planeta

El pasado mes de noviembre, el Grupo de Expertos de Cambio Climático de la ONU (IPCC) publicó un estudio que analiza las diferencias entre que la ambición mundial se centre en limitar el aumento de la temperatura global en 2 grados centígrados o bien, si se da un paso más y el objetivo es reducir el calentamiento a 1,5 grados.

El copresidente del Grupo de trabajo I del IPCC, Panmao Zhai, destacó durante la presentación de resultados que uno de los mensajes fundamentales «arrojado de forma contundente» por el informe es que ya se están viviendo las consecuencias de un calentamiento global de 1 grado con condiciones meteorológicas más extremas, crecientes niveles del mar y un menguante hielo marino en el Ártico, entre otros cambios.

El informe del IPCC advierte de que para limitar el calentamiento a 1,5ºC se necesitarán transiciones «rápidas y de gran alcance» en la tierra, la energía, la industria, los edificios, el transporte y las ciudades y que será necesario que las emisiones netas globales de dióxido de carbono (CO2) disminuyan un 45% en 2030 respecto a los niveles de 2010 y alcanzar un balance de cero emisiones en 2050. «Limitar el calentamiento a 1,5°C es posible según las leyes de la química y la física, pero para ello se necesitarían cambios sin precedentes», destacó el copresidente del grupo de trabajo III del IPCC, Jim Skea.

La directora de la oficina española de Cambio Climático, Valvanera Ulargui, señaló que el Gobierno considera que «no es posible avanzar» en una agenda de descarbonización si no se tiene en cuenta a los trabajadores y las poblaciones más vulnerables. En ese sentido, ha dado el apoyo de España a una transición justa y ha puesto de ejemplo el acuerdo que firmó el Gobierno en octubre con los mineros porque es «posible» hacer una transición baja en carbono «teniendo en cuenta a todo el mundo» y aprovechando las nuevas oportunidades que propiciará el modelo verde.

Además, Ulargui tiene expectativas de que en la Cumbre de Polonia se cerrará una agenda técnica con las reglas para que el Acuerdo de París sea “aplicable de manera urgente” y que se pueda medir “lo lejos” que está la comunidad internacional del objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a 2ºC y a 1,5ºC que se recogen en el Acuerdo del Clima.

Avanzar hacia una economía descarbonizada

Asimismo, añadió que en la COP24 hay que hablar de “ambición” para ver como se reduce la brecha entre los compromisos sobre la mesa y los datos de la ciencia. “Tenemos que poner compromisos más ambiciosos para entre todos realmente reducir los impactos del cambio climático y para promover esa economía descarbonizada que va a generar numerosos empleos y oportunidades para modernizar la economía“, manifestó.

La directora subraya que a postura y la ambición de España en la COP es “clara” y ha subrayado que desde que el Gobierno tomó posesión anunció “claramente” que quería ir hacia una descarbonización de la economía en 2050 y a un objetivo ambicioso en 2030. Ha admitido que estos objetivos repercutirán en “todos” los sectores y, en particular, al energético o la automoción, y cree que las señales generan “credibilidad, certidumbre” y hay que poner sobre la mesa las políticas y medidas para acompañar a todos en el objetivo.

A la cumbre asisten además de las delegaciones de gobiernos de todo el mundo, representantes de instituciones, empresas y organizaciones de la sociedad civil. En este contexto, la ONG SEO/BirdLife participa en calidad de observador en la COP24, donde exigirá la máxima ambición mundial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. La ONG denuncia la creciente preocupación por los impactos del cambio climático y la falta de progreso en la reducción de emisiones a nivel mundial. «El mundo está todavía lejos de la senda correcta de descarbonización», ha advertido David Howell, de SEO/BirdLife.

La Comisión Europea ha hecho pública su propuesta por la que quiere eliminar las emisiones de gases de efecto invernadero en 2050, para lo que admite que se requerirán «inversiones adicionales significativas» en todos los sectores de la economía, pero supondrá una «profunda transformación» que implicará «efectos positivos«. Howell ha recordado que ya se están sufriendo las consecuencias en todos los continentes, mares, culturas y países. «La Comisión Europea ha empezado a reconocer que los compromisos legales de nuestro continente ante este reto son insuficientes y desde SEO/BirdLife instamos a la Unión Europea y el Gobierno español a redoblar sus esfuerzos en las negociaciones y a prestar el máximo de apoyo a la Presidencia polaca en su difícil tarea», concluyó.

Un nuevo catalizador produce hidrógeno sin emisiones y surge como fórmula eficiente de almacenar energía

Europa Press.- Nuevos materiales más baratos y eficientes para el almacenamiento de energía renovable en forma de hidrógeno podrían reemplazar a los catalizadores actuales de separación de agua. El profesor Anthony O’Mullane, de la Queensland University of Technology (QUT), reivindicó que el potencial para el almacenamiento químico de energía renovable en forma de hidrógeno está siendo investigado. «El gobierno australiano está interesado en desarrollar una industria de exportación de hidrógeno para exportar nuestra abundante energía renovable», apuntó O’Mullane de la Facultad de Ciencias e Ingeniería de QUT.

«En principio, el hidrógeno ofrece una forma de almacenar energía limpia a una escala que se requiere para hacer viable el despliegue de los parques solares y eólicos a gran escala, así como la exportación de energía verde. «Sin embargo, los métodos actuales que utilizan fuentes de carbono para producir hidrógeno emiten dióxido de carbono, un gas de efecto invernadero que mitiga los beneficios de usar energía renovable del sol y el viento. «La división electroquímica del agua impulsada por la electricidad proveniente de la tecnología de energía renovable ha sido identificada como uno de los métodos más sostenibles para producir hidrógeno de alta pureza».

Un problema adicional ha sido la estabilidad, especialmente para la evolución del oxígeno del proceso. «Lo que hemos descubierto es que podemos utilizar dos alternativas más baratas y abundantes en la tierra, el cobalto y el óxido de níquel con solo una fracción de las nanopartículas de oro, para crear un catalizador bi-funcional estable para dividir el agua y producir hidrógeno sin emisiones», señaló. En su opinión, desde el punto de vista de la industria, tiene mucho sentido utilizar un material catalizador en lugar de dos catalizadores diferentes para producir hidrógeno a partir del agua».

O’Mullane destacó que el hidrógeno almacenado podría usarse en las pilas de combustible. «Las pilas de combustible son una tecnología madura, que ya se está implementando en muchos vehículos. Usan hidrógeno y oxígeno como combustibles para generar electricidad, esencialmente lo opuesto a la división del agua. «Con una gran cantidad de hidrógeno hecho a bajo costo, podemos devolver la electricidad generada por las pilas de combustible a la red cuando sea necesario durante la demanda máxima o alimentar nuestro sistema de transporte y lo único que se emite es agua», explicó. El estudio ha sido publicado en Advanced Functional Materials.

La Asociación Española de Biogás (Aebig) defiende el gas renovable como solución energética de presente y futuro para la movilidad

Europa Press.- La Asociación Española de Biogás (Aebig) ha defendido la introducción del gas renovable como solución energética de presente y futuro para la movilidad. La asociación, que agrupa a más de 20 empresas españolas del sector del gas renovable, entre las que se encuentran Nedgia y Naturgy Iberia, ha valorado el anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética «por su foco en el desarrollo de energías renovables y porque posiciona los gases renovables como vector de desarrollo de futuro».

Aebig señala que, de acuerdo con el anteproyecto de Ley, se habilita al Gobierno a aprobar mecanismos de apoyo al biometano y que permitan su inyección en la red de gas natural, que podrán ser financiados con los ingresos regulados del sector del gas natural. Por otra parte, destaca que el posicionamiento de movilidad sin emisiones directas de carbono en el ámbito de turismos y vehículos ligeros y el uso del biometano en la movilidad se contempla «como sin emisiones directas de dióxido de carbono».

El gas renovable es una energía inagotable con emisión nula de CO2 que es totalmente intercambiable por el gas natural, por lo que puede distribuirse a través de los más de 13.000 kilómetros de gasoductos de transporte que hay en España. En Europa ya existen más de 600 plantas inyectando a la red de gasoductos, mientras que en España hay una única planta en operación.

Bruselas espera la normativa de prohibir coches con emisiones desde 2040 para analizar si es compatible con la regulación comunitaria

Europa Press.- El comisario de Energía y Acción por el Clima, el español Miguel Arias Cañete, apuntó que la Comisión Europea no evalúa «declaraciones políticas» como el anuncio del Gobierno de Pedro Sánchez de prohibir a partir de 2040 la venta de coches con emisiones directas de dióxido de carbono (CO2), pero que si el proyecto se convierte en norma Bruselas sí analizará su compatibilidad con las reglas de la Unión Europea.

El comisario Cañete ha recordado que además de España al menos otro cinco países de la Unión Europea han anunciado medidas similares, pero ninguno ha dado el paso de transformar las ideas en propuestas legislativas concretas. Dinamarca, Irlanda y Países Bajos han apuntado el objetivo de vetar los vehículos con motores de combustión interna en el horizonte de 2030, mientras que Francia y Reino Unido, como España, han sugerido que lo harán en 2040. Así las cosas, si alguno de estos gobiernos introduce una norma legislativa, ha explicado Arias Cañete, deberá notificar a Bruselas los detalles técnicos para que los servicios comunitarios analicen su «compatibilidad» con las reglas del Mercado Interior, una tarea que corresponde a la comisaria Elzbieta Bienkowska.

Con todo, el comisario ha apuntado que la Unión Europea se centra en «establecer estándares» comunes de reducción de emisiones que se aplican en «todo el territorio» y a «todos los fabricantes», con el objetivo de garantizar «igualdad de condiciones». Otras fuentes comunitarias insisten en que la línea que defiende Bruselas no se apoya en «prohibiciones», sino en trabajar para «limitar» las emisiones, por lo que no solo es relevante el objetivo que se persiga con la tramitación de nuevas medidas, sino también los «medios» que se utilicen para ello.

Bruselas autoriza a Francia a invertir 600 millones en instalaciones solares innovadoras mientras la ONU pide triplicar la lucha climática

Europa Press.- La ONU ha advertido a los países de que deben triplicar sus esfuerzos en la lucha contra el cambio climático y lograr así reducir las emisiones después de que alcanzaran un récord en 2017. Asimismo, la Comisión Europea ha aprobado el plan de Francia para invertir 600 millones de euros de fondos públicos en instalaciones solares eléctricas innovadoras, al concluir que la medida ayudará a la Unión Europea a cumplir con sus objetivos energéticos y climáticos sin distorsionar la competencia.

El esquema está financiado con el presupuesto estatal francés y busca impulsar el despliegue de 350 megavatios adicionales de capacidad de generación. Los fondos están disponibles para instalaciones tanto en edificios como a nivel del suelo con una capacidad de entre 100 kilovatios y 5 megavatios. Los beneficiarios serán seleccionados a través de licitaciones públicas que se celebrarán a lo largo de 2019 y recibirán el apoyo público en forma de tarifas de alimentación o de complemento de remuneración durante un periodo de 20 años.

El Ejecutivo comunitario determinó que este programa de ayudas cumple con las normas europeas sobre ayudas de Estado por estar destinado a impulsar el despliegue de energías solares renovables e innovadoras y evitar que los beneficiarios sean sobre compensados. «Nuestro futuro estará alimentado por energía renovable. La iniciativa francesa que aprobamos promocionará las instalaciones solares innovadoras y contribuirá a la transición de Francia a un suministro de energía bajo en carbón y sostenible», destacó la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager.

Las emisiones en niveles récord

Por otro lado, un informe de Naciones Unidas ha concluido que las emisiones globales podrían llegar a estar entre 13.000 y 15.000 millones de toneladas por encima del nivel que se ha estimado como necesario para mantener la temperatura global del planeta por debajo de un incremento térmico global de 2 grados centígrados. El noveno informe anual del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente de la ONU ha analizado en detalle el impacto del cambio climático y confía en que durante la Cumbre del Clima de Katowice (Polonia) se alcance un manual de normas sobre la implantación del Acuerdo del Clima de París que insta a limitar el aumento global de las temperaturas.

El programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) ha indicado que las emisiones anuales de gases de efecto invernadero llegaron a 53.500 millones de toneladas en 2017 después de tres años consecutivos de descensos. Sin embargo, las emisiones de GEI en 2030 deberán bajar desde un 25% a un 55% para situar al mundo en el camino para limitar la temperatura global de 2ºC a 1,5 ºC. El aumento de las emisiones y la lacónica acción significa que la brecha para el informe de este año es «mayor que nunca», según el estudio.

Las políticas climáticas actuales deberán acometer un recorte de 6.000 millones de toneladas de CO2 en 2030, para detener el calentamiento a la atmósfera para 2100, aunque sus efectos seguirán más allá de ese horizonte. El estudio advierte también de que si la brecha de emisiones no se cierra en 2030 es muy plausible que el objetivo de limitar el aumento de temperatura global a 2ºC esté también fuera de alcance. Para mantener como posible este reto de los 2ºC los países deberán triplicar sus esfuerzos actuales, mientras que para alcanzar el objetivo de 1,5ºC la ambición se deberá quintuplicar.

En la actualidad, las 20 mayores economías del mundo (G20) no están de forma colectiva en el camino de alcanzar sus compromisos, según la UNEP. Así lo confirma el análisis y la revisión del progreso de los compromisos de los países en este sentido, las también llamadas contribuciones nacionales, que indican que son «insuficientes». A esto se suma el informe del Panel de Cambio Climático de la ONU (IPCC) que advertía de que para mantener la temperatura global del planeta por debajo de un incremento de 1,5ºC se deberá hacer rápidamente un esfuerzo sin precedentes.

Las instituciones locales, nacionales y los gobiernos regionales; las compañías, los inversores, la educación superior y las organizaciones de la sociedad civil están incrementando sus compromisos para la acción climática mundial y están ejerciendo una fuerte presión. Aunque las estimaciones de reducción de emisiones potenciales varían, se prevé que se podría evitar hasta 2030 unos 19.000 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente y con ello se podría alcanzar el objetivo de los 2ºC.

La Fundación Española del Corazón reconoce que los nuevos vehículos diesel disminuyen en gran medida sus emisiones de gases contaminantes

Europa Press.- Los datos son contundentes: el 93% de la población española respira un aire que excede los límites considerados como peligrosos para la salud, según ha asegurado el vicepresidente de la Fundación Española del Corazón, José Luis Palma, durante la jornada Impacto de la calidad del aire en la salud cardiovascular.

El objetivo de este encuentro, que se ha celebrado en la Casa del Corazón, sede de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la FEC, ha sido analizar la situación de la contaminación ambiental en España y en Europa. Para ello, han participado expertos en el área de las enfermedades cardiovasculares y respiratorias, así como responsables en definir y aplicar políticas de salud y medioambientales. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) expuestos por el vicepresidente de la FEC durante su intervención, la contaminación del aire es responsable de alrededor de 7 millones de muertes al año en el mundo, de las que 2,5 millones corresponden a enfermedades del corazón (25%) y 1,4 millones a ictus (24%).

Palma recuerda que el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, se refiere a la contaminación del aire como el «nuevo tabaco», poniendo en evidencia que la contaminación ambiental se ha convertido en «uno de los principales retos de salud pública a nivel mundial». En la misma línea, ha recordado que los productos contaminantes de mayor impacto medioambiental son las partículas de la materia en suspensión, tanto sólidas como líquidas. Las más peligrosas son las que miden 2,5 milimicras o menos; el ozono; el monóxido de carbono (CO); el dióxido de nitrógeno (NO2); el dióxido de azufre (SO2) y los compuestos orgánicos volátiles (COV).

«Todas estas sustancias vician el aire, haciéndolo insalubre y peligroso. Su paso a la sangre, a través de la barrera alveolar, favorece el desarrollo de cardiopatía isquémica, insuficiencia cardiaca, arritmias graves que pueden generar en parada cardiocirculatoria, ictus, tromboembolismo pulmonar y sistémico, trombosis venosa profunda y arterioesclerosis acelerada», ha indicado Palma. Asimismo, ha recordado que «la enfermedad coronaria y el ictus representan el 80% de todas las muertes debidas a la contaminación ambiental». «La salud cardiovascular y respiratoria de la población será mejor cuantos más bajos sean los niveles de contaminación del aire», ha zanjado.

El millonario gasto en Sanidad

Sobre el impacto económico total de la contaminación ambiental, en 2013 se estimó que los costes relacionados con la salud a causa de la contaminación ambiental en la Unión Europea oscilaban entre los 300.000 y los 940.000 millones de euros al año, incluyendo gastos sanitarios directos e indirectos pero también los derivados que inciden en la economía nacional y mundial.

En este contexto, ha citado los datos de un estudio realizado en Vancouver (una ciudad tres veces menos contaminada que París), que demostraron que la exposición de las embarazadas a la contaminación del tráfico aumenta en torno a un 25% el riesgo de que sus hijos padezcan graves enfermedades respiratorias antes de cumplir los 6 años de edad. Junto con las embarazadas, el experto ha apuntado que los pacientes más susceptibles a la contaminación del aire son los de bajo estatus socio-económico, edad avanzada, obesidad, diabetes mellitus tipo 2, hipertensión, enfermedad arterial coronaria o fumadores.

Aunque la «mayoría» de actividades desarrolladas en las sociedades contemporáneas generan productos contaminantes, como las económicas, industriales, comerciales, agrícolas y ganaderas, Palma ha identificado al tráfico rodado como «uno de los principales responsables del deterioro de la calidad del aire en las ciudades». Así, ha explicado que, de acuerdo con estudios españoles, su contribución oscila entre un 70% y un 80% en la contaminación por partículas en suspensión de menos de 2,5 micras (PM 2,5), compuesto que tiene un «impacto directo» sobre la salud de la población y que, en la actualidad, supone «el mejor indicador de la contaminación urbana».

Para luchar contra esta «lacra», ha apostado por tomar una serie de medidas de planificación urbana que luchen contra la contaminación ambiental, como el diseño óptimo de carriles para bicicletas, promover los coches eléctricos e híbridos, fomentar el transporte público, una nueva legislación para la construcción de edificios, o iniciativas para reducir la emisión de combustible y otros gases tóxicos.

Otro de los puntos sobre los que ha incidido es el conocido como dieselgate. «Los nuevos diésel emiten, en comparación con los antiguos, un 84% menos de dióxido de nitrógeno y un 90% menos de PM 2,5″, ha afirmado Palma. Además, ha añadido que los nuevos catalizadores de reducción selectiva disminuyen en más de un 99% la emisión de estas partículas. Como propuesta, ha reclamado que se impulse el aditivo AdBlue como mezcla en los diésel, ya que «reduce la emisión de dióxido de nitrógeno en más de un 90%».