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Serrano (Unesa) destaca el papel de las redes de distribución eléctricas para avanzar hacia los objetivos de la transición energética

Europa Press / EFE.- Marina Serrano, presidenta de la Asociación Española de la Industria Eléctrica (Unesa), ha destacado el papel «crucial» de las redes de distribución eléctrica para avanzar hacia la transición energética, de acuerdo con los objetivos del nuevo Ministerio para la Transición Ecológica que encabeza Teresa Ribera.

La nueva ministra aludió en su toma de posesión al profundo cambio que es preciso llevar a cabo para caminar hacia un modelo económico y social más compatible con los límites del planeta, un objetivo que, según Serrano, comparten en Unesa. Asimismo, Ribera se refirió a la importancia de conciliar entre sí las políticas de energía, agua y medio ambiente, prestando atención a las necesidades de los colectivos más vulnerables.

«Desde Unesa pensamos que, en efecto, la energía eléctrica está llamada a ocupar un papel protagonista en este proceso de transición a una economía descarbonizada, ya que es la energía final con más posibilidades de integración de renovables y de reducción de emisiones de CO2. De este modo, esperamos que las políticas que ponga en marcha el Ministerio constituyan una oportunidad para avanzar hacia una economía más sostenible», aseveró Serrano.

Según indicó, merece la pena destacar elpapel de las redes de distribución eléctricas, que ya están en un proceso de renovación y digitalización, lo que permitirá dotar de más flexibilidad al sistema y más capacidad de decisión y gestión al consumidor. «Todo ello, con un volumen importante de inversiones, que contribuirá a la mejora de la economía y creación de empleo nacional», ha destacado.

Serrano recuerda que el sector eléctrico se enfrenta al reto de integrar más renovables y otros recursos de generación eléctrica distribuida, de facilitar el desarrollo de la movilidad eléctrica y de contribuir a una mayor electrificación de otros usos energéticos. «En este proceso también será fundamental la generación de respaldo, que contribuirá a la flexibilización del sistema y aportará firmeza para garantizar el suministro», indicó.

La ministra también subraya la importancia de que todos los sectores de la sociedad colaboren para caminar hacia este escenario de descarbonización y transición ecológica. En el marco de este propósito, la patronal eléctrica ofrece su colaboración al Ministerio «para cumplir con los objetivos de los Acuerdos de París y de la Unión Europea, así como para convertir a España en un referente de sostenibilidad».

Repsol se lanza a generar y vender electricidad en su nuevo plan estratégico con la probable compra de ciclos combinados

EFE / Europa Press.– La petrolera Repsol comercializará gas y electricidad y se expandirá en generación eléctrica con su plan estratégico para el período 2018-2020, que destina 2.500 millones de los 15.000 millones de euros de inversión total contemplados a negocios de bajas emisiones de CO2, en los que incluye también la actividad mayorista de gas, consolidarse de cara al largo plazo en el comercio minorista de gas y electricidad y en generación eléctrica.

El consejero delegado de la compañía, Josu Jon Imaz, considera que la venta de la participación del 20% que la petrolera tenía en Gas Natural Fenosa, por la que obtuvo más de 3.800 millones de euros, abre la oportunidad a que Repsol empiece a desarrollar su propia actividad operada en el gas y la electricidad, pero eso sí fuera de negocios regulados que dependen de retribuciones fijadas por gobiernos. El plan presentado actualiza el que lanzó la compañía en 2015 tras la compra de la canadiense Talisman, al haberse cumplido con antelación los objetivos, y traza líneas para 2025 en esas nuevas actividades del que denomina «negocio de bajas emisiones».

Repsol contempla objetivos ambiciosos en cuanto a su participación en el mercado basado en el desarrollo del gas y la generación baja en emisiones. La petrolera actuará como mayorista de gas, actividad en la que quiere alcanzar una cuota del 15%, y comercializará gas y electricidad, ámbitos en los que espera tener 2,5 millones de clientes en 2025, que supondrían una cuota de mercado de más del 5%. Además, la petrolera, cuya actividad en generación eléctrica se limita ahora a la cogeneración que produce en sus plantas, quiere alcanzar una capacidad de 4.500 megavatios (MW) en producción eléctrica en 2025 y que la generación distribuida (fuentes no centralizadas de generación cercanas de un consumidor) sea un vector de su crecimiento.

La expansión se desarrollará de forma orgánica, aunque el consejero delegado de Repsol no ha descartado la compra de ciclos combinados, así como de renovables pero, eso sí, siempre que éstas no estén ya en operación, aunque ha recordado que la compañía ya tuvo parques eólicos en el Reino Unido, de los que tuvo que desprenderse en 2015. Tampoco descarta otras compras para crear el negocio de gas y electricidad y ha señalado, al ser preguntado por una eventual adquisición para controlar Viesgo, la quinta eléctrica del país, que está en conversaciones con muchas compañías.

El grupo prevé que el plan estratégico 2018-2020 podrá autofinanciarse a 50 dólares/barril crudo Brent, un escenario especialmente conservador con el barril de crudo actualmente por encima de los 75 dólares y un precio en el que la compañía garantiza además el mantenimiento de una elevada flexibilidad financiera y de un nivel de deuda muy inferior a la media del sector. Asimismo, Imaz asegura que, pese a los actuales precios, «tenemos que estar preparados para un escenario a largo plazo que no va a ser de precios elevados» y en el que habrá mucha volatilidad.

Aumentar la producción de crudo

El plan estratégico destina 11.000 millones de los 15.000 millones de euros de inversión prevista al núcleo de la cartera de activos de la compañía, con 4.700 millones para aumentar la producción en el área de upstream (exploración y producción) y otros 4.000 millones en el de downstream (refino, química, comercialización). Repsol prevé incorporar 95.000 barriles adicionales en el período 2018-2020 con la entrada en producción de nuevos proyectos. La petrolera prevé una producción media en ese período de 750.000 barriles de petróleo equivalentes al día, frente a los 695.000 barriles de 2017, algo que se verá complementado por una activa gestión del portafolio, mediante la cual se sustituirán la producción de barriles por otros con mayor margen de beneficio.

Repsol busca garantizar un nivel de reservas óptimo a medio y largo plazo, y se priorizarán los proyectos onshore (en tierra) y en aguas someras. Así, las principales inversiones se concentrarán en activos ya existentes, que no requieren de importantes desarrollos, son grandes generadores de caja y permitirán aumentar la producción a corto plazo, como Sagari (Perú), Marcellus, Eagle Ford y Buckskin (Estados Unidos), Yme (Noruega), Bunga Pakma y Kinabalu (Malasia), Corridor (Indonesia), NC-115 y NC-186 (Libia) y Reggane (Argelia).

Dentro de los 4.000 millones destinados a downstream están los 2.500 millones para inversión en negocios de bajas emisiones, dentro de los cuales 1.000 millones serán para actividades de mayorista de gas y de comercialización minorista de gas y electricidad, y otros 1.500 millones para generación de energía solar, eólica, ciclos combinados de gas y otras tecnologías bajas en emisiones.

Los proyectos de downstream están repartidos entre la expansión internacional de algunos de sus negocios y el mantenimiento y mejora de los activos clave que garantizan un desempeño excelente. Esta expansión internacional incluye el negocio de estaciones de servicio, en mercados como México, donde Repsol ha abierto en tres meses 30 instalaciones, y Perú, país en el que la compañía ya dispone de casi 500 puntos de venta. En otros negocios, como lubricantes y Gases Licuados del Petróleo (GLP), donde Repsol es el primer operador en España, se impulsará el crecimiento en Asia y Sudamérica, en el primer caso; y en el sur de Francia y Marruecos, en el segundo.

También prevé un impulso del negocio del refino, que va a verse beneficiado por la nueva normativa de la Organización Marítima Internacional (IMO), que obligará a sustituir el fuel de alto nivel de azufre por gasóleo bajo en azufre. Con todas estas iniciativas, Repsol estima que el flujo de caja operativo de downstream aumentará en 700 millones de euros en 2020 en comparación con 2017, lo que supone un alza del 27% durante el período. Además, Repsol va a aumentar un 8% anual su dividendo, hasta llegar al euro en 2020, y mantendrá el dividendo flexible, que da opción a percibirlo en acciones o en efectivo, porque gusta a los accionistas minoritarios, que son un 20% del capital de Repsol.

Respecto a la presencia de Repsol en Venezuela, Imaz ha señalado que la exposición de la compañía en ese país es de sólo 1.300 millones de dólares, y en relación a la suspensión del proyecto Red Emperor, en aguas en disputa entre China y Vietnam, el consejero ha expresado su tranquilidad porque la ley vietnamita protege a las empresas de los costes que pueda causar la cancelación de un proyecto.

Advertencia sobre subir los impuestos

Por otro lado, Imaz ha advertido del riesgo de aplicar una subida de impuestos indirectos a los carburantes, ya que al final «los pagan los consumidores», y ha afirmado que plantearse mantener las carreteras subiendo el impuesto a los hidrocarburos, tal y como proponía el informe del Comité de Expertos para la Transición Energética con un incremento del 28% en el gasóleo, sería una medida «regresiva«. En este sentido, Imaz indicó que «a las administraciones les toca tomar las decisiones y a las empresas cumplirlas», aunque pidió «racionalidad y progresividad» al aplicar medidas si se quiere construir una sociedad igualitaria.

Así, mostró su «máximo» respeto a las instituciones y aseguró que a la compañía le toca cumplir con las «reglas del juego» y buscar crear valor, generar empleo y mantener el compromiso con los accionistas. Asimismo, Imaz pidió a la nueva ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, que España apueste por reducir sus emisiones de CO2, «pero con la máxima eficiencia y los menores costes para la industria y para que el consumidor no tenga que pagar costes añadidos». Finalmente, el directivo subrayó que Repsol es una empresa «que produce mucho gas, más que petróleo», que es un vector para reducir las emisiones de CO2 en el mundo», que quiere ser «parte de la solución en esa transición energética».

Cementos Molins apuesta por el uso de residuos como combustible en producción sustituyendo a los fósiles y reduciendo la contaminación

EFE.- El consejero delegado de Cementos Molins, Julio Rodríguez, ha apostado por el uso de residuos como combustible, en sustitución de los combustibles fósiles, para reducir la contaminación ambiental que deriva del proceso de producción de cemento.

El directivo ha participado en un encuentro con empresarios organizado por el Fòrum Empresarial del Llobregat (FEM Llobregat), que promueve la Asociación Empresarial de L’Hospitalet y Baix Llobregat (Aeball), con la implicación de instituciones, entidades y empresas emblemáticas.

Rodríguez ha lamentado que en España los niveles de uso de residuos como combustible no lleguen al 25%, mientras en otros países europeos los niveles llegan al 85% y la media está en el 41%.

«En Cementos Molins utilizamos biomasa vegetal, residuos de madera, harinas animales, residuos de la industria de papel, combustibles derivados de residuos industriales o neumáticos sin uso», ha resaltado Rodríguez.

El empresario ha subrayado que para él la reducción del uso de combustibles fósiles es una «obsesión» porque las fábricas tienen que contribuir a la sostenibilidad ambiental.

Sin embargo, ha admitido que «no hay manera de fabricar cemento sin CO2», por lo que una empresa como Cementos Molins debe esforzarse para ser más eficiente con el objetivo de emitir menos gases contaminantes.

Cementos Molins es una empresa familiar que nació en 1928, está presente en ocho países de cuatro continentes, da trabajo a 4.600 personas en todo el mundo, 1.200 de ellas en España, y el 90% del capital de la empresa sigue en manos de la familia Molins.

Equo avisa al presidente Sánchez de que estarán «vigilantes» con la política medioambiental y «darán caña» si no hay cambios

Europa Press.- Equo ha avisado al nuevo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de que estarán «muy vigilantes» con lo que su Ejecutivo, que previsiblemente se nombrará esta semana, haga en materia medioambiental, aunque aseguran que ofrecen su «mano tendida» para que haya «cambios», ya que se muestran confiados con los socialistas.

«Peor que estábamos no vamos a estar, creemos que el PSOE puede hacer muchos cambios», ha afirmado el miembro y coportavoz del partido ecologista Juan López de Uralde, que apunta que Equo «quiere creer» a Sánchez cuando este les trasladó que escucharía sus propuestas, pero que si, por el contrario, su periodo de mandato es un «lavado de cara», el partido estará «dando caña».

«El medio ambiente no puede esperar, tiene que cambiar desde el minuto uno», ha insistido la también coportavoz de Equo, Marta Santos. Tanto López de Uralde como Santos insisten en que hay «cosas concretas que tienen que hacerse sí o sí» en lo que queda de legislatura con un nuevo Gobierno, como es el caso de la eliminación del impuesto al sol, la creación de un Ministerio específico de Medio Ambiente desligado de Agricultura y la aprobación de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética.

Ambos han presentado en Madrid las Diez propuestas ecologistas para frenar la crisis medioambiental de Equo, un documento que en principio se trataba de una «crítica» a las actuaciones del Ejecutivo de Mariano Rajoy en materia de medio ambiente y que, ahora, van dirigidas al nuevo Gobierno de Sánchez con el objetivo de que haya «verdaderamente un cambio», según ha manifestado López de Uralde.

De la decena de sugerencias que hace Equo, la «primera prioridad» es la aprobación de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, pues critican que hasta la fecha no hay siquiera un borrador de dicha ley. En concreto, Equo reclama que esta Ley sea «ambiciosa», que tenga objetivos concretos, que sea transversal y que implique a todos los sectores afectados. Además, insisten en que se establezca un calendario concreto para el cierre de centrales nucleares y de carbón.

Igualmente, hacen hincapié en la necesidad de electrificar el transporte para reducir la contaminación y las emisiones de gases de efecto invernadero, un mayor control y transparencia sobre las emisiones de vehículos, y que el Gobierno central impulse medidas como las que ya realizan los ayuntamientos de Madrid, Barcelona o Valladolid de restricción del tráfico.

El 100% del consumo de electricidad de Telefónica en España es renovable

Europa Press.- El 100% del consumo de electricidad de Telefónica en España es ya renovable, lo que convierte su red en la más limpia del sector en términos de carbono. En España, desde 2015, las emisiones de dióxido de carbono se han reducido un 81% gracias a la compra de este tipo de energía con garantía de origen, según detalla la compañía.

«Una de nuestras grandes palancas estratégicas es la conectividad excelente. Y la excelencia tiene que ver también con conectarnos de la forma más beneficiosa para el medio ambiente. Nuestra apuesta por la eficiencia energética y la electricidad renovable no sólo es compatible con la expansión de la red, la innovación y la calidad del servicio, sino que además nos ayuda a ser más competitivos», explica el director de Operaciones, Sistemas y TI de Telefónica España, Joaquín Mata.

Otros países donde Telefónica opera, como Alemania y Reino Unido, ya habían conseguido también este hito. Gracias al Plan de Energía Renovable de la compañía, el 47% de su consumo eléctrico a nivel mundial procede de fuentes renovables, lo que equivale al consumo medio anual de más de 763.000 hogares y evita a la atmósfera 770.026 toneladas de CO2. Telefónica añade que ahora el reto es llegar al 100% en 2030.

En este punto, señala que este Plan reportará al grupo un ahorro potencial del 6% en la factura de energía en 2020 y hasta un 26% en 2030, y evitará que lleguen a la atmósfera cada año alrededor de 1,5 millones de toneladas de CO2 en 2030.

El Plan de Energía Renovable Telefónica se apoya en 4 líneas de acción: adquisición de electricidad renovable con garantía de origen; acuerdos de compra de energía a largo plazo (PPAs); acuerdos bilaterales de menor duración y autogeneración.

El Plan, adaptado a los diferentes mercados en los que opera Telefónica y la regulación vigente en cada uno, consigue reducir costes de operación y compatibilizar el crecimiento de negocio con una estrategia sostenible. El objetivo es tener la mejor red, que permita ofrecer una conectividad excelente, no sólo en términos tecnológicos sino también de eficiencia y sostenibilidad ambiental, según Telefónica.

Enmarcados en los compromisos globales de Energía y Cambio Climático para el periodo 2015-2020, avalados por la iniciativa Science Based, Telefónica busca reducir en un 50% el consumo de energía por unidad de tráfico, objetivo logrado en 2017, con dos años de antelación; comenzar a desligar el crecimiento del negocio de las emisiones de gases de efecto invernadero, disminuyéndolas un 30% en términos absolutos para 2020 y un 50% para 2030.

También persigue ahorrar 90 millones de euros por proyectos de eficiencia energética y apostar por las energías renovables como fuente sostenible para el negocio, usando el 50% de la electricidad de fuentes renovables en 2020 y el 100% en 2030.

En países como Costa Rica y Uruguay, la electricidad que consume Telefónica es renovable en más de un 90%. Telefónica está adherida a RE100, iniciativa global y colaborativa de empresas influyentes comprometidas con el 100% de electricidad renovable, y cuyo objetivo es aumentar masivamente la demanda de esta energía para favorecer su desarrollo a escala mundial.

La comisión de expertos defiende una subida de impuestos en el sector energético para incluir el coste por daño medioambiental

Europa Press / EFE.- El presidente del grupo de expertos sobre transición energética, Jorge Sanz, subraya que la fiscalidad es «muy relevante» para dar las señales adecuadas de precios al mercado y ha asegurado que en este momento los impuestos a la energía no internalizan correctamente los daños ambientales. Por ello los expertos defienden una subida de impuestos en el sector energético para que de este modo quede reflejado el coste por daño medioambiental.

El informe servirá de base para la discusión de la futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Sanz ha destacado que la mayoría de los impuestos que gravan la energía no depende de su impacto ambiental. Según añadió Sanz, con esta nueva fiscalidad subirían los precios de la electricidad, el gas y la gasolina, entre otros, porque tal y como sostiene, actualmente la fiscalidad ambiental en estos sectores «es muy baja». El experto ha defendido la necesidad de que los precios sean «volátiles» y que esta subida de impuestos repercuta además en el usuario que consume «en las horas en las que hay una alta probabilidad de agotar las tecnologías de generación firmes disponibles».

«Aunque no guste, ordenará el debate tecnológico», apunta el presidente del Comité, ya que permitirá que surjan nuevas tecnologías más eficientes sin recurrir a decisiones políticas. «Es fundamental trasladar las señales de precio. Estas son las señales correctas», añade respecto a la fiscalidad y a los peajes de acceso. No obstante, advierte de que el aumento de los impuestos «es un problema para la política». «Cuando los precios bajan, ya se encargan los ministros de decirlo y hacerse fotos, pero cuando suben se ponen muy nerviosos, y lo que menos le gusta al Gobierno es que suban, pero en los mercados tienen que subir y bajar». Y añade: «Que haya precios altos es tan bueno como que haya precios bajos«.

Según ha expuesto el presidente de la Comisión, esta reforma fiscal ayudaría también a que se desarrollasen las energías renovables: «La energía renovable ha de ser valorada al coste de la energía fósil a la que sustituye; si la fósil internaliza el daño medioambiental, el valor será mayor y la inversión en renovables será mayor». Sanz ha pedido «prudencia» y «neutralidad» en las inversiones, ya que en el pasado los gobiernos se han equivocado al apostar por tecnologías concretas. En su opinión, con las señales adecuadas de precios, «muchas inversiones se harán solas». «Lo importante es que gane el mejor y el más barato en beneficio de los consumidores», recalcó.

La reforma fiscal que propone este Informe, entregado en abril al ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, consiste en la fijación de un tipo impositivo por cada elemento contaminante, es decir, hacer pagar a cada tecnología en función de las emisiones generadas. El documento contempla exenciones a colectivos vulnerables, como aquellos que compiten a nivel internacional, transportistas, agricultores y pescadores, para los que se estudia compensaciones monetarias que sirvan para ir sustituyendo las energías sucias por limpias. El informe propone también sacar de la tarifa eléctrica la financiación de los sobrecostes de las renovables y repartirla entre todas las energías finales (electricidad, gas y derivados del petróleo).

También sugiere que todos los vectores energéticos financien las infraestructuras necesarias para satisfacer el consumo energético (redes, en los casos de la electricidad y del gas, e infraestructuras viarias, en la gasolina y el gasóleo A). «El principal mensaje del informe es que algunas tecnologías van a ganar y otras se quedarán por el camino», ha comentado el experto, que señala que «está claro que el futuro son las renovables», ya que son «las más eficientes», y para ello habrá que «cambiar hábitos y procedimientos«. El presidente del grupo de expertos ha resaltado que manipular los precios del mercado eléctrico mayorista «lleva a malgastar recursos».

Brufau (Repsol) ve “regresiva” la propuesta de la comisión de expertos de costear la transición energética subiendo los impuestos indirectos

EFE.- El presidente de Repsol, Antonio Brufau, critica las propuestas del comité de expertos que pretenden que la reducción de emisiones de CO2 y la transición energética se pague a través de impuestos indirectos que soportan los ciudadanos porque eso «no es justicia progresiva», sino «regresiva».

Brufau ha demandado «buenas políticas regulatorias que no impacten en el individuo» y ha recordado que en el pasado se hicieron legislaciones para extender determinadas tecnologías renovables que favorecieron a compañías eléctricas, pero que generaron «déficits de tarifa enormes» que se van a tener que pagar durante bastantes años. Brufau, que recordó la factura pendiente de pagar de 25.000 millones de euros por este motivo, ha manifestado que la mejor regulación energética para el desarrollo del país es la que piense en el ciudadano y no en la empresa energética.

El presidente de Repsol considera que la «factura» de la transición energética no la debe pagar nadie, sino que lo que hay que conseguir es acertar en la ruta para reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Brufau cree que en este momento hay que apostar por la tecnología que ya hay en el mercado para mejorar en eficiencia energética, pues otras como el vehículo eléctrico, la sustitución del carbón por el gas o la captura de carbono, tendrán efecto sólo a largo plazo.

Nuevos motores reducirían las emisiones

Además, ha señalado que los costes de la transición hacia un modelo en el que se reduzcan las emisiones de gases invernadero no pueden perjudicar a la competitividad, especialmente a la de la industria, pues un país sin industria es un «país pobre». También ha manifestado que la investigación en tecnología no debe recaer en los ciudadanos, sino en las empresas, que deben invertir con cargo a su cuenta de resultados y no esperar a que se invierta dinero público, que, en su opinión, deber destinarse a que los ciudadanos tengan mejores prácticas energéticas. Apuntó, en este sentido, que si los vehículos actuales emplearán nuevos motores de combustión, se reducirían las emisiones en un 26%.

Brufau, que ha pedido también apoyo regulatorio a la generación distribuida en España, ha manifestado que el vehículo eléctrico es una «gran oportunidad» y Repsol va a estar en este campo, pero «cuanto toque estar», pues actualmente «presenta grandes dudas e incertidumbres». Ha apuntado que el coche eléctrico no será competitivo hasta 2025 y siempre que se solucionen temas básicos, como la geopolítica de los metales para producir sus baterías ya que en el caso del cobalto se va a producir una dependencia de los pocos países que lo producen.

Por eso, ha señalado que es necesario poner el peso donde sea más eficiente para la sociedad y ahora lo es, a su juicio, en la renovación de la flota actual de los vehículos de combustión más que en el vehículo eléctrico. Además, pidió tener cuidado con las subvenciones a los vehículos eléctricos por las transferencias de recursos que pueden suponer en el corto plazo de las clases medias a las de alto nivel adquisitivo. También se pregunta «por qué tenemos que pagar la investigación de las compañías de automóviles alemanas», que asegura que reciben toda la subvención de I+D+I.

Red Eléctrica ve «absolutamente necesario» alargar el funcionamiento de las centrales nucleares «al menos 10 años»

Europa Press / EFE.- El presidente de Red Eléctrica de España, José Folgado, considera «absolutamente necesario» e «imprescindible» alargar la vida útil de las centrales nucleares en España «al menos 10 años», según convenga el regulador CSN, si se quieren alcanzar plenamente los objetivos de reducción de emisiones de efecto invernadero durante el proceso de transición energética para reducir hasta un 95% las emisiones de CO2 en 2050. Incluso lo considera «inevitable» para alcanzar la reducción de emisiones comprometida para 2030 en el marco del Acuerdo de París.

En la Comisión para el estudio del Cambio Climático en el Congreso de los Diputados, Folgado ha destacado que la nuclear jugará un papel «relevante» durante el tiempo que dure la transición energética y resaltó la importancia de potenciar las interconexiones eléctricas, el mallado de la red y la eficiencia energética, aspectos que «salvarán» en el largo plazo a España junto con sus «ventajas competitivas». A su juicio, la transición energética debe llevar a que la energía sea un «motor» económico y no factor limitador económico, «a diferencia del pasado». En ese tránsito, ve un mix de tecnologías en el que las nucleares y el carbón serán «absolutamente necesarias» para maximizar el uso de renovables.

En cuanto a los plazos, no cree que las centrales de carbón puedan ir más allá de 2030 y de las nucleares ve que alargar su vida 10 años es «realmente» necesario para bajar los precios, reducir las emisiones y cumplir objetivos. «Soy partidario de que, como reza el documento de expertos sobre transición energética, se alargue el funcionamiento de las centrales nucleares«, ha zanjado. Por otro lado, ha pronosticado que la «masiva implantación de renovables» será una fuente sostenible de energía en España, incluso por encima de otros países a pesar de sus dos limitaciones, como son su imposibilidad actual de almacenar energía primaria y a su extraordinaria variabilidad.

Además de no generar emisiones de CO2, Folgado recordó que las nucleares no encarecerían el precio de la luz, y representan un «respaldo competitivo» para las renovables con el fin de garantizar la seguridad del suministro hasta que se desarrollen tecnologías de almacenamiento masivo de las renovables. El presidente de REE subrayó a los diputados que «la energía ha estrangulado el crecimiento económico de España», fundamentalmente por el desequilibrio de precios y la dependencia de energía importada, alrededor de un 75%, frente al 50% de los países del entorno, por lo que ha pedido que la Ley de Cambio Climático que salga de esta comisión tenga en cuenta esta variable.

En este sentido, para cumplir los objetivos energéticos respecto a los compromisos de la Unión Europea y del Acuerdo del Clima de París, ve fundamental avanzar en una mayor electrificación de la sociedad, fomentar la movilidad sostenible, aumentar la participación de las renovables en el mix y maximizar el uso de la capacidad ferroviaria para el transporte de mercancías, que está en el 4%, frente al 20% en otros países europeos, mejorando la infraestructura de vías actual para garantizar el acceso del tren a los núcleos industriales. «Hay que dar un paso de gigante en ese tema», subrayó Folgado, que indicó que la introducción de renovables en el sistema eléctrico de cara a 2030 no debe ser inferior al 60%.

Respecto a la movilidad sostenible, ha señalado que es «irreversible» la mayor electrificación del transporte dadas las tendencias globales y los compromisos de descarbonización asumidos. Por otro lado, sobre el vehículo eléctrico valora que se esté iniciando su despliegue a pesar de las «importantes barreras de entrada» que sufre a consecuencia de su coste más elevado, su menor autonomía y la escasa infraestructura de recarga. Por eso insistió en que un plan de movilidad sostenible debe incluir estímulos, como favorecer fiscalmente los vehículos eléctricos, y una regulación adecuada pero ha apostado porque se va a producir con «bastante rapidez» un proceso de cambio en las líneas de montaje hacia coches híbridos, híbridos enchufables y eléctricos.

Del mismo modo, considera importante actuar en el tema de los buques, que atracados en los puertos contaminan «una barbaridad», y cree que el mayor porcentaje de ahorro y eficiencia debería llegar por el acondicionamiento del parque de viviendas, que supone un 11% de las emisiones de CO2. En ese ámbito, asegura que hay un potencial de mejora de la eficiencia energética en 12 millones de viviendas en España, para lo que aconseja aprobar un nuevo código de edificación, establecer la obligatoriedad de hacer una certificación energética, y apostar por sistemas como geotermia o aerotermia, las placas de inducción o la sustitución por electrodomésticos de bajo consumo, entre otras medidas.

En definitiva, Folgado opina que para el desarrollo masivo en el medio y largo plazo de las renovables y mantener los precios competitivos es un «requisito imprescindible» avanzar en el mercado interior de la energía con el desarrollo de un buen mallado de red de transporte energético y en las interconexiones eléctricas que permitirán utilizar tanto la eólica marina del mar del norte a la solar del sur de España en el conjunto de Europa.

El segundo compareciente en la comisión, Alberto Amores, experto en transición energética de la consultora Deloitte, coincidió con Folgado en que cerrar las centrales nucleares «no es una alternativa lógica» ya que «subiría el precio de la luz y habría que recurrir a más consumo de gas o carbón». Amores ha incidido en que la expansión masiva de renovables, la eficiencia energética y la electrificación de la demanda final de energía, especialmente en sectores como el transporte y la edificación que representan el 75% del consumo final, son las claves para la descarbonización de España.

Nadal avisa de que cambiar la energía nuclear por el gas natural eleva los costes y la contaminación

EFE.- El ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, ha advertido de que sustituir la energía nuclear por gas supondría una mayor contaminación y un incremento de los costes, y ha asegurado que «hoy por hoy la tecnología no permite» sustituirla por renovables. En este sentido, Nadal ha recordado que el gas emite CO2, por lo que tiene incidencia medioambiental, e indicó que cerrar las plantas nucleares y sustituirlas por térmicas no sería una buena opción.

El ministro ha destacado que la energía nuclear produce «de continuo», es decir, 24 horas, 7 días a la semana, algo que ninguna renovable puede garantizar, por lo que no entiende que haya partidos que piden que España no tenga energía nuclear a partir de 2020. En este sentido, ha pedido un debate «tranquilo» y «de verdad» y no una «reflexión dogmática». “Suprimir la energía nuclear supondría un incremento de un 25% del coste», resaltó Nadal, que señaló que «la única ventaja es que desaparece el riesgo de accidente nuclear».

El ministro ha abogado por ir de la mano del resto de países europeos en la revolución energética, cambiando el modelo hacia uno menos emisor, lo cual «hay que hacerlo con cuidado, para no aumentar los costes». Ha criticado que se vaya «demasiado deprisa» como, a su juicio, ocurrió entre 2007 y 2009, cuando «en España se instaló la mitad de las renovables del mundo».

Endesa apuesta por alargar la operación de las centrales nucleares a los 50 o 60 años en la transición energética

Europa Press.- Endesa ha defendido su apuesta «clara, propia y diferenciada» por operar las centrales nucleares a largo plazo, hasta alcanzar los 50 o 60 años, en la transición energética para poder cumplir con el Acuerdo de París contra el cambio climático.

En este sentido, el presidente de Endesa, Borja Prado, expresó la posición «clara, propia y diferenciada» en materia de transición energética de la empresa que pasa por buscar oportunidades de inversión para aumentar en el corto plazo el parque renovable y que considera que la generación térmica continua siendo un elemento «indispensable» en la transición de fuentes emisoras de CO2 a renovables. Además, indicó que junto con los organismos reguladores competentes se están «planteando esquemas que permitan extender la vida útil» de las centrales nucleares a las que ha calificado de «pilar fundamental» para garantizar la seguridad de suministro eléctrico a medio plazo. Otro de los compromisos manifestados tiene que ver con la investigación de sistemas de almacenamiento de electricidad.

Por su parte, el consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha precisado que la empresa estima que para cumplir con los Acuerdos de Clima de París es «imprescindible» extender la operación de las centrales nucleares hasta los 50 o 60 años «al igual que han hecho diversos países» del entorno. Por ello, ha informado de que en el marco del Plan Industrial 2018-2020 se dará un «fuerte impulso» al compromiso con la descarbonización para alcanzar un «mix» de generación 100% neutro de emisiones en 2050.

Recursos “indispensables” para las térmicas

De ese modo, ha añadido que centrarán las nuevas inversiones de generación en renovables y en las actuaciones «necesarias» para extender la operación de las centrales nucleares. Por el contrario, sobre las térmicas, Bogas ha indicado que a estas solo se dedicarán los recursos «indispensables» para asegurar su compatibilidad ambiental «durante el tiempo en el que sean necesarias» y para mantener la seguridad del suministro en los sistemas no peninsulares.

Endesa produjo 78,6 TWH, lo que supone un incremento del 13% respecto a 2016, porque la escasa disponibilidad de energía hidráulica condujo a un fuerte incremento de la producción térmica, según ha apuntado el consejero delegado. De esta producción, ha añadido que las tecnologías libres de emisiones de CO2 (es decir, hidroeléctrica, eólica, solar y nuclear) representaron el 44% de la generación total de Endesa.

Respecto al Informe sobre Transición Energética presentado por la Comisión de Expertos al Gobierno, ha dicho que varios de sus ejes tienen una «amplia coincidencia» con las posiciones de Endesa. Entre esos puntos coincidentes se ha referido en particular a la extensión de las centrales nucleares, a la electrificación de la demanda, a la actuación sobre las emisiones de los sectores difusos, a la sustitución progresiva de generación térmica por generación renovable, a la promoción de los vehículos eléctricos y a la importancia de compartir entre todos los sectores los costes de la política energética.