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El primer Barómetro de Transición Energética en España revela la necesidad de impulsar las energías renovables

Europa Press.- El centro de investigación Economics for Energy ha activado una nueva herramienta basada en un análisis evolutivo de la descarbonización, la asequibilidad y la seguridad de la energía, según la cual existe una necesidad de progresar en el abandono de los combustibles fósiles de acuerdo a los resultados que recoge hasta el año 2017.

Economics for Energy ha asegurado que España necesita acelerar su ritmo de transición hacia un modelo energético sostenible marcado por la hegemonía de las energías renovables tras un avance lento durante los últimos años. Además, ha resaltado que los resultados del primer Barómetro de Transición Energética de España ponen de manifiesto un grado de descarbonización inferior al de la Unión Europea, que ha de acelerarse significativamente para alcanzar los objetivos marcados para 2030 y 2050.

En volumen de emisiones, los gases de efecto invernadero presentan una caída a partir de 2010 debido a la crisis económica, seguida de un incremento desde 2016 a raíz de la recuperación, que devuelve los valores a niveles de principios de esta década. Este retroceso en el ritmo de descarbonización se acrecentó por una reducción acusada de la generación hidráulica en años de sequía, especialmente durante 2015 y 2017, en los que aumentó el uso del carbón para la producción de electricidad y, en consecuencia, también se incrementaron las emisiones.

En 2017, las emisiones subieron un 21% sobre las de 1990, pero se redujeron un 21% con respecto a 2005. Este último dato permitiría cumplir con los objetivos establecidos para España en 2020, con una reducción de ese 21% de los gases contaminantes para los sectores ETS, aquellos sujetos al Régimen de Derechos de Emisión de la Unión Europea, entre los que destaca la industria y el sector eléctrico, y un 10% para los no sujetos. Sin embargo, la situación plantea un importante reto para 2030, donde el porcentaje a alcanzar es de un 43% de los gases contaminantes para los sectores ETS y de un 26% para sectores difusos.

El segundo indicador analizado en torno a la descarbonización es el relativo a las emisiones en relación al Producto Interior Bruto (PIB). Hay una ligera reducción desde 2010, lo que supone una mejora de la descarbonización de la economía. Sin embargo, es inferior a la experimentada en el conjunto de la Unión Europea, un factor que pone de manifiesto la necesidad de avanzar en el desacoplamiento entre las emisiones y el crecimiento económico en España.

En lo que se refiere a la asequibilidad de la energía, los indicadores analizados, tanto los precios como el porcentaje de gasto sobre el PIB, aumentaron entre 2010 y 2014, fundamentalmente a causa del incremento de los costes de la electricidad y el gas, en particular en el sector residencial. A partir de 2014, el descenso de los precios del petróleo propició una mejora de la asequibilidad de la energía. Sin embargo, en 2017 tanto el gasto como los precios volvieron a subir empujados por el coste del petróleo hasta situarse por encima de los valores registrados en 2010. La evolución es similar a la experimentada en la Unión Europea.

Respecto a la seguridad de suministro, el punto positivo lo pone el descenso tanto de la cantidad como del coste de las reservas eléctricas, que cae un 60% desde 2010. Esta buena evolución de los indicadores de seguridad física, incentivada por la reducción de la demanda de electricidad, muestra una mejora en la capacidad para gestionar las fuentes renovables de manera eficiente, acompañada además de una disminución en el coste que supone proporcionar este servicio.

En cuanto a la seguridad económica, España sigue mostrando una elevada exposición a la volatilidad de los precios internacionales de los combustibles fósiles. Tras un aumento acusado de la volatilidad de los precios del gas y el petróleo en 2014, los valores de 2017 volvieron a 2010, lo que refleja una mejora en términos de ajuste de la economía. El otro indicador evaluado en este eje es la seguridad de las importaciones, que ha sufrido «bandazos» importantes pero que ha descendido en los dos últimos años hasta situar el riesgo en valores similares a 2010.

La demanda de energía eléctrica crece un 1,2% en el primer semestre con la eólica como principal tecnología de generación

Europa Press.- La demanda de energía eléctrica ha alcanzado los 126.411 gigavatios/hora (GWh) durante el primer semestre del año, lo que supone un incremento del 1,2% con respecto a los seis primeros meses del año anterior, según datos de Red Eléctrica, que indican que si se tienen en cuenta el calendario y las temperaturas, la demanda eléctrica se habría incrementado un 1,1%.

A pesar del crecimiento registrado en el acumulado del primer semestre, la demanda de energía eléctrica peninsular en el mes de junio registró un descenso del 6,3%, hasta los 20.337 GWh, debido a las suaves temperaturas registradas en la primera parte del mes de junio en comparación con el mismo periodo del año anterior. Teniendo en cuenta el calendario laboral y las temperaturas, la demanda en junio cayó un 3,2%.

El viento ha favorecido la producción de 27.779 GWh de energía eléctrica entre enero y junio del 2018, lo que convierte a la eólica en la tecnología líder en este periodo, con un 22,6% del total peninsular. En comparación con el 2017, la producción eólica se ha incrementado un 10,4%. Por su parte, las lluvias incrementaron la energía hidráulica, que experimenta un aumento del 74% respecto al mismo periodo del 2017, año especialmente seco. Con esta tecnología se han producido 20.821 GWh, lo que significa el 16,9% del total peninsular.

Así, las condiciones meteorológicas del primer semestre han contribuido a la generación renovable, que ha producido casi la mitad (45,8%) del total de la Península y ha incrementado su participación en 8,5 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del 2017. Para seguir incrementado la integración de generación renovable en el sistema eléctrico español, Red Eléctrica está trabajando en nuevos proyectos, asociados a la Planificación de Infraestructuras Eléctricas 2015-2020, que permitirán la evacuación de hasta 30.500 megavatios más de renovables a la red de transporte peninsular.

Teniendo en cuenta la aportación de la energía nuclear sobre el total peninsular (20,6% del total), las tecnologías que no emiten CO2 a la atmósfera representaron el 67,5% de la generación del primer semestre del año. Red Eléctrica destaca que la elevada participación de tecnologías renovables en el mix de generación peninsular no habría sido posible sin un paulatino aumento de la potencia renovable instalada, que se ha incrementado un 53% en el periodo 2007-2017.

El transporte público pide 500 millones de euros al Ministerio de Transición Ecológica y acelerar la Ley de Cambio Climático

Europa Press.– El sector del transporte público reclama al Ministerio para la Transición Ecológica que acelere la Ley de Cambio Climático y que ésta incluya al menos 500 millones de euros para el sector después del avance del Inventario español de emisiones de CO2 que revela que en el último año las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) aumentaron un 4,4%, el mayor incremento desde 2012.

La Asociación del Transporte Público (ATUC) recuerda que el tráfico rodado provoca en torno a la mitad de las emisiones de GEI en las ciudades y, de éstas, más del 90% son de coches. En concreto, las emisiones del transporte crecieron en el último año un 2,6%, según los datos publicados por el Gobierno que ahora remitirá a Bruselas para su validación. En este contexto, reclama que el texto de la futura ley recoja un espacio propio para el transporte público como alternativa al vehículo privado, sobre todo teniendo en cuenta las futuras prohibiciones al acceso y aparcamiento en el centro en ciudades como Madrid.

Un parque móvil “muy dieselizado”

Además, justifica la petición también en el hecho de que el parque móvil está «muy dieselizado» pese a que estos vehículos emiten un 15% más de dióxido de carbono por litro de carburante que los gasolina. La ATUC propone que de los 2.100 millones de euros que se ingresarán tras equiparar los impuestos a los carburantes, como mínimo 500 millones se dirijan al sistema de transporte público, tanto para contribuir a su financiación como para inversiones con las que mejorar los servicios y reducir el número de coches en circulación.

En esta línea, la asociación opina que la contribución del transporte público para reducir las emisiones «justifica de por sí» medidas encaminadas a un nuevo modelo de movilidad consensuado entre todas las administraciones competentes en la materia. Entre sus recomendaciones para la Ley de Cambio Climático, la ATUC pide de forma explícita que la futura norma inste al desarrollo de una Ley de Financiación del Transporte Público, de la que España carece actualmente siendo una excepción en toda Europa; así como una financiación estable y compartida entre las distintas administraciones.

Entre sus propuestas también sugiere por el desarrollo de un Plan Nacional de Movilidad Urbana que siente las bases de la movilidad sostenible en las ciudades. Para el secretario general de ATUC, Jesús Herrero, «no se entendería que la futura ley no reservara un espacio específico para el transporte público, que es la solución más efectiva contra los altos niveles de contaminación en las ciudades y contra las congestiones de tráfico que tantos problemas originan».

Las emisiones de CO2 crecen un 7% al descender la energía hidroeléctrica y aumentar la generada con carbón, según BP

Europa Press.- La histórica sequía que se registró en España el año pasado produjo un desplome del consumo de energía hidroeléctrica de un 49% y un aumento del consumo de carbón del 29%, lo que ocasionó un incremento de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) del 7% en 2017, el aumento más alto desde el 2012.

Según un informe realizado por la petrolera BP, el consumo total de energía en España se incrementó en 2017 un 1,8%, continuando así con la tendencia alcista iniciada en 2015. El petróleo acabó copando el 46,7% del mercado, seguido del gas natural, con un 19,8%; de las energías renovables, con un 11,3%; del carbón, con un 9,7%; de la nuclear, con un 9,5%; y de la hidroeléctrica, con solo un 3%. La fuente de energía que más incrementó su consumo fue el carbón (+29%), seguido del gas natural (+10,2%), de las renovables (+2,2%) y del petróleo (+1,2%). Por el contrario, la nuclear disminuyó un 0,6% y la hidroeléctrica un 49%.

Por su parte, el cambio en los patrones de consumo influyó en los modelos de generación eléctrica. Mientras que la hidroeléctrica pasó de representar el 13,2% del año anterior al 6,7%, la del carbón pasó del 13,6% al 16,6% y la del gas natural pasó del 19,6% al 22,9%. El resto de energías se mantuvieron estables. El presidente de BP en España ve necesario «no decaer en los esfuerzos para seguir impulsando una energía limpia y avanzar en la economía baja en carbono, a pesar de que 2017 ha sido un año en el que las emisiones han vuelto a crecer, fruto de los cambios coyunturales en el mix energético».

En el conjunto del mundo, la demanda global de energía creció un 2,2%, acompañada de un incremento de las emisiones de CO2 del 1,6%. No obstante, las renovables crecieron un 17%, seguidas del gas natural, que aumentó un 3%. La energía nuclear creció un 1,1%, sobre todo en China y Japón; la hidroeléctrica aumentó un 0,9%, lastrada por la caída registrada en Europa; el carbón creció un 1%, su primer incremento desde 2013; el petróleo, un 1,8%. De esta forma, el mix energético estuvo formado por petróleo (34%); carbón (27%); gas natural (23%); energías no fósiles (15%); hidroeléctrica (7%); renovable (3,6%) y un 4,4% nuclear.

España aumentó un 4,4% sus emisiones de CO2 en 2017 al usar más carbón y menos hidráulica para generar electricidad

Europa Press.– Las emisiones de gases efecto invernadero (GEI) aumentaron en un 4,4% en 2017 en España respecto a 2016, lo que supone el mayor incremento interanual desde 2002, según datos del Avance del Inventario de Emisiones de GEI del Ministerio para la Transición Ecológica, que señala que España emitió 338,8 millones de toneladas de CO2 equivalente.

El inventario, que será remitido a la Comisión Europea, expone que la principal razón de este aumento se encuentra en las emisiones procedentes de la generación de electricidad, que suponen un 21% del total de emisiones y crecieron un 18,8% durante 2017 ya que hubo una mayor producción de las centrales térmicas de carbón, en un 20,6%, y de los ciclos combinados de gas, en un 27,5%, al mismo tiempo que la producción de las centrales hidroeléctricas cayó un 49% a consecuencia de la pertinaz sequía en un año hidrológicamente muy seco y que tuvo unos niveles similares de producción eólica, que aumentó un 0,4%..

Para el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, el balance es «negativo» y por ello ve necesaria una mayor penetración de las fuentes renovables en el mix energético ya que considera que «España no puede seguir fiando los buenos o malos resultados de la trayectoria de emisiones a las condiciones climatológicas«. “Es preciso definir una hoja de ruta para mantener unos resultados óptimos, aun cuando las condiciones climatológicas sean adversas, y desacoplar cuanto antes el crecimiento económico de las emisiones de gases de efecto invernadero», afirma Hugo Morán.

Los datos apuntan que todos los sectores emisores experimentaron un aumento de las emisiones, en un año en el que el Producto Interior Bruto (PIB) en España creció un 3,1% y que fue hidrológicamente «malo» ya que fue «el más cálido y el segundo más seco desde 1965». Así, la principal subida se debió a la generación de electricidad, cuyas emisiones aumentaron un 18,8%; el sector industrial, 3,2%; transporte por carretera, 2,5% o de la agricultura, 2,9%. También se han registrado descensos, especialmente en los gases fluorados, cuyas emisiones cayeron un 17,2% y el sector residencial, con un 2,8% menos.

De este modo, con datos preliminares de 2017, el nivel de emisiones globales se situaría un 17,8% por encima del año 1990 y un 23% por debajo de las emisiones de 2005. Según indicó el Ministerio para la Transición Ecológica, el objetivo es elevar la ambición en la lucha contra el cambio climático de España, planteando una reducción de alrededor de un 20% sobre el nivel de 1990 para 2030, que traducido a las cifras actuales significaría un descenso de algo más de un 45%.

El Ministerio pretende plasmar esta ambición en el proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética que espera someter a información pública antes del mes de agosto y que fijará la senda para cumplir con los objetivos de recorte de emisiones marcada por el Acuerdo de París. Las emisiones procedentes de los sectores sujetos al régimen de comercio de derechos de emisión de la Unión Europea (ETS), un 40% del total, aumentaron un 10,3%, mientras que las emisiones de los sectores difusos (residencial, comercial e institucional; transporte; agrícola y ganadero; gases fluorados, e industria no sujeta al comercio de emisiones) lo hicieron un 0,6%.

El sector con más peso es el transporte (26%), seguido de la generación de electricidad (21%), las actividades industriales (19%) y la agricultura (10%). Por gases, el CO2 supone el 81% de las emisiones totales de GEI, seguido del metano (11%). En cuanto a los sumideros de carbono, las emisiones absorbidas han descendido un 4,8%, en gran parte debido a la disminución del efecto de las repoblaciones sobre el incremento de biomasa forestal y a un notable aumento en las emisiones derivadas de incendios forestales.

Los datos del Inventario de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero de 2017 expone que las emisiones del transporte aumentaron un 2,6% respecto a 2016, sobre todo por el transporte en carretera (25% del total con un aumento del 2,5%) y del transporte aéreo nacional (0,8% del total de las emisiones con un crecimiento interanual del 6,2%). Por su parte, aunque con un menor peso en el global del sector, el transporte por ferrocarril y la navegación doméstica aumentaron sus emisiones (+3,9% y +0,6% respectivamente).

En cuanto a la industria, se estima que en 2017 las emisiones de la combustión en los sectores industriales creció un 4,2%, ligado al incremento de estas emisiones en el régimen ETS. Asimismo, las emisiones de los procesos industriales registraron variaciones interanuales al alza, del 1,4% en el conjunto de minerales no metálicos (cemento, cal, vidrio y cerámica); del 0,3% en la industria química; y del 1,2% en la metalurgia.

La tarifa Eco Gas de Naturgy es verificada por Aenor para certificar que se compensan las emisiones realizadas consumiendo gas

Europa Press.- Aenor realizó la primera verificación anual de emisiones compensadas de la tarifa Eco Gas que comercializa Naturgy (Gas Natural Fenosa). La verificación anual que realiza Aenor, conforme a la Norma PAS 2050, consiste en la comprobación del cálculo de las emisiones de CO2 equivalente al consumo de gas natural de una actividad determinada, así como la compensación voluntaria de dichas emisiones, con objeto de lograr un suministro neutro al cliente.

A partir de la primera factura, los clientes adheridos a esta tarifa dispondrán en la misma de un sello de Aenor CO2 compensado. Aenor certificó la compensación de 65 tCO2e para el año 2017 para la tarifa Eco Gas en un reporte donde se incluye la relación de clientes cuyas emisiones han sido calculadas y compensadas para un periodo determinado.

Para la neutralización de las emisiones de CO2 equivalente se realiza una cancelación voluntaria de 200 CERs (Reducciones de emisiones certificadas) procedentes del proyecto MDL (Mecanismo de Desarrollo Limpio) Proyecto de Gas de Vertedero Loma Los Colorados. Este proyecto, ubicado en Chile y propiedad de Gas Natural Fenosa Generación, tiene por objeto asegurar a aquellos clientes que se incorporan a esta tarifa que están consumiendo un gas libre de emisiones. Este proyecto desarrolla un sistema de recolección, utilización y destrucción de gas de vertedero, que mediante su quema en la antorcha genera electricidad que se exporta a la red chilena.

El Gobierno fija un nuevo techo a las emisiones de gases contaminantes de España para los horizontes 2020 y 2030

Europa Press.– El Gobierno ha aprobado un real decreto de medidas para reducir las emisiones contaminantes de España a la atmósfera, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica, según anunció la ministra portavoz del Gobierno, Isabel Celaá. Así, se establecen nuevos compromisos nacionales con nuevos techos a las emisiones de dióxido de azufre (SO2), óxidos de nitrógeno (NOx), compuestos orgánicos volátiles no metánicos (COVNM), amoniaco (NH3) y partículas finas PM 2,5.

Además, el Real Decreto prevé la elaboración de un Programa Nacional de Control de la Contaminación Atmosférica con medidas aplicables a sectores como la agricultura, la generación de energía, la industria o el transporte, entre otros. También se establecerá una red de seguimiento de los efectos de la contaminación atmosférica en los ecosistemas. Con esta decisión, el Gobierno establece nuevos compromisos nacionales de reducción de emisiones, que deben cumplirse para 2020 y 2030. Con la aprobación de esta norma se transpone al ordenamiento jurídico español la Directiva (UE) 2016/2284 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 2016, que establece los compromisos de reducción de emisiones de los Estados miembros para las emisiones atmosféricas antropogénicas (más conocida como Directiva de Techos).

La reducción de las emisiones de estos contaminantes acidificantes, eutrofizantes y precursores del ozono contribuirá a reforzar la protección de la salud y del medioambiente y a mejorar la calidad del aire. Para ello, será importante que los sectores afectados integren la variable medioambiental en sus actividades, de manera que la inversión se desplace hacia tecnologías más limpias y eficientes.

El Real Decreto establece la obligación estatal de aprobar un Programa Nacional de Control de la Contaminación para establecer medidas aplicables a todos los sectores pertinentes, tales como la agricultura, la generación de energía, la industria, el transporte por carretera, el transporte por vías navegables, la calefacción doméstica, la utilización de máquinas móviles no de carretera y el uso y fabricación de disolventes. El programa contendrá medidas que impulsen un comportamiento más sostenible de los sectores mencionados y que permita garantizar el cumplimento de los compromisos nacionales de reducción de emisiones. En todo caso, el programa tendrá que ser aprobado y presentado a la Comisión Europea, como muy tarde en abril del 2019, y deberá ser revisado de manera periódica.

Por otro lado, el Decreto establece que se creará una red de seguimiento del impacto de la contaminación atmosférica para realizar un seguimiento de sus efectos negativos en los ecosistemas. La red, que permitirá seguir la contaminación en ecosistemas naturales y seminaturales, ya se está constituyendo y cubre tres regiones biogeográficas de la Península Ibérica. En concreto, tanto los emplazamientos de las estaciones como los parámetros medidos deberán comunicarse a la Comisión Europea y a la Agencia Europea de Medio Ambiente. El Ministerio para la Transición Ecológica fijará los puntos que conformen esta red utilizando, cuando sea posible, emplazamientos y datos recabados según otros programas de medida ya en marcha.

Expertos en desarrollo ven una «fuente de oportunidades» en la búsqueda de la sostenibilidad

Europa Press.– Convirtiendo problemas en oportunidades: ¡Bienvenidos al cambio global! fue el tema de la sesión plenaria de la segunda jornada de la Conferencia Iberoamericana sobre Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), organizada por la Universidad de Salamanca, la Universidad Politécnica de Madrid e Iberdrola, donde los expertos incidieron en que la búsqueda de soluciones para los problemas en este campo se ha convertido en una «fuente de oportunidades».

Un panel de expertos compuesto por el director de Políticas Energéticas y Cambio Climático de Iberdrola, Carlos Sallé, el consultor sobre cambio climático David Saddington, la young leader para el SDGs de Naciones Unidas y fundadora de Liter of Light (México), Teresa González García, y el vicedirector del Institute for Leadership & Sustainability (IFLAS) de la Universidad de Cumbria (Reino Unido), David F. Murphy, moderados por el profesor de investigación del CSIC, profesor asociado de la URJC y experto en cambio global, Fernando Valladares, analizó las oportunidades de tipo social, económico y empresarial que se derivan de los nuevos modelos de desarrollo que requiere la Agenda 2030 de Naciones Unidas.

Carlos Sallé ha analizado las claves del cambio climático y sus implicaciones relatando el «A-E-I-O-U» de este gran desafío global. En concreto ha destacado la ‘A’ de alerta -«es necesario dar la alarma sobre el calentamiento global y sus efectos»-; la ‘E’ de evidencias y energía -las consecuencias ya son «patentes» y el papel del sector energético es «clav»e-; la ‘I’ de innovación -es «imprescindible» impulsar la descarbonización de la economía «mediante la introducción de más renovables y más capacidad de almacenamiento, más eficiencia y más movilidad eléctrica»-; la ‘O’ de oportunidades -el cambio climático debe ser «una oportunidad para crear empleo y riqueza»-; y la ‘U’ de unión -«este gran reto solo puede tener una respuesta global”-, ha reseñado.

Compromisos para mitigar las emisiones

Sallé ha destacado además las acciones que Iberdrola está llevando a cabo para «combatir el cambio climático». Así, ha explicado cómo la compañía ha sido «pionera» en su apuesta por las energías limpias y la modernización de las redes, áreas a las que ha destinado ya 95.000 millones de euros, por la adaptación al cambio climático y exigentes compromisos para mitigar las emisiones, así como por los planes internos y externos de concienciación, todo ello a través del fomento de las alianzas «multiactor», ha explicado.

Igualmente, Iberdrola ha impulsado «las mejores prácticas de gobernanza», que se configuran como el «alma virtual» de la empresa ya que sus propios estatutos, misión, visión y valores han introducido el concepto de «dividendo social». Finalmente, Sallé ha señalado que el coste de la descarbonización es «muy inferior» al de no hacerlo y ha reiterado que la lucha contra cambio climático es «una obligación ética, factible y llena de oportunidades«.

El consultor sobre cambio climático David Saddington, por su lado, ha indicado que «la acción por el clima (ODS 13) es tan amplia que afecta al resto de los ODS, energía, empoderamiento de las mujeres, agua, etcétera«. También, ha añadido que la sostenibilidad se está convirtiendo en «un pilar cada vez más necesario para todas las empresas». «Debe ser tenida en cuenta en todo momento, tiene que ser algo central en todas las compañías», ha apostillado sobre lo que ha considerado que abre «una oportunidad».

Por su parte, Teresa González García destacó el hecho de que 1.200 millones de personas en todo el mundo no tienen acceso a electricidad, lo que supone «muchas dificultades en su vida cotidiana«, y que otro de los grandes problemas es el plástico. «Si seguimos con el ritmo actual, en 2050 los océanos contendrán más plástico que peces», ha aseverado.

El profesor y experto Fernando Valladares ha incidido en que el cambio climático es «una cuestión compleja». «Todos podemos actuar y enfrentarnos a los desafíos que hemos planteado al medio ambiente y que estamos sufriendo. Mi idea no es transmitir un mensaje de catástrofe, sino señalar que todavía tenemos un cierto margen de oportunidad para cambiar la situación», ha concluido. La Conferencia Iberoamericana sobre Objetivos de Desarrollo Sostenible reunió en Salamanca a más de 400 participantes, incluidos 60 expertos, analistas y activistas de prestigio internacional.

Fundación Alternativas pide medidas políticas para acelerar un «cambio histórico» en el sector energético hacia la descarbonización de la economía

Europa Press.- Fundación Alternativas pide medidas políticas para acelerar un «cambio histórico» en el sector energético y avisa de que el progreso tecnológico y económico «lo hacen inevitable». Así lo recoge en su Informe sobre Sostenibilidad en España 2018. Cómo anticiparse a la crisis del cambio climático. Este trabajo repasa la situación de la sostenibilidad en Europa y España y ofrece una serie de recomendaciones para alcanzar un mayor grado de sostenibilidad para combatir el cambio climático.

Mejorar la calidad del aire

«Otro motor importante de la transición puede estar en el lado de la demanda, en la actitud de los consumidores tanto en el uso de la energía como en la inversión en proyectos energéticos», sugiere el informe, que también advierte de que la demanda de energía en el mundo va a seguir creciendo en el futuro, pero según patrones diferentes. Asimismo, el informe pone de manifiesto que España aparece en los primeros puestos de emisiones de contaminantes como SOx, NH3, PM2.5 y COVNM, por lo que urge a la adopción de un plan para mejorar la calidad del aire y la necesidad de acelerar la transformación del sistema energético español.

Aunque señala que hay áreas en las que la Unión Europea está «en el buen camino», como la promoción de las energías renovables o la contaminación del aire, afirma que hay otros en los que está «muy lejos de conseguir sus propósitos«, como la preservación de la biodiversidad, que considera «uno de los grandes olvidados». En cuanto al empleo, el informe advierte de que en algunos sectores, como por ejemplo el del automóvil, las consecuencias de no desarrollar a tiempo políticas industriales de transición adecuadas, pueden tener impactos «significativamente negativos».

Ecologistas y científicos alertan al Gobierno de que cerrar las nucleares disparará las emisiones y el precio de la electricidad

Europa Press.- Un conjunto de ecologistas, protectores del medio ambiente y científicos climatológicos han expresado su preocupación al Gobierno por incluir en su hoja de ruta el cierre de las centrales nucleares algo que provocaría un aumento de las emisiones y gases contaminantes, además de un aumento en el precio del coste de la electricidad en España.

Así lo indicaron en una carta remitida, entre otros, al Ministerio de Transición Ecológica hasta 20 profesionales internacionales del área de medio ambiente, entre los que se encuentra el ganador del premio Pulitzer y autor de Renovación nuclear y La fabricación de la bomba atómica, Richard Rhodes. A pesar de «alabar» el compromiso de España con la lucha del cambio climático, un país que «ha estado a la vanguardia de la producción de tecnologías de energía con bajas emisiones de carbono», los expertos culpan a la moratoria nuclear promulgada en 1983 por detener la creación de energía nuclear «en una cantidad suficiente como para reemplazar todo el carbón que ahora se quema para crear electricidad«.

Algo similar produjo, a su juicio, el cierre de la central de Santa María de Garoña. Los combustibles fósiles utilizados para reemplazar la energía de esta central generarán alrededor de 2 millones de toneladas de emisiones de carbono a la atmósfera cada año, el carbono equivalente a casi un millón de automóviles nuevos en las carreteras de España. Los firmantes de la carta también contradicen al anterior ministro de Energía, Álvaro Nadal, quien afirmó que el cierre de Garoña no tendría ningún efecto en la red eléctrica del país y, sin embargo, según ellos «esta clausura elimina la energía limpia que podría haber alimentado a 1,8 millones de vehículos eléctricos».

De igual forma, la promesa de la nueva ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, de cerrar todas las centrales nucleares restantes en el país, «aumentará la producción de energía por combustibles fósiles y, con ello, la contaminación, debido a los factores de baja capacidad y a la intermitencia de la energía solar y eólica», señala la carta. En caso de reemplazarse toda la electricidad proveniente actualmente del parque nuclear en España con la procedente de centrales de carbón y de gas natural, los expertos cifran en 32 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) el posible aumento de las emisiones, lo que equivale a añadir 14,5 millones de automóviles nuevos a las carreteras españolas.

Este incremento en las emisiones haría más difícil cumplir los objetivos establecidos por Europa, además de desencadenar un aumento de los precios de la electricidad, a medida que se vayan cerrando las centrales nucleares. La carta pone como ejemplo lo ocurrido en Alemania, donde se gastaron el año pasado 24.300 millones de euros por encima del precio de mercado por sus tarifas de introducción de energía renovable tras el cierre de sus centrales nucleares. «España puede aprender del error de Alemania y mantener sus centrales nucleares operativas», instan los expertos.

Por todas estas razones, los ecologistas y científicos firmantes afirman que «el siguiente paso para combatir el cambio climático y mejorar la calidad del aire es aumentar la electricidad limpia procedente de fuentes no fósiles y reducir de manera masiva los combustibles fósiles utilizados», de donde procede actualmente más del 40% de la electricidad generada en España. La carta ha sido remitida al Gobierno, Ministerios, Consejerías, Instituciones y Asociaciones y firmada por: Michael Shellenberger, presidente de Environmental Progress y Héroe del Medio Ambiente por Time.

También por: Erle C.Ellis, de la Universidad de Maryland; Steve Kirsch, consejero delegado de Token; Martin Lewis, de la Universidad de Stanford; Michelle Marvier, de la Universidad de Santa Clara; Norris McDonald, presidente de Esperanza Medioambiental y Justicia; Kirsty Gogan, directora ejecutiva de Energy for Humanity; Alan Medsker, coordinador de Environmental Progress; Richar Muller, de la Universidad de California Berkeley.