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Fenasdismer alerta del impacto en las exportaciones de la posible subida del impuesto al gasóleo para equipararlo con la gasolina

Europa Press.- La Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer) ha advertido de que una subida del impuesto sobre los carburantes afectaría negativamente a las exportaciones españolas, en respuesta al posible incremento del impuesto de hidrocarburos que estudia el Gobierno.

La organización ha expresado su rechazo a la propuesta del Gobierno de equiparar la fiscalidad del gasóleo a la de la gasolina, lo que supondría una subida de casi 10 céntimos por litro, que se sumarían a los 4,8 céntimos de incremento previstos para 2019 por la armonización del impuesto autonómico sobre los carburantes en su nivel máximo. Fenadismer considera que esta medida repercutiría «muy negativamente» en las exportaciones españolas, ya que el destino «principal» de las mercancías son los países europeos, que representan el 66,3% del total, las cuales son transportadas «principalmente» por carretera.

De esta manera, Fenadismer ha destacado que cualquier aumento en el precio final del carburante repercutirá de forma «importante» en el valor final de los productos españoles destinados a la exportación, «por lo que perderían competitividad en los mercados europeos». Por su parte, si el Gobierno finalmente introduce esta medida «recaudatoria«, la asociación exigirá que la subida del impuesto no se aplique al sector del transporte por carretera, a través del mecanismo de devolución del gasóleo profesional, aunque ello solo paliaría «parcialmente» el impacto, ya que a dicho régimen no se pueden acoger los vehículos de transporte de menos de 7,5 toneladas. Por ello, Fenadismer también exigirá la inclusión de este segmento en el régimen.

Más inversión en transporte público

Por su parte, la asociación del transporte urbano colectivo ATUC pide que al menos una cuarta parte de lo que se recaude al equiparar la fiscalidad del diésel y la gasolina se destine al sistema de transporte público, tanto para su financiación como para inversiones. En este sentido, ATUC reclamó que más de 500 millones de euros se inviertan en el sistema de transporte público, teniendo en cuenta que desde el Ministerio para la Transición Ecológica estiman que igualar ambos impuestos se traduciría en aumentar los ingresos en 2.100 millones.

La asociación recalcó que, de esta manera, se contribuiría a que cada vez más usuarios opten por el transporte público para sus desplazamientos diarios y a reducir el número de coches en circulación, disminuyendo así la contaminación. «El tráfico rodado origina el 50% de las emisiones contaminantes en los centros urbanos y, de ellas, más del 90% corresponden al tránsito de coches», subrayó. Según ATUC, la financiación del sistema de transporte público cuesta unos 5.000 millones de euros anuales, de los que aproximadamente la mitad se cubre con los ingresos por billete y la otra se sufraga con recursos públicos.

«La fiscalidad puede ser un instrumento de enorme ayuda para forzar el cambio en los hábitos de desplazamiento. Aumentar la fiscalidad al diésel y equipararla con la de la gasolina ayudará a reducir la contaminación, puesto que debido a la menor carga fiscal que soporta el gasóleo, tenemos un parque automovilístico dieselizado, pese a que los coches diésel emiten aproximadamente un 15% más de dióxido de carbono por litro de carburante que uno con motor de gasolina«, señaló el secretario general de ATUC, Jesús Herrero.

El precio de los carburantes se aleja de sus máximos del año

Europa Press.- El precio medio del litro de gasolina y gasóleose ha abaratado hasta un 0,4%, encadenando su segundo descenso consecutivo y dejando así atrás la espiral alcista que le llevó a sumar dos meses y medio de subidas. En concreto, el litro de gasóleo se ha situado en los 1,232 euros, tras caer un 0,4%, y se sitúa en niveles de diciembre de 2014. Por su parte, el litro de gasolina ha bajado un 0,37%, hasta situarse en los 1,328 euros, todavía en niveles de hace tres años.

De esta manera, los precios de los carburantes vuelven a dar un respiro, después de la tendencia alcista en que entraron desde finales del pasado mes de marzo, espoleada por las tensiones geopolíticas que llevaron al petróleo a una escalada imparable, hasta situarlo por encima de los 80 dólares hace unas semanas. El precio del barril de petróleo Brent, de referencia para Europa, cotiza a 73,42 dólares, mientras que el barril de crudo Texas americano se intercambia a 64,72 dólares.

Con respecto a los precios con que arrancó el año 2018, el precio del litro de gasóleo se mantiene un 8,7% más caro, mientras que en el caso de la gasolina la subida ronda el 7,5%. Así, a los actuales precios, llenar un depósito de 55 litros de gasolina supera los 73,04 euros, casi 30 céntimos menos, mientras que en el caso del gasóleo supone para el consumidor 67,7 euros, también unos 30 céntimos menos.

La gasolina es más barata en España que en la media de la Unión Europea y la zona euro, donde el precio de venta al público del litro de combustible Euro-Super 95 se sitúa en 1,461 euros y 1,502 euros, respectivamente, mientras que el litro de gasóleo cuesta 1,359 euros en la media de la Unión Europea y 1,359 euros en la eurozona. El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España aún sigue contando con una menor presión fiscal, en general, que la media comunitaria.

El gas natural se presenta como una alternativa más barata y sostenible para los medios de transporte que utilizan diesel

EFE.– El gas natural se presenta como la alternativa más económica, sostenible e inmediata para sustituir al diesel en los medios de transporte urbanos, automóviles y vehículos pesados, ante la disyuntiva que plantea la necesidad de crear fuentes de energía alternativas en la industria.

Así lo han explicado en Bruselas representantes de algunas ciudades europeas como París y Pamplona, empresas de transporte y distribuidores gasísticos, quienes han coincido en la importancia del gas natural en la automoción como una «solución real y actual» y no una promesa de una tecnología futura.

«El gas reduce las emisiones de CO2, y si consideramos el gas renovable el balance de emisiones es prácticamente neutro, además produce una reducción importantísima en las partículas y mejora la calidad del aire. Y también es económicamente competitivo«, sostuvo el responsable de gran consumo e infraestructuras de Nedgia, Ignacio Cabané.

Nedgia es la compañía distribuidora de gas del grupo Gas Natural Fenosa que representa la cara española de la coalición Gas Distributors 4 Sustainability (GD4S), compuesta por los cinco principales distribuidores gasísticos europeos (Italgas, GRDF, Distrigaz Sud Retele y Galp Gás Natural Distribuição, además de Nedgia).

Además de su reducida emisión de CO2, destaca el ahorro en el combustible debido al bajo coste por kilómetro y del precio de adquisición de estos vehículos, muy similar a un vehículo convencional, según explicó el director de movilidad sostenible de Seat, Antonio Calvo Domingo.

En 2017, Seat inició una ofensiva en España para dar a conocer este tipo de coches con la que consiguió multiplicar por tres sus ventas en un solo un año, hasta alcanzar las 1.000 unidades, una cifra que ya han logrado en los tres primeros meses de 2018.

Por otra parte, también el biogás fue incluido como solución actual en el transporte, aunque su implantación requiere una mayor inversión en infraestructuras.

Un ejemplo es el proyecto piloto desarrollado en 2017 por la Mancomunidad Comarca de Pamplona para transformar residuos orgánicos en biogás y posteriormente en biometano para producir combustible y mover las flotas de transporte público y transporte de residuos.

Los carburantes suben un 10% desde marzo y tocan nuevos máximos tras encadenar su undécima semana consecutiva al alza

Europa Press / EFE.– El precio medio del litro de gasolina y de gasóleo ha escalado a nuevos máximos esta semana tras encadenar su undécima subida consecutiva, con lo que acumula un encarecimiento de hasta el 10% desde que a finales del pasado mes de marzo entró en una espiral alcista el precio del crudo.

Concretamente, el litro de gasóleo se ha situado en los 1,243 euros, tras encarecerse un 0,16%, marcando un nuevo máximo anual y unos niveles que no se veían desde diciembre de 2014. Por su parte, el litro de gasolina repunta un 0,15%, hasta tocar los 1,337 euros, un nuevo precio máximo desde junio de hace tres años. Los precios de los carburantes siguen en máximos de noviembre de 2014 y de junio de 2015, respectivamente.

De esta manera, los precios de los carburantes prosiguen con la tendencia alcista en que entraron desde finales de marzo, agudizada por las tensiones geopolíticas que llevaron al petróleo a una escalada imparable, hasta situarlo por encima de los 80 dólares hace unas semanas. Desde ese cambio de tendencia en marzo, el precio del litro gasóleo acumula un encarecimiento de más del 10%, mientras que el de la gasolina ha repuntado un 9,6%. El precio del barril de petróleo Brent, referencia para Europa, cotiza a 76 dólares, mientras que el barril de crudo Texas americano se intercambia a 65 dólares.

Carburantes más baratos en España

Mientras, con respecto a los precios con que arrancó el 2018, el precio del litro de gasóleo se ha encarecido un 9,2%, mientras que en la gasolina la subida es del 8,2%. Así, a los actuales precios, llenar un depósito de 55 litros de gasolina supera los 73,53 euros, lo que supone 5,6 euros más que a principios de año. Para el caso del gasóleo, el llenado de un depósito de 55 litros supone para el consumidor 68,36 euros, también unos 5,6 euros más con respecto a principios de año.

La gasolina es más barata en España que en la media de la Unión Europea y la zona euro, donde el precio de venta al público del litro de combustible Euro-Super 95 se sitúa en 1,476 euros y 1,517 euros, respectivamente, mientras que el litro de gasóleo cuesta 1,374 euros en la media de la Unión Europea y 1,373 euros en la eurozona. El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal, en general, que la media comunitaria.

La subida de los carburantes en Portugal hace que un camionero ahorre 150 euros por depósito si reposta en España

EFE.- La constante subida de los precios del combustible en Portugal en las últimas semanas ha provocado que las grandes empresas lusas de transporte internacional opten por repostar en centros españoles, donde pueden ahorrar entre 150 y 180 euros por depósito. El combustible lleva dos semanas consecutivas de subidas y, por lo general, en las gasolineras portuguesas el diesel oscila entre 1,35 y 1,40 euros por litro, mientras que en España el coste es de entre 15 y 20 céntimos menos.

La gasolinera lusa de Vilar Formoso marca un precio de 1,34 euros, mientras que a 400 metros, en la primera gasolinera española, ya en la provincia de Salamanca, el gasóleo marca 1,19 euros. «No es que casi siempre repostemos en España, la palabra es siempre repostamos en España», asegura el camionero de Oporto, Eduardo Escobar, mientras descansaba en la zona fronteriza de Vilar Formoso (Portugal) y Fuentes de Oñoro (España) para luego reiniciar la marcha con el camión hacia Austria.

Los empresarios lusos del sector del transporte de camiones se han reunido con representantes del Gobierno de Portugal para exigir medidas que palíen la situación. César Tomás, camionero luso que también se encontraba haciendo la pausa obligatoria en Vilar Formoso y que se dirige a Bélgica, explicó que él siempre opta por repostar en País Vasco. «La situación está mal, los combustibles están muy caros y tienen muchos impuestos, ya que por cada euro 60 céntimos son de impuestos y así no se aguanta», manifestó.

De momento, el tránsito por las principales vías de comunicación entre España y Portugal es fluido, a pesar de que los empresarios del sector del transporte de camiones anunciaron algunos paros. En septiembre de 2016, el Gobierno luso decidió aplicar una rebaja de 13 céntimos por litro de combustible en las gasolineras fronterizas con España, con el fin de ser más competitivas y evitar que los transportistas no repostaran en el país vecino aunque, debido a la escalada de precios, la medida podría ser insuficiente.

El precio de los carburantes escala a nuevos máximos desde 2015 con el petróleo en niveles récord

Europa Press / EFE.- El precio medio del litro de gasolina y de gasóleo ha encadenado su sexta subida consecutiva para escalar a nuevos máximos desde el verano de 2015, con el precio del barril de petróleo en niveles récord desde 2014. En concreto, el litro de gasolina se ha situado en los 1,286 euros, tras encarecerse un 0,54%, marcando un nuevo máximo anual y tocando precios que no se veían desde finales de julio de 2015.

Por su parte, el litro de gasóleo ha repuntado un 0,59%, hasta tocar los 1,19 euros, un nuevo precio máximo desde junio de hace tres años. De esta manera, los precios de los carburantes prosiguen la espiral alcista en que entraron desde finales del mes de marzo, agudizada en las últimas semanas por las tensiones geopolíticas que han llevado al petróleo a una escalada imparable.

Los precios de la gasolina no bajan desde el 12 de marzo de este año y los del gasóleo desde el 19 de marzo. En el plazo de un mes la gasolina ha subido un 2,63% y el gasóleo, un 3,03%. Desde que comenzó 2018, el incremento es del 3,54% en el caso de la gasolina y del 3,84% en el del gasóleo. Además, la gasolina súper de 95 octanos es ahora un 5,41% más cara que hace un año y el gasóleo un 8,87%.

Efecto Trump sobre el crudo

El anunció del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de que su país se retira del acuerdo nuclear firmado en 2015 con Irán, no ha hecho más que disparar aún más el precio del crudo, hasta situarlo por encima de los 77 dólares. El precio del barril de petróleo Brent, de referencia para Europa, cotiza a 77,69 dólares, mientras que el barril de crudo Texas se intercambia a 71 dólares.

Con los actuales precios, llenar un depósito de 55 litros de gasolina supera los 70,7 euros, lo que supone unos 2,4 euros más con respecto a principios de este año. Para el caso del gasóleo, el llenado de un depósito de 55 litros supone para el consumidor supone 65,45 euros, también unos 2,4 euros con respecto a principios de enero.

Por su parte, el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, ya aseguró que el Gobierno estará «vigilante» con los márgenes de comercialización de los carburantes ante el episodio actual de repunte en los precios del petróleo. Nadal subrayó que el Ejecutivo permanecerá «vigilante» ya que cuando «hay tensión de precios queremos que reflejen el verdadero coste del barril y no otras cosas».

La gasolina es más barata en España que en la media de la Unión Europea y la zona euro, donde el precio de venta al público del litro de combustible Euro-Super 95 se sitúa en 1,419 euros y 1,461 euros, respectivamente, mientras que el litro de gasóleo cuesta 1,315 euros en la media de la Unión Europea y 1,316 euros en la eurozona. El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal, en general, que la media comunitaria.

El margen de las petroleras descendió en marzo pero sigue por encima de la media registrada en la Unión Europea

EFE.- El margen bruto de las petroleras descendió en marzo, un 8,3% en la gasolina súper y un 5,8% en el gasóleo, aunque sigue estando por encima del indicador promedio de la Unión Europea (UE), según el informe de carburantes de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

El informe analiza la evolución de los precios de los combustibles en marzo, en el que el precio de la gasolina bajó un 0,5% y el gasóleo un 0,4%.

El margen bruto de distribución engloba los costes asociados a la distribución del carburante desde la refinería o los puertos hasta la estación de servicio, así como la rentabilidad del operador mayorista y distribuidor minorista, además de otros costes derivados de obligaciones como el mantenimiento de existencias mínimas de seguridad o la comercialización de biocarburantes con fines de transporte.

El margen bruto medio mensual de la gasolina súper 95 disminuyó en 1,55 céntimos en marzo y se situó en 17,2 céntimos, mientras que el del gasóleo bajó 1,08 céntimos hasta los 17,4 céntimos.

A pesar del descenso de dicho margen en marzo, el de la gasolina súper 95 en España fue superior en 7,2 céntimos de euros el litro al indicador de la UE y la diferencia con el mismo se incrementó un 33,8% con la que hubo el mes anterior.

En el gasóleo, el margen bruto medio en España fue superior en 5,7 céntimos de euros el litro al indicador de la UE, con lo que la diferencia fue un 23,6% superior a la registrada en febrero.

En relación a Francia, en marzo el margen bruto fue superior en 4,3 céntimos de euros en la gasolina súper 95 y en 4,9 céntimos en el gasóleo.

La diferencia con Alemania en el margen bruto fue aún mayor, de 10,3 céntimos en la gasolina súper 95 y en 6,8 céntimos el litro en el gasóleo.

En cuanto a los precios antes de impuestos de la gasolina en España, en marzo superaron los de la media europea y fueron 6,3 céntimos más caros que en la zona euro, aunque los de venta al público estuvieron 15,2 céntimos por debajo.

Los precios antes de impuestos del gasóleo en España superaron los de la media europea y fueron 4,1 céntimos más altos que los de la zona euro, mientras que los de venta al público se situaron 11,2 céntimos por debajo.

España fue el segundo país de la UE con la gasolina más cara antes de impuestos en marzo y el quinto en el caso del gasóleo.

En marzo, la evolución de los precios de venta al público de los carburantes fue desigual, ya que, aunque hasta mediados de mes bajaron, a partir de ese momento iniciaron una tendencia al alza.

Según el Boletín Petrolero de la Unión Europea (UE), en la última semana de abril los precios de la gasolina han subido en España un 0,55% y los del gasóleo un 0,59%, con lo que se mantienen en los niveles del verano de 2015 que alcanzaron hace ya unas semanas.

La patronal empresarial de Baleares pide adaptar la central térmica de Menorca para evitar una «catástrofe» económica

EFE.- La Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB) reclama al ministro de Energía, Álvaro Nadal, que ordene la adaptación de las 5 turbinas de gas de la central térmica de Mahón a la normativa ambiental europea para evitar una «catástrofe» económica en 2020.

La patronal ha remitido una carta al ministro en la que la expone que, dada la total dependencia eléctrica que tiene Menorca de la central de Mahón tras la rotura del cable que conectaba esta isla con la de Mallorca, ajustar las instalaciones a las restricciones de emisión de gases obligatorias desde enero de 2020 es una necesidad perentoria. No ejecutar en los próximos 20 meses esta adaptación «supondrá una catástrofe para la economía de la isla de Menorca, al quedar eléctricamente desabastecida», resalta CAEB.

Reducir las emisiones para 2020

La asociación empresarial recuerda que la rotura de la conexión eléctrica submarina entre Mallorca y Menorca y la obsolescencia medioambiental de la instalación generadora de Mahón representan una «situación de riesgo alto» para la cobertura de la demanda. De acuerdo con los datos recogidos en la carta, la central térmica menorquina cuenta con 5 turbinas de gas con una potencia de 204,4 megavatios, pero incumplen los valores límite de emisión de gases contaminantes a la atmósfera de obligado cumplimiento desde el 1 de enero de 2020. Antes de que la norma europea entre en vigor no estará listo el nuevo cable eléctrico submarino Mallorca-Menorca, que como muy pronto podría funcionar «bien entrado el 2020», continúa la argumentación dirigida el ministro.

Si las turbinas de gas no se adaptan y tienen que dejar de emplearse en 2020, Menorca dependerá del suministro eléctrico que pueda aportar la central térmica con sus motores diesel, que alcanza los 40,8 megavatios, cuando la demanda estimada para ese año será de 127 megavatios. «Le solicitamos que a la mayor brevedad posible se realicen las actuaciones necesarias para la aprobación urgente de las inversiones medioambientales que la central de Mahón requiere», concluye la carta de la CAEB.

La comisión de expertos propone subir un 28,6% el gasóleo, un 5,8% el gas y bajar un 6,8% la luz

Europa Press.- La Comisión de Expertos sobre escenarios para la Transición Energética apuesta por un encarecimiento del gas del 5,8% y también de los derivados del petróleo, especialmente del gasóleo, que subiría un 28,6%, frente a un alza del 1,8% en la gasolina, a la vez que aboga por abaratar el precio de la electricidad en un 6,8% para el consumidor doméstico.

La comisión, que ha presentado las conclusiones de su trabajo al Gobierno, considera que estas modificaciones de precios son coherentes con la necesidad de electrificar la economía para avanzar hacia la descarbonización y son alcanzables a medio plazo de forma gradual. El documento, entregado por el presidente de la comisión, Jorge Sanz, al ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, ha contado con un elevado nivel de consenso (11 votos a favor y 3 abstenciones), lo que puede convertirlo en un instrumento de referencia para la discusión de la futura legislación para la lucha contra el cambio climático.

El informe apunta a la fiscalidad como una de las herramientas claves para el cumplimiento de los objetivos comprometidos por España con la Unión Europea en materia de cambio climático. En concreto, propone sustituir los impuestos actuales por otros que internalicen los daños medioambientales bajo el axioma de que el que contamina, paga. El documento incluye 3 límites en la implantación de esta medida, como son evitar la deslocalización de la industria sometida a competencia internacional y los efectos negativos sobre otros colectivos sensibles, como agricultores y profesionales del transporte; evitar la pérdida de recaudación de las administraciones públicas y no elevar la presión fiscal.

Propone también sacar de la tarifa eléctrica la financiación de los sobrecostes de las renovables y repartirla entre todas las energías finales (electricidad, gas natural y derivados del petróleo). También sugiere que todos los vectores energéticos financien las infraestructuras necesarias para satisfacer el consumo energético (redes, para la electricidad y el gas, e infraestructuras viarias, en el caso de la gasolina y el gasóleo A).

En ausencia de una fiscalidad distorsionadora, España se convertiría en un exportador neto de electricidad a Francia «ya que la mayor penetración renovable en nuestro país permite un diferencial de precios eléctricos estructural a favor de España», explica Sanz, presidente de la comisión de expertos. El informe apunta a que el gas natural jugará un papel importante en 2030, pero su importancia se reducirá en 2050, año en el que la generación eléctrica girará exclusivamente en torno a instalaciones eólicas, fotovoltaicas, hidráulicas y el almacenamiento.

En lo que respecta a la generación eléctrica con carbón, el informe apunta a que con los precios de los combustibles del escenario central y el precio del CO2 de 50 euros por tonelada previsto en el mismo, la participación de esta tecnología en el mix eléctrico sería nula, por lo que prevé la desaparición del carbón en el mix eléctrico en el año 2030.

Mejor fijar pagos por capacidad

El informe también contempla la puesta en marcha de mecanismos de capacidad destinados a garantizar a las centrales eléctricas la recuperación de sus costes fijos y la posibilidad de hibernar centrales de generación «que, pudiendo ser redundantes actualmente, podrían necesitarse cuando se recupere la demanda de electricidad«. Esto podría ser una opción menos costosa para el consumidor que construir centrales nuevas dentro de unos años.

La comisión apunta también a una revisión de los peajes de acceso «para evitar que la electricidad siga siendo artificialmente cara» respecto de otras fuentes energéticas alternativas (gas natural y derivados del petróleo) y sea posible avanzar hacia la electrificación de la economía y, con ella, hacia una mayor penetración de las energías renovables. Según su análisis, el actual diseño de peajes incentiva ineficientemente el autoconsumo eléctrico, debido a que una parte importante de los costes fijos del sistema eléctrico se recupera a través del peaje variable de la electricidad. En consecuencia, los autoconsumidores dejan de contribuir a la financiación de dichos costes fijos, que habrán de ser soportados por los consumidores que no pueden instalar paneles en sus tejados.

«Ello supone una subvención implícita al autoconsumo que puede dar lugar a transferencias de renta regresivas, debido a la diferente capacidad adquisitiva entre los consumidores que pueden instalar paneles en sus tejados y los que no pueden, y a inversiones ineficientes, ya que la generación solar fotovoltaica es más eficiente hoy que la distribuida, gracias a las economías de escala», apunta Sanz. Por ello, la Comisión propone que se revisen los actuales peajes de acceso (fuente de la distorsión) y, al mismo tiempo, se suprima el actual peaje de respaldo.

Con respecto a las emisiones, los expertos destacan el alto grado de cumplimiento de los límites de emisiones referenciados a 2005 y el elevado grado de cumplimiento del objetivo de eficiencia energética. Sin embargo, respecto al objetivo de renovables, su cumplimiento dependerá del grado de electrificación de la economía que se alcance. «Por ello, es fundamental abordar de forma urgente la reforma de la fiscalidad ambiental en el sector energético y la reforma de los peajes de acceso, de manera que los agentes económicos respondan a las señales de precio correctas que permitan la electrificación de la economía», explica Sanz.

De no alcanzarse el suficiente grado de electrificación, será preciso impulsar medidas de eficiencia energética adicionales (por ejemplo, en aislamiento térmico de edificios) e incluso potenciar las renovables no eléctricas (solar térmica o biocarburantes) a pesar de que son más caras que las renovables eléctricas. Para alcanzar en 2050 un alto nivel de descarbonización, será necesaria la reconversión energética del parque de edificios, así como políticas públicas de apoyo al ahorro energético en la industria.

El informe recomienda igualmente considerar la extensión de la protección a los consumidores vulnerables al conjunto de suministros energéticos de los hogares, a través de un bono social energético, pero financiado desde los Presupuestos. También ve conveniente garantizar la protección efectiva frente al corte de suministro de todos los consumidores energéticos vulnerables (y no sólo a los severos), «siempre que se haga de forma que se prevengan comportamientos oportunistas», con la colaboración de todas las administraciones públicas competentes. Por último, la comisión propone contar con un Consejo para la Transición Energética y el Cambio Climático.

Los expertos proponen subir la fiscalidad sobre los carburantes, frente al rechazo de los transportistas, para fomentar la movilidad sostenible

Europa Press / EFE.- La Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer) rechaza «de forma rotunda» la reforma fiscal planteada por el grupo de expertos sobre transición energética y califica como «brutal» la subida que propone en los impuestos a los carburantes. Los expertos proponen fiscalidad vinculada al CO2, con un incremento del tipo aplicable al gasóleo y extender «ese refuerzo de la señal medioambiental a los impuestos locales afectados», entre los que se encuentra el impuesto de circulación de los ayuntamientos.

Este informe, entregado al ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, apunta que el transporte ha sido el «principal responsable» del incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero en España en el período comprendido entre 1990 y 2015, por lo que apuesta por la expansión de los vehículos eléctricos para reducir este impacto negativo. No obstante, indica que la penetración en el mercado de este tipo de vehículos, aún reducida, estará condicionada «de modo muy destacado» por el coste de dichos vehículos y por la evolución que experimenten las baterías y, por lo tanto, la autonomía.

La comisión de sabios considera que la política regulatoria debe orientarse a facilitar una transición eficiente hacia vehículos de energías alternativas, «sin precipitarse en medidas de gasto público que puedan conducir a generar costes no recuperables», y prestando «especial atención» al cambio de fiscalidad como instrumento «imprescindible» para facilitar la transición a una movilidad sostenible. Por ello, dicho grupo de expertos, con el fin de facilitar la transición a una movilidad baja en emisiones, se muestra a favor de establecer una estructura de peajes de acceso que favorezca un uso eficiente de la red eléctrica.

En esta línea, defiende avanzar en una exploración de medidas proactivas por parte de las administraciones locales que, además de fomentar el transporte colectivo como estrategia para reducir las emisiones, también incentiven la movilidad no contaminante. El informe recomienda, a su vez, vincular los apoyos a los vehículos con energías alternativas a las emisiones de CO2 evitadas y considerar, en tanto que se procede a la creación de una fiscalidad vinculada al CO2, un incremento del tipo aplicable al gasóleo.

Igualmente, los expertos proponen garantizar un entorno adecuado para la I+D+i del coche eléctrico en España ya que “sería vital”, aseguran, debido especialmente a la relevancia que tiene el sector del automóvil. También proponen proporcionar un entorno «adecuado y prudente» para la expansión de los puntos de recarga de coches eléctricos. En cuanto a los biocarburantes, el informe apunta que la medida más eficiente «sería financiar renovables eléctricas más que mezclar biocombustibles», por lo que apuesta por contribuir a un Fondo de energías renovables, con el fin de profundizar en la neutralidad ecológica y lograr una descarbonización al mínimo coste.

Además, resalta que la descabornización del transporte de mercancías tiene su máximo potencial con el uso de camiones eléctricos para el tráfico ligero de mercancías y de vehículos industriales de gas para tráfico más pesado y el traspaso de parte del transporte al tren. Para ello, advierten de que hace falta un mayor impulso para superar barreras que frenan su desarrollo, como la falta de capilaridad de la red ferroviaria, la necesidad de invertir para eliminar cuellos de botella, el desdoblamiento de vías y su electrificación, así como el incremento del parque de máquinas eléctricas.

Fenadismer rechaza la presión fiscal

Según Fenadismer, el informe del grupo de expertos «supone desconocer la realidad del sector del transporte por carretera», tanto en materia fiscal como en su contribución al medio ambiente. Fenadismer ha subrayado que las cargas fiscales del transporte por carretera «contrastan con los beneficios fiscales de los que disfrutan» otros medios, como el transporte aéreo, el marítimo o el ferroviario.

Además, los expertos proponen crear un recargo al consumo de carburantes o un sistema de «viñetas«, que pagarían los propietarios de vehículos, para financiar la construcción y el mantenimiento de infraestructuras viarias. No obstante, este comité de sabios precisa que las infraestructuras, tanto las viarias como las energéticas, pueden tener un impacto positivo en la economía y en la equidad interterritorial, lo que justificaría que una parte de la inversión se financie con cargo a los presupuestos generales del Estado. Los expertos consideran que los consumidores de los distintos productos energéticos deberían financiar las infraestructuras asociadas a su consumo, tal y como ocurre actualmente con las redes eléctricas y gasistas.

En el caso de las infraestructuras viarias, el informe plantea tres opciones: crear un recargo al consumo de gasolina y gasóleo de automoción que permita recuperar las inversiones en la red de carreteras; establecer un sistema de «viñetas», como ocurre en otros países europeos, que deberían pagar los propietarios de vehículos por el uso de las vías; o una combinación de ambas. Según los expertos, la introducción de las «viñetas» sería «imprescindible» a medida que se extiendan los vehículos de combustibles alternativos, como el coche eléctrico, que no consumirán ni gasolina ni gasóleo. El informe cifra en 12.520 millones de euros la inversión anual en construcción y mantenimiento de carreteras.

En todos los casos, el informe aconseja exenciones fiscales para mitigar el impacto de estos impuestos y recargos en colectivos sensibles como los profesionales del transporte o los agricultores. El documento elaborado por el grupo de expertos aboga por sustituir los actuales impuestos energéticos por otros que internalicen los daños medioambientales derivados de la generación y el consumo de energía. Concretamente, plantea 2 nuevos impuestos, uno para las emisiones de CO2 y otro para otras emisiones contaminantes (SO2, NOx y partículas). Estos nuevos gravámenes recaerían sobre las instalaciones de generación de electricidad y sobre los consumidores finales de carbón, gas natural y derivados del petróleo.

Además, los expertos proponen cambiar el mecanismo de financiación de las renovables, que ahora recae en la tarifa eléctrica, y sustituirlo por un recargo a todas las fuentes de energía final. Según los cálculos del comité de sabios, estas medidas abaratarían la factura eléctrica pero encarecerían el gas natural, el butano, la gasolina y, sobre todo, el gasóleo. En el caso de la electricidad, disminuirían los peajes aunque subiría algo el precio mayorista por el impacto del impuesto al CO2.

El director general de la Asociación del Transporte Internacional por Carretera (Astic), Ramón Valdivia, advirtió del efecto negativo que tendría para el sector y para las exportaciones españolas una eventual subida de los impuestos que gravan los carburantes. Valdivia recordó que la mayoría de las exportaciones hacia Europa «viaja por carretera». Valdivia avanzó que, si la subida fuera inevitable, el sector exigiría que se aplicase la figura del «gasóleo profesional» para compensar los efectos negativos.

El director general de Astic subrayó que el sector ya soporta bastantes impuestos, más de 10.000 millones al año, y se quejó de que regularmente «se vuelve la vista hacia la carretera» cuando se necesita aumentar la recaudación. Valdivia ha criticado la tentación de «escudarse» en las emisiones de CO2 para justificar una subida impositiva a los carburantes. En este sentido, ha explicado que los camiones y los autocares sólo representan el 6% de las emisiones de CO2 de Europa, muy lejos de otras actividades.