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El Gobierno insiste en promover una nueva ley para luchar contra el cambio climático mientras Cañete ratifica el compromiso europeo

EFE / Europa Press.- La Comisión Europea aseguro que los países comunitarios ratificaran el acuerdo climático de París “lo antes posible” al tiempo que el Gobierno español confía en que la protección del medio ambiente sea un compromiso que una a todos los partidos políticos para que el Parlamento apruebe una ley que siente los principios para luchar contra el cambio climático. Así lo destacó la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, que representó a España en la firma del acuerdo.

Más de 170 países, de los cuales unos sesenta estuvieron representados por jefes de Estado y de Gobierno, acudieron a la sede de la ONU para estampar su firma en el tratado. «Es un día importante. Es un momento histórico», dijo Sáenz de Santamaría. La vicepresidenta dijo que, aunque el Gobierno actual esté en funciones, la protección del medio ambiente «debería ser un compromiso de todos, y al menos lo es del partido que sustenta el Gobierno». En ese sentido, anunció que una de las próximas leyes que puedan llevarse al Parlamento sea una ley de cambio climático que recoja «todos los instrumentos y todos los mecanismos necesarios para poder cumplir los objetivos» que se han suscrito en la ONU.

Destacó que España, por ejemplo, es líder en sectores como tecnología renovable y se encuentra en «las mejores condiciones para cumplir los objetivos» que ha definido la ONU en el acuerdo climático. «Venimos con los deberes muy hechos, con una senda muy marcada», insistió la vicepresidenta en funciones acerca de la situación que tiene España en ese sentido y en relación con los compromisos que regirán cuando entre en vigor el acuerdo de París. Además, Sáenz de Santamaría subrayó que España defiende «más eficiencia energética» y recordó que el país y Portugal están muy involucrados en programas como interconexiones eléctricas.

Sáenz de Santamaría insistió en que el acuerdo que acababa de firmar a nombre de España fija un sistema de «solidaridad global» basado «en el justo equilibrio entre las renuncias y las compensaciones». «El acuerdo establece mecanismos de compensación para que la reducción de emisiones no afecte a las posibilidades de desarrollo y prosperidad de ningún país«, agregó. «Los efectos del cambio climático nos afectan a todos; nadie queda a salvo de sus consecuencias», afirmó en su mensaje. «Al firmar este acuerdo, nos obligamos con nuestros hijos, con nuestros nietos. Cada generación, ahora la nuestra, asume su responsabilidad medioambiental con las venideras», agregó la vicepresidenta del Gobierno español en funciones.

También recordó que España, junto con el resto de los países de Europa, se ha comprometido a reducir un 40% de las emisiones para 2030 respecto a los niveles de 1990. Asimismo, señaló que España ampliará también las interconexiones energéticas para hacerlas más eficientes y aumentará sustancialmente sus aportaciones anuales para la financiación climática para llegar a duplicarlas a partir del 2020. «Será entonces cuando alcancemos niveles en el entorno de los 900 millones», añadió. «Este acuerdo ejemplifica lo mejor de la política internacional, que debe volverse en cultivar los intereses compartidos por los países y pueblos del mundo», concluyó.

«El acuerdo de París ha sido un éxito que representa un salto de declaraciones de voluntad y buenos deseos a los hechos y los compromisos. El paso de una visión reducida a una más amplia e integradora. Son cambios esperanzadores que crean nuevas oportunidades y generarán prosperidad. Este objetivo tiene que ser la principal tarea de todos los gobiernos, convertirnos también en gobiernos de acción. Pongámonos en marcha», ha concluido.

Cañete: “A ratificarlo cuanto antes”

Por su parte, el comisario de Energía y de Acción Climática, Miguel Arias Cañete, advirtió de que los países todavía tiene que «tomar decisiones difíciles» alrededor del acuerdo internacional sobre el clima alcanzado en París en diciembre de 2015 y subrayó que todas las partes deben «cumplir» sus compromisos. «No va a ser fácil. El cambio de este nivel nunca lo es. Tendremos que tomar decisiones difíciles, fijar objetivos más elevados, hacer nuevas leyes, redirigir inversiones», explicó Cañete, que defendió que Europa sigue dispuesta a «continuar liderando con el ejemplo» tras recordar que la Unión Europea se ha marcado el objetivo «duro» de reducir las emisiones de CO2 «al menos un 40% antes de 2030«.

El comisario ha reconocido eso sí que la ratificación del acuerdo del clima, que requiere el visto bueno de los Parlamentos nacionales de los Veintiocho y de la Eurocámara «requerirá algo de tiempo» pero el compromiso europeo con el acuerdo es «irreversible y no negociable«. «Se hará lo antes posible. Antes del comienzo este verano, la Comisión Europea presentará una propuesta a nuestros Estados miembro para que ratifiquen el Acuerdo de París en nombre de la Unión Europea», ha subrayado.

Cañete ha recordado que Europa sólo representa el 9% de las emisiones globales aunque «todos» comparten la responsabilidad, pero también ha dejado claro que «los grandes emisores deben liderar el camino», que las economías emergentes «también tendrán la obligación de contribuir más y el sector privado también tendrán que aumentar» su contribución «porque tiene lógica económica». «Todos sabemos que las contribuciones actuales de los países para reducir las emisiones no nos llevarán muy por debajo de los dos grados, muchos menos el grado y medio. Todos tendremos que recurrir a nuestro espíritu de París en 2018 para hacer frente a la realidad juntos y alentar una mayor ambición», ha concluido.

Pintadas contra la Comisión Europea

La Coalición Clima 21, formada por ONG, movimientos sociales y diversas organizaciones civiles, realizó una pintada en la entrada de la sede de la Comisión Europea para pedir a los líderes europeos mayor implicación en la lucha contra el cambio climático. «COP21 m’a tue» (la COP21 me ha matado) rezaba la pintada con la que se protesta por la tardía aplicación del acuerdo sobre el clima, prevista para 2020, e insta a la Unión Europea a no esperar hasta entonces para implementar políticas climáticas ambiciosas.

Estados Unidos se sumará a la lucha contra el cambio climático ratificando este viernes el acuerdo de París

EFE / Europa Press.- El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, será el encargado de firmar este viernes en Nueva York el acuerdo sobre cambio climático adoptado en diciembre en París e iniciar un proceso de adhesión que el Gobierno estadounidense espera completar «lo antes posible este año», según explicó un alto cargo norteamericano.

El primer pacto universal de lucha contra el cambio climático, alcanzado en la cumbre sobre el clima (COP21) de París, no entrará en vigor hasta que lo hayan ratificado al menos 55 países que sumen un 55% de las emisiones mundiales. Según la ONU, más de 60 gobernantes estarán en Nueva York para dar el primer paso hacia esa meta, al firmar el pacto y comprometerse a iniciar un proceso nacional para aplicarlo. A ellos se sumará Kerry para firmar en nombre de Estados Unidos, país que recientemente se puso de acuerdo con China para suscribir el acuerdo el primer día que fuera posible hacerlo.

Estados Unidos calcula que, «con el número de países que firmarán el acuerdo el viernes, se superará con creces» el umbral de las 55 naciones que representen el 55% de las emisiones globales establecido para que el pacto entre en vigor, agregó. El objetivo es que Estados Unidos quede comprometida formalmente con el acuerdo antes de que el actual presidente, Barack Obama, abandone el poder en enero de 2017. El alto cargo reconoció que si el sucesor de Obama quisiera retirar a Estados Unidos del acuerdo de París, podría hacerlo, pero ese proceso «lleva tiempo» y podría perjudicar la imagen del país ante el avance conjunto de la comunidad internacional.

La vicepresidenta representará a España

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, representará a España en la ceremonia que se celebrará en la sede de Naciones Unidas. A la firma asistirá también la ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, quien subrayó que se trata de «un acuerdo histórico» pues los países se comprometieron a «cambiar el modelo productivo y cumplir con ello” para que la temperatura no suba más de dos grados centígrados a finales de siglo. «El acuerdo es muy ambicioso y nos comprometemos a revisarlo cada cinco años para ver si la suma de los esfuerzos es suficiente y evitar las consecuencias tan dramáticas que tiene el calentamiento del planeta», destacó.

Cañete apela a las renovables para descarbonizar las economías europeas

EFE / Europa Press.– El comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, subrayó el «papel fundamental» de las energías renovables en el proceso ya activo de descarbonización para las economías europeas. En la jornada Energías renovables, competitividad, regulación y mercados, organizada por APPA, Arias Cañete recalcó sobre la descarbonización que se trata de un «proceso irreversible» ante la «evidencia científica e incuestionable» del cambio climático y el efecto invernadero.

Para el comisario europeo la «inacción» ante estos fenómenos tendría «consecuencias terribles» y puntualizó que descarbonización y crecimiento económico «no son antagónicos». Para demostrar este razonamiento, Cañete indicó que la media del PIB de los 28 estados miembros de la Unión Europea creció un 46% entre 1990 y 2014, mientras que las emisiones agregadas se redujeron un 23% en ese mismo periodo. También ha asegurado que los países de la Unión Europea cumplirán en 2020 el objetivo de reducción de emisiones, por debajo del 24%, que debe alcanzar el umbral entre el 80% y 95% en 2050. Sobre este último plazo, ha admitido que se trata ya de «palabras mayores».

Antes de finales de 2016, Cañete confirmó que la Unión Europea presentará la propuesta de revisión de las energías renovables, que ahora se encuentra en análisis de impacto, con la que se pretende la adopción de medidas que faciliten alcanzar los objetivos comprometidos. La energía suministrada por las renovables en 2014, según el comisario, representó el 16% del total del consumo en el entorno de la Unión Europea. El propósito es que alcance el 27% en 2030. Cañete también comentó la «necesidad» de incentivar el uso de las energías renovables en calefacción y refrigeración, no solo en solar o eólica. Aquellas representan, según indicó, la mitad del consumo de energía total, pero cuya generación por renovables es «apenas» del 18%.

El comisario europeo, en el cierre de su intervención, ha recordado que todos estos procesos requieren «innovación y mucha financiación». Por ello y dentro del programa marco de innovación y desarrollo Horizonte 2020, Cañete ha señalado que la Unión Europea va a invertir 30.000 millones de euros en desarrollar servicios y tecnologías bajos en emisiones de carbono. También, por los Fondos de Cohesión europeos para el periodo 2014-2019, 38.000 millones irán a inversiones que apoyen la descarbonización; 40.000 millones para investigación y desarrollo; y 33.000 millones de destinarán a potenciar la competitividad de las pymes.

Renovables: «campo de negocio mundial»

Cañete apuntó que cumplir con los objetivos de reducción de CO2 para 2050 supondrá un «campo de negocio mundial» para las renovables, con unos compromisos de inversión multimillonaria. De estos objetivos de inversión, apuntó que el mayor esfuerzo corresponderá al sector privado, por lo que indicó que será necesario establecer unos marcos jurídicos que «hagan atractivas las inversiones». Asimismo, el comisario destacó la necesidad de un mercado europeo «interconectado» en el que sea más fácil exportar la energía renovable y subrayó el “logro histórico” que la COP21 supondrá en la lucha contra el cambio climático.

Para conseguir estos objetivos, Cañete afirmó que es «fundamental» un nuevo diseño del mercado de la electricidad. «Queremos avanzar hacia un mercado más flexible. Dejar atrás el mosaico de 28 mercados, un mercado más flexible que rompa las barreras nacionales», dijo. Además, consideró también necesario eliminar barreras administrativas que aumentan los costes y retrasan el desarrollo de las renovables y establecer unos objetivos «más ambiciosos» en materia de eficiencia energética.

APPA critica la improvisación regulatoria

Por su parte, el presidente de APPA, José Miguel Villarig, pidió una «mejora» en los marcos normativos que permitan corregir la inseguridad jurídica para un sector en el que es necesario realizar inversiones a largo plazo. «Se ha resuelto el déficit de tarifa, que era un problema de Estado, pero desde la improvisación. En la planificación energética ha faltado coordinación y en un sector en el que hay que invertir tan a largo plazo no se debe improvisar tanto», dijo Villarig. El presidente de la patronal renovable destacó que, a pesar de que hay una política energética europea para impulsar las renovables, en España «no se ve cuál es el incentivo», y aseguró que hay un mercado que «no funciona».

El sector energético apoya el acuerdo climático de París, con reticencias desde Carbunión, mientras Endesa apuesta por una «transición eficiente»

EFE.- El consejero delegado de Endesa y vicepresidente de Enerclub, José Bogas, señaló que para conseguir los objetivos marcados en el acuerdo de París sobre cambio climático primero se deberá gestionar una «transición eficiente» y «aprovechar al máximo los sistemas de producción actuales». En este sentido, las patronales energéticas han apoyado el acuerdo sobre cambio climático COP21, firmado en París, porque será «positivo» para el futuro, aunque con ciertas reticencias por parte de las asociaciones de los hidrocarburos y el carbón.

En una jornada organizada por Enerclub sobre este pacto, el director general de la patronal renovable APPA, José María González, lo ha calificado como «histórico», y ha afirmado que su sector sale «reforzado» de esta convención. No se ha mostrado tan convencido el presidente de la patronal del carbón Carbunión, Óscar Lapastora, que ha reclamado una «transición ordenada», debido a que los combustibles fósiles «van a seguir existiendo durante décadas».

«Una tecnología totalmente descarbonizada no es efectiva», señaló, «así que en lugar de pensar en la desaparición del carbón, habría que plantearnos maneras de seguir usándolo con menos emisiones». «El carbón está muy vivo y va a seguir estándolo», insistió Lapastora. El representante del sector del carbón tampoco cree que los objetivos que marca el acuerdo de París sean «conseguibles» y aseveró que es «complicado» que los países renuncien a explotar dos tercios de las reservas de combustibles fósiles que tengan, incluidas las de carbón.

El presidente del Foro de la Industria Nuclear Española, Antonio Cornadó, subrayó que en los próximos años se seguirán construyendo centrales nucleares en Europa. Con respecto a las propuestas de regular un límite de vida útil para estas plantas de 40 años, Cornadó aseguró que «mantener 10 años más el funcionamiento de las centrales nucleares equivale a 2 años y medio de consumo eléctrico en España y ahorrar la emisión de entre 450 y 550 millones de toneladas de CO2».

Por su parte, el presidente de la patronal petrolera AOP, Álvaro Mazarrasa, reconoció que su sector «puede ser uno de los grandes perdedores» del acuerdo de París. «Los acuerdos que ha presentado la Unión Europea son mucho más ambiciosos que los que han suscrito China o los Estados Unidos», indicó. Por último, la jefa del departamento de Cambio Climático y Medio Ambiente de la patronal eléctrica Unesa, Cristina Rivero, añadió que el acuerdo es «más de lo que esperaba conseguir la comunidad internacional» y es «sobresaliente» para el sector energético.

Endesa plantea aprovechar recursos actuales

En la clausura de la jornada organizada por Enerclub, Bogas apostó por una «transición eficiente» y «aprovechar al máximo los sistemas de producción actuales». En este sentido, indicó que otro de los retos será la modernización de la red de distribución, «empezando por las políticas regulatorias«. También añadió que si se materializan las propuestas del acuerdo, que pasan por un mix energético 100% renovable en España en 2050, Bogas auguró que el ahorro energético «ya no será necesario» porque el coste de generación «será nulo».

En este sentido, la principal cuestión a tratar con un mix totalmente renovable será «adaptarse a la disponibilidad» de los recursos. Bogas aseguró que, en ese escenario, el cliente pagará «como en el sector de telecomunicaciones, por una cantidad determinada», ya que en estas redes «ya no se paga por minuto, el usuario compra un ancho de banda y puede utilizarlo en cualquier lugar». Asimismo, con este modelo renovable, el comercio de emisiones de CO2 «dejará de ser un quebradero de cabeza», ya que desaparecerán.

Alemania y la transición energética

Profundizando en las consecuencias de París, el ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, señaló que implementar el acuerdo implicará una «reconstrucción radical de nuestras fuentes de energía, nuestras ciudades y nuestra movilidad», lo que obliga a empezar cuanto antes este proceso de adaptación. Steinmeier se mostró convencido de la viabilidad de la transición energética y, en consecuencia, de las opciones reales de eliminar totalmente el CO2 de la economía global para finales de siglo. «La transición energética es técnicamente posible y financiable«, afirmó el ministro. Steinmeier agregó a este respecto que la transformación energética ha empezado a coger cuerpo tanto en países emergentes como industrializados.

En este sentido, el ministro de Economía y Energía alemán, Sigmar Gabriel, llamó a la transición energética de su país como «uno de los proyectos centrales de futuro» de la mayor economía europea. «Queremos demostrar que una política energética sostenible tiene sentido ecológica y económicamente», indicó. Alemania se encuentra inmersa en un ambicioso proceso de transición energética que pretende ser referente internacional y que busca acabar con la dependencia nuclear para 2022 y sustituir progresivamente en las próximas décadas los combustibles fósiles por renovables como la solar o la eólica.

Las emisiones de CO2 se mantuvieron estables en 2015 por segundo año seguido pero Greenpeace denuncia que no es suficiente

EFE / Servimedia.- De hecho, Greenpeace urge a reducir las emisiones de CO2 porque, a pesar de que la Agencia Internacional de Energía (AIE) ha detectado un estancamiento por segundo año consecutivo de las emisiones globales, son las más elevadas en la historia. Según los datos preliminares correspondientes a 2015, las emisiones globales de CO2 se mantuvieron en 32.100 millones de toneladas en 2015, lo que significa que se han mantenido esencialmente en ese nivel anual desde 2013.

En concreto, esas emisiones pasaron de los 32.134,37 millones de toneladas registrados en 2014 a los 32.137,48 millones de toneladas el año pasado. «Los nuevos datos confirman las noticias sorprendentes pero bienvenidas del año pasado: hemos visto dos años seguidos de emisiones de gases de efecto invernadero desligándose del crecimiento económico», señaló el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol. El responsable de este organismo destacó que estas cifras se conocen pocos meses después del histórico Acuerdo de París en la Cumbre del Clima (COP21), que estableció objetivos globales para luchar contra el calentamiento global.

Según la AIE, la electricidad generada por las renovables desempeñó un papel «crucial», al alcanzar el 90% de la generación de nueva electricidad en 2015. La eólica fue la responsable de más de la mitad de esa nueva electricidad generada. La agencia considera que, teniendo en cuenta que el crecimiento global superó el 3%, hay evidencias de que el vínculo entre el desarrollo económico y el aumento de las emisiones se está debilitando. Recuerda también que en los más de 40 años en que la AIE ha facilitado datos sobre las emisiones de CO2, solo hay cuatro periodos en que estas se mantuvieron o cayeron respecto al año anterior, y en tres casos tuvieron que ver con crisis económicas globales.

De forma relevante, las dos mayores potencias contaminantes, Estados Unidos y China, disminuyeron sus emisiones de CO2 relacionadas con la energía en 2015. En el país americano, esa reducción alcanzó el 2%, gracias al paso en gran escala del carbón al gas natural para generar electricidad. Mientras, China disminuyó también un 1,5% sus emisiones, debido a un menor uso del carbón y a la generalización de las fuentes bajas en carbono, del 19% al 28%, especialmente las hidráulicas y las eólicas. La AIE publicará en junio su informe especial sobre la energía y la calidad del aire en todo el mundo, donde desarrollará estos datos.

Para Greenpeace no es suficiente

En este sentido, la organización ecologista indicó que el estancamiento de emisiones de dióxido de carbono demuestra cómo el trabajo de las políticas nacionales para impulsar las energías renovables está funcionando. «Pero los líderes mundiales necesitan ahora redoblar sus esfuerzos para asegurar que el aumento global de temperatura se mantenga dentro de los límites establecidos en el Acuerdo de París del año pasado», declaró la responsable de la Campaña de Energía de Greenpeace, Sara Pizzinato.

Por su parte, la responsable de la campaña global de Energía de Greenpeace Internacional, Emily Ronchon, explicó que «las emisiones de China podrían haber alcanzado su punto máximo y ahora están cayendo por segundo año consecutivo», lo que «pone al país en camino de superar sus compromisos climáticos». Sin embargo, Greenpeace critica que España figura entre «esos países que no están cumpliendo con su parte para salvar el clima», ya que en 2015 «nuevamente se redujo prácticamente a cero la instalación de nuevas renovables y al mismo tiempo el Gobierno aprobó la normativa más restrictiva del mundo en autoconsumo», en referencia a los cargos establecidos.

El almacenaje de energía renovable se presume clave para cumplir con los objetivos climáticos

EFE.- Lograr y extender el almacenaje de energía renovable será la clave para acelerar la transición energética y que los países puedan cumplir los compromisos asumidos en el acuerdo de la Cumbre del Clima de París para que la temperatura del planeta no aumente más de dos grados a finales de siglo. Así lo explica Luke Sussams, analista de la organización internacional Carbon Tracker, experta en riesgo climático en los mercados financieros.

Sussams opina que el reto «crucial» para que de verdad se produzca una transición energética hacia un mundo bajo en carbono «está en avanzar en el almacenaje de la generación renovable, porque facilitaría su penetración masiva en el sistema eléctrico». «Si el almacenaje sale adelante, las renovables serán imparables, se impondrán sin ninguna duda», subraya. El analista británico es «optimista» en este sentido: «las mejoras que han experimentado las energías renovables en los últimos han sido realmente sorprendentes, la caída de los costes ha sido muy significativa, en muchísimos países se ha alcanzado la paridad».

Sussams incide en que la expansión de las renovables es «totalmente factible» sin necesidad de subvenciones: «Las ayudas y las tarifas fijas eran un apoyo para que la tecnología despegara hasta ser competitiva en el mercado, cuando esto ya sucede, las ayudas dejan de tener sentido». «Eso sí, siempre y cuando no sigan subvencionado por otra parte a los combustibles fósiles», matiza. El analista de Carbon Tracker está convencido de que la caída de precios del petróleo «no afectará a la expansión de las renovables» como, a su juicio, demuestran datos como los 329.000 millones de dólares de inversión en nuevos proyectos renovables en 2015.

«La inversión en renovables ha resistido a los bajos precios del petróleo, que se mantendrán así durante todo este año. Seguramente habrá un repunte del precio del crudo en 2017, pero dudo que volvamos a ver el barril en 100 dólares», añade. En esa línea, Sussams no cree que los bajos precios del petróleo vayan a ser un impedimento para cumplir los objetivos de reducción de emisionesa los que cerca de 200 países se comprometieron en París. Si bien «hay muchos interrogantes abiertos, como si los países se van a tomar en serio sus compromisos y los van a implementar cada 5 años para asegurar que la temperatura no sube más de 2 grados”.

«Es la primera vez en la historia de la humanidad en la que tantos gobiernos se unen en un mismo acuerdo, lo cual es un signo político tremendo para los mercados», agrega. Recuerda también que el pacto incluye «terminología muy ambiciosa que nadie pensaba que se iba a llegar a incluir», como «el compromiso de dejar la temperatura muy por debajo de los 2º, y hacer todo lo posible para que no supere el 1,5º». «Esto no quiere decir que el 1,5º grados se vaya a conseguir, porque técnicamente es casi imposible, pero hay que hablar de 1,5º», apunta Sussams.

Sussams está convencido de que para lograr ese objetivo climático dos tercios de las reservas de combustibles fósiles conocidas «deben quedarse bajo tierra, y en esas reservas entran tanto las que manejan las empresas como los países». Por eso el analista cree que solamente el despegue masivo de las renovables reducirá la demanda de combustibles fósiles y determinará que las reservas restantes queden bajo tierra. Respecto al carbón, opina que la demanda ya «tocó pico» y que el declive de la misma «es totalmente estructural y no cíclico». Estamos en condiciones de decir que «el declive del carbón es irreversible».

La española Teresa Ribera, entre los candidatos a reemplazar a Figueres en la secretaría de Cambio Climático de la ONU

EFE.– La ONU baraja una lista de 10 candidatos para suceder a la costarricense Christiana Figueres como jefa de la diplomacia climática internacional en la que aparece la ex secretaria de Estado de Cambio Climático española Teresa Ribera, según The Guardian. Figueres ya ha confirmado que no renovará ni ampliará su mandato como secretaria general de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) más allá del turno de seis años que expira a comienzos de julio.

El organismo ha abierto el proceso para relevarla y, según fuentes consultadas, busca una personalidad fuerte y curtida en la diplomacia climática para ocupar un puesto clave en los próximos años, en los que se debe ratificar el acuerdo de París, cerrar flecos pendientes e implementarlo antes de que entre en vigor en 2020. Entre los candidatos están asimismo la embajadora mexicana en Alemania, Patricia Espinosa, que presidió la cumbre del clima de Cancún (2010), el titular peruano de Ambiente y presidente de la cumbre climática de Lima (2014), Manuel Pulgar, y la ministra brasileña de Medio Ambiente, Izabella Teixeira.

El portavoz brasileño en las negociaciones de Rio+20, André Corréa Lago, aparece también en la lista, junto al director de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el turco Fatih Birol; el ministro de Medio Ambiente de Gambia, Pa Ousman Jarju; la diplomática climática surafricana Nozipho Joyce; la embajadora de Granada en la ONU, Dessima Williams, y Laurence Tubiana, la embajadora francesa que dirigió las negociaciones de la COP21. Ribera es una de las candidatas mejor valorada en la lista que está sobre la mesa del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, por su experiencia en la negociación internacional.

Entre otros cargos, Ribera ha sido directora de la Oficina Española de Cambio Climático (OECC), entre 2004 y 2008, y secretaria de Estado de esta materia de 2008 a 2011. Ribera dirige desde julio de 2014 el Instituto para el Desarrollo Sostenible y las Relaciones Internacionales (IDDRI), que ha orientado en la trastienda la cumbre de París y el acuerdo histórico de lucha contra el cambio climático alcanzado. Los aspirantes deberán presentarse por sí mismos a un puesto que tiene una gran responsabilidad: que el acuerdo de París se aplique y los países combatan de manera efectiva el calentamiento global.

Los ecologistas piden el cierre programado de las centrales de carbón

EFE / Europa Press.- Las cinco organizaciones ecologistas de ámbito nacional reclamaron a la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, que el Gobierno aborde el cierre programado de las centrales de carbón para cumplir los objetivos asumidos en el acuerdo del clima de París. Así lo indicó a la salida del Consejo Nacional del Clima, la portavoz de cambio climático de WWF, Mar Asunción.

Las cinco grandes organizaciones ecologistas (Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF) exigieron a la ministra Tejerina «mayor ambición a nivel nacional, ya que en las proyecciones que se manejan para los próximos años siguen aumentando las emisiones». «Nos parece que es totalmente impresentable que un país desarrollado como España, no lance el mensaje adecuado, y maneje escenarios en los que crecen las emisiones», indicó Asunción.

Las ONG plantearon a la ministra «objetivos energéticos concretos para que bajen las emisiones», entre ellos «la necesidad de tener un cierre programado de las centrales de carbón, ya que estos dos últimos años las emisiones de electricidad con carbón han estado aumentando muchísimo». Asunción lamentó, sin embargo, que el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, «siga buscando recovecos para que España continúe produciendo electricidad del carbón».

Los ecologistas quieren que España apoye en el seno de la Unión Europea una mayor ambición de los compromisos de reducción presentados para 2030 cuando se ratifique el acuerdo de París. Actualmente, la Unión Europea se ha comprometido a una reducción de emisiones del 40%, a un porcentaje de renovables del 27% y la misma cifra en eficiencia energética para 2030. Asunción lamentó también «las evasivas y las respuestas generales» con las que la ministra ha contestado a sus preguntas.

“Falta compromiso contra cambio climático”

Por otro lado, las ONG ambientales no ven que el Gobierno esté dando pasos decididos para luchar contra el cambio climático en España, pese a ser uno de los países más vulnerables de Europa a este fenómeno. Así, el portavoz de Amigos de la Tierra, Héctor del Prado, lamentó que García Tejerina se dedicara a «tirar balones fuera» sobre todo respecto a la vinculación de modelo energético con las emisiones de efecto invernadero. Además criticó que la ministra se ciñera a que España se limita a los objetivos marcados por la Unión Europea, algo que, aunque es perfectamente legal, Del Prado cree que España debería ir más allá puesto que es una de las grandes economías y «debe dar ejemplo».

«La ministra dice que el Acuerdo de París y los objetivos 2020 van bien y que va a cumplir con todo. Ha explicado verdades a medias. Da la sensación de que todo va perfecto, pero algo no va bien cuando llevamos los 9 meses consecutivos más calurosos de la historia«, comentó. Para Del Prado, el Ministerio y la Oficina Española de Cambio Climático tienen «buenas intenciones, pero les falta fuerza para imponerse a otros departamentos y ser más ambiciosos”, en alusión al Ministerio de Industria.

En la misma línea, la portavoz de energía de Greenpeace, Tatiana Nuño, subrayó que en 2015 se aumentó un 23% el uso de carbón lo que ha provocado un crecimiento de las emisiones de CO2 del 4%. «Con el Acuerdo de París en la mano, que marca el fin de los combustibles fósiles, deberían trabajar en algún programa para marcar el fin de las térmicas de carbón y en un plan de transición justa una economía baja en carbono. Está claro que no podemos seguir subvencionando las energías sucias», opina Nuño que calificó de «un poco difusa» la respuesta de García Tejerina en esta cuestión.

Reclama medidas ambiciosas al Gobierno

De este modo, le han trasladado que el Gobierno sigue favoreciendo las energías sucias y que prevén que pese al Acuerdo de París vaya a haber «cambios importantes en las políticas que marquen la diferencia» por lo que ha advertido al Ministerio de Agricultura de que ese acuerdo global no es suficiente, de modo que se deben implantar medidas más ambiciosas. En cuanto al Plan Nacional de Adaptación cree que se debería recalcular el crecimiento de emisiones previsto hasta 2020.

Por su parte, el portavoz de energía de SEO/BirdLife, David Howell, reprochó que a pesar de que las emisiones han aumentado la ministra ha tratado de presentar los datos como «una buena noticia», igual que los datos del Plan Nacional de Adaptación o de la implantación del Acuerdo de París. A su juicio, España debería estar liderando la lucha contra el cambio climático en Europa al ser uno de los países más vulnerables, por su dependencia de los combustibles fósiles y sus condiciones climáticas. Entre las propuestas que WWF considera necesarias, estima que Europa debe modificar el sistema del comercio de emisiones, la directiva de renovables, avanzar en eficiencia energética y acometer un reparto de esfuerzos en los sectores difusos.

«Lo suyo es tener ya propuestas firmes en esas áreas para descarbonizar el transporte y la economía con avances importantes, no con el goteo actual de pequeñas medidas», ha valorado Howell, que cree que a España le faltan también mayores objetivos en el Plan Nacional de Adaptación para reducir la vulnerabilidad de España al calentamiento global. Finalmente, ha indicado que las ONG han instado al Ministerio a establecer un programa de cierre de las minas de carbón, de las centrales térmicas y de las nucleares.

El Ministerio de Medio Ambiente confirma que las emisiones de CO2 aumentaron un 0,5% en 2014 frente al año anterior

Redacción / Agencias.- Las emisiones de CO2 aumentaron un 0,5% en 2014 respecto al año anterior, según los datos del último Inventario Nacional de Emisiones de gases de efecto invernadero, que incorpora la serie 1990-2014. La ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente en funciones, Isabel García Tejerina, informó en el Consejo Nacional del Clima de estos datos que remitirá a Naciones Unidas el 15 de marzo próximo.

Además, precisó que las emisiones en 2014 alcanzaron los 333 millones de toneladas de CO2-equivalente, lo que representa un «ligero» incremento del 0,5% respecto al año 2013. En este sentido, Tejerina ha subrayado que «se ha conseguido desacoplar el ritmo de crecimiento económico y de emisiones», ya que el incremento es inferior a la variación interanual del PIB para el mismo periodo, que se sitúa en un aumento del 1,4%.

De estos datos, explicó que las emisiones de los sectores sujetos al Sistema Europeo de Comercio de Derechos de Emisión aumentaron un 1,7% respecto a 2013, mientras que los sectores difusos disminuyeron en un 0,14% en el mismo periodo. «Es en estos sectores difusos (agricultura, los transportes y los residuos, entre otros) donde tenemos un objetivo nacional de reducción de emisiones y donde se puede valorar el efecto de las medidas nacionales puesta en marcha en el marco de la Hoja de ruta 2020», precisó.

Respecto a la Hoja de Ruta de Sectores difusos 2020, ha apuntado que incluye 43 medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en sectores como el de la vivienda, los transportes y los residuos, entre otros. García Tejerina destacó que la activación de las medidas de la actual hoja de ruta se encuentra aproximadamente en un 80% de lo planificado y que es importante implantar al 100% para conseguir una senda descendente de emisiones a 2020. A este respecto, anunció que la Oficina Española de Cambio Climático está revisando la hoja de ruta para identificar nuevas políticas de mitigación tempranas que permitan cumplir con lo establecido de una forma «costoeficiente» en 2030.

Del mismo modo, aplaudió el papel «clave» de la Unión Europea en la Cumbre de París, y aseguró que seguirá trabajando para mantener ese liderazgo en la nueva fase de implantación a nivel nacional que se abre tras el acuerdo, que lanza una “señal clara y unánime” de avanzar hacia un modelo de desarrollo económico, social y medioambiental. Al respecto, calificó la cita de «éxito» de la comunidad internacional por establecer un «marco que responde a las realidades geopolíticas y económicas actuales e intuye las futuras». A su juicio, este marco refuerza la cooperación internacional.

La Oficina Española de Cambio Climático cree que el acuerdo de París nos sitúa ante un nuevo modelo de desarrollo

EFE.- La directora de la Oficina Española de Cambio Climático (OECC), Valvanera Ulargui, considera que el acuerdo en la lucha contra el cambio climático alcanzado en París nos proporciona «la certeza de que estamos a las puertas de un nuevo desarrollo económico, de que vamos a una economía baja en CO2». El acuerdo «no es perfecto, pero nos proporciona las pautas para alcanzar la perfección», incidió la directora de la OECC.

A su juicio, París es también «el paradigma de un acuerdo moderno: porque ha conseguido que cerca de 200 países se pongan de acuerdo para integrar la mitigación y adaptación al cambio climático en su política de desarrollo». Ha destacado el hecho de que los países se hayan comprometido a que la temperatura del planeta no aumente más de dos grados a finales de siglo, pero también a hacer lo posible para que ese incremento no supere los 1,5 grados.

Para ello se «ha reforzado el mecanismo de transparencia y rendición de cuentas» para asegurar que los países desarrollan «sendas de cumplimiento» para lograr el objetivo. Para que así sea, Ulargui recordó que existirá una especie de «escrutinio internacional» y los países se sentarán cada 5 años para hacer balance de la situación de cumplimiento y demostrar que «los próximos objetivos de reducción de emisiones que se pongan sobre la mesa son los mejores posibles».

La investigadora experta en cambio climático del Real Instituto Elcano, Lara Lázaro, también indicó que el acuerdo de París «es una victoria de la diplomacia internacional», y que fue posible gracias a que las negociaciones se llevaron a cabo de manera «inclusiva y transparente«. Entre «las luces» del pacto citó que «se haya salvado el proceso multilateral de negociación», y entre las sombras que «la ambición de los compromisos nacionales de reducción de emisiones presentados por los países no sea suficiente para que la temperatura no aumente más de 2ºC».

«A este ritmo de emisiones habremos consumido el presupuesto de carbono necesario para limitar la temperatura del planeta a dos grados en 10 o 15 años», ha apuntado Lázaro, quien ha considerado que al acuerdo de París le ha faltado «poner un precio al CO2, recoger la eliminación de los subsidios a los combustibles fósiles y compromisos concretos de las ciudades«, donde se producen la mayor parte de las emisiones.

El portavoz de cambio climático de SEO/BirdLife, David Howell, asegura el acuerdo de París marca «el principio del fin de los combustibles fósiles«. No obstante, Howell apela a los países, y en concreto a España, a poner en marcha «un modelo país» que permita cumplir los compromisos hechos en París. Ha insistido también en que habrá que implementar los compromisos tanto en materia de mitigación como de financiación porque de momento «no son suficientes», e incluir las emisiones del transporte aéreo y marítimo en el acuerdo, y que cambie el modelo de consumo cuanto antes.