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Nadal: el Gobierno no será tan insensato de decidir sobre Garoña sin informe del CSN

EFE.- El Gobierno «no será tan insensato» de tomar una decisión sobre el futuro de la central nuclear de Santa María de Garoña hasta que no reciba y evalúe el informe que está elaborando en la actualidad el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).

Así lo ha asegurado hoy el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, durante su comparecencia ante la Comisión sobre estas materias del Senado.

A finales del pasado mes de noviembre, representantes de nueve partidos parlamentarios pidieron por carta a Nadal que detuviera el proceso de reapertura de esta central nuclear, cuyo cierre en principio definitivo fue certificado por el Boletín Oficial del Estado en julio de 2013, e impulsara un debate sobre la prolongación de la vida de estas instalaciones.

Durante su comparecencia de esta tarde, Nadal ha insistido en que no se tomará una decisión sobre la reapertura antes de que esté concluido el informe del CSN, pero ha recordado que «todavía no tenemos una tecnología perfecta y maravillosa de producción de energía» y «la única que genera la que necesitamos sin emitir CO2 es la nuclear».

El ministro ha recordado que el gobierno alemán decidió suprimir las centrales nucleares «pero a cambio está usando carbón y ha incrementado sus emisiones».

Entre emitir CO2 y almacenar residuos nucleares, la segunda opción es la «más barata» y «menos contaminante», ha concluido.

Medidas postFukushima: el CSN aprueba poner en marcha los centros alternativos de gestión de emergencias en Almaraz, Trillo y Cofrentes

Redacción / Agencias.- El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) aprobó las modificaciones de diseño de las centrales nucleares, acordadas tras el accidente en la planta japonesa de Fukushima Daichi en marzo de 2011, que afectan a la tecnología y gestión de las centrales de Cofrentes (Valencia), propiedad de Iberdrola; Almaraz (Cáceres), de Iberdrola, Endesa y Gas Natural Fenosa; y Trillo (Guadalajara), de Iberdrola, Hidroeléctrica del Cantábrico y Nuclenor.

Entre esas actualizaciones se incluye la puesta en servicio de Centros Alternativos de Gestión de Emergencias (CAGE) en esas centrales, lo que fue requerido tras el accidente de Fukushima para reforzar la capacidad de gestión en caso de accidentes severos. Otras medidas aprobadas por el regulador son la instalación de recombinadores pasivos autocatalíticos de hidrógeno (PAR) en la contención así como la revisión asociada de los planes de emergencia interior.

El CAGE, gran medida postFukushima, es una instalación que se utilizaría para operar la central de forma remota en una situación en la que el reactor se encuentre «más allá de su base de diseño», con el propósito de reforzar la capacidad de gestión en caso de accidentes severos. Esta propuesta partió de las conocidas en el ámbito nuclear como las «lecciones de Fukushima» en las que se aprendió que no se pudo evitar la catástrofe porque no se podía controlar de forma remota la operación de la planta nuclear.

Instalación de recombinadores de hidrógeno

Por otro lado, el CSN explica que los recombinadores de hidrógeno pretenden evitar la acumulación y la concentración de este gas que reacciona fácilmente con el oxígeno del aire y produce una explosión. El regulador recuerda que todas estas modificaciones en el parque nuclear dan cumplimiento a los requisitos establecidos por el CSN en 2012 tras las pruebas de resistencia europeas después del accidente en Japón y las mejoras contempladas en el plan de acción nacional. En este contexto, el pleno apreció «favorablemente» las modificaciones de diseño para Almaraz y que serán implantadas en la parada de recarga combustible actual.

Además, el pleno del CSN informó favorablemente al Ministerio de Energía de la modificación de diseño relativa a la instalación de la tubería y las válvulas de aislamiento del sistema de venteo filtrado de contención de la central nuclear de Almaraz y la aprobación de los documentos oficiales de explotación afectados. La implantación de los edificios de filtrado y sistemas auxiliares, interferencias entre recargas y seguridad física será realizada posteriormente por el titular de esta central nuclear durante los correspondientes ciclos de operación de ambas unidades. El venteo filtrado permite una despresurización controlada del edificio de contención ante sucesos más allá de la base de diseño, reduciendo la cantidad de material radiactivo emitido al exterior.

Otro de los temas informados favorablemente al Ministerio es una modificación del diseño del sistema de seguridad física, asociada a la autorización del diseño del sistema de seguridad física, asociada a la autorización de ejecución y montaje del futuro Almacén Temporal Individualizado (ATI) de la central de Almaraz, que ya fue informada favorablemente por el pleno el 8 de septiembre, y aún en trámite de estudio por el Ministerio. También ha informado favorablemente una modificación de diseño para la modernización del control de la turbo bomba del sistema de agua de alimentación auxiliar y de una revisión de los documentos oficiales de explotación afectados, que forma parte del plan de renovación de sistemas de control, instrumentación e información de Almaraz.

Apercibimiento a Ascó y Cofrentes

En el pleno, los consejeros también han dado su visto bueno a modificar el diseño en la central nuclear Vandellós II (Tarragona) para instalar recombinadores de hidrógeno en la contención. Asimismo, el pleno ha acordado apercibir a la central nuclear Ascó II por incumplimiento de las Especificaciones Técnicas de Funcionamiento (ETF), que tuvieron lugar durante la parada de recarga de mayo y que dio como consecuencia una disminución puntual de la concentración de boro en el sistema de refrigeración del reactor por debajo de los valores requeridos, sin que se adoptarán por el titular las acciones previstas en dichas ETF.

El Pleno también ha acordado apercibir a la central nuclear de Cofrentes por incumplimiento de la Instrucción Técnica Complementaria (ITC) relativa a Fukushima, al haberse superado el plazo para implantar la mejora de la instrumentación de la piscina de combustible gastado, aunque el titular implantó en su momento las modificaciones de diseño requeridas. Si bien, no había validado los procedimientos necesarios para el uso de la nueva instrumentación instalada. Por último, entre los asuntos aprobados, el Pleno ha aprobado la revisión 2 de la Instrucción del Consejo IS-30, sobre requisitos del programa de protección contra incendios en centrales nucleares para clarificar y facilitar la aplicación práctica de todos sus términos.

Greenpeace señala con una flecha gigante a la central nuclear de Almaraz (Cáceres) para exigir su cierre

EFE.- La central nuclear de Almaraz (Cáceres), inmersa en su 23ª recarga de combustible y trabajos de mantenimiento general de la Unidad II, fue señalada por los activistas de Greenpeace con una gran flecha flotante de 500 metros en el embalse situado junto a la central «para indicar al Gobierno que esta central debe de ser la siguiente en cerrar después de que lo haga la de Garoña (Burgos), ya que su renovación de licencia de actividad está cerca”.

Vigilancia al usar un dron

Efectivos de la Guardia Civil mantuvieron un dispositivo de vigilancia sobre esta acción reivindicativa, con especial atención al uso de un dron por parte de los activistas, según explicaron fuentes de la central nuclear de Almaraz. Los activistas se encontraban en una zona transitable del embalse Arrocampo y no sobrepasaron «el muro de separación térmica del agua«, según añadieron estas últimas fuentes. En este sentido, fuentes de Greenpeace reiteraron que el propósito de su acción no era violar el perímetro de seguridad de la central ni cuestionar la seguridad de la misma. «El objetivo es señalarla para que sea la siguiente en cerrar», han insistido.

Bajo el lema Central de Almaraz, siguiente en cerrar y Ni una licencia más, la organización reclama al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), que no autorice a Almaraz a continuar, que no facilite más licencias a ninguna otra planta atómica y que se termine así con la producción de residuos radiactivos. Además, destaca que un cierre nuclear escalonado generaría 300.000 empleos. Junto a la gran flecha, han situado una pancarta de 240 metros cuadrados con su logotipo. La instalación, que en 2020 cumplirá 40 años de vida operativa, es propiedad de Iberdrola (52,7%), Endesa (36%) y Gas Natural Fenosa (11,3%).

En este contexto, la responsable de la campaña nuclear de Greenpeace, Raquel Montón, aseveró que el nuevo Ejecutivo con su ministro de Industria al frente, no puede eludir la cuestión del cierre progresivo de las nucleares y «debe hacerlo con urgencia». A su juicio, el reto no es solo cerrar las «obsoletas instalaciones nucleares de manera ordenada» para evitar riesgos mayores, sino asegurar la financiación para su desmantelamiento y la gestión de sus residuos radiactivos, porque «sería vergonzoso» dar más licencias para que “las eléctricas sigan ganando más y que los consumidores paguen de su bolsillo el coste del desmantelamiento de sus nucleares y de sus residuos de por vida”.

Recarga de combustible en Almaraz                    

Mientras tanto, la central nuclear de Almaraz está realizando su 23ª recarga de combustible y trabajos de mantenimiento general de la Unidad II. Según indicaron, el acoplamiento a la red está previsto para el próximo 18 de diciembre, lo que supone una parada programada de 41 días. Para esta recarga se contrataron a más de 70 empresas especializadas, que emplearán a 1.200 trabajadores adicionales a la plantilla habitual de la central, la mayoría de Extremadura. Estos profesionales han recibido la formación adecuada a las actividades a realizar en la planta enfocada a la prevención de riesgos laborales y a evitar el error humano en la ejecución de los trabajos programados.

Además de los trabajos propios de recarga de combustible y mantenimiento general, se continuará con la implantación de modificaciones de diseño vinculadas a compromisos con el CSN. Como nuevas actividades incluidas en esta recarga se encuentran las relacionadas con el programa de Inspección en Servicio y, entre ellas, destacan la inspección por ultrasonidos de las penetraciones de la tapa de la vasija y la inspección visual de la vasija e inspección de las zonas roscadas de la brida. Además, Almaraz llevará a cabo una prueba de estanqueidad del recinto de contención y de las toberas del sistema de rociado y se procederá a la sustitución del juego de dosímetros de acuerdo al programa de dosimetría neutrónica exterior de la vasija.

El caso de una fuga en 2007 de partículas radiactivas de la central nuclear de Ascó deberá resolverse en juicio

Europa Press / EFE.- El caso de una fuga de partículas radiactivas en la central nuclear de Ascó (Tarragona) en noviembre de 2007, durante las tareas de recarga del grupo I, se resolverá finalmente en juicio después de que el juzgado estimara parcialmente algunos de los recursos que en su día presentaron el Ministerio Fiscal y la entidad Ecologistas en Acción, al cual se adhirió Greenpeace, contra el archivo de la causa, por lo que revocó su sobreseimiento provisional.

En el auto, el Juzgado de Instrucción 1 de Gandesa (Tarragona) ha dado la razón a los ecologistas en que debe ser en juicio donde se contrasten las periciales de los demandantes y de la Asociación Nuclear Ascó Vandellós (Anav), ya que llegaron a conclusiones contrarias. «Dado que nos hallamos en presencia de periciales que alcanzan conclusiones distintas, deberá ser en el acto de juicio oral donde se practique la prueba en toda su extensión a fin de determinar qué efectos sobre las personas, bienes y medioambiente se produjeron por la emisión», razona el tribunal.

Sin embargo, el juzgado de Gandesa ha confirmado el sobreseimiento de la causa contra dos inspectores residentes del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) en el momento en que se produjo la fuga, Antonio García Rotellar y Manuel Oliva González, que habían sido investigados, después de haberlo pedido tanto la Fiscalía como la Anav ante lo que la acusación no presentó recurso. En noviembre de 2015, el juzgado de Gandesa había archivado la causa a petición de la Anav por esta fuga que tuvo su origen en los trabajos de recarga de Ascó I en noviembre de 2007, en los que se ensució el sistema de ventilación del edificio de combustible.

Durante los hechos se liberaron un millar de partículas radiactivas cuando finalizaba el proceso de recarga de la central. Durante este proceso, un operario derramó agua contaminada con las partículas cerca de una reja de aspiración del circuito de ventilación, que se acabó expulsando por las chimeneas hasta el exterior. Anav, propietaria de Ascó, no informó de los hechos al CSN hasta abril del 2008. El incidente, calificado inicialmente de nivel 1 en la escalera INES, fue elevado a nivel 2 por el CSN por «inadecuado control del material radiactivo y por proporcionar información incompleta y deficiente al organismo regulador«.

La Junta de Extremadura confía en que el nuevo mapa político permita un pacto de Estado por la Energía

EFE.- Al tiempo que el consejero de Economía, Industria e Infraestructuras de Extremadura, José Luis Navarro, asegura que es necesario «poner un poco de orden» en el seno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y transmitir a la sociedad española «seguridad, tranquilidad y confianza», el titular extremeño confía en que el nuevo mapa político que ahora se abre, con el PP en minoría, permita firmar «un gran pacto de Estado sobre energía», que aporte estabilidad y seguridad al sector a largo plazo.

Así se manifestó Navarro en la presentación del Estudio de Impacto Macroeconómico de las Energías Renovables en España, editado por la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA). Navarro destacó este estudio como «una herramienta objetiva para intentar transmitir a la sociedad el auténtico impacto macroeconómico de las energías renovables». Según destacó, el estudio constata que el sector de las energías renovables estuvo «completamente paralizado» en el año 2015 en España, como ha ocurrido desde que en 2012 el Gobierno de Mariano Rajoy aprobó la moratoria. Así, el año pasado se pusieron en funcionamiento en España nuevas instalaciones de energías renovables con una potencia total de 27 megavatios frente a los 150.000 nuevos megavatios que se instalaron en el mundo.

A juicio del consejero, el estudio de APPA permite «desmontar falsedades» en torno a las renovables. En ese sentido, rechaza que el déficit tarifario tenga que ver con las renovables y pone de manifiesto que éste hubiera sido mucho mayor si no hubiera habido energías limpias. Según APPA, si no hubieran existido energías renovables, el conjunto de lo pagado por la electricidad se hubiera incrementado en 4.180 millones de euros en España. Por ello, Navarro mostró su total convencimiento de que «España necesita evolucionar hacia un modelo energético distinto basado principalmente en las energías renovables»

Tras precisar que el daño que la moratoria ha hecho a Extremadura, en términos de lo que se ha dejado de invertir, «ha sido tremendo», José Luis Navarro ha dicho que muchos de los proyectos que «murieron» tras la moratoria, ya no serán recuperables. Por ello Navarro insiste en es que es necesario un gran pacto de Estado sobre energía, ya que «no podemos estar trabajando con regulaciones que cambian a cada momento» y ahora se debería estar hablando ya «del año 2030, como poco». Navarro, que no cree que España pueda cumplir con los objetivos de 2020, considera un buen sistema la posibilidad de que haya subastas, pero aboga por que éstas se planifiquen correctamente negociando con el sector.

También reclama «una reforma en profundidad del mercado eléctrico», pues considera que «ya está bien de que los consumidores tengamos que soportar un sobreprecio por algunas fuentes de generación eléctrica», como la energía nuclear y la procedente de las grandes centrales hidroeléctricas. Finalmente, José Luis Navarro se ha referido al autoconsumo y criticó el decreto que creó el llamado impuesto al sol. En ese sentido, ha considerado que en la nueva situación política una de las prioridades tendría ser cambiar completamente esa normativa, algo que debería ser «casi un símbolo», ya que se van a abrir «muchas oportunidades para familias y pequeñas y medianas empresas».

Poner orden en el CSN

Respecto a los últimos incidentes conocidos sobre la central nuclear de Almaraz, a su juicio, «se pueden inscribir dentro de la normalidad, siempre que se reaccione en su diagnóstico y en su solución con inmediatez y con exigencia por parte del CSN”. Sí precisó que le preocupan más otras cuestiones «que se han dado este año», como el que tras una inspección del «equivalente» francés al CSN, se detectase «que había habido una falsificación en controles de calidad de fabricación de componente críticos de varias centrales nucleares, entre ellas Almaraz, porque eso es muy serio».

A su juicio, dada la sensibilización social que existe alrededor de la energía nuclear, hay que ser muy serios «y que nos enteremos de que el principal fabricante de componente nucleares del mundo falsificó alguna información sobre los ensayos a componentes críticos, me parece muy preocupante». Por ello, considera que se debería dar una respuesta clara «con independencia de que se explique después que los resultados originales antes de esa falsificación no eran preocupantes». También considera preocupante que dentro del CSN «no haya una voz única, sino que estén apareciendo discrepancias entre asociaciones de técnicos que cuestionan la labor de la dirección técnica mientras luego ésta desautoriza a estos técnicos».

El CSN reclasifica de 0 a 1 en la escala INES un suceso notificado por la central nuclear de Almaraz

Europa Press / EFE.- El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) clasificó como nivel 1 (anomalía) en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES) un suceso notificado por la central nuclear de Álmaraz (Cáceres) el pasado 26 de julio, y calificado como 0 (sin significación) de forma provisional, una vez efectuada la revisión de los datos obtenidos tras las diferentes inspecciones y evaluaciones, según comunicó.

Este suceso, aplicable a las dos unidades y relativo a un incumplimiento de una exigencia de vigilancia requerida por las Especificaciones Técnicas de Funcionamiento (ETF), fue comunicado y publicado en la web del CSN. Los hechos descritos en el suceso notificado «no tuvieron repercusión ni dentro ni fuera del emplazamiento» por lo que, aplicando el manual de la Escala INES, se debe clasificar siguiendo los criterios de defensa en profundidad (un conjunto de niveles que combina un diseño de múltiples barreras para alcanzar el objetivo de eliminar o minimizar los riesgos en caso de que alguno falle) sin suceso iniciador.

En ambas unidades, el sistema de limpieza del cambiador de calor del sistema de agua de refrigeración de componentes estuvo fuera de servicio durante un tiempo «superior» al que se establece en las ETF. En el caso de la unidad 1, se trata del cambiador de calor del tren B y en la unidad 2, del correspondiente al tren A.

El sistema de refrigeración de componentes es un circuito cerrado cuya función es transmitir la carga térmica de los equipos que requieren refrigeración, al sistema de agua de servicios esenciales. Dicha carga térmica se toma en los enfriadores de los equipos y se transfiere en los cambiadores de calor del sistema de componentes al agua de servicios esenciales, que, a su vez la evacua hacia el exterior, explica el CSN.

El CSN ha llevado a cabo diversas inspecciones y solicitó al titular de la instalación un análisis de la capacidad del cambiador de calor del sistema de refrigeración de componentes para realizar su función durante el tiempo que estuvo fuera de servicio el sistema de limpieza de dicho cambiador. Tanto las inspecciones como el estudio han concluido que, durante ese tiempo, ambos cambiadores «mantuvieron su función de seguridad». Tras el análisis efectuado y de acuerdo con los procedimientos establecidos, el suceso se reclasificó como nivel 1 en la Escala INES.

El CSN responde ante el Congreso que los técnicos críticos con su labor ofrecen una «imagen distorsionada» del regulador nuclear

Europa Press / EFE.- El presidente del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), Fernando Marti, leyó una carta aprobada por los 5 miembros del pleno del organismo regulador en respuesta a la Asociación Profesional de Técnicos en Seguridad Nuclear y Protección Radiológica del CSN (ATSECSN), que denunció previamente ante los partidos políticos el «grave deterioro» de la función reguladora del CSN por las «actuaciones de sus actuales gestores». En su respuesta, el pleno del Consejo advierte de que ASTECSN ofrecen una «imagen distorsionada» del regulador.

Ante la Comisión de Industria del Congreso, Marti ha leído la carta después de que la mayoría de grupos de la oposición se hayan referido a las críticas de ASTECSN y denunciaran la opacidad, politización y falta de independencia del CSN. Respecto a ASTECSN, señaló que desconoce el número de profesionales que pertenece a la misma y aseguró que no representan a los funcionarios del Consejo. El presidente del CSN se quejó además de que las afirmaciones de los técnicos fueron remitidas directamente al Congreso y no al organismo regulador y aireadas a la opinión pública. En este sentido, recalcó que, pese a ello, el Consejo se ha mantenido callado durante seis meses en aras del «prestigio» de la institución.

El acuerdo del pleno asegura que es partidario de potenciar la crítica y la actitud «cuestionadora», pero manifiesta su «honda preocupación por el contenido de una carta que puede minar de manera grave la confianza de los ciudadanos y la sociedad en el organismo regulador». «Afortunadamente, la realidad interna y las estructuras de funcionamiento del organismo, que este pleno es responsable de gestionar, en nada se asemejan a la situación de caos y alarma que se pretende dibujar. Somos conscientes, no obstante, de que puede haber, y de hecho hay, discrepancias con decisiones del pleno en cuanto a la gestión del organismo y que intentamos resolver o explicar internamente a través de los instrumentos de nuestra organización», añade el texto.

El escrito responde una a una las críticas de los técnicos y, entre ellas, la relacionada con los cambios en la escala INES, que mide la gravedad de los sucesos notificados por las centrales nucleares. El CSN asegura que este cambio no supone «ningún detrimento en la seguridad de las centrales y se hizo a través de un procedimiento reglado que incluye, como siempre, una fase de comentarios internos«. Además, advierte de que las supuestas «presiones, amenazas o cazas de brujas» son incompatibles con los procedimientos con los que el organismo toma sus decisiones técnicas. También rechaza «tajantemente» la «insinuación» de deterioro de la «función reguladora» y rechaza la «comparación injustificada» con el regulador japonés en el accidente de Fukushima.

Por otro lado, Marti se ha referido a los requerimientos de varios diputados en relación a la posibilidad de aumentar la vida útil de las centrales hasta los 60 años y aseguró que ni sabe nada en relación a este asunto que no tiene que ver con las funciones del organismo. El presidente del CSN insistió en que este organismo «sólo tiene responsabilidad en la seguridad y protección radiológica» y no entra en dictar «la política energética» del país, ni sus decisiones en torno a la misma, como el caso de una posible reapertura de la central de Garoña (Burgos).

Sobre esta central ha sentenciado que el CSN «no puede dejar de hacer informes sobre Garoña si el Ministerio de Industria los pide«, si bien esto no indica que este órgano esté a favor o en contra de un reinicio de su actividad, que cesó en diciembre de 2012. La central burgalesa ha contado en los últimos años con «supervisión y seguimiento especifico, adaptado a su situación actual», ha añadido.

Al comenzar la sesión, Marti pidió «sinceras disculpas» por las «especiales circunstancias» que hicieron que no pudiera sustanciarse su comparecencia en la pasada legislatura. También destacó que durante 2014 y 2015 «todas las centrales nucleares funcionaron de forma segura en España», aunque explicó que en el tercer y cuarto cuatrimestre del 2015 se prestó especial seguimiento a la unidad 2 de Almaraz, para la que propuso a Industria la apertura de un expediente sancionador por una cuestión relacionada con los dispositivos de seguridad ante incendios. «La calidad ambiental de las centrales nucleares se mantuvo sin riesgo para las personas», indicó.

El presidente del CSN enumeró la existencia de 7 expedientes sancionadores en 2014, 7 en 2015 y 5 en lo que va de año. Marti también ha negado la falta de transparencia en la gestión del CSN denunciada y ha advertido de que su intención sería «desacreditar» al organismo regulador. No obstante, también ha pedido disculpas a los diputados por no haber presentado el plan de comunicación para mejorar la información pública sobre la actividad del CSN prometido en el Parlamento para hace un año, y sobre el que ha dicho que «estará en breve».

Greenpeace exige cesar a Marti

Por otro lado, la organización ecologista Greenpeace exigió el cese del presidente del CSN para que el regulador pueda recuperar la «independencia y la transparencia». La ONG destacó que todos los diputados salvo los del PP han denunciado la «opacidad y falta de independencia» del organismo «a causa de su presidente». Por ello, Greeenpeace considera «imprescindible» el cese de Marti para empezar a recuperar la confianza en el organismo que debe garantizar la seguridad nuclear, así como la redistribución de los miembros del pleno del CSN para que esté mejor representado el actual arco parlamentario.

Para la ONG, Marti no ha respondido «con claridad» las preguntas que se le han formulado. En su comparecencia, Marti reiteró que continuará con la renovación de la central de Garoña, a pesar de la petición casi unánime del Congreso. El CSN se debe, según Marti, al Gobierno en funciones que le ha encomendado la evaluación de la central y, aunque esta sea en contra de la opinión del Parlamento, él continuará con el proceso.

La oposición critica en la Comisión de Industria la “opacidad y politización” del CSN

Europa Press / EFE.- Durante la comparecencia del presidente del Consejo de Seguridad Nuclear, Fernando Marti, todos los grupos parlamentarios, salvo el PP, recordaron que la Comisión aprobó en la pasada legislatura su cese y que el Gobierno no lo llevo a cabo. Han criticado también las actuaciones del órgano respecto a las decisiones en torno a la central de Garoña así como al ATC. Igualmente, lamentan que se esté impulsando, a juicio de los parlamentarios, una regulación para extender la vida útil de las nucleares hasta los 60 años.

«Es un órgano más opaco y menos independiente desde que usted está en el cargo», le indicó la diputada del PSOE, Pilar Lucio, que insistió en que es «chocante» que sea el máximo responsable del CSN después de haber sido secretario de Estado de Energía. A su juicio, su actividad al frente del mismo ha supuesto «una captura del órgano regulador«. Asimismo, Lucio lamentó que Marti vaya a la Cámara Baja a responder a los técnicos, en lugar de responder a los parlamentarios sobre cómo va a resolver la situación.

Desde Unidos Podemos, Juan López de Uralde, ha advertido del «deterioro» de la seguridad nuclear en los últimos años. «Hoy estamos más expuestos», ha avisado al tiempo que ha recalcado que este deterioro se refiere tanto a la situación de las centrales como a la realidad interna del CSN, «consecuencia de la ocupación por parte del PP de este organismo». Su compañero de filas, Josep Vendrell, ha insistido en la «escasa credibilidad» de un presidente que viene de ser secretario de Estado, además de denunciar falta de transparencia y el «clima interno» en el CSN.

Uralde también ha tachado de «tomadura de pelo» la comparecencia de Martí. «No es de recibo que las discrepancias se sustancien poniendo a caldo a quienes han apuntado las críticas», afirmó, al tiempo que advirtió de que el suceso notificado por Almaraz calificado como 0 y denunciado por la asociación ha pasado a calificarse como 1. «Les da la razón a ellos y le quita la razón a usted. Lo mejor es que usted dimita y que el Consejo de Seguridad recupere su credibilidad», sentenció.

Mientras, Melisa Hernández, de Ciudadanos, ha manifestado la voluntad de su grupo de confiar en el organismo regulador, pero ha precisado que no de esa manera y ha avisado de la «politización» del sistema. En este sentido, también ha criticado la ausencia de Marti en la pasada legislatura y le ha reprochado que la razón que se dio a la Cámara Baja es que tenía «muchos viajes». Por ello, le ha recordado que su grupo también apoyó la petición de dimisión. Hernández ha anunciado que su grupo presentara una iniciativa para que los plenos del CSN se retransmitan en directo.

Por su parte, Pedro Azpiazu, por el PNV, que se centró en la central nuclear de Garoña, ha confesado estar un poco cansado de este tema. «Ya vale, tomen una decisión, hagan el informe técnico que corresponde. ¿A qué esperan para no conceder la autorización a Garoña? Pusieron un calendario hasta septiembre de 2015 y no han cumplido ¿A qué esperan? A mí me gustaría que, por fin, Garoña se cerrase, sería hacer lo que exige el sentido común», proclamó.

La evaluación de reapertura de Garoña por el CSN está pendiente del envío de información y de modificaciones por Nuclenor

Redacción / Agencias.- El presidente del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), Fernando Marti, explicó que el proceso de evaluación de reapertura de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) está pendiente del envío de información por parte del titular, Nuclenor, y de la puesta en marcha en la instalación de algunas modificaciones requeridas, por lo que «estamos a la espera de que Nuclenor cumpla las condiciones» para la reapertura de la central, que cesó su actividad a finales del año 2012.

Así lo explicó Marti durante su comparecencia ante la Comisión de Industria del Congreso de los Diputados, especificando que la central, perteneciente a Iberdrola y Endesa, tiene que aplicar los requisitos derivados de Fukushima y presentar unas modificaciones de diseño que deben estar implantadas antes de la carga de combustible para poner en marcha la central (estos incluyen el sistema de venteo filtrado de la contención, los recombinadores pasivos autocatalíticos y el Centro Alternativo de Gestión de Emergencias (CAGE). Estas modificaciones «habrían de ser apreciadas favorablemente por el CSN antes de su entrada en servicio». El presidente del CSN ha asegurado desconocer el coste de las mejoras que ha exigido a Nuclenor para reabrir Garoña.

Por otro lado, recordó que estos requisitos tendrían que haberse cumplido en septiembre de 2015, por lo que afirmó que «el calendario ha sido rebasado». Preguntado por la posibilidad de aparcar la posible reapertura de Garoña ante el retraso de su titular Nuclenor, aseguró que «el CSN no puede parar sus actividades reguladoras sobre Garoña». «No tenemos capacidad jurídica para parar esos expedientes, de unos señores que son regulados y que están pagando sus tasas», prosiguió Martí, quien advirtió de que «si lo hiciésemos, prevaricaríamos».

Por su parte, la mayoría de los grupos parlamentarios presentes en el Congreso, salvo PP y Foro Asturias, han vuelto a mostrarse partidarios del cierre definitivo de la central burgalesa, y en el caso del PSOE y Podemos, sus diputados han llegado a afirmar que el Gobierno, a través del CSN, «ensayan» con Garoña la extensión de la vida útil del parque nuclear hasta los 60 años. «La renovación de Garoña es un claro ejemplo de sus inconfesables intenciones, permitiendo que pueda operar hasta 2031 como solicitó Nuclenor», remarcó la diputada socialista Pilar Lucio, quien aseguró que «el Parlamento debe ser informado de estas intenciones».

«Garoña es un paripé para alargar la vida de las nucleares, su reapertura no interesa ni a los propietarios de la central», insistió el diputado de Podemos, Juan López de Uralde, quien exigió al presidente del CSN que no siga adelante emitiendo informes de Garoña «hasta que no haya nuevo Gobierno». La diputada de Ciudadanos Melisa Rodríguez, también acusó a Martí de «seguir dando curso» a los informes de Garoña pese a la discrepancia con la reapertura de la central nuclear de la mayoría parlamentaria.

Sobre el ATC, Marti indicó que el pleno del CSN remitió en julio de 2015 al Ministerio de Industria el informe favorable a la solicitud de autorización previa o de emplazamiento, estableciendo en dicho informe los límites y condiciones referidas a la seguridad nuclear y la protección radiológica. En este sentido, en 2016, el CSN ha trabajado en la solicitud de autorización de construcción, concretamente en la evaluación del Estudio Preliminar de Seguridad que ha generado una petición de información adicional. Igualmente, ha recalcado que hubo dos inspecciones centradas en garantía de calidad, en el diseño de la instalación y en las actividades de caracterización geológica y geotécnica en campo.

El presidente del CSN explicará este miércoles en el Congreso la situación de las centrales, de Garoña y del ATC

Europa Press.- El presidente del Consejo de Seguridad Nuclear, Fernando Martí, rendirá cuentas ante la Comisión de Industria, Energía y Turismo del Congreso de los Diputados este miércoles, casi dos años después de su última comparecencia, en noviembre de 2014. Martí explicará el informe del CSN, que incluye el estado de funcionamiento de las centrales nucleares o la evolución de expedientes como el del almacén temporal centralizado (ATC), o la situación de cese de explotación con solicitud de renovación de Garoña (Burgos).

Martí no ha presentado ni explicado los informes de actividad de 2014 y 2015 aunque estos figuran en la página de Internet del regulador. El de 2014 debió haberlo expuesto en 2015, pero distintos problemas de agenda fueron posponiendo la fecha y después fueron disueltas las Cámaras al convocarse las elecciones generales de diciembre de 2015. En la pasada legislatura, los grupos parlamentarios solicitaron su comparecencia, pero Martí también argumentó problemas de agenda y la fecha que facilitó era posterior a la convocatoria de unas nuevas elecciones y, por tanto, nuevamente la legislatura estaba finiquitada.

El pasado 5 de octubre la comisión parlamentaria de Industria, Energía y Turismo reclamó su presencia para, además de exponer estos dos informes, que explique otras cuestiones relativas a la seguridad nuclear. El PSOE quiere que se presente para cumplir con su obligación anual de rendición de cuentas, mientras que Ciudadanos y Podemos reclaman su comparecencia tras conocer una serie de acusaciones internas realizadas por un grupo de trabajadores que afirman que en el seno del organismo hay problemas con el personal e «irregularidades en la seguridad de algunas centrales».

Por su parte, el portavoz del PP en la comisión, Guillermo Mariscal, se mostró «totalmente» de acuerdo con las solicitudes de comparecencia, aunque disculpó su ausencia en la anterior legislatura porque entonces «tuvo el tiempo que tuvo». Si bien considera que es «preferible» su comparecencia para «no esgrimir argumentos que puedan alarmar a la sociedad». Desde el PSOE, Pilar Lucio valora que la falta de comparecencias de Martí en la última legislatura llevó a la mayor parte de la Comisión de Industria a pedir su dimisión. Ahora, pide de nuevo que Martí «cumpla con su obligación» y acuda a «dar explicaciones, no sólo ordinarias, sino también de todas las irregularidades que se han ido conociendo».

En este sentido, el diputado de Equo en Unidos Podemos, Juan López de Uralde, denunció que existen informaciones “relevantes y alarmantes” por las que Martí debe pasar por el Congreso. En concreto, recordó una carta emitida por técnicos del CSN en el que denuncian “hechos graves” en la situación interna del órgano, además de tener conocimiento de la existencia de “dossieres secretos sobre la evaluación de la central nuclear de Garoña” o problemas de seguridad en la de Almaraz. “Es necesario que estas cosas se clarifiquen“, sentenció. Por su parte, la diputada de Ciudadanos, Melisa Rodríguez, expresó también su “apoyo” a las peticiones de comparecencia.

En esta línea, la ONG Greenpeace exigió el cese del presidente de Fernando Martí por considerar que «ha perdido la confianza» y la imparcialidad que el cargo requiere. Para la ONG es «muy grave» que se pueda poner en juego la seguridad nuclear del país por la mala gestión de su presidente y por la «política del miedo» que denuncian los técnicos. De este modo el 10 de octubre una veintena de representantes de Greenpeace, Ecologistas en Acción y Equo se concentraron ante la sede del CSN para exigir el cese del presidente del regulador.