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Compromís pide en el Congreso el cierre de la central nuclear de Cofrentes al término de su licencia en 2021

Europa Press.- Compromís registró en el Congreso una proposición no de ley en la que exige el cierre y desmantelamiento de la central nuclear de Cofrentes (Valencia) una vez expire su licencia de funcionamiento, en marzo de 2021. La iniciativa, presentada con Unidos Podemos, señala los riesgos y peligros que, a su juicio, supone la estrategia energética del Gobierno de prolongar la vida útil de las nucleares más allá de 25 años.

La solicitud de Compromís llega, además, después de que el director de Cofrentes, Tomás Lozano, anunciara que pedirá la renovación de la licencia en 2020. Con esta decisión, la central sigue la senda de otras plantas como Garoña, en la que el Gobierno estudia alargar su funcionamiento hasta los 60 años. Desde Compromís exigen al Gobierno «la apuesta por fuentes de energía alternativas», en lugar de «prolongar hasta la agonía el funcionamiento de las centrales».

Por otra parte, la iniciativa también insta al ministro de Energía, Álvaro Nadal, a rechazar la construcción de un almacén temporal de residuos (ATI). A su juicio, es un proyecto «innecesario» y evidencia «el fracaso de la política de gestión de basura radiactiva», según indicó el portavoz de la formación, Joan Baldoví. Para Compromís, la energía nuclear es «uno de los principales obstáculos para las fuentes renovables limpias» e incide en la necesidad de poner en marcha un plan estatal de cierre definitivo de centrales.

La central de Cofrentes advierte de que su almacén temporal individualizado (ATI) de residuos nucleares debería estar construido en 2019

EFE.- El almacén temporal individualizado (ATI) de residuos, cuya construcción reclama la central nuclear de Cofrentes, debería estar acabado en 2019, para poder realizar los protocolos de pruebas al año siguiente y estar operativo en 2021 cuando está previsto que se agoten sus piscinas de combustibles.

Así lo ha explicado el director de la central, Tomás Lozano, en una comparecencia en las Cortes de la Comunidad Valenciana, en la que ha defendido que el ATI tiene «absoluta garantía de seguridad incluso en escenarios improbables» como la desaparición de presas, lluvias milenarias o vientos de más de 140 kilómetros por hora. A petición de Compromís y PSOE, Lozano ha comparecido en la Comisión de Medio Ambiente, donde ha manifestado que el ATI «será necesario en cualquier escenario» y, aunque permite «continuar la operación de Cofrentes en 2021,» es «independiente» del proceso de autorización de explotación, que prevén solicitar en marzo de 2020.

Lozano expuso que la planta generó en 2016 el 35% de la demanda eléctrica de la Comunidad Valenciana, evita la emisión de 6,5 millones de toneladas de CO2 al año, su siniestrabilidad laboral es cero, invierte de media 46 millones al año, su seguridad se sitúa en la excelencia y ofrece 750 empleos directos y 800 indirectos. Asimismo, explicó que solicitaron el almacén temporal cuando la empresa pública ENRESA confirmó el retraso en el almacén temporal centralizado (ATC) programado en Villar de Cañas (Cuenca), ya que sus piscinas de combustibles se encuentran actualmente al 88% de su capacidad y prevén que se completen en 2021.

Respecto a la nueva instalación explicó que su refrigeración es por convección de aire natural, «el método más seguro», estará ubicada al oeste de las torres de refrigeración y, además de estar semisoterrada para evitar cualquier impacto ambiental, está diseñada con los más altos márgenes de sismicidad e inundabilidad. Especificó que estará construida 46 metros por encima del nivel del Júcar, lo que supone 30 metros más de lo que marca el Plan de acción territorial sobre prevención del riesgo de inundación en la Comunidad Valenciana (Patricova) y 2 metros por encima de la cota para sucesos como roturas de presas, vientos o lluvias milenarias.

Respecto a la sismicidad, ha explicado que los márgenes de diseño son «5 veces superiores a lo que establece la normativa sismoresistente aplicable en la zona para edificaciones convencionales», y además ha incidido en que cumplirá todos los criterios nucleares de seguridad. «Es la solución más extendida y se impone como solución temporal al almacenamiento de combustible gastado», ha afirmado.

El director de la central nuclear de Cofrentes ha hecho hincapié en que la política energética en los países occidentales se dirige a «permitir la energía nuclear más allá de los 40 años porque es necesaria para la transición energética cumpliendo los requisitos medioambientales y de rentabilidad». En esa línea ha afirmado que de los 445 reactores del mundo, 115 tienen concedida la operación más allá de 40 años, de ellos 80 de Estados Unidos (de un centenar) y 30 de Europa, con la excepción de Alemania, que ha optado por el cierre progresivo y que, según ha indicado, tiene el segundo precio más caro de la energía en Europa.

Ciudadanos pide que Nadal explique al Congreso el retraso en la construcción del ATC nuclear de Villar de Cañas (Cuenca)

Europa Press.- Ciudadanos ha registrado en el Congreso una solicitud de comparecencia para que el ministro de Energía, Álvaro Nadal, explique cuál es la situación actual del proyecto del Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares en la localidad de Villar de Cañas (Cuenca), que debía estar listo en 2016. La formación naranja ha registrado, además, una pregunta sobre este mismo tema.

Ciudadanos recuerda en el documento que la decisión de llevar a cabo este almacén se aprobó el 30 de diciembre de 2011. Sin embargo, la iniciativa se ha ido retrasando a lo largo de los años entre concesiones de permisos estatales y autonómicos y el estudio de informes por parte del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para dar el visto bueno a la localización. Ha sido en abril de este año cuando el órgano regulador ha dado el visto bueno.

La empresa pública responsable de gestionar los residuos nucleares en España, ENRESA, adquirió terrenos en la localidad conquense con unas dimensiones totales de 55 hectáreas. Según su planificación, los trabajos para la construcción de ATC debían iniciarse alrededor de 2014 y deberían estar terminados en dos años. Este retraso origina un «sobrecoste», según denunció el pasado mes de abril el presidente de la Sociedad Nuclear Española (SNE), José Antonio Gago, ya que la situación está obligando a las centrales nucleares a construir almacenes temporales individualizados (ATI) junto a cada planta.

La unidad II de la central nuclear de Almaraz se conecta a la red eléctrica tras su parada programada

Europa Press.- La unidad II de la central nuclear de Almaraz (Cáceres) se conectó nuevamente a la red eléctrica nacional, tras finalizar «satisfactoriamente» la parada programada iniciada el pasado jueves, 1 de junio, para realizar las pruebas de secuencia de operabilidad del 4º generador diésel tras el mantenimiento realizado al mismo. La conexión de la unidad a la red eléctrica ha tenido lugar a las 21.15 horas de este pasado lunes, según indicó la central nuclear de Almaraz.

Estas mismas fuentes precisan que los generadores diésel son equipos capaces de proporcionar la energía necesaria para garantizar el abastecimiento a los sistemas de seguridad de la planta en caso de pérdida de suministro exterior. Según explicaron desde la central, durante esta parada programada, la ejecución de los trabajos se ha desarrollado «con éxito y dentro de la planificación inicialmente prevista». De esta forma, se ha reanudado el actual ciclo de operación de esta unidad hasta la próxima parada para recarga de combustible, cuya ejecución está programada para el próximo mes de abril de 2018.

Silencio en la cumbre hispano-lusa

La central nuclear extremeña no fue tema de conversación entre el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el primer ministro de Portugal, Antonio Cósta, durante la celebración de la cumbre hispano-lusa. Así lo indicó el jefe del Ejecutivo español, que precisó que ambos países ya han hablado todo lo que tenían que hablar y que, si hay que hablar en el futuro, harán «lo mismo». Estas palabras han sido suscritas por su homólogo portugués, que ha confirmado que las diferencias quedaron solucionadas. En la misma línea, ha añadido que si se vuelven a plantear las tratarán como en el pasado.

Los Gobiernos de España y Portugal llegaron en abril a un acuerdo sobre el almacén de residuos en la central nuclear de Almaraz (Cáceres), después de que el país vecino mostrara su recelo a la construcción de un ATI en un emplazamiento cercano a su territorio y recurriera a la Comisión Europea para denunciarlo. Finalmente, se alcanzó un acuerdo amistoso en el que se incluye la consulta y evaluación conjunta.

Greenpeace pide cerrar la central

Por su parte, Greenpeace exigió a Rajoy que se comprometa a fijar el cierre de Almaraz, cuya seguridad «preocupa enormemente» a la población de Portugal. La ONG asegura que ha conocido documentos que demuestran que el Gobierno portugués conoce los planes de ampliar la vida de la planta y que el almacén nuclear no cuenta con estudios sobre su seguridad en caso de accidente. Greenpeace insta a Rajoy a que tenga «un gesto» con el primer ministro luso, Antonio Costa, y se comprometa a cerrar la instalación cercana a Portugal.

«El Gobierno portugués no debería aceptar que no hay riesgos para la seguridad sin analizar la posibilidad de un accidente grave, ni admitir este almacén nuclear sabiendo que sirve para ampliar la licencia de Almaraz», ha declarado la responsable de la campaña nuclear de Greenpeace, Raquel Montón. Montón subraya que el presidente no puede ignorar el derecho de la sociedad hispano-lusa ante la decisión de ampliar la vida de las nucleares, en lugar de obedecer a las empresas eléctricas porque las consecuencias de un posible accidente los pagarían las personas».

El primer ministro portugués asegura que el ATI de Almaraz ya es tema tratado de cara a la cumbre ibérica

EFE.- El primer ministro portugués, António Costa, señaló que no está previsto abordar de forma específica el tema del ATI nuclear de Almaraz durante la cumbre ibérica de la próxima semana porque ya fue tratado por él mismo y por los ministros lusos de Exteriores y Medioambiente con sus homólogos españoles.

«No vamos a tratar específicamente este tema en la cumbre porque ya ha sido tratado directamente por el ministro de Exteriores con su homólogo, por el ministro de Medioambiente y su homólogo y por mí mismo con el presidente del Gobierno de España», señaló Costa. La construcción de un almacén de residuos nucleares en Almaraz (Cáceres), situada a 100 kilómetros de la frontera, provocó un incidente entre el Gobierno español y el portugués, que defendía que no se había evaluado el impacto transfronterizo del proyecto.

Ambos países, con mediación europea, alcanzaron un acuerdo para que Portugal retirase una queja interpuesta en la Comisión Europea y, a cambio, España se comprometía a no hacer nada «irreversible» y a no autorizar el funcionamiento del almacén hasta que Lisboa estudiara la información pertinente sobre la infraestructura. Hace un mes, el grupo de trabajo creado por el Gobierno portugués consideró que el proyecto es «seguro» y «adecuado» y emitió un parecer positivo. Costa defiende que el Gobierno portugués no actuó con pasividad, ya que exigió a España que le presentase toda la documentación disponible.

La Comisión Europea, España y Portugal sellan un acuerdo para la construcción del ATI de Almaraz al considerarse “seguro”

EFE.- El grupo de trabajo creado por el Gobierno portugués para valorar la futura construcción del Almacén Temporal Individualizado (ATI) de residuos nucleares en la central española de Almaraz consideró que esta instalación es «segura» y «adecuada» y emitió un parecer positivo sobre el proyecto. Consecuentemente, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker; el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y el primer ministro luso, António Costa, sellaron un acuerdo sobre la futura construcción del ATI en la central cacereña.

«Tras nuestra reunión en Malta el 3 de febrero y el amistoso acuerdo alcanzado a iniciativa del presidente Juncker, hemos llegado a un acuerdo sobre el caso de Almaraz», indicaron en un comunicado conjunto. Según dijeron, el acuerdo se basa «con solidez» en un conjunto de conclusiones operacionales que «sientan el camino para la implementación del acuerdo y ofrecen fuertes garantías para todas las partes».

«Gracias a la asistencia continuada y a la mediación de la Comisión Europea en este proceso, hemos llegado a un acuerdo en beneficio de todos», subrayaron, a la vez que recalcaron su «compromiso para implementarlo fielmente». Asimismo, trabajaron «en espíritu de buenas relaciones de vecindad» y de manera «constructiva, con la voluntad de encontrar soluciones pragmáticas». Igualmente, señalaron que acelerarán el trabajo del grupo de alto nivel sobre Interconexiones para el Suroeste de Europa y reiteraron su «firme voluntad de desarrollar proyectos europeos de interconexión que unan nuestros mercados energéticos«.

La construcción del ATI de Almaraz, situado a 100 kilómetros de la frontera lusa, provocó un incidente entre el Gobierno español y el portugués, que incluso llegó a interponer una queja ante la Comisión Europea al entender que España no había valorado el impacto transfronterizo del proyecto. Ambos países alcanzaron un acuerdo «amistoso» que preveía que Portugal retirase la queja y por el que España se comprometía a no hacer nada «irreversible» y a no autorizar el funcionamiento del almacén hasta que Lisboa estudiara la información pertinente sobre la infraestructura.

La Comisión Europea recordó que, tras una visita de las autoridades portuguesas y altos funcionarios comunitarios a Almaraz, las autoridades españolas «compartieron una cantidad sustancial de información detallada sobre aspectos medioambientales y de seguridad» del proyecto. El análisis del Gobierno portugués resultó en diferentes conclusiones y recomendaciones para responder a sus preocupaciones sobre los potenciales efectos transfronterizos del almacén. Esas recomendaciones fueron presentadas a las autoridades españolas y a los servicios de la Comisión Europea, que se mostraron de acuerdo con los asuntos abordados, apuntó el Ejecutivo comunitario. El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) aseguró entonces que las medidas que exigirá al operador abordarían la totalidad de las recomendaciones hechas.

La Comisión Europea indicó también que las partes han acordado asimismo continuar el intercambio de información sobre el almacén, y para ello España ya invitó a Portugal a nombrar a representantes que asistan a la reunión anual de información organizada en el municipio de Almaraz para informar al público sobre cuestiones relacionadas con la operación de la planta nuclear. Igualmente, las autoridades españolas acordaron compartir con las portuguesas cualquier otra información relevante sobre el almacén.

Portugal considera “segura” la construcción

«La construcción del ATI es una solución adecuada en términos de seguridad y almacenamiento, tomando como referencia patrones y prácticas internacionales», señaló el presidente de la Agencia Portuguesa del Medioambiente, Nuno Lacasta, que explicó que no se detectaron impactos transfronterizos para Portugal en situación normal de funcionamiento o en caso de accidentes «severos«.En cuanto al peligro sísmico, el grupo de trabajo considera que la construcción se llevará a cabo en una zona de «baja peligrosidad sísmica».Aun así, el grupo deja varias recomendaciones e insta a las autoridades portuguesas a que acompañen la evaluación que realicen el CSN y otras autoridades españolas en las fases futuras del proceso de construcción y operación del ATI.

Foro Nuclear advierte de que sin nucleares España no podrá cumplir los compromisos climáticos adquiridos en la Cumbre de París

Europa Press.- El nuevo presidente de Foro Nuclear, Ignacio Araluce, ha defendido la presencia de la energía nuclear en España como elemento clave para cumplir con los acuerdos internacionales del clima a los que se ha adherido España pues, según ha explicado, el país no podría afrontar los compromisos adquiridos en la Cumbre de París si ahora mismo se cierran las centrales.

En un debate en el Congreso, Araluce ha señalado que las centrales nucleares «tienen futuro» en España, al menos un periodo que es necesario «guste o no guste» el uso de esta energía. El motivo, según ha señalado, es que hay «un mix energético determinado» en la actualidad que, si se desmantela, requeriría un «esfuerzo de inversión gigantesco». En concreto, el presidente de Foro Nuclear ha señalado que toda la generación eléctrica española produce 260 terawatios/hora, de los que 100 son térmicos (con emisiones de CO2), 40 hidráulicos, 60 nucleares y 60 renovables. De modo que, si se plantea el hecho de suprimir las nucleares y reducir las emisiones, habría que buscar alternativas para 160 terawatios/horas en el mix español.

«Si en España se consiguen 60 terawatios de renovables con una instalación de 30 gigawatios, habría que instalar otros 30 gigawatios para sustituir a las nucleares por otra energía limpia, más otros tantos si se quiere llegar a cumplir las cifras acordadas a las que España se ha comprometido como país y reducir las emisiones de CO2«, apuntó Araluce, para recordar que las instalaciones actuales de energías renovables «han costado mucho» en tiempo e inversión.

Además, señaló que estas energías tienen una gran variabilidad porque dependen de agentes externos y, en caso de excesiva producción, habría que invertir en modelos de almacenamiento. «Estos significa una instalación masiva de bombeos y de baterías; se podrían usar acumuladores en todas las casas, que costarían 3.000 euros por vivienda», indicó Araluce. A su juicio, el debate actual debería ser sobre «cuánto acotar el periodo de vida de las nucleares» pero no su desmantelamiento porque, según estima, no se podría cumplir con la demanda de energía de los españoles.

Con este último planteamiento coincide el portavoz del Movimiento Ibérico Antinuclear, Francisco Castejón, que ha reconocido que no se podrían desmantelar las energías nucleares inmediatamente porque, ahora mismo, la sustitución se realizaría con gas y carbón, energías muy contaminantes. Por ello plantea a las autoridades «un calendario de cierre aceptable» que se trabaje entre todos los actores, expertos y políticos, con el fin de que el desmantelamiento de nucleares se realice con la seguridad de que hay una energía renovable preparada para cubrir la demanda.

En este sentido, Castejón criticó que durante años se hayan hecho grandes inversiones en renovables en España y ahora parezca que se «hayan olvidado» de este sector. Además, pidió la derogación del conocido como impuesto al Sol y ha recordado a las autoridades que los costes de las fotovoltaicas «no son los mismos que hace 10 años» y ha asegurado que esta energía «puede competir en el mercado energético actual sin problemas». En referencia al gasto comentado por Araluce en baterías y bombeos, Castejón destacó la existencia de «nuevas tecnologías de almacenamiento» y de baterías más modernas que «no son el futuro, sino el presente».

También participó el presidente de la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento de Portugal, Pedro Soares, en la que es su segunda visita al Congreso en lo que va de año. El país vecino se encuentra inmerso en el debate nuclear, pero no por lo que ocurre dentro de sus fronteras, sino por la construcción del Almacén nuclear Temporal Individual (ATI) que se va a construir en la central nuclear de Almaraz (Cáceres), a 140 kilómetros de la frontera portuguesa y en las cercanías del Tajo, que abastece de agua a una parte del país.

Soares expresó la preocupación que existe por el posible alargamiento de la vida útil de Almaraz y ha destacado que los ciudadanos portugueses «no quieren producción eléctrica a partir de energía nuclear por razones económicas y por estrategia energética. «Existe la percepción de que la energía nuclear no es segura, no es inagotable y no es medioambientalmente responsable«, señaló Soares, para explicar que el 53% de la energía producida en el país vecino es de origen renovable. Además, se han comprometido a que este porcentaje suba al 60% en 2020 y a eliminar toda energía de origen fósil en 2050.

La Plataforma contra el ATC ve «paradójico» que la SNE pida agilizar esta instalación cuando se están construyendo almacenes individuales

Europa Press.- La Plataforma contra el Almacén Temporal Centralizado (ATC) en Villar de Cañas (Cuenca) ha considerado una «contradicción» que el presidente de la Sociedad Nuclear Española (SNE), José Antonio Gago, solicite «agilizar la construcción del ATC, reconociendo que se está implantando el modelo alternativo: los ATI, almacenes temporales individuales, en las centrales nucleares”. “Construir los ATI más el ATC supone un importante sobrecoste», consideró la plataforma.

Así reaccionó esta plataforma después de que Gago haya considerado necesario poner fin al retraso en la construcción y la entrada en funcionamiento del ATC porque está generando un «sobrecoste». La plataforma ha lamentado que Gago no haya realizado «una autocrítica a la opinión general de rechazo de este tipo de energía», sin mención «a la necesidad de que la industria nuclear asuma las responsabilidades inherentes a una actividad de tan alto nivel de riesgo».

Para la plataforma, «es escandaloso que las empresas que están ganado ingentes cantidades de dinero gracias a la energía nuclear presionen al gobierno para que agilice la construcción del ATC». «No hay que olvidar que el almacén nuclear, en caso de que se llegue a construir, se pagaría con fondos públicos», han aseverado. Por su parte, la Plataforma contra el silo se encuentra ultimando los preparativos para la 8ª marcha a Villar de Cañas que se celebrará el 7 de mayo, con similar recorrido al de las siete ediciones anteriores.

José Antonio Gago, nuevo presidente de la Sociedad Nuclear: «España es un país nuclear sin que los españoles lo perciban»

Europa Press.– El presidente de la Sociedad Nuclear Española (SNE), José Antonio Gago, considera que «España es un país nuclear sin que los españoles lo perciban claramente» debido a la opinión contraria predominante entre la sociedad, a consecuencia de «muchos titulares que van a las emociones de las personas». Sin embargo, reclama abrir el «melón» del debate sobre el almacenamiento geológico profundo (AGP), para almacenar a largo plazo los residuos nucleares, porque es «una cuestión de Estado».

Gago ha lamentado la desinformación y el rechazo de este tipo de energía por «miedo», por «desconocimiento» o por los tres accidentes significativos (Three Miles Island, Chernobil y Fukushima) por los que entiende que cuente con «cierto rechazo ideológico«. Sin embargo, el presidente de la organización, que asumió su cargo el pasado marzo, ha explicado que, a mayor conocimiento de esta tecnología, hay una mayor aceptación, de modo que su objetivo es lograr un mayor entendimiento de los españoles de la energía del átomo porque asegura que tiene «muchas cosas positivas beneficiosas para la sociedad».

Para ello, una de las posibles medidas que se plantea es revisar los libros de texto para evitar posturas marcadas y contrarias a la nuclear así como fomentar la captación de talento entre los jóvenes para que se dediquen a un sector de alta cualificación y bien remunerado que permita dar el relevo a la actual generación que inició el programa nuclear en España y que «se irá jubilando«. En este marco, considera también que es crucial para el sector ser «más visible», con datos y argumentos objetivos en el «necesario debate» que debe hacer España sobre el futuro energético a medio y largo plazo y el papel de transición que puede jugar la nuclear.

Entre estos atributos se ha referido a la estabilidad que proporciona a la red de distribución porque es una «energía de base», así como al hecho de que la energía nuclear no emite gases invernadero, por lo que puede jugar un papel relevante en la lucha contra el cambio climático y para que el país pueda cumplir con sus compromisos del Acuerdo de París. «Queremos poner en valor esta energía en el mix de generación energética y entendemos que su papel en el futuro es inexorable en el paso hacia las renovables que tendrá lugar a tanto en este país como en otros», ha comentado.

Otro de los aspectos más controvertidos de la energía nuclear son los residuos nucleares del combustible gastado que genera y, a este respecto, considera que es necesario poner fin al retraso en la construcción y la entrada en funcionamiento del almacén temporal centralizado (ATC) en Villar de Cañas (Cuenca) porque está produciendo «un sobrecoste» que se tiene que trasladar en la tasa que los operadores de las centrales nucleares pagan a laEmpresa Nacional de Residuos Radiactivos (ENRESA) por la encomienda de su gestión futura.

Al mismo tiempo, además de este retraso «con coste», ha añadido que mientras tanto las centrales están teniendo que construir almacenes temporales individualizados (ATI) en cada planta. Se trata, según ha explicado, de una instalación sencilla, de hormigón, que aloja los contenedores de combustible. Solo el de Ascó, según Gago, que es el director general de la Asociación Nuclear Ascó-Vandellós II (ANAV), ha tenido un coste de unos 13 millones de euros, un importe que se integra en el balance de costes y cuyo impacto real sobre la tasa que se paga a Enresa es de un promedio de 6,9 euros por cada megawatio hora.

Respecto a la ubicación del futuro ATC asegura que «cualquiera de los emplazamientos» que se evaluaron para acogerlo cumplían los requisitos y ha defendido que el proceso fue transparente. Aunque por «motivos sentimentales» le habría gustado que el lugar elegido hubiera sido Ascó, asegura que el emplazamiento de Villar de Cañas es «igual de seguro» pero puede que sea más costoso a nivel económico«. «No tengo duda de que el emplazamiento es bueno, viable y perfectamente adecuado si el CSN lo ha avalado», ha confiado.

Por otro lado, más allá del almacenamiento para los próximos 70 o 100 años en el ATC, ha advertido de que es preciso «abrir el melón del almacenamiento a largo plazo porque, en cuestiones fundamentales para el Estado, no hay que esperar». «El debate hay que plantearlo y otros países tienen ya identificados los emplazamientos, cuentan con laboratorios subterráneos o instalaciones de demostración que son aceptados por la sociedad civil», ha subrayado. En este contexto ha puesto de ejemplo a los países escandinavos y cree que en España se debería seguir un modelo similar al proceso de participación que se ha seguido en el ATC.

El presidente de la SNE ha asegurado que «ninguna» de las condiciones exigidas por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) a la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) para poder volver a operar es «extraordinaria» sino «similares» a las exigidas al resto del parque atómico español. «No vemos obstáculos técnicos. Todo lo que se ha pedido a Garoña ya lo tienen o lo están implantando el resto de las centrales españolas, puesto que muchas de las condiciones son mejoras que resultaron de las pruebas de resistencia tras el accidente de Fukushima«, ha afirmado.

La planta burgalesa solicitó en 2014 un permiso para poder volver a generar electricidad hasta 2031 pero Gago considera que el CSN «le habría puesto las mismas condiciones si hubiera pedido operar hasta 2021». Ahora recaerá en la propiedad de Garoña la decisión de analizar la viabilidad de estas inversiones porque no ve obstáculo al hecho de que Garoña tenga más de los 40 años de vida. «Esa cifra es como si a usted le dicen que está programado para vivir 60 años y llega ese día, está bien y no se muere«, comparó, al tiempo que recuerda que próximamente Almaraz y Vandellós podrán pedir la renovación de su licencia.

Otro de los asuntos abordados pasa por conocer cómo le afectaría en términos nucleares y energéticos a España una hipotética secesión de Cataluña del resto de España. Así, preguntado por esta cuestión, el presidente de la SNE asegura que «lo que no ocurrirá nunca será que se pongan fronteras a la red de distribución». Asimismo, precisó que las tres centrales nucleares situadas en Cataluña, Ascó I y II y Vandellós II, aportaron en 2016 en torno al 9,5% del consumo energético nacional, es decir, que del 21,2% con que contribuyó la nuclear a la producción eléctrica de España, el 9,5% provino de las plantas catalanas.

Las Cortes valencianas piden desmantelar la central nuclear de Cofrentes en 2021 y el PP augura que subiría la luz

EFE.- El portavoz de Industria del PP en el parlamento autonómico de la Comunidad Valenciana, Vicente Casanova, ha señalado que el cierre de la central nuclear de Cofrentes (Valencia), provocaría a corto plazo incrementos de coste de la tarifa e impactos ambientales «inasumibles» después de que las Cortes valencianas aprobaran, con los únicos votos en contra del PP, pedir al Gobierno central «el cierre y desmantelamiento» de Cofrentes cuando finalice el actual período de prórroga de funcionamiento, en marzo de 2021.

También reclaman que no se autorice la construcción de un almacén temporal individualizado (ATI) de residuos radiactivos dentro los terrenos de la central nuclear «por ser innecesario», ya que esta infraestructura dispone de capacidad de almacenamiento suficiente hasta su fecha de cierre en 2021. Así lo recoge una iniciativa presentada conjuntamente por el PSOE, Compromís y Podemos, en la que Ciudadanos se abstuvo y el PP votó en contra, y que también propone instar al Gobierno a modificar el marco normativo que ha paralizado la implantación de las energías renovables.

El PP se ha opuesto al cierre al asegurar que la Comunidad Valenciana «no dispone de un parque de renovables suficiente» para cubrir la energía producida por Cofrentes, y Ciudadanos ha criticado que se plantee el cierre sin un plan energético alternativo ni un plan económico para los trabajadores y la región. El diputado de Compromís, Juan Ponce, encargado de defender la iniciativa, se ha alegrado de que «por fin» la mayoría de la Cámara diga «sí al cierre definitivo de Cofrentes» por responsabilidad, solidaridad, economía y porque hay que luchar contra el cambio climático.

Compromís ve Fukushima en Cofrentes

Ponce ha advertido de que las centrales nucleares «son peligrosas, y más las viejas», y ha considerado que «no es tan complicado» ni «tan imposible» que en Cofrentes se pudiera producir «la gran catástrofe» sucedida en Fukushima en 2011, que «nadie pensó que pudiera pasar y pasó». Además, ha recordado que Alemania cerrará todas sus centrales nucleares en 2022, con menos horas de sol que España, y ha reivindicado la necesidad de apostar e impulsar las energías renovables para alcanzar que el 20% de la energía total consumida sea renovable.

La parlamentaria de Ciudadanos, Rosa García, ha acusado al Gobierno de la Comunidad Valenciana de hacer en este caso lo mismo que ha hecho el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con las políticas medioambientales impulsadas por Barack Obama, que ha decidido «eliminar de un plumazo» sin tener un plan de contingencia ni justificar los motivos. «Ustedes han hecho lo mismo. Atacan Cofrentes por sectarismo», según García, quien pidió que antes de cerrar esta central nuclear en 2021 «traigan informes sobre el grado de impacto energético y el impacto sobre el empleo y la economía de la zona», al tiempo que abogó por un Pacto de Estado en esta materia.

El socialista, David Cerdán, ha dicho que no están pidiendo el cierre de Cofrentes, sino que no se prolongue vida útil en 2021, con el fin de «acabar con el oligopolio y con la estafa eléctrica de este país», y ha asegurado que la iniciativa planteada es «de responsabilidad y sentido común». «Nada hay más irresponsable, sectario y demagógico e ideológico que la defensa infame y vergonzosa que hacen de un sistema eléctrico que es una estafa», ha criticado Cerdán, mientras que, desde Podemos, Beatriz Gascó acusó al PP de convertir en «chantaje» cualquier decisión.

PP contrario a cerrar Cofrentes

El diputado del PP, Vicente Casanova, asegura que el cierre de Cofrentes tendría «graves consecuencias», como ha ocurrido en Alemania, con el incremento de la tarifa eléctrica un 25%, al tener que recurrir en gran medida al gas natural (ciclos combinados), y de las emisiones de dióxido de carbono un 50%, y sustituirla por energías renovables en 2021 implicaría la construcción de 2.040 aerogeneradores o 26.000 hectáreas de paneles solares. Para Casanova eso «no es razonable», sobre todo teniendo en cuenta que en dos años no se construyó ningún aerogenerador y se instalaron muy pocos paneles solares, y ha señalado que «no hay necesidad de retirar» estas instalaciones, sino que hay que garantizar, con informes y controles, que sean fiables.

Además, la utilización de ciclos combinados llevaría, según ha dicho, a «fuertes» incrementos de las emisiones de CO2 y, por tanto, al «incumplimiento de los compromisos ambientales, que obligan a nuestro país a reducciones del 20% en 2020 y del 30% en 2030». Casanova ha incidido en que las energías renovables todavía no están en disposición de suplir la aportación de Cofrentes y el resto de nucleares al sistema eléctrico nacional y ha señalado como responsable a la «paralización» del Plan Eólico por parte de la Generalitat, que ha provocado que en los dos últimos años no se haya instalado «ni un solo megavatio renovable«, por lo que planteó mediante una enmienda reactivar este programa.

Para el portavoz popular «esta propuesta sería ambientalmente un desastre» y ha añadido que, aunque hay que seguir incrementado el parque de renovables, el cierre de Cofrentes u otras centrales nucleares en 2021 crearía un «colapso del sistema eléctrico». Según el portavoz popular, «la posición del PP es ir incrementando la aportación de las renovables, tanto como se pueda, e ir configurando un nuevo mix energético que nos permita cumplir con los objetivos medioambientales de emisiones de CO2 y garantizar el funcionamiento fiable del sistema eléctrico, clave para el desarrollo del país». Casanova concluyó que le tranquiliza que sea el Gobierno central el que, «a la luz de los oportunos informes», debe tomar la decisión final de prorrogar la autorización.

También propone que el Gobierno central solo conceda una nueva autorización de explotación de la central a partir de marzo de 2021 si el Consejo de Seguridad Nuclear certifica que se cumplen todos los requisitos de seguridad y del estado de la instalación, que se autorice la construcción del almacén temporal individualizado (ATI) de residuos radioactivos como solución temporal hasta que no se disponga del centralizado y que se incentive la instalación de energías renovables. Según Casanova, se trata de una propuesta «realista y viable».

«Hay que apostar por las renovables de modo que con el tiempo se pueda plantear seriamente la sustitución de las nucleares, y la Comunidad Valenciana debe velar para ir incrementando la aportación de las renovables e ir configurando un nuevo mix energético que nos permita cumplir con los objetivos medioambientales de emisiones de CO2 y que se garantice la fiabilidad del sistema eléctrico sin incrementos inasumibles de la tarifa«, manifestó.