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La AIE prevé que las renovables representarán el 28% de la generación eléctrica mundial en 2021 y descarta efecto Trump

Europa Press / EFE.- La Agencia Internacional de la Energía (AIE) no cree que Donald Trump vaya a condicionar el crecimiento de las energías renovables en Estados Unidos que, según se espera, superará la capacidad instalada de Europa en un plazo de cinco años. De hecho, la AIE prevé que las energías renovables seguirán siendo la fuente de generación de electricidad de mayor crecimiento en los próximos cinco años, pasando de representar el 23% de la generación en 2015 a un 28% en 2021.

El jefe de la división de renovables de la AIE, Paolo Frankl, destacó que las renovables supondrán así más del 60% del aumento de la generación mundial de electricidad a medio plazo. De esta manera, el directivo de la AIE señaló que se espera que la capacidad global renovable aumente en 825 gigavatios (GW), un 42% entre 2015 y 2021.

Además, indicó que se estima que la generación renovable superará los 7.600 teravatios hora (TWh) en 2012, lo que equivale a la generación total de electricidad de Estados Unidos y la Unión Europea. A pesar de estas perspectivas, Frankl se mostró cauteloso en cuanto a su evolución debido a factores como la incertidumbre política, su mayor integración en los sistemas, la necesidad de mayor inversión o el lento desarrollo de tecnologías renovables en los sectores de calor y el transporte.

Auge renovable en Estados Unidos

Respecto a Trump, Frankl ha señalado que las políticas «no pueden cambiarse de un día para otro», de modo que la organización prevé que no haya «grandes cambios» en los próximos meses. Con relación a España, Frankl ha apuntado que la futura subasta de energía renovable puede «provocar cambios» en las previsiones de la AIE. De este modo, el mercado nacional podría salir de la zona de recesión en la que está. En cuanto al menor crecimiento de las renovables en Europa en los próximos años, la organización apunta como motivos la menor demanda eléctrica, la legislación pendiente o la incertidumbre política en algunos mercados.

La Agencia Internacional de la Energía prevé una demanda de carbón estancada hasta 2021 y procedente principalmente de países asiáticos

EFE / Europa Press.- La Agencia Internacional de la Energía (AIE) prevé un estancamiento de la demanda mundial de carbón durante los próximos cinco años, cuya procedencia será principalmente de Asia, según su informe. Pese a su decreciente papel en el suministro energético global, el mundo sigue dependiendo del carbón, afirma la AIE, que aseguró que la evolución del mineral depende en gran medida de la trayectoria de China, responsable del 50% de su consumo global y de casi la mitad de la producción.

La participación del carbón en el mix energético se reducirá al 36% en 2021, frente al 41% que representaba en 2014. Esta caída se deberá principalmente a una menor demanda de China y Estados Unidos, junto con la proyección de crecimiento de las renovables y el aumento de la eficiencia energética, explican el pronóstico de estancamiento para el próximo quinquenio de este organismo. «En Estados Unidos, la débil demanda de energía y el alza de las renovables limitarán la demanda de carbón, pero el factor principal será el gas barato. También seguirá bajando la demanda de carbón en Europa. Así, acabamos con una trayectoria más o menos plana», apuntó el director de mercados de energía de la AIE, Keisuke Sadamori.

Sadamori recalcó que China es la principal fuente de «incertidumbre» en esta proyección, porque a diferencia de la tendencia a la baja de Estados Unidos y Europa y al alza en la India y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), «no está tan claro» hacia dónde va el mayor mercado mundial del carbón. «India no será la nueva China y la región ASEAN no va a sobrepasar a India», matizó Sadamori. ASEAN está compuesta por 10 países: Malasia, Indonesia, Brunéi, Vietnam, Camboya, Laos, Birmania, Singapur, Tailandia y Filipinas.

La demanda mundial de carbón bajó en 2015 por primera vez en este siglo, algo que ya se plasmó en el informe Perspectivas para la energía mundial 2016 que la AIE presentó en noviembre, y ahora estima que los niveles de 2014 no se alcanzarán de nuevo hasta 2021. Asimismo, el informe destaca un importante cambio geográfico en el mercado mundial del carbón hacia Asia. Europa y América del Norte, que consumían la mitad del carbón del mundo en el año 2000, representaron en 2015 menos del 25%, mientras que el peso de la demanda de Asia aumentó el año pasado hasta tres cuartas partes del total. Esas tendencias, avisa la AIE, van a acentuarse.

«En Europa y Estados Unidos, aunque ya veremos qué pasa ahora en Estados Unidos, el debate ha sido sobre acabar con el carbón. En Asia hay otro debate», afirmó Carlos Fernández Álvarez, analista de la división de mercados de gas, carbón y electricidad de la AIE. De hecho, el carbón supone el 45% de las emisiones de dióxido de carbono vinculadas al consumo de energía y libera contaminantes de otros tipos, reconoce el informe, pero aun así es una fuente energética atractiva para muchos países para generar electricidad o producir en la industria por ser relativamente asequible y abundante. Por eso Sadamori subrayó que «es demasiado pronto para decir que es el fin del carbón».

La AIE apunta al repunte en los precios del carbón que se experimentó este año y que puso fin a cuatro años de descensos, como signo positivo para el sector y atribuye este cambio al impacto de las políticas adoptadas por Pekín para recortar su capacidad productiva. El informe de la AIE también señala que, a pesar de la entrada en vigor del Acuerdo de París contra el cambio climático, no hay grandes progresos por promover el desarrollo de las tecnologías de captura y almacenamiento de las emisiones de carbono. «Sin captura y almacenamiento de carbono, el futuro del carbón está seriamente cuestionado, como también nuestros objetivos climáticos», sentenció Sadamori.

Iberdrola y otras cinco grandes energéticas europeas piden a Bruselas «más ambición» en la reforma del mercado europeo de emisiones

Redacción / Agencias.- Un grupo formado por empresas europeas líderes en el sector energético, entre las que figuran la española Iberdrola, la británica Centrica, la checa CEZ, la francesa Engie, la finlandesa Fortum y la alemana Innogy, reclamó en la sede del Parlamento Europeo de Estrasburgo una “mayor ambición” en la reforma del mercado europeo de las emisiones de carbono y pidieron a la Unión Europea «acciones» para cumplir con sus compromisos climáticos.

Las empresas expresaron su satisfacción ante la ratificación del acuerdo de París y su entrada en vigor antes de la COP22, ya que, desde su punto de vista, esta circunstancia pone de relieve el liderazgo de la Unión Europea en la lucha contra el cambio climático. Ahora, la Unión Europea deberá convertir sus compromisos a largo plazo con el clima (un 80-95% de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en el año 2050) en medidas concretas, con el fin de alinearse con los objetivos acordados en París, y es en este sentido en el que las empresas presentaron su posición en la Eurocámara.

Las empresas consideran que la reforma propuesta por la Comisión Europea «no será suficiente» para cumplir con la «ambiciosa agenda de bajas de emisiones de carbono de Europa» y asegurar el cambio hacia tecnologías con bajas emisiones. Junto a esto, ven necesario crear en la Unión Europea un régimen de comercio de derechos de emisión (ETS) eficaz “para hacer posible la transición energética de modo rentable” y, al mismo tiempo, enviar al sector privado un mensaje «claro y enérgico» sobre el precio, para que así se incentive la inversión en tecnologías con bajas emisiones de carbono y libres de carbono.

«Las autoridades deben ir más allá de las medidas adoptadas hasta la fecha para reforzar el ETS (Reserva de Estabilidad del Mercado) y la actual propuesta en debate», afirman las energéticas, que abogan por que la Unión Europea convierta sus compromisos climáticos «en medidas para cumplir París». El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, abogó por una economía «más limpia e interconectada» para incrementar la eficiencia y defendió que, «si Europa quiere cumplir sus compromisos», deberá «duplicar su consumo eléctrico de aquí a 2040» en relación a 1990, convirtiéndose en la principal fuente de energía.

Galán defendió que será necesaria una inversión de 3.000 millones de euros en el sector energético durante el periodo 2015-2040 para que la Unión Europea pueda alcanzar sus objetivos climáticos. Para lograr esos objetivos, Galán subrayó la necesidad de «poner precio a las emisiones» y poner «coherencia» en las políticas. «Los subsidios a combustibles fósiles son 3 veces más grandes que los dirigidos a las renovables», criticó.  Las empresas destacan que, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), se necesitarán inversiones de casi 2,5 billones de dólares en el sector energético de la Unión Europea hasta 2040 para que pueda alcanzar sus objetivos climáticos.

En este contexto, reclaman una combinación de medidas a corto y largo plazo para solucionar las carencias del régimen de comercio de derechos de emisión. Las nuevas iniciativas, indican, deben ir más allá de los textos que se están debatiendo actualmente con el fin de reforzar la estructura del mercado del carbono y recuperar la confianza de los inversores mediante una mayor visibilidad y previsibilidad.

También deben transmitir señales de precios enérgicas al mercado, ya que «se necesita un aumento significativo de los precios del CO2 para liberar rápidamente todo el potencial de descarbonización del sector energético», señalan. Asimismo consideran que las medidas adoptadas a escala europea son preferibles a las iniciativas nacionales descoordinadas, «que socavan el ETS y distorsionan la igualdad de condiciones en la Unión Europea». Finalmente, defienden que las propuestas deben ir acompañadas de medidas eficientes sobre fugas de carbono para proteger la competitividad de las industrias europeas expuestas al comercio internacional.

La energía renovable crece pero la AIE prevé que la demanda mundial de petróleo continuará incrementándose hasta 2040

Europa Press / EFE.- La Agencia Internacional de la Energía (AIE) prevé que la demanda mundial de petróleo continúe incrementándose hasta 2040, cuando estima que alcanzará los 103,5 millones de barriles diarios, frente a los 92,5 millones registrados en 2015, por lo que considera que la era de los combustibles fósiles está «lejos de acabar», a pesar de los Acuerdos de París. En este sentido, la AIE pronostica un gran crecimiento de las energías renovables y del gas natural para 2040.

La AIE considera que «hay que hacer más esfuerzos» para poder cumplir las metas del Acuerdo de París en la lucha contra el cambio climático. Por ello, el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, presentó el informe Perspectivas para la energía mundial 2016, que anticipa queel combustible y las tecnologías de bajo carbono, principalmente las renovables, representarán un 80% del crecimiento de la oferta en el sector energético en los próximos 25 años.

Aunque los combustibles fósiles como el petróleo y el carbón crecerán relativamente menos, continuarán siendo clave para hacer frente a un aumento previsto del 30% de la demanda, por lo que es «fundamental» que en 2017 se invierta en proyectos de extracción de crudo. Si no se incrementa esa inversión, frenada en los últimos dos años por la caída de los precios del petróleo, podría haber problemas de suministro ya en la década de 2020.

A pesar de que el bajo precio del crudo preocupa, Birol se mostró contrario a que intervenga en el mercado la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que se reúne el próximo día 30 en Viena. «Creemos que los precios deberían estar a un nivel suficiente para movilizar la inversión necesaria, pero eso debería dejarse en manos del mercado y no de la intervención» de los productores, aseveró.

Con el progresivo avance de las energías renovables, sobre todo en el sector eléctrico, posibilitado por la reducción de costes y el apoyo público, «surgen nuevos desafíos sobre cómo garantizar también el suministro de esas fuentes», apuntó Laura Cozzi, coautora del estudio. Los Gobiernos deberán prever que esa energía, sobre todo la solar y la eólica, pueda generarse «cuando se necesite», y será importante desarrollar métodos de almacenaje, precisó Cozzi.

La AIE prevé asimismo un aumento destacado en las próximas décadas de la oferta de gas natural licuado, menos contaminante que el crudo, con el auge de nuevos productores, como Estados Unidos y Australia, y una mayor facilidad en el transporte, pues no se depende de gasoductos. La AIE, que analiza el panorama energético de sus 29 países miembros, avisa de que, aunque las renovables se desarrollan fundamentalmente en la producción eléctrica, es imprescindible «destinar más inversión para desarrollar tecnologías de bajo carbono en los sectores del transporte por carretera, la aviación y el petroquímico», que todavía dependen del petróleo.

La AIE advierte de que, si no se invierte más en tecnologías de bajo carbono, no se podrá cumplir el Acuerdo de París, que busca limitar a un máximo de 2ºC el calentamiento del planeta. Con las medidas anunciadas «solo se conseguirá ralentizar el aumento estimado de las emisiones del sector energético, de una media de 650 millones de toneladas al año desde el año 2000 a unos 150 millones de toneladas anuales en 2040, lo que limitaría el aumento de la temperatura a 2,7ºC en 2100», sostiene. Para cumplir el acuerdo, se requeriría que las emisiones de carbono «alcanzaran su tope en los próximos años y que la economía mundial se volviera neutra en carbono a finales de siglo«.

Demanda de petróleo para 2040

En su informe, la agencia cree que la demanda global de crudo se incrementará hasta 2040 como consecuencia de la falta de alternativas en los combustibles para transporte. Basándose en los compromisos adquiridos en París, la AIE estima que, dentro de 25 años, China será el mayor consumidor de petróleo del mundo (15,1 millones de barriles diarios), superando a Estados Unidos, que reducirá en 4,9 millones de barriles diarios su consumo actual de crudo, hasta 13,1 millones de barriles diarios. No obstante, el país que más incrementará su demanda de crudo de cara a 2040 será India, que consumirá, según previsiones de la AIE, 9,9 millones de barriles diarios, frente a los 2,3 millones actuales.

«Un análisis de los compromisos de París sobre el cambio climático revela que la era de los combustibles fósiles está lejos de acabar», señala la institución, que subraya en su informe el desafío que supone alcanzar unas metas climáticas más ambiciosas. Respecto a los combustibles fósiles, Birol prevé un periodo de «gran volatilidad» en los precios del petróleo y explica que si los precios suben en el corto plazo, los productores podrán reaccionar rápidamente para introducir más crudo en el mercado, «lo que provocará un movimiento de ida y vuelta».

No obstante, la AIE destaca que el paso adelante que se está realizado en la industria del automóvil, ya que afirma que la demanda de combustibles para los coches particulares se reduce, a pesar de que el número de vehículos se duplicará en los próximos 25 años, gracias a los avances realizados en eficiencia, biocombustibles y el incremento de vehículos eléctricos. De este modo, el escenario contemplado para 2040 si se cumplen los Acuerdos de París, contempla un total de 150 millones de vehículos eléctricos en circulación, frente a los 1,3 millones actuales, mientras que prevé que las energías renovables produzcan el 37% de la energía global, frente al 23% que producen en la actualidad.

Asimismo, este escenario considera que las emisiones crecerán a un ritmo medio del 0,5% anual hasta 2040 y que la demanda de gas natural crecerá un 50% durante los próximos 25 años, superando la cuota energética del carbón. «Vemos claros ganadores en los próximos 25 años; el gas natural, pero especialmente la energía eólica y la solar, que remplazarán al campeón del último cuarto de siglo: el carbón», aseveró Birol.

La Agencia Internacional de la Energía considera a China un actor clave contra la contaminación mundial

Europa Press.- El politólogo francés David Bénazéraf, del China Programme deputy manager en la Agencia Internacional de la Energía, ha explicado que China, uno de los principales países emisores de CO2 del mundo, está concienciada y tomando medidas contra el cambio climático «ante los graves problemas de contaminación del aire y los consiguientes efectos para la salud que afronta la población».

«China está intentando reducir su demanda de energía. El principal problema de este país es la polución», aseveró Bénazéraf, durante un debate sobre medidas de política económica contra el cambio climático, en la marcha ciclista Moving for Climate NOW hacia la Conferencia de las Partes de la Convención de Cambio Climático (COP22) que se está celebrando en Marrakech. Asimismo, Bénazéraf ha destacado la necesidad de que para el año 2040 se haya producido una revolución energética que consiga mejorar los niveles de polución en este país. Además, también señalaron las particularidades del sistema político-social chino, un elemento fundamental a la hora de comprender las medidas necesarias para generar un cambio de tendencia en este tema.

Por su parte, el catedrático de economía en la Universidad de Vigo, Xavier Labandeira, ha explicado las ventajas de aplicar una reforma fiscal que ponga una tasa a los contaminantes de CO2. En este sentido, Labandeira resumió dichas ventajas en 3 puntos: conseguir recursos para la inversión, compensar a los afectados y reducir emisiones. Así, desde Moving for Climate NOW han indicado que los instrumentos de mandato y control buscan incidir directamente sobre las características climáticas de los distintos procesos.

De esta forma, destacaron la necesidad de apostar por limitar la velocidad de los vehículos en las carreteras, limitar las autorizaciones para desarrollar instalaciones muy emisoras si hay otras más limpias como alternativa, o limitar la circulación de vehículos más contaminantes en las ciudades. Asimismo, abogan por apostar por la energía limpia, obligando a las empresas a producir o utilizar este tipo de energía, como por ejemplo, que un porcentaje fijado sea de origen renovable o sin emisiones de CO2.

La AIE no cree que Trump altere el mercado del petróleo y reitera que todo depende de la OPEP

EFE / Europa Press.- Los precios del petróleo corren el riesgo de sufrir una recaída a lo largo del próximo año en el caso de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) no alcance un acuerdo en su reunión del próximo 30 de noviembre para recortar la producción, según advierte la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que considera «improbable» que la elección de Donald Trump como nuevo presidente de Estados Unidos altere significativamente las bases del mercado del petróleo a corto plazo.

En su informe mensual sobre el mercado petrolero, la AIE indicó que espera «más detalles» sobre las políticas energéticas que pretende realizar Trump a partir de su entrada en funciones para integrarlas en su edición de 2017 sobre el mercado a medio plazo. La agencia, que reúne a los grandes países consumidores de energía miembros de la OCDE (el mayor de los cuales Estados Unidos) se centró en este informe en la futura reunión del día 30 que ha convocado en Viena la OPEP, con intención de fijar un techo a su extracción de crudo.

Su principal comentario es que para cumplir los objetivos avanzados de un máximo de producción en una horquilla entre 32,5 y 33 millones de barriles diarios, la OPEP tendría que ponerse de acuerdo sobre «recortes significativos» a la vista de que estima que en octubre el cártel petrolero produjo una cantidad récord de 33,83 millones de barriles diarios. En octubre, la OPEP bombeó 230.000 barriles diarios más que en septiembre, sobre todo por la recuperación de la actividad en Nigeria y Libia, así como por Irak, que alcanzó un nuevo máximo histórico (4,60 millones de barriles), pero también porque Irán sigue acercándose a los niveles que tenía antes del periodo de las sanciones (3,75 millones).

Además, fuera del cártel también hubo un incremento del resto de los productores en 485.000 barriles diarios en octubre hasta 57 millones, y eso en particular gracias a yacimientos en el Mar del Norte, a Rusia y a Kazajistán. La AIE considera que Rusia, que es actualmente el mayor productor mundial de petróleo, incrementará sus extracciones este año en 230.000 barriles diarios y que la tendencia actual propiciará un nuevo aumento de cerca de 200.000 barriles en 2017. Si también se añaden las expectativas de subida igualmente en Brasil, Canadá y Kazajistán, los países que no pertenecen a la OPEP subirán su aportación en 500.000 barriles diarios el año próximo, después de que en 2016 la hayan recortado en 900.000.

En este sentido, la agencia considera que en caso de aplicarse el recorte de producción acordado, el mercado se moverá «con mucha rapidez» desde el exceso de oferta actual a un déficit en 2017. Por lo que respecta a la demanda, los autores no modificaron sus previsiones, de forma que auguran que el mundo consumirá este año una media de 96,3 millones de barriles diarios, lo que significará un alza de 1,2 millones de barriles respecto a 2015, cuando la progresión había sido de 1,8 millones. Para 2017, el ascenso será de 1,2 millones, hasta 97,5 millones de barriles diarios.

La AIE consideró que no hay signos de que la actividad económica vaya a absorber más crudo y cree que el estímulo que supuso un precio del barril por debajo de 30 dólares es algo pasado. Por eso, una de sus principales conclusiones es que si no hay acuerdo en la OPEP y algunos de sus países siguen aumentando sus extracciones, continuará el exceso de oferta en el mercado con pocas esperanzas de que el precio del barril suba significativamente. Es más, advirtió de que si esa situación persiste en 2017, hay riesgo de que los precios vuelvan a bajar. La agencia también subrayó la necesidad de hacer las inversiones que permitan responder a la demanda para garantizar el equilibrio.

Las renovables superan por primera vez al carbón en capacidad instalada, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE)

Europa Press / EFE.- El año 2015 representó un «punto de inflexión» para las energías renovables, responsables de más de la mitad de la nueva capacidad de generación de energía en todo el mundo, con un crecimiento del 15% hasta un nuevo récord de 153 gigavatios (GW), lo que permitió a este tipo de energías convertirse por primera vez «en la mayor fuente mundial de energía por capacidad instalada», superando al carbón, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

De este modo, la AIE ha revisado un 13% al alza su proyección de crecimiento para las energías renovables entre 2015 y 2021, periodo en el que confía en que el sector pasará a cubrir desde el 23% al 28% de la demanda eléctrica mundial. «Durante los próximos cinco años, las renovables seguirán siendo la fuente de generación de electricidad de mayor crecimiento», subraya la agencia, que calcula que este tipo de energías serán responsables de más del 60% del aumento de la capacidad mundial de generación a medio plazo. Además, la AIE calcula que la energía solar fotovoltaica y la eólica representan unidas el 75% del crecimiento de la capacidad renovable a medio plazo.

Las mejores expectativas para las renovables se explican por el fuerte apoyo recibido en países como Estados Unidos, México, China e India, así como en la reducción de costes, que para 2021 podrían bajar un 25% en el caso de los paneles solares y un 15% en el de la energía eólica terrestre. También destaca el papel desempeñado por el mayor apoyo político en mercados clave, así como las mejoras tecnológicas. Asimismo, junto a la preocupación por mitigar el impacto del cambio climático, en muchos países la apuesta por las renovables se explica por la necesidad de diversificar fuentes energéticas para ganar seguridad de suministro.

Según la agencia adscrita a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), durante 2015 se instalaron alrededor de medio millón de paneles solares diariamente, lo que permitió incrementar la capacidad de generación en 49 gigavatios en 2015. De hecho, la AIE estima que la generación de energía a través de renovables excederá de 7.600 teravatios hora (TWh) para 2021, un volumen de generación equivalente a la suma de Estados Unidos y la Unión Europea en la actualidad.

El calor y el transporte

«Estamos siendo testigos de una transformación de los mercados energéticos globales encabezada por las renovables y, como es el caso de otros campos, el centro de gravedad del crecimiento de este tipo de energía se está desplazando hacia los países emergentes», indicó el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol. No obstante, a pesar de lo excepcional del 2015, la AIE subraya la necesidad de mantener la prudencia ante la «persistencia de incertidumbres normativas en demasiados países», lo que conlleva la ralentización de inversiones, mientras que los avances de las renovables en sectores como la calefacción y los transportes siguen siendo lentos y requieren esfuerzos más fuertes de las regulaciones.

El desarrollo de calor a partir de renovables, no obstante, sigue siendo un desafío, y la cuota de biocombustibles en la demanda de fueles para el transporte se espera que solo pase del 3% al 4% en ese periodo hasta 2021. Además, la AIE resaltó que cumplir los objetivos marcados en la COP21 requiere tasas de descarbonización más fuertes. Abordar el diseño del mercado para mejorar la integración de las renovables, poner en marcha políticas estables y sostenibles que fomenten la certidumbre en las inversiones y desarrollar mecanismos para reducir los costes de financiación son, según indicó, claves para conseguirlas.

“Insuficiente” acelerón de transición energética

Por otro lado, la AIE considera que la transición hacia las energías renovables ha experimentado una aceleración, pero advirtió de que todavía es insuficiente para alcanzar objetivos ambiciosos contra el cambio climático. «Hay señales de cambio», indicó el jefe de la división de renovables de la AIE, Paolo Frankl, quien advirtió de que crear el marco necesario para atraer inversión depende de políticas adecuadas. Se requiere, añadió, una visión a largo plazo. Su organismo calcula que la capacidad eléctrica global a partir de este tipo de energía crecerá un 42% hasta 2021, una perspectiva mucho más optimista que la efectuada en 2015, y que debe a Estados Unidos más de la mitad de esos cálculos.

Un menor crecimiento de la demanda eléctrica, legislación pendiente sobre el diseño del mercado o incertidumbre de las políticas al respecto en algunos mercados de la Unión Europea explican que su avance en el bloque comunitario sea menor que antes. China, por otra parte, se mantiene como «líder global indiscutible» de la expansión de las renovables, tanto por la preocupación por la contaminación del aire como por políticas medioambientales favorables.

La AIE aboga por mantener la energía nuclear para reducir la contaminación y destaca los avances logrados en eficiencia energética

EFE.- Las medidas de eficiencia energética que se han puesto en marcha en los países desarrollados desde el año 2000 han permitido ahorrar un 13% del consumo, algo que el pasado año representó 540.000 millones de dólares, según indicó la Agencia Internacional de la Energía (AIE). Por otro lado, su director ejecutivo, Fatih Birol, abogó por mantener la energía nuclear como una de las opciones para frenar la contaminación, reducir la emisión de dióxido de carbono y evitar el calentamiento global.

«Cada año mueren 6,5 millones de personas en el mundo a causa de la contaminación generada por el sector de la energía», denunció Birol durante el Congreso Mundial de la Energía (WEC) que se celebra en Estambul. Birol subrayó la importancia de la eficiencia energética como primera opción para reducir las emisiones, pero insistió que tampoco se debería dejar de lado la energía nuclear como opción limpia. «La nuclear puede realizar un importante aporte en los países en los que está socialmente aceptada«, apuntó el economista turco, que dirige la AIE desde hace un año.

Insistió también que la reducción del sector del carbón será inevitable si no se desarrollan tecnologías limpias o de captación de las emisiones, pero se opuso a «meter a todos los combustibles fósiles en el mismo saco». Aunque el estudio presentado por el Consejo Mundial de Energía predice un enorme aumento de la eólica y la solar en la generación mundial de electricidad desde el 4% actual hasta una horquilla entre el 20% y el 39% en 2060, Turquía en concreto espera también relanzar su programa nuclear en este congreso.

Es posible que en la reunión entre el presidente ruso, Vladímir Putin, con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, un nuevo gesto de acercamiento entre ambos países, enfrentados hasta agosto pasado, se haya abordado el desbloqueo del proyecto del primer reactor nuclear de Turquía, que se halla en construcción en la localidad de Akkuyu bajo un contrato con la empresa rusa Rosatom. Las obras, que ya han suscitado reiteradas protestas de los movimientos ecologistas turcos, se habían ralentizado o congelado durante la crisis diplomática que enfrentó a Moscú y Ankara durante el año pasado por el derribo de un avión ruso en la frontera sirioturca.

Eficiencia desde el año 2000

Según los datos de la AIE, las medidas de eficiencia energética han permitido ahorrar un 13% del consumo desde el año 2000. El ritmo de progresión de esa eficiencia ha avanzado, como lo pone en evidencia el hecho de que la intensidad energética mejoró un 1,8% en 2015 pese al abaratamiento del petróleo, después de haberlo hecho un 1,5% en 2014 y un 0,6% de media anual entre 2003 y 2013, pero la AIE puso el acento en que sigue siendo insuficiente. Para cumplir los objetivos que se ha fijado la comunidad internacional en la limitación del calentamiento climático y poner el mundo en una senda sostenible, la intensidad energética mundial tendría que crecer a una cadencia del 2,6% anual.

Las ganancias en intensidad energética fueron más pronunciadas en países emergentes, y muy en particular en China, donde en 2015 el incremento fue del 5,6%, comparado con el ritmo anual del 3,1% en la década pasada. Una de las principales consecuencias fue que la demanda energética en China el pasado año subió sólo un 0,9%, la cifra más baja desde 1997, y eso aunque su producto interior bruto (PIB) aumentó un 6,9%. Sin la contribución del gigante asiático, la mejora de la intensidad energética a escala global se hubiera quedado en el 1,4% en 2015.

Si se sumaran los resultados obtenidos gracias a las medidas de eficiencia energética de los miembros de la AIE, que reúne a los principales consumidores del mundo desarrollado, y de China, en 2014 se evitó la emisión de 2.700 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2), un 15% de las de ese grupo. La inversión en esas medidas dentro de la AIE se incrementó un 6% el pasado año para llegar a 221.000 millones de dólares, y en torno a la mitad se dirigió a la vivienda, donde la progresión anual fue del 9%.

Los autores del estudio señalaron la importancia de las políticas que imponen reglas de eficiencia, que por ejemplo cubrieron el 74% de los vehículos nuevos vendidos en el mundo en 2015, y que han conducido a unas mejoras del 23% desde 2005 En el transporte rodado (coches y camiones), los ahorros en 2015 representaron 2,3 millones de barriles de petróleo diarios, en torno al 2% de la demanda global. De acuerdo con la AIE, si todos los países adoptaran los estándares más exigentes, esa cifra prácticamente se duplicaría, para representar 4,3 millones de barriles diarios.

Según la AIE el exceso de oferta de crudo seguirá en 2017 si la OPEP no reduce su cuota

EFE.- El exceso de petróleo en el mercado, al que ha contribuido la producción récord de la OPEP, va a prolongarse en la primera mitad de 2017, a menos que el cártel petrolero cumpla su objetivo de reducir su cuota, indicó hoy la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

En su informe mensual sobre el mercado petrolero, la AIE destacó que el «significativo» repunte de la producción de Irán, Libia y Nigeria -que se presume que quedarán exentos de los recortes que se ha comprometido a aplicar la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP)- implicará que los otros miembros tendrán que hacer mayores esfuerzos, en particular Arabia Saudí.

Además, queda por determinar el grado de cooperación de otros países que no pertenecen a la organización, como Rusia, que ha anunciado su intención de participar en las discusiones.

La agencia, que reúne a los grandes consumidores de energía del mundo desarrollado, reconoció que el mero anuncio de los planes del cártel ya ha elevado el precio del barril en un 15 %, y que «si la OPEP se ajusta a su nuevo objetivo (entre 32,5 y 33 millones de barriles diarios), el mercado podría reequilibrarse más rápidamente».

Los autores del informe mensual revisaron este mes al alza las previsiones de la demanda global tanto para este año como para el próximo, con 200.000 barriles suplementarios, pero puntualizaron que se trata de una corrección técnica por una elevación de la base de comparación de 2015, sobre todo con los datos de Estados Unidos.

Pero, sobre todo, insistieron en que el crecimiento del consumo se ha ralentizado y esa tendencia va a continuar, de forma que este año sólo se sumarán 1,2 millones de barriles diarios (hasta una media de 96,3 millones) y otro tanto ocurrirá en 2017 (hasta 97,5 millones).

La debilidad de la actividad en los países desarrollados y la «marcada desaceleración» en China están detrás de esa ralentización, que queda en evidencia cuando se observa que la progresión interanual de la demanda, que era de 2,5 millones de barriles diarios en el tercer trimestre de 2015, ha pasado a 0,8 millones en el pasado trimestre.

Por el lado de la oferta, la AIE indicó que en septiembre se incrementó en 600.000 barriles diarios respecto al mes precedente hasta 97,2 millones, y a eso contribuyeron sobre todo los países que no pertenecen a la OPEP (cerca de 500.000 barriles diarios suplementarios), especialmente Rusia y Kazajistán.

El cártel petrolero elevó su oferta en 160.000 barriles diarios, hasta un máximo histórico de 33,64 millones, y en eso tuvieron que ver en buena medida la extracción récord de Irak (4,46 millones de barriles diarios) y la reapertura de las terminales de exportación de Libia.

La agencia constató que los bajos precios del barril en los últimos meses han puesto en una situación difícil a todos los productores, incluida Arabia Saudí, pero sobre todo las empresas que explotaban yacimientos con costos de extracción, como los de esquistos.

Esa es la razón principal de que los países que no pertenecen a la OPEP vayan a disminuir su producción este año en 900.000 barriles diarios de media, aunque se espera que en 2017 el movimiento se invierta, con un alza de 400.000 barriles.

Las reservas comerciales en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) cayeron en agosto en 10 millones de barriles, por primera vez desde marzo, para quedar en 3.092 millones de barriles y los datos preliminares de septiembre anuncian que la tendencia continúa en Estados Unidos y Japón.

El precio del petróleo vive en 2016 su peor año en una década

EFE.- El precio del petróleo vive en 2016 su peor ejercicio desde 2004, con un precio medio en torno a los 43 dólares en lo que va de año y sin indicios que apunten a recuperarse. A ello contribuye la difícil combinación que arroja una demanda más débil de lo esperado con un exceso de oferta, lo que se va a mantener, como mínimo, en lo que queda de año, según los expertos.

Tras arrancar 2016 en mínimos no vistos en 12 años, el barril de Brent se mantiene en torno de los 40 dólares, muy lejos de los picos alcanzados en años como 2008 o 2012, que terminó con un promedio de 111 dólares. Tras un 2013 y un 2014 de precios en los 100 dólares, 2015 ya supuso un cambio radical terminando en 53 dólares de media. «Se esperaba que para este último trimestre del año se balanceara algo el mercado, cierta remontada de precios que, por ahora, parece complicada por varios factores», resume el director del programa de Energía del Real Instituto Elcano, Gonzalo Escribano.

Por un lado, una demanda ralentizada y, por otro, un exceso de oferta con los países de la OPEP con producción al máximo y resistiendo más de lo esperado. «Lo podríamos definir como el dilema del prisionero», señala el catedrático de la Universidad de Barcelona Mariano Marzo. «En la OPEP hay interés por subir precios, pero se miran unos a otros a ver quién es el primero en dar un paso. Necesitan que suban pero sin resucitar al fracking«, explica Marzo, que apunta a mediados de 2017 para poder ver una recuperación de los precios.

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ponía cifras a ese panorama: una reducción de sus previsiones sobre el consumo mundial de petróleo tanto para este año como el próximo y un pronóstico de que el desequilibrio del mercado va para largo. «El informe de la AIE ha sido un jarro de agua fría. Nos vamos a mediados de 2017 para llegar a ese cierto equilibrio», coincide Escribano. «Se barajaba que los precios a final de año estuvieran en 60 dólares pero parece complicado. Se van a quedar más o menos como ahora, alrededor de los 45 dólares, no se va a dar un repunte ni tampoco hundirse», concluye el experto del Real Instituto Elcano.

¿Y dónde podría estar ese equilibrio? Para Marzo, un barril de Brent por encima de los 60 dólares pondría de nuevo en el mercado a los no convencionales, a la industria del fracking, lo que no interesa a la OPEP, por lo que el equilibrio podría no llegar ni a ese nivel. «La industria petrolera norteamericana está viviendo su mayor crisis desde la gran depresión, necesitan vender en cuanto el petróleo repunte y reducir deuda», explica Marzo, que apunta que «lo mejor para todos es salir de esa volatilidad extrema, frenar ese mercado paralelo de futuros que distorsiona el sector”.