Sánchez Galán y sus fuertes desencuentros con el equipo actual de Industria

El Presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, viene expresando en los círculos oficiales en los que tiene ocasión de hacerlo su enfado con el Ministerio de Industria por el hecho de que el mismo día en que estaba cerrando con la eléctrica escocesa el acuerdo de adquisición, se difundiera el texto del nuevo Decreto de energías renovables.

La revisión del famoso Decreto 436, que visiblemente reduce la rentabilidad de las compañías que han apostado por estas formas de generación eléctrica y que introduce una profunda incertidumbre regulatoria por la retroactividad con la que pretende aplicar la nueva normativa, está resultando ser altamente polémica. Como es de todos conocido, Iberdrola es líder en generación a través de energías renovables y, en concreto, en parques eólicos. La publicación de esta normativa en ese preciso instante pudo complicar altamente la operación para el equipo de Sánchez Galán, al reducir las tasas de rentabilidad y las valoraciones que los financieros podrían emitir sobre Iberdrola. En todo caso, a la hora de difundir el nuevo texto legal, Clos e Ignasi Nieto han tenido o muy escasa sensibilidad o una descoordinación que puede tacharse de lamentable.

Por otra parte, se ha sabido que la Presidenta del órgano regulador, Maite Costa, dio garantías a Sánchez Galán de que la Comisión Nacional de Energía no precisaba analizar la operación desde la función 14, que se ocupa del efecto sobre las actividades reguladas, ni desde la función 15, que se ocupa del efecto sobre la competencia en el sector eléctrico, lo que en este caso resulta evidente ya que alcanza al ámbito europeo. Esta buena noticia que recibió de la Presidenta de la Comisión enseguida empezó a mezclarse con mensajes contradictorios en los medios.

Así, y como se ha difundido en los medios de comunicación, será esta semana cuando tome una decisión el Consejo de Administración de la CNE. Según ha podido saber energíadiario.com, los servicios jurídicos del organismo ya han elaborado su informe. Todos los expertos consultados afirman que la operación debería ser objeto de análisis por la función 14, trámite que no se debería obviar, con independencia de que la operación, tal y como está planteada, no tenga efectos sobre las actividades reguladas que realiza Iberdrola.

Lo que es evidente es que ni la falta de sensibilidad de Clos y Nieto ni la complacencia de Costa deben ser los comportamientos esperados de los reguladores de un sector estratégico como es la energía.

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