Rivero pide a Rajoy que asuma los sondeos petrolíferos en Canarias como un problema de Estado

«Los canarios somos muy pacíficos, tolerantes y sensatos, pero lo que no permitimos es que se abuse de nosotros y se nos trate como una colonia», advirtió Rivero antes de avisar a Rajoy y «a las altas instancias del Estado» del «caldo de cultivo» que se está generando en Canarias y que puede ser un «problema potencial«. Por ello, el presidente autonómico precisó que ésta es una cuestión con «una carga de profundidad tan importante» que «requiere la intervención del presidente del Gobierno de España«. «No se puede despachar con la simpleza de una resolución ministerial», añadió, en referencia al ministro canario José Manuel Soria.

Rivero subrayó que deben imperar los criterios políticos y sociales en lugar de los jurídicos y técnicos y reiteró que debe primar la defensa de los recursos naturales como base del turismo, principal motor económico del archipiélago. En este contexto, Rivero volvió a pedir a Rajoy diálogo y «respeto a la voluntad de un pueblo y sus instituciones», recordando, desde su «responsabilidad» como dirigente autonómico, que las decisiones del Gobierno central respecto a las prospecciones pueden generar un «desafecto» en Canarias que podría afectar a la cohesión territorial del Estado al germinar un nacionalismo antiespañol.

Además, el presidente autonómico recordó que, según la encuesta impulsada por su propio gobierno, el 75% de los canarios rechazan las prospecciones y respaldan su gestión, por lo que su conciencia «no sólo está tranquila, sino también reforzada» y por ello va a «redoblar los esfuerzos» para detener las actividades que está llevando a cabo Repsol en aguas próximas a Lanzarote y Fuerteventura. Y volvió a reclamar para los ciudadanos canarios el derecho a decidir, en caso de hallarse hidrocarburos, si se extraen o no, en base a sus supuestas competencias sobre las aguas cercanas.

Por otro lado, Paulino Rivero aseguró que directivos y profesionales de Repsol le han confesado en privado que la compañía no tiene ningún interés particular por buscar petróleo en aguas del archipiélago canario pero que lo hacen porque así se lo exige «el regulador», por lo que atribuyó todo el empeño en las prospecciones a «presiones políticas». Rivero, por su parte, insistió en que «ojalá no aparezca petróleo», una materia que «ha venido siendo fuente de conflictos en todos el mundo» porque «despierta la codicia».

Sobre el hecho de que Marruecos ya esté buscando petróleo en esas aguas, Rivero distinguió que este país lo hace en la plataforma continental cercana a la costa y de escasa profundidad, donde por tanto pueden trabajar directamente los profesionales, mientras que en Lanzarote y Fuerteventura se excavaría en el talud, a más de 3.000 metros, donde en caso de fallo sólo se podría reparar con maquinaria, como en el desastre del golfo de México.