Plan Garoña: tres pueblos en liza para un futuro Parador

Los alcaldes de estos tres municipios, todos del PP y pertenecientes a la Asociación de Municipios en Áreas de Centrales (AMAC), defendieron los argumentos que hacen de su pueblo el mejor para albergar un Parador.

El primero en entrar en esta carrera fue Oña, que ya en 2003 pidió que el Monasterio de San Salvador entrara a formar parte de la red de Paradores. Su alcalde, José Ignacio Castresana, entiende que todos los municipios se postulen «porque el Parador es la medida más jugosa del plan» pero advierte que «no todos estamos capacitados, porque hacerlo en medio de un páramo no tiene ningún interés».

De hecho, un portavoz de Turespaña, el organismo que se encarga de la construcción de los Paradores, confirmó la existencia de esta petición oficial de Oña así como que es la única con la que se cuenta en la provincia de Burgos. En ese momento(2003), la propuesta fue rechazada porque no se contemplaba la construcción de un complejo de este tipo en esa zona.

San Salvador de Oña es un antiguo monasterio benedictino fundado en el año 1011 por el conde de Castilla, Sancho García, que estuvo poblado por monjes hasta 1835. Desde entonces ha tenido otros usos como el de psiquiátrico o el de geriátrico. Actualmente, este edificio, declarado bien Cultural Protegido por Patrimonio Nacional, acoge una residencia de ancianos que se cerrará en 2010.

Por su parte, Luis Arranz, el alcalde de Frías, además de presumir de edificio emblemático, considera que su municipio es el más idóneo para contar con un Parador por ser el que tiene un mayor atractivo turístico en la zona, ya que recibe unos 25.000 turistas anuales.

En este pueblo, el edificio elegido para convertirse en Parador es el Convento de Vadillo. Fundado en el siglo XIII, permaneció bajo dominio de la Iglesia hasta la desamortización del siglo XIX. Hoy quedan parte del claustro, varias capillas y una gran iglesia de época gótica, y se utiliza una parte como casa rural.

Frías se halla en un monte y cuenta entre sus principales atractivos con un castillo, casas colgantes en la ladera y un puente sobre el río Ebro de época romana y reconstruido varias veces en la Edad Media.

El tercer ayuntamiento en pugna es el del Valle de Tobalina, municipio en el que se ubica la central nuclear de Garoña. Su alcalde, Rafael González Mediavilla, sostuvo que «es de justicia que el Parador se haga en el Valle, porque es el que más perjudicado se va a ver, lógicamente, por el cierre del reactor».

Defendió que los efectos del cierre de la planta nuclear, en 2013, se padecerán con más fuerza allí donde ésta se encuentra, tanto en términos de empleo como de fiscalidad. «Hará falta suplir esta actividad de alguna forma. Espero que el Parador se concrete en una realidad, y que se haga en el ayuntamiento que ha soportado la instalación nuclear durante 40 años«, dijo.

Además, González Mediavilla recordó que este municipio se encuadra dentro del Parque Natural de Obarenes, de gran «riqueza natural» y con grandes posibilidades para la caza. También esgrimió que en los 32 pueblos que integran el valle de Tobalina «hay, evidentemente, edificios emblemáticos, como la Torre de los Bonifaz y numerosos caserones antiguos; de todos modos, un Parador no tiene por qué contruirse en un edificio de este tipo», añadió.

Ninguno de estos tres alcaldes ha recibido hasta el momento comunicación oficial sobre el lugar que, finalmente, albergará este alojamiento turístico.

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