Pakistán se lo juega todo al rojo chino en materia energética

EFE.– Pakistán ha apostado gran parte de su futuro económico a su alianza con China y a un multimillonario proyecto de infraestructuras financiado por el país asiático con el que las autoridades paquistaníes esperan solventar sus crónicos problemas energéticos y financieros. China ha sido en las últimas décadas el principal aliado paquistaní, su protector diplomático y su mayor proveedor de armas, y ahora se perfila como el salvador financiero de un país golpeado por la insurgencia islamista, con una economía dependiente de préstamos internacionales y una falta acuciante de energía.

El Corredor Económico China-Pakistán (CPEC) es una ruta comercial que conectará la ciudad de Kasghar, en la provincia noroccidental china de Xinjiang, con el puerto paquistaní de Gwadar, proporcionando al gigante chino una puerta al mar Arábigo para el tráfico de mercancías. El proyecto, acordado en 2013 y puesto en marcha en 2015, prevé la inversión de 46.000 millones de dólares en infraestructuras en Pakistán. «Para Pakistán, China es la mejor potencial salida de la inestabilidad y debilidad económica», escribió recientemente el académico occidentañ Andrew Small». «El CPEC ofrece a Pakistán una solución a algunos de sus mayores problemas: el suministro de energía y la falta de infraestructuras», según Small.

En un país donde es raro que se alcancen consensos, la unanimidad es casi absoluta acerca del proyecto chino. «Es una especie de Plan Marshall, pero en lugar de Estados Unidos reconstruyendo Europa tras la II Guerra Mundial, es China reconstruyendo Pakistán», aseveró un empresario paquistaní con 25 años de experiencia profesional en energía en territorio estadounidense que prefirió mantener el anonimato. La mayor parte de la inversión del CPEC se centra en la construcción de 24 proyectos energéticos, entre ellos 10 centrales termoeléctricas y varias granjas eólicas y solares, que producirán 17.000 megavatios. El país asiático sufre una falta acuciante de energía que le obliga a racionar la electricidad y lastra su desarrollo económico.

Syed Aqeel Hussain, director de Políticas del Consejo de Desarrollo de Energías Alternativas, un departamento del Ministerio de Energía y Agua pakistaní, aseguró que los proyectos chinos pondrán fin a la crisis energética en 2018 y con ello se impulsará a la industria, lo que a su vez ayudará a desarrollar la economía. «Incluso si solo se realiza un 70% de lo planeado, habrá un gran cambio en el país», afirmó Aqeel. El corredor prevé también la construcción o mejora de carreteras y líneas de ferrocarril para conectar a través de tres rutas el puerto de Gwadar con Kasghar, además de otros proyectos como universidades y centros de enseñanza profesional.

Pakistán espera que el CPEC cree 700.000 empleos en una década y añada dos puntos porcentuales al PIB, que creció un 4,7% en 2015. Así, es raro el día que los políticos paquistaníes, empezando por el primer ministro, Nawaz Sharif, no mencionan el CPEC y el «punto de inflexión» que supondrá en la historia del país. Sharif aseguró recientemente que la amistad con China, es «más profunda que el más profundo de los mares, más alta que los Himalayas, más dulce que la miel y más fuerte que el acero más resistente», una expresión que se repite habitualmente en Pakistán para referirse a esta relación.

A China el corredor le ofrece una ruta alternativa al estrecho de Malaca para acceder a occidente y forma parte de su red comunicaciones con el resto del planeta. Además, el CPEC está siendo construido por empresas chinas y financiado por bancos e inversores chinos. «Es un emparejamiento perfecto. Somos expertos en construir plantas eléctricas y otras infraestructuras que hacen falta en Pakistán», apunta Zhui Jianjiang, de Powerchina, compañía estatal que cuenta con varios proyectos en Pakistán. Sin embargo, según el instituto de investigación estadounidense RAND, China anunció inversiones valoradas en 66.000 millones de dólares en Pakistán entre 2001 y 2011, de los que solo se hizo realidad un 6%.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *