Naftogaz reanuda la compra de gas ruso para evitar que se corte el suministro con destino a Europa

Al mismo tiempo, Naftogaz interrumpió el bombeo del gas almacenado en sus depósitos subterráneos, según anunció Alexéi Miller, presidente de la corporación rusa Gazprom.

Según Gazprom, para satisfacer el tránsito de gas con destino a sus clientes europeos los depósitos subterráneos ucranianos deben contar con un mínimo de 21.500 millones de metros cúbicos de gas, cuando a día de hoy disponen sólo de 17.000 millones.

Naftogaz, que había interrumpido la compra de gas a Gazprom el pasado 8 de noviembre, reanudó las importaciones después de que los primeros ministros de Rusia, Dmitri Medvédev, y Ucrania, Nikolái Azárov, abordaron el tema por teléfono.

«Azárov y Medvédev confirmaron que cada una de las partes hace todo lo posible dentro de sus obligaciones para garantizar el suministro interrumpido del gas que necesitan los consumidores europeos», informó el Gobierno ucraniano.

El jefe del Ejecutivo ruso conminó a su colega ucraniano a que Kiev cumpla con sus obligaciones para no hacer peligrar el cumplimiento de los contratos internacionales.

El vicepresidente de Gazprom, que suministra el 25% de todo el gas que consume la Unión Europea, advirtió que si Naftogaz continuaba extrayendo gas de los depósitos al ritmo actual estos almacenarían no tendrían más de 14.000 millones de metros cúbicos cuando comiencen a bajar las temperaturas, lo que haría imposible el tránsito de gas ruso a Europa en invierno.

«Recibimos un torrente de llamadas. Los consumidores en Europa están preocupados por la difícil situación. Todos entienden los riesgos. Estamos dispuestos a buscar compromisos y esperamos encontrar la solución», dijo el director adjunto del gigante gasístico ruso, Vitali Markélov.

El acuerdo entre Rusia y Ucrania que regula el tránsito de gas ruso a la Unión Europea permite a Kiev retirar de los gasoductos parte del combustible para redistribuirlo a sus propios clientes como forma de pago por el uso de su infraestructura.

El gas destinado para Europa «entra por el Este de Ucrania», explicó Markélov, donde también se encuentra la mayoría de los consumidores que se benefician del combustible retirado como forma de pago, y vuelve a reponerse en los gasoductos desde los depósitos subterráneos de reserva, situados en la parte occidental del país de tránsito.

Las dos empresas, que ya protagonizaron en 2006 y 2009 sendas «guerras del gas» que provocaron cortes en el suministro de gas a Europa, mantuvieron la víspera una fallida reunión para acercar posturas.

Por otra parte, Gazprom reclamó a Ucrania que pague una deuda de 882 millones de dólares por los suministros de gas correspondientes al mes de agosto y 7.000 millones de dólares en concepto del gas que no importó en 2012.

Desde hace tres años, las autoridades ucranianas intentan revisar los contratos gasísticos con Rusia por considerar que sus términos son extremadamente desventajosos para Ucrania.

El año pasado, Ucrania importó casi 9.000 millones de metros cúbicos de gas menos de lo estipulado en el contrato y advirtió de que continuará reduciendo su compras si Gazprom no disminuye las tarifas.

Durante los últimos años el Kremlin dio prioridad al tendido de nuevos gasoductos que esquivan Ucrania (Nord Stream y South Stream), mientras que la Unión Europea busca vías alternativas de suministro de carburante que no procedan de Rusia ni pasen por su territorio.

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