Nace una plataforma que pide modificar 3.100 kilómetros de tendido eléctrico en España para salvar a «miles» de aves

Europa Press / Servimedia.- Nueve entidades conservacionistas presentaron la plataforma SOS Tendidos Eléctricos con la que pretenden alertar sobre los tendidos eléctricos y su relación con la muerte de «miles» de ejemplares de la avifauna española. Para solucionarlo, estiman que habría que adaptar 3.100 kilómetros de infraestructura eléctrica con un coste entre los 1.000 y los 1.200 euros por poste, es decir, un coste total de 300 millones de euros.

Para la recién creada organización, la muerte por electrocución o por colisión es la principal causa «no natural» a la que se enfrentan algunas de las especies españolas más amenazadas como son el águila perdicera o el águila imperial ibérica. En los últimos 15 años, más de 300 ejemplares de águilas murieron de esta forma. Igualmente, SOS Tendidos Eléctricos destaca que las infraestructuras eléctricas son causantes de mortandad para especies de pequeña y mediana envergadura.

Según el responsable de conservación de especies amenazadas en SEO/BirdLife, Nicolás López, la situación «es bastante delicada», cifrando en “al menos” 25.000 los apoyos que resultan “peligrosos” y aunque reconoce que se han hecho esfuerzos por parte de la administración a través de un Real Decreto promulgado en 2008 que pedía la adaptación por comunidades de los tendidos eléctricos, asegura que «no han sido efectivos». En este sentido, explica que a nivel legislativo que la normativa solo se ha desarrollado en las comunidades de Andalucía, Castilla y León y Castilla-La Mancha, en donde se elaboraron listados sobre tendidos peligrosos. Al contrario, López indica que ni el Principado de Asturias ni la Comunidad de Madrid han adoptado ninguna medida al respecto.

Para el portavoz de Asociación Española de Agentes Forestales y Medioambientales (AEAFMA), Iván Rodríguez, calificó estos accidentes como «un problema gravísimo» y «uno de los grandes agujeros negros» de la fauna española  por lo que aseveró que la plataforma se ha creado bajo «un sentimiento de frustración» y al ver que pasan las décadas y hay «una falta de soluciones«. Del mismo modo, reconoce que se han corregido algunas deficiencias de las infraestructuras para evitar la extinción del águila imperial pero que el lanzamiento de la plataforma «está más que justificada» para atajar la situación. Por ello, apeló a que se produzca una movilización para combatir esa situación tanto entre las administraciones como en las eléctricas y en la ciudadanía.

Destinar beneficios a mejorar tendidos

«No puede ser que en el siglo XXI en España, el país con más biodiversidad de Europa, se esté recuperando en un hospital un águila electrocutada y saber que donde tiene el nido puede morir electrocutada cuando se recupere, si no en esta semana, será la siguiente», protestó. Así, animó a las compañías a dedicar «un pequeño porcentaje» de sus beneficios a mejorar los tendidos, y a los ciudadanos a llamar al 112 cuando localicen cualquier especie de fauna muerta.

Aunque no existe un balance de ejemplares que se han visto afectados por el tendido eléctrico, la organización asegura que la cifra se puede contar por «miles de ellos«. De hecho, la portavoz de la Sociedad Ibérica para el Estudio y Conservación de los Ecosistemas (SIECE), Inma Muela, afirma que solo en su trabajo de campo en la provincia de Jaén registraron más de mil ejemplares muertos y setenta «puntos negros» donde se encontraron cinco o más especímenes. Igualmente, la plataforma afirma que anualmente entran 7.000 ejemplares a los centros de recuperación de fauna. Esto da «la idea de la cantidad de animales» que mueren electrocutados o estrellados y no se les llega a encontrar, por accidentarse en lugares inaccesibles.

Para reducir esta cifra, el coordinador de conservación de Ecologistas en Acción, Theo Oberhuber, ha exigido a las empresas eléctricas que asuman «su responsabilidad» y que pongan los recursos necesarios para esta causa. Asimismo, asegura que son los «beneficiarios» de una situación en la que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) «no ha estado a la altura». Finalmente, y según estima la plataforma, modificar el tendido reduciría entre un 80% y un 90% de los casos de aves electrificadas y un 60% de las aves muertas por colisión con el tendido eléctrico.

En la plataforma participan las entidades conservacionistas Acción por el Mundo Salvaje (AMUS), Ecologistas en Acción, la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ), SEO/BirdLife, la Sociedad Ibérica para el Estudio y Conservación de los Ecosistemas (SIECE), WWF España, el Grupo para la Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (GREFA), la revista Quercus y la Asociación Española de Agentes Forestales y Medioambientales (AEAFMA).

Finalmente, José Antonio Montero, de la revista especializada Quercus, manifestó su sentimiento «de frustración» porque por propia experiencia en sus salidas al campo sigue viendo que «pasan los años y esto no se soluciona, aunque se han hecho grandes cosas». Como ejemplo recordó que, el principal éxito de la conservación, junto al lince ibérico, fue salvar de la extinción al águila imperial, a lo que contribuyó «en gran medida» la corrección de tendidos que se llevó a cabo en los años 90 del pasado siglo.

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