Luis Albentosa denuncia que la subida de tarifas propuesta por la CNE tiene defectos procedimentales y que excede del objetivo de revisión de las tarifas integrales de baja tensión para el tercer trimestre

El consejero de la Comisión Nacional de Energía, Luis Albentosa, ha formulado un voto particular a la propuesta de subida de tarifas emitida por la Comisión Nacional de Energía, tras el acuerdo tomado el martes pasado por el Consejo de Adminsitración de este regulador independiente. Albentosa, que no se ha mostrado en contra de la elevación del porcentaje de elevación propuesto, es mucho más incisivo en la descripción de la subida tarifaria de lo que se ha podido conocer hasta el momento sobre la propuesta que la CNE hace al Ministerio de Industria. Además, describe que la CNE tendrá que acometer de aquí al 1 de enero, tres modficaciones tarifarias adicionales: un incremento de las tarifas integrales para el cuarto trimestre, las tarifas de último recurso para el primer trimestre de 2009 y un incremento de las tarifas de acceso de 2009.

El consejero se ha mostrado en contra por cuatro ‘razones formales’ y por el cuestionamiento incluido en la propuesta del órgano regulador del modelo de sector eléctrico establecido en la Ley 54/1997. El voto particular, evidencia fuertes irregularidades en el procedimiento para la elaboración y aprobación del mismo, así como razones de fondo para la oposición a la decisión adoptada por el Consejo de Administración de la CNE en virtud del informe recibido por parte de los servicios técnicos del mismo.

En su voto particular, el consejero, consigna con claridad que la cifra de déficit tarifario acumulado ascendeará a 12.551 millones de euros el 1 de enero de 2009 y señala que en la tarifa del año 2008 ya se está incluyendo un total de 900 millones de euros en concepto de amortización y principal del déficit que vence en este año.

En primer lugar denuncia que el consejero ponente (según el orden del día del consejo de Administración al que tuvo acceso Energía Diario, era Sebastiá Ruscalleda) conoció el informe de los servicios técnicos de la Comisión Nacional de Energía sólo 48 horas antes de distribuirse a los consejeros, lo que de facto implica que el consejero no pudo conducir su elaboración y que el mismo, habría sido dirigida por el Director de Regulación y Competencia, José Manuel Revuelta, hombre muy cercano al anterior Secretario General de Energía, Ignasi Nieto y, por tanto, a la presidenta del organismo, Maite Costa.

En segundo lugar, Albentosa, considera que el informe presentado excede en el objetivo y función exclusiva que el organismo tendría que cubrir, que es elaborar una propuesta sobre la modificación de las tarifas de alta tensión para el tercer trimestre. En tercer lugar, y por otra parte, Albentosa critica duramente el informe remitido por la Dirección de Regulación, en la que “no se hace mención expresa al déficit tarifario, ni mucho menos a su magnitud acumulado, ni de las consecuencias del mismo déficit a la hora de fijar las tarifas”.

Finalmente, señala que el informe remitido al Consejo, genera una alta confusión sobre las causas del encarecimiento de la electricidad, sus consecuencias y la insuficiencia del incremento, fruto de la mezcla desordenada de aspectos referidos a la justificación del crecimiento tarifario, con aspectos propios de los análisis que en los próximos meses debe abordar la CNE.

El consejero añade como razón fundamental para su voto contrario es el cuestionamiento del sector eléctrico contenido en la página 30 del informe propuesta cuando afirma que existen “ejemplos de elementos críticos del marco que han cambiado y que podrían llevar a un replanteamiento de algún aspecto del modelo serían, por ejemplo, el ensanchamiento de la brecha entre costes de tecnologías marginales e inframarginales (lo que aumenta la retribución de estas últimas, fundamentalmente la hidráulica y la nuclear). Finalmente en el apartado de conclusiones, el informe (y la nota de prensa posterior) propone la revisión del marco regulatorio actual de los mercados mayoristas eléctricos, para ‘reducir la brecha cada vez mayor que el nuevo escenario ha abierto entre los márgenes de las tecnologías marginales e inframarginales, una conclusión en la que se desentiende del nivel de precios de la energía.Al parecer, según se contiene en el voto particular, estos párrafos fueros mantenidos por la Dirección de Regulación y Competencia, a pesar de la opinión contraria de la Dirección Eléctrica.

Albentosa apela, para resolver el problema del déficit tarifario, a un ajuste que se podría desarrollar en ‘dos o tres años’ y a la “revisión de todos y cada uno de los costes regulados en los que hay que hay que incurrir el suministro eléctrico, así como el análisis detenido y pormenorizado del comportamiento de todos los agentes que participan en el mercado mayorista. También reclama niveles mayores de supervisión del organismo.

El consejero denuncia que las pretensiones intervencionistas podrían derivar en que los órganos reguladores terminen opinando sobre la retribución de directivos, o sobre la pretensión de fijar un precio al kilowatio en función de su tecnología de origen, lo que en la práctica sería como que productos alimenticios indiferenciados tengan precios diferentes en función de los costes de producción. Si esto se trasladase a otros sectores energéticos sería equivalente a que se fijen precios del gas, en función del precio fijado en los contratos de adquisición.

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