Los productores fotovoltaicos esperan la próxima reunión con Industria tras haberse anulado la que estaba prevista para el miércoles

Los productores fotovoltaicos se llevaron un chasco el miércoles cuando supieron que Industria había cancelado la reunión de trabajo prevista para tratar la propuesta de revisión de las tarifas formulada por ASIF. La justificación dada por el Ministerio, según explicó ASIF en un desayuno de trabajo previsto hacía algunas semanas con los medios de comunicación, es que “no estaban preparados para contestarnos sobre la fórmula que les hemos propuesto, ni sobre la propuesta de borrador de real decreto”, que ASIF había remitido a Industria. Por el momento, tampoco se ha fijado una fecha para la próxima reunión de trabajo, lo que ha dejado perplejos a los productores fotovoltaicos. “No estamos nerviosos, pero sí intranquilos”, se expresó Javier Anta, presidente de ASIF.

La intención de la patronal era tener listo un borrador de real decreto antes de terminar este mes, pero dadas las circunstancias y teniendo en cuenta la proximidad de la Pascua, eso va a resultar prácticamente imposible. Y, según señala ASIF, “el ritmo de actividad de la mesa es muy inferior al deseado y no responde satisfactoriamente a la urgente necesidad del sector fotovoltaico español de conocer el marco regulatorio bajo el que tendrá que desarrollarse en apenas seis meses”.

El principal problema al que se enfrenta el sector en este momento es la falta de un marco regulatorio, un nuevo real decreto que dé continuidad al mercado solar a partir del mes de septiembre, que es cuando caduca el RD 661/2007. Este Real Decreto se diseñó teniendo en cuenta las necesidades de crecimiento del sector fotovoltaico, pero el abaratamiento de costes ha derivado en una evolución de las instalaciones muy superior a lo que estaba previsto por el propio Real Decreto y por el Plan de Energías Renovables. Por tanto, el sector debería de tener una respuesta lo antes posible, y en todo caso, antes del mes de junio.

Tarifa Fotovoltaica Flexible propuesta por ASIF

Según explica la patronal en un comunicado, el incremento de la disponibilidad de polisilicio se ha traducido en un descenso de precios, mientras que la retribución se ha mantenido, lo que ha propiciado la instalación de más MW de los previstos.

Esa desviación no es positiva para el sistema, puesto que, al haberse planteado una retribución determinada por MW, una desviación significativa en cualquier dirección significará, o bien incumplimiento de objetivos, o bien un gasto excesivo en retribución.

Para evitar estas desviaciones, ASIF ha propuesto una fórmula de revisión de la tarifa que, según la patronal, resultaría más eficiente que los cupos de potencia. En este sentido, la asociación propone que las tarifas se revisen cada año (en vez de cada cuatro años, como ahora), teniendo en cuenta el grado de cumplimiento de objetivos.

La Tarifa Fotovoltaica Flexible, o TFF, propuesta por ASIF, parte de un descenso retributivo medio del 5% anual, y tiene en cuenta la desviación acumulada de la potencia instalada sobre la que debería haberse instalado. En función de esta desviación, se aplicaría una fórmula que aceleraría o deceleraría la reducción de las primas según se vaya por delante o por detrás de los objetivos.

Esta fórmula cuenta con unos topes superior e inferior, es decir, la tarifa no podrá reducirse más de un 10% anual en caso de un cumplimiento adelantado de objetivos, pero tampoco menos de un 2% anual, aunque los objetivos no se hayan cumplido. De esta manera, ASIF considera que se aportaría un grado importante de estabilidad y continuidad al sistema retributivo. Según explica la patronal, los cupos de potencia generan incertidumbre y distorsiones en el mercado cuando se aproxima su cumplimiento, por ser puntos de discontinuidad.

Importante reducción de costes

Aunque la energía solar fotovoltaica es hoy en día una energía cara, el sector presume de ser uno de los que más rápido reducen sus costes. Los productores fotovoltaicos entienden que el éxito de esta fuente de energía, si pretende instaurarse a escala masiva, depende de que se mantenga un fuerte ritmo de reducción de costes.

Hoy, la energía solar tiene un coste de 45 céntimos por kW. El proceso de desarrollo tecnológico los ha reducido a un ritmo del 25% en los últimos cinco años. Y en el sector prometen seguir abaratando esta tecnología a un ritmo medio del cinco por ciento anual, lo que en 10 años se traduciría en la mitad del precio actual.

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