Los operadores eólicos reclaman cambios en las subastas de renovables para propiciar el cumplimiento de los objetivos europeos de 2030

Javier Angulo.- “A las subastas de verdad concurrimos; a otras no” fue el mensaje contundente que lanzó el consejero delegado de Acciona Energía, Rafael Mateo, al nuevo Gobierno de España. Lo dice alguien que no va de farol; su compañía, una de las principales en renovables a nivel mundial, ya decidió no participar en las dos subastas de renovables que hubo en España el año pasado. Ahora falta por ver la estrategia del nuevo Ministerio para acometer los objetivos europeos para 2030.

En este sentido, Mateo consideró necesario hacer subastas con diferenciación de tecnologías, lo que a su juicio requiere también de desarrollar una precisa planificación “temporal y geográfica”. “Subastas sí, pero bien hechas, con una retribución predefinida”, reiteró el representante de Acciona Energía, presente en más de 20 países. Duarte Bello, de EDP Renovables, reprochó que “no hay nada igual a las subastas de España” e indicó que la clave es la visibilidad a largo plazo de la retribución. Una visibilidad que en caso de no existir hace que, a juicio de Javier Palacios, director de Renovables España de Iberdrola, una compañía se cuestione si acude a una subasta. “Las subastas tienen que crear valor”, indicó.

Un punto a corregir de las subastas es la “exposición excesiva al precio del mercado” en la que considera que quedan los operadores el director de regulación de renovables de Endesa, Javier Rodríguez, que reconoció que acudieron a la subasta con proyectos “muy buenos” y no tan dependientes de la retribución que podrían conseguir. En el mismo sentido se expresó Manuel Navarro, director general de Renovables de Viesgo, que destacó que las reglas “no eran las idóneas” y han propiciado la creación de un mercado secundario de potencia adjudicada en las subastas. Asimismo, descartó que se puedan acometer inversiones a largo plazo “dependiendo del mercado”.

Respecto al nuevo objetivo de renovables, Palacios indicó que el mayor desafío es cómo electrificar la economía y no tanto las metas que se puedan marcar para 2030. La hoja de ruta es evidente para Mateo, que calificó el objetivo como “excelente y conseguible” pero apeló a empezar por el principio y tomar decisiones: “acabar con las tecnologías contaminantes, subvencionadas y obsoletas”. “Quemar es de otro siglo”, sentenció el CEO de Acciona Energía, que subrayó la apuesta por avanzar en la descarbonización. Bello resaltó que las renovables “ya compiten en precio”, por lo que consideró al almacenamiento y las redes como “las claves para sacar otras tecnologías del mix energético”.

En relación con lo que puede suponer para el sector de las renovables el cambio de Gobierno, Mateo fue el más gráfico al definirlo como “un bonito amanecer después de una larga noche”. Entre los deberes que puso al nuevo Gobierno, destacó el acabar con el impuesto del 7% a la generación de energía y reivindicó un “carbon tax” para hacer insostenibles económicamente las actividades más emisoras, incrementando el precio del CO2. Más optimista fue al trazar el mix energético del futuro: eólica, solar y almacenamiento con baterías, destacando el mallado que tiene la red eléctrica en España. Respecto a las baterías, Mateo indicó que “van a llegar antes de lo que se pueda imaginar”.

El representante de Iberdrola apostó por una “gestión inteligente de la demanda” y apuntó a la posibilidad de apostar por los bombeos como fórmula de almacenamiento de energía. Eso sí, Palacios consideró necesarios los incentivos y la regulación adecuada para hacer más atractivas las inversiones en estas infraestructuras que combinan la energía hidráulica con la eólica. Por su parte, el directivo de Endesa prevé que “hará falta algo más que los bombeos”, mostrando su confianza en lo que puedan deparar los avances tecnológicos, mientras que Viesgo ve un desafío en el desarrollo de la capacidad de evacuación de la energía renovable que desarrollará en España en los próximos años dada la saturación de algunos puntos.

Finalmente, Javier Zarraonandia, viceconsejero de Industria del País Vasco, agradeció la Distinción Anual 2018 de AEE al Gobierno vasco y manifestó que »la apuesta de Euskadi por las energías renovables ha desarrollado un gran enclave tecnológico industrial». Con un objetivo de crecimiento de la industria hasta el 25% en 2020, Zarraonandia indicó que »la eólica juega un rol fundamental con más de 110 empresas en el País Vasco que son capaces de competir en los principales mercados y da empleo a 15.000 personas, alrededor de 1.000 dedicados a la I+D».

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