Los equipos directivos de Iberdrola y Unión Fenosa y los rumores de fusión.

Desde que ACS comenzó el proceso de adquirir acciones de Iberdrola, no ha parado de suscitarse la cuestión de que pudiera acabar en fusión de las dos empresas energéticas españolas. Parece que los movimientos posteriores que han tenido lugar, daban pistas hacía los dos lados. Por un lado, la operación de Scottish afianza más a Ignacio Sánchez Galán al frente de una Iberdrola mucho más grande e independiente, especulándose con el valor defensivo de la operación frente a ACS y Florentino Pérez. De hecho, la salida a la luz de esta operación acalló los rumores de fusión, que una vez formulada desde el punto de vista financiero, parece que se reavivan.

Del mismo modo, los necesarios cambios regulatorios que permitiesen que las desinversiones y condiciones a una posible fusión fuesen menores, no son previsibles en el corto plazo. Así, parece que Sánchez Galán percibió claramente que este gobierno no iba a cambiar la legislación interior para facilitar la integración de empresas en el mercado español, pese a los devaneos de Solbes y Vegara.

Lo que si forma parte del secreto del sumario son las visiones de los directivos de las dos empresas, que no dan verosimilitud a una hipotética integración Iberdrola- Unión Fenosa. En privado, según ha podido saber Energía Diario, identifican que las dos compañías son muy diferentes entre si. Unión Fenosa, es una empresa que mantiene gran parte de su vocación ‘carbonifera’, incluso vendió sus eólicas y renovables, un movimiento que no entendió bien el mercado, y menos con la confirmación posterior.

Iberdrola, ha cambiado completamente su panorama de generación y, al mismo tiempo, ha definido un perfil mucho más agresivo, incluso con las tesis regultorias y gubernamentales. Mientras, Unión Fenosa, en muchos momentos se le percibe una cierta tendencia a la búsqueda del consenso perdido en el sector eléctrico, buscando desesperadamente tejer puentes con la «política energética» del gobierno actual, muy criticada por sectores especializados.

Por no decir, de lo que podría suponer un ‘choque de trenes’ entre cúpulas directivas, que son muy diferentes entre sí. Sánchez Galán tiene una bien ganada fama de gestor aguerrido que ejerce el mando sin ambages, tiene un liderzago absoluto y le acompaña un equipo fuertemente cohesionado. Del mismo modo, el equipo directivo de Florentino y procedente de Unión Fenosa, mantiene grandes recelos y divergencias culturales y de todo tipo, con el actual equipo de Iberdrola.

Es otro de los asuntos que no ha hecho nada más que comenzar.