Las bombillas de bajo consumo contienen mercurio

A finales del mes pasado, el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio anunció su intención de regalar 4 millones de bombillas de bajo consumo a los hogares españoles como medida para fomentar el consumo responsable de la energía.

Por este motivo, Ecologistas en Acción ha advertido que este tipo de bombillas contiene mercurio, una sustancia muy tóxica, por lo que a la hora de desecharlas deben ser tratadas como residuos peligrosos.

Ecologistas en Acción se ha dirigido a los titulares de los ministerios de Industria y de Medio Ambiente solicitando que al mismo tiempo que se enfatizan los beneficios ambientales y de ahorro de energía que suponen las bombillas de bajo consumo, se advierta a los usuarios que al finalizar su vida útil deben ser depositadas en lugares de recogida adecuados y en contenedores especiales donde no puedan romperse para su posterior tratamiento y reciclaje, conforme a la Ley de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos.

Por ahora, los residuos domiciliarios de fluorescentes sólo se recogen en algunos puntos limpios, donde no siempre son tratados con las debidas precauciones. Ante el previsible aumento de este tipo de residuo, Ecologistas en Acción aboga por que la administración mejore los sistemas de recogida selectiva y las redes de reciclaje, a fin de evitar que el beneficio del ahorro energético que permiten estas lámparas (un 80% menos energía que las bombillas incandescentes para la misma potencia lumínica) se vea empañado por la contaminación por vapores de mercurio.

Aunque la cantidad de mercurio que contienen es de unos 2 miligramos, mil veces menos que un termómetro, esta sustancia es extremadamente tóxica, ya que afecta el sistema nervioso infantil en desarrollo. Tiene la capacidad de acumularse en organismos (bioacumulación) y de concentrarse en las cadenas tróficas (bioamplificación), especialmente en la cadena alimentaria acuática, y esto hace que algunos peces de consumo habitual, como el atún o el pez espada, contengan cantidades de mercurio que pueden suponer un riesgo para la salud. El metilmercurio traspasa fácilmente la barrera placentaria y la barrera sanguínea del cerebro, por lo que es especialmente peligroso para las mujeres embarazadas y en edad fértil que pueden acumularlo en su organismo y traspasárselo a sus hijos.

Ecologistas en Acción se ha reunido con los principales fabricantes de fluorescentes para solicitar que indiquen claramente la cantidad de mercurio que contiene cada producto y que estas luminarias no se deben tirar a la basura.

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