La nueva obligación de disponer de certificados de eficiencia energética para vender o alquilar inmuebles ya está publicada en el BOE

En su texto definitivo, este real decreto 235/2013 mantiene el próximo 1 de junio como la fecha a partir de la cual será obligatorio poner a disposición de los compradores o arrendadores un certificado de eficiencia energética.

La norma forma parte de un paquete de medidas aprobadas a comienzos de mes por el Gobierno relativas al apoyo a la vivienda y a la rehabilitación, y tiene como objeto trasponer a la legislación española la directiva comunitaria acerca del procedimiento básico para la certificación de eficiencia energética de los edificios.

Este certificado, además de la calificación energética del edificio, deberá incluir información objetiva sobre las características energéticas de los edificios, y, en el caso de edificios existentes, documento de recomendaciones para la mejora de los niveles óptimos o rentables de la eficiencia energética del edificio o de una parte de éste, de forma que se pueda valorar y comparar la eficiencia energética de los edificios.

Como herramienta para facilitar la obtención de estos certificados, por mandato del Ministerio de Industria, Energía y Turismo y del Ministerio de Fomento, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) elaboró los programas informáticos CE3 y CE3X, ambos publicados como documentos reconocidos a disposición de los técnicos certificadores.

Además, el IDAE se encargó de llevar a cabo un plan de formación para formar a los técnicos responsables de certificar energéticamente los edificios y de aquellos otros encargados de su control e inspección sobre las herramientas reconocidas CE3 y CE3X.

El IDAE también se encargará de informar a los vendedores, compradores y usuarios de viviendas y edificios en general sobre las nuevas obligaciones a las que tienen que hacer frente.

El real decreto también fija obligaciones para la Administración. Todos los edificios o partes de los mismos en los que una autoridad pública ocupe una superficie útil total superior a 500 metros cuadrados que sean frecuentados habitualmente por el público deberán disponer del certificado de eficiencia energética.

El sector residencial supone el 25% del consumo energético

Por su parte, el director de la Fundación Gas Natural Fenosa, Martí Solà, y el director general de Energía castellanoleonés, Ricardo González, explicaron que el sector residencial, que abarca viviendas y oficinas, supone alrededor del 25% del consumo final de energía en España.

El responsable de la Fundación Gas Natural Fenosa aportó estos datos durante la inauguración de una jornada sobre la nueva normativa de certificados energéticos en Valladolid.

Solà aseguró que la eficiencia energética es un asunto de plena «actualidad» puesto que la semana pasada se publicó la normativa sobre los certificados de eficiencia energética en edificios ya existentes y el pasado 5 de abril el Consejo de Ministros aprobó medidas que potencian la eficiencia energética.

El director general de la Fundación Gas Natural Fenosa manifestó que este será un cambio importante porque obliga a los edificios ya existentes a contar con una «etiqueta» que evalúe su consumo energético y manifestó que el 60% de los edificios españoles están construidos sin ninguna normativa relativa a la eficiencia en materia de energía.

En ese sentido, aseguró que la eficiencia energética en las viviendas puede suponer una oportunidad para el sector de la construcción en cuanto a rehabilitación en España y redundará también en un ahorro en las facturas para los usuarios.

Solà apostó por trabajar para que el certificado energético tenga «credibilidad» y sea un «sello respetado», de manera que indique de manera objetiva la eficiencia de los edificios en materia de energía para ayudar tanto al ahorro como «al futuro del país».

Durante la jornada, el arquitecto especializado en bioclimática Emilio Miguel Mitre trasladó los resultados de un caso de rehabilitación energética «de éxito» aplicado en un edificio de Valladolid.

El arquitecto hizo un estudio financiero sobre la rehabilitación energética e indicó que la inversión en medidas como aislamiento de las cubiertas, la instalación de doble acristalamiento o modificación de las calderas podría ser de entre 12.000 y 50.000 euros por vivienda, algo que se amortizaría a largo plazo mediante el ahorro en las facturas energéticas.

Los nuevos certificados de eficiencia impulsarán el ahorro y la construcción

Asimismo, la Asociación Nacional de Ahorro y Eficiencia Energética (Anae) acogió con satisfacción el real decreto sobre los nuevos certificados obligatorios de eficiencia energética en edificios, al considerar que supondrá un impulso al «maltrecho» sector de la construcción y mejorará el ahorro energético.

Tras esperar tres años a que el Gobierno español traspusiera la directiva europea sobre eficiencia en edificios, Anae se mostró satisfecha con el «muy esperado» decreto, que «permitirá dinamizar algo el maltrecho sector de la construcción».

«Aunque la medida ocasiona un gasto para los propietarios, sin duda es un paso adelante y proporciona una información muy útil que será de vital importancia para los consumidores a la hora de elegir entre varios inmuebles«, señaló.

Los compradores o arrendadores podrán lograr a partir de ahora «grandes ahorros anuales al seleccionar calificaciones altas», afirmó Anae, antes de indicar que, si hasta «un simple televisor de 300 euros posee una etiqueta energética , con mayor sentido debe tenerla una inversión varios órdenes de magnitud superior».

La asociación explicó que los nuevos certificados energéticos son expedidos por arquitectos, ingenieros o técnicos, todos ellos debidamente cualificados. En la actualidad, existe gran número de ingenierías y asesorías energéticas que ofrecen este servicio.

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