La funcación argumentó que, mientras el Gobierno presenta en Bruselas una campaña para promocionar la marca España utilizando las renovables como uno de los ejes destacados, están preparando «una reforma energética para completar la tarea de destrucción del sector renovable que ha llevado a cabo desde su llegada al poder y que inició con el RDL1/2012 de moratoria de las renovables».

Para este colectivo, el Ejecutivo dejó «muy claro» que su opción energética es el petróleo, al permitir las prospecciones en Canarias; el gas, al considerar el «fracking»; el carbón, por darle continuidad, y la energía nuclear, por estar «obstinado en mantener abierta Garoña», si bien «demonizan en su discurso y en sus normas a las energías renovables».