La Comisión Nacional de Energía pide más información a Gas Natural y analiza el informe de Red Eléctrica sobre Iberdrola

El Consejo de Administración de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) acordó este jueves pedir información adicional a Gas Natural sobre la autorización solicitada por el grupo franco-belga Suez para aumentar hasta el 11,4% su participación en la compañía gasista.

El Consejo de la CNE también analizó el informe elaborado por Red Eléctrica de España (REE) sobre la actuación de Iberdrola en el mercado eléctrico mayorista (pool) durante el segundo semestre del año pasado, aunque no adoptó ninguna decisión, según fuentes del regulador energético consultadas por Efe.

En el expediente de Suez, el regulador energético decidió, tal como estaba previsto, pedir información adicional a Gas Natural.

La semana pasada, el Consejo de la CNE había acordado por unanimidad admitir la personación de la compañía gasista como parte interesada.

El 26 de junio, el grupo franco-belga pidió permiso al regulador energético para aumentar su participación en la compañía gasista por encima del 10 por ciento.

El pasado mes de mayo, Suez anunció que controlaba un 9,95 por ciento de Gas Natural de forma directa y que contaba con opciones para elevar su porcentaje hasta el 11,4 por ciento.

La CNE debe autorizar cualquier operación que implique la compra de más de un diez por ciento de una empresa con actividades reguladas (transporte y distribución de gas y electricidad) o cualquier otro porcentaje que conceda «influencia significativa».

El Consejo del regulador también analizó ayer la actuación de Iberdrola en el mercado eléctrico mayorista durante el pasado ejercicio.

El Ministerio de Industria había pedido al organismo regulador que analizara las implicaciones económicas y jurídicas del informe elaborado al respecto por REE.

En junio de 2006, Iberdrola decidió limitar las compras de su distribuidora en el mercado mayorista a un precio de 33 euros por megavatio/hora, lo que dejó sin casar en torno al 40 por ciento de las ofertas, que tuvieron que resolverse en el mercado de ajustes.

La eléctrica tomó esta decisión tras aprobar el Gobierno, en febrero de 2006, un Real Decreto-Ley para contener los precios de la electricidad en el mercado mayorista y atajar el llamado déficit tarifario.

Esa norma, de carácter provisional y ya derogada, obligaba a las generadoras y distribuidoras del mismo grupo empresarial a realizar sus intercambios de energía a un precio fijo de 42,35 euros por megavatio/hora.

Para no incurrir en pérdidas, Iberdrola limitó a 33 euros por megavatio/hora las compras de su distribuidora, precio que, una vez sumados otros costes fijos, era compatible con la retribución impuesta por el Gobierno.