La CNE permite, con condiciones, que Sonatrach incremente su participación en Medgaz al 36%

El Consejo de Administración de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) acordó ayer por unanimidad autorizar con condiciones a Sonatrach a elevar del 20 al 36 por ciento su participación en el consorcio Medgaz, que construirá un gasoducto submarino entre Argelia y España.

El regulador energético podrá revocar la autorización si la compañía pública argelina pone en riesgo la seguridad del suministro energético en España con su actuación en el consorcio.

Sonatrach deberá informar trimestralmente a la CNE sobre la evolución de su participación, su presencia en los órganos de administración de Medgaz y las entradas o salidas de otros miembros del consorcio, según la CNE.

También deberá comunicar cualquier variación en los Estatutos Sociales de Medgaz y en el actual Pacto de Accionistas.

La CNE revisará las condiciones de la autorización si Sonatrach aumenta su influencia en la gestión de Medgaz.

Dada su «influencia significativa», la compañía argelina deberá promover políticas orientadas a poner en marcha el gasoducto submarino entre junio y julio de 2009 con una capacidad anual de 8 bcm (8.000 millones de metros cúbicos).

Además, deberá facilitar «y en ningún caso oponerse» a cualquier propuesta «económicamente viable» para ampliar la capacidad del gasoducto.

Sonatrach tendrá que respetar el actual régimen de derechos y obligaciones y la pluralidad actual de accionistas. Todos los socios tendrán derecho a transportar gas por el futuro gasoducto de forma proporcional a la capacidad de la que sean titulares.

El capital de Medgaz está repartido entre Sonatrach (36 por ciento), Cepsa, Iberdrola (cada una con un 20 por ciento), Endesa y Gaz de France (ambas con un 12 por ciento).

La CNE obliga a la compañía argelina a informar trimestralmente sobre otras cuestiones, por ejemplo el grado de utilización de su capacidad de transporte.

En el caso de una reiterada infrautilización por debajo del 80 por ciento, el regulador energético elaborará un informe y adoptará las medidas necesarias para evitar riesgos en el suministro de gas.

Sonatrach deberá comunicar a la CNE cualquier decisión de veto adoptada con su apoyo en el Consejo o en la Junta de Accionistas de Medgaz. La comunicación tendrá que realizarse en un plazo máximo de diez días.

Salvo que estas decisiones sean apoyadas por dos o más socios (además de la compañía argelina), el regulador evaluará su impacto en la seguridad del suministro y tomará las medidas oportunas.

Si la CNE entiende que pueden tener un impacto negativo podrá ordenar su revocación en el plazo de un mes.

En supuestos de especial gravedad, el organismo regulador podrá revocar, total o parcialmente, la autorización concedida ayer.

En ese caso, Sonatrach tendrá que reducir su participación en Medgaz hasta quedarse de nuevo con un 20 por ciento.

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