Industria afirma que estudia «muy seriamente» cambiar la legislación para mejorar la competencia en los carburantes tras los informes presentados por la CNC y la CNE

«Vamos a considerar muy seriamente modificar la legislación introduciendo parte de las sugerencias tanto de la CNC como de la CNE con un objetivo, que se introduzca mayor grado de competencia en el sector y que esto tenga reflejo en términos de precios», afirmó el ministro en declaraciones a la prensa en la sede del propio regulador energético, donde presidió la presentación del libro «Conversaciones sobre la Energía«, de Vicente López-Ibor.

La CNC y la CNE publicaron sendos informes en los que alertaban que la falta de competencia en la distribución de carburantes está detrás del elevado precio final que se traslada al consumidor, por lo que dieron una serie de recomendaciones orientadas a limitar los pactos de precios y a fomentar la proliferación de gasolineras.

Soria explicó que su departamento lleva «mucho tiempo» hablando con «los máximos responsables de las petroleras» para pedirles que «no haya tanta presión» en los precios de los carburantes, que alcanzaron niveles «no sostenibles» para el sistema. Descontados los impuestos, la gasolina y el gasóleo son más caros en España que en la media de la Unión Europea, recordó antes de añadir que «no es suficiente» la tendencia a la baja de los precios en las últimas semanas.

El ministro añadió que Industria quiere «que haya competencia entre los operadores» porque existe la «constatación» de que ésta es muy baja en el mercado de gasóleos y gasolinas.

En todo caso, el ministro descartó que Industria prepare posibles multas o sanciones a las petroleras, ya que esta «iniciativa» corresponde a la CNC, e insistió en que «lo que le interesa» al Gobierno es «que haya competencia en el mercado».

«Hay constatada una realidad, que es la poca competencia en el mercado de la gasolina y del gasóleo, y por eso hemos pedido que haya más competencia», señaló, antes de explicar que ya dio «instrucciones» a la Secretaría de Estado de Energía para que «empiecen a considerar» las sugerencias de la CNC y la CNE para abordar medidas tanto en el segmento mayorista como minorista del sector de los combustibles.

Durante la presentación del libro, Soria indicó que la política energética del Gobierno está dirigida a garantizar un sistema energético «competitivo, seguro y sostenible medioambientalmente y desde el punto de vista económico-financiero», con unos precios finales «razonables y mejorables», algo que pasa por la eliminación del déficit de tarifa.

Para ello, Industria introdujo cambios en la legislación dirigidos a crear una «verdadera liberalización» del sistema eléctrico, de manera que este ofrezca señales «fidedignas y competitivas» de costes, tanto a los consumidores domésticos como los industriales, que ya no estarían sujetas a la «discrecionalidad de los poderes públicos».

Soria calificó de «legítimo» que las empresas privadas y asociaciones empresariales hagan sus propuestas y críticas a las reformas que plantea el Gobierno y defiendan medidas «alternativas» para el sector energético, aunque subrayó que la misión del Gobierno es tomar las mejores decisiones «en defensa del interés general de la economía».

El ministro explicó que «esa legitimación no puede ser el fundamento, ni la justificación para que el Gobierno no adopte las decisiones que debe» adecuadas para alcanzar los «objetivos clave».

Por su parte, el presidente de la CNE, Alberto Lafuente destacó la importancia de la educación, que consideró «un vector fundamental de la política energética si queremos que los ciudadanos entiendan algunas reflexiones» del sector.

Industria afirma que estudia «muy seriamente» cambiar la legislación para mejorar la competencia en los carburantes tras los informes presentados por la CNC y la CNE

«Vamos a considerar muy seriamente modificar la legislación introduciendo parte de las sugerencias tanto de la CNC como de la CNE con un objetivo, que se introduzca mayor grado de competencia en el sector y que esto tenga reflejo en términos de precios», afirmó el ministro en declaraciones a la prensa en la sede del propio regulador energético, donde presidió la presentación del libro «Conversaciones sobre la Energía«, de Vicente López-Ibor.

La CNC y la CNE publicaron sendos informes en los que alertaban que la falta de competencia en la distribución de carburantes está detrás del elevado precio final que se traslada al consumidor, por lo que dieron una serie de recomendaciones orientadas a limitar los pactos de precios y a fomentar la proliferación de gasolineras.

Soria explicó que su departamento lleva «mucho tiempo» hablando con «los máximos responsables de las petroleras» para pedirles que «no haya tanta presión» en los precios de los carburantes, que alcanzaron niveles «no sostenibles» para el sistema. Descontados los impuestos, la gasolina y el gasóleo son más caros en España que en la media de la Unión Europea, recordó antes de añadir que «no es suficiente» la tendencia a la baja de los precios en las últimas semanas.

El ministro añadió que Industria quiere «que haya competencia entre los operadores» porque existe la «constatación» de que ésta es muy baja en el mercado de gasóleos y gasolinas.

En todo caso, el ministro descartó que Industria prepare posibles multas o sanciones a las petroleras, ya que esta «iniciativa» corresponde a la CNC, e insistió en que «lo que le interesa» al Gobierno es «que haya competencia en el mercado».

«Hay constatada una realidad, que es la poca competencia en el mercado de la gasolina y del gasóleo, y por eso hemos pedido que haya más competencia», señaló, antes de explicar que ya dio «instrucciones» a la Secretaría de Estado de Energía para que «empiecen a considerar» las sugerencias de la CNC y la CNE para abordar medidas tanto en el segmento mayorista como minorista del sector de los combustibles.

Durante la presentación del libro, Soria indicó que la política energética del Gobierno está dirigida a garantizar un sistema energético «competitivo, seguro y sostenible medioambientalmente y desde el punto de vista económico-financiero», con unos precios finales «razonables y mejorables», algo que pasa por la eliminación del déficit de tarifa.

Para ello, Industria introdujo cambios en la legislación dirigidos a crear una «verdadera liberalización» del sistema eléctrico, de manera que este ofrezca señales «fidedignas y competitivas» de costes, tanto a los consumidores domésticos como los industriales, que ya no estarían sujetas a la «discrecionalidad de los poderes públicos».

Soria calificó de «legítimo» que las empresas privadas y asociaciones empresariales hagan sus propuestas y críticas a las reformas que plantea el Gobierno y defiendan medidas «alternativas» para el sector energético, aunque subrayó que la misión del Gobierno es tomar las mejores decisiones «en defensa del interés general de la economía».

El ministro explicó que «esa legitimación no puede ser el fundamento, ni la justificación para que el Gobierno no adopte las decisiones que debe» adecuadas para alcanzar los «objetivos clave».

Por su parte, el presidente de la CNE, Alberto Lafuente destacó la importancia de la educación, que consideró «un vector fundamental de la política energética si queremos que los ciudadanos entiendan algunas reflexiones» del sector.

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