El impuesto medioambiental de Castilla y León gravará a la energía hidroeléctrica, pero no a la térmica ni a la nuclear

Tras la reunión del grupo de trabajo creado para estudiar las diferentes posibilidades, en el que participan los grupos parlamentarios de las Cortes de Castilla y León y representantes de la Junta, la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, ha explicado que el requisito «más importante, que es que el impuesto no sea repercutido sobre los ciudadanos», se mantiene como último escollo para que efectivamente se aplique este gravamen.

En este sentido, la Junta de Castilla y León pretende recabar de la Comisión Nacional de la Energía un pronunciamiento sobre la posibilidad de que las empresas afectadas por este gravamen lo repercutan en la factura de los ciudadanos.

No lo llamarán canon, como estaba inicialmente previsto, sino «impuesto medioambiental» por «exigencias del Tribunal Constitucional», como ha detallado la consejera, quien ha explicado que el gravamen se aplicará sobre las hidroeléctricas y no sobre las térmicas o la nuclear porque en el caso de las últimas se produciría una «merma en la actividad económica de la Comunidad».

Aunque en el origen de este impuesto medioambiental está el recurso planteado por las eléctricas al Real Decreto de ayudas al consumo de carbón autóctono, la consejera ha insistido en que son cuestiones «desligadas», aunque posteriormente ha añadido que en el caso de que las eléctricas plantearan retirar la denuncia «todo se puede valorar».

Otra de las gestiones que se han planteado afrontar a partir de ahora es dirigirse a las empresas que tienen hidroeléctricas en Castilla y León, la Comunidad Autónoma líder en producción eléctrica por este medio, y a Red Eléctrica Española (REE) para informarles de las características de este impuesto.

En este sentido, Del Olmo ha explicado que existe acuerdo también para que, en el caso de las hidroeléctricas, queden excluidos los embalses que se dedican al abastecimiento de agua y aquellos que se usan para los regadíos de la agricultura.

Todos los interlocutores coinciden en que será difícil cumplir los plazos inicialmente previstos para sacar adelante esta tasa, que hablaban de marzo, aunque el consenso existente hace prever que, sea cual sea el resultado de las elecciones autonómicas, la iniciativa prosperará ya en la siguiente legislatura.

El representante del Grupo Mixto y principal impulsor de esta medida, Joaquín Otero, ha celebrado que se haya «avanzado bastante» y ha defendido que se excluya del impuesto a las térmicas porque «muchas familias viven del carbón y hay que preservarlo».

En el mismo sentido se ha expresado la portavoz del Grupo Socialista, Ana Redondo, quien ha añadido en el caso de la central nuclear de Garoña «tiene los días contados» y, por tanto, «no sería lógico» imponer un gravamen que podría estar listo «cuando esté en desmantelamiento», ya que su cierre está previsto para 2013.

La producción de energía en las centrales hidroeléctricas de la Comunidad equivale al 15 por ciento de la generada en Castilla y León por los diferentes medios, según los datos aportados por el Ejecutivo autonómico.

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