El éxito del hidrógeno como combustible dependerá de un mejor conocimiento de la seguridad en su uso y de la implicación de las administraciones

El hidrógeno es un elemento que ya se utiliza en algunos procesos, pero actualmente esos procesos sólo se engloban en aplicaciones muy profesionalizadas, de las cuales la mayor parte forma parte de la industria petroquímica.

Así lo ha explicado Iñaki Azkarate, responsable de la unidad de Energía y Medio Ambiente de la empresa Inasmet, en el I Ciclo de Conferencias de la Asociación Española del Hidrógeno, que se celebró ayer en la sede del CSIC, en Madrid.

Un paso decisivo en el uso del hidrógeno consistirá en traspasar su utilización de esos sectores concretos a un ámbito más general, un uso público, con los requisitos de seguridad que ello conlleva. Una verdadera «economía del hidrógeno» aparece frente a la sostenibilidad de nuestro sistema energético, que se desarrollará conjuntamente con el resto de energías renovables, ha explicado Azkarate.

El responsable de Energía y Medio Ambiente de Inasmet explicó los resultados que hasta ahora se han obtenido del proyecto HySafe (Hydrogen Safe o Hidrógeno Seguro), un proyecto de cinco años, iniciado en marzo de 2004, y que tiene como objetivo contribuir a una transición segura hacia un desarrollo sostenible en Europa, facilitando una introducción segura de las tecnologías y aplicaciones del hidrógeno.

En este proyecto participa un consorcio de 25 socios, de los cuales dos son Españoles: la fundación Inasmet y la Universidad Politécnica de Madrid.

Los resultados obtenidos hasta el momento reflejan que hasta que la utilización del hidrógeno sea una realidad es necesario mejorar una serie de aspectos. Todos ellos pasan por eficiencia y costo, pero hay un factor más importante: la seguridad y la normativa necesaria para su uso con seguridad.

Ángel Sanz, de Air Liquide, se ha referido a otros dos proyectos europeos en marcha, Cute y Citycell, que consisten en la demostración de autobuses eléctricos con pila de combustible a base de hidrógeno, y de autobuses eléctricos híbridos, con baterías y pila de combustible a base de hidrógeno. Madrid y Barcelona están entre las ciudades europeas que participan en estos proyectos, siendo Madrid la única que participa en ambos.

El propósito de los mismos, según Sanz, es doble: por un lado, demostrar que la tecnología de pila de combustible se puede pasar de un circuito cerrado, en un laboratorio, a una situación real; por otro, acercar el hidrógeno al público y mostrar que su uso no implica más riesgo que cualquier otro combustible.

Dificultades para el arranque del hidrógeno

Las principales barreras para que arranque el hidrógeno como fuente de energía para la automoción son varias. Los proyectos en marcha demuestran que es posible alimentar vehículos con pila de combustible o con combustible líquido, pero por el momento no existe la capacitación industrial necesaria, ni tampoco una rentabilidad razonable. El proceso de legalización es esencial, y para ello también lo es que se implique la Administración, ha explicado Ángel Sanz.

Según las conclusiones de la conferencia, el hidrógeno es una alternativa segura de futuro, ya que ante un escenario negativo de petróleo, tanto por su uso masivo, lo que acelerará su escasez, como por su precio, no hay otras opciones que puedan sustituir totalmente al petróleo, ni siquiera el biocombustible. De hecho, según las palabras de Sanz, es «más fácil cubrir el parque mundial de vehículos con hidrógeno que con biocombustible».

Sanz ha señalado que la principal ventaja del hidrógeno no radica en su precio, puesto que no resultará más barato que otros combustibles. Aunque el hidrógeno se obtiene a partir del agua, se necesita usar energía para producirlo y sistemas sofisticados para un almacenamiento y una utilización segura, y ésos son factores que lo encarecen.

Pero el hidrógeno sí tiene valor como reductor del impacto medioambiental, ya que el nivel de contaminación es nulo. Y además, contribuye a la reducción de la dependencia energética.

La producción a gran escala no se puede esperar para antes del año 2020, la fecha a la que apuntan los gurús, pero para ello es necesario que la obtención de hidrógeno sea mucho más barata que actualmente, y deben encontrarse soluciones para su almacenamiento. También debe conseguirse un mayor nivel de eficiencia.

Sobre la Asociación Española del Hidrógeno

La Asociación Española del Hidrógeno es una organización sin ánimo de lucro cuyo fin principal es fomentar el desarrollo de las tecnologías del hidrógeno como vector energético y promover su uso en aplicaciones industriales y comerciales.

Está formada por un grupo de empresas, instituciones públicas y privadas, y personas, que comparten su interés por alcanzar el fin principal de la asociación.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *