El Consejo de Administración de la Comisión Nacional de la Energía decide no analizar ayer la compra de Scottish Power por parte de Iberdrola

El Consejo de Administración de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) decidió no iniciar ayer un expediente administrativo para analizar la operación de compra del grupo escocés Scottish Power por parte de Iberdrola, según fuentes del organismo regulador.

La operación Iberdrola-Scottish fue uno de los asuntos que trató el máximo órgano del regulador energético, que ayer celebró una reunión maratoniana que se prolongó más allá de media noche. El Real Decreto 4/2006, aprobado en marzo de este año, amplió las funciones del regulador energético español para permitir su intervención en las operaciones de adquisición o la toma de cualquier otro porcentaje que conceda «influencia significativa» en empresas con actividades reguladas, independientemente de que sean las compradoras o las compradas, según lo establecido en la denominada función 14.

Por tanto, la CNE no atendió ayer la solicitud presentada por Endesa el pasado miércoles, en la que pedía que se analizara la compra de Scottish porque Iberdrola desempeña actividades reguladas. La empresa que preside Manuel Pizarro argumentaba en su escrito que la operación afectará a seis de las siete mayores compañías energéticas de la Península y, por consiguiente, a todo el sistema energético nacional.

Endesa también pedía que se le reconociera la condición de parte interesada en el procedimiento porque comparte con Iberdrola la gestión de varias centrales nucleares. Por el contrario, Iberdrola sostenía que la compra del grupo escocés no necesitaba la autorización del regulador energético español, tal y como señaló su presidente, Ignacio Sánchez Galán, el pasado 28 de noviembre, al presentar la operación. El presidente de Iberdrola y parte de su equipo directivo se reunieron la semana pasada con la presidenta de la CNE, Maite Costa, aunque, según fuentes de la eléctrica, se trató de un encuentro habitual para repasar cuestiones como el plan de inversiones o el desarrollo de infraestructuras. Según las fuentes de Iberdrola, en la reunión se habló de la compra de Scottish Power como parte del nuevo Plan Estratégico, pero no se planteó el debate sobre si es necesario o no someter la operación a la CNE.

En materia de competencia, la operación deberá ser analizada por la Comisión Europea (CE), puesto que tiene dimensión comunitaria, e Iberdrola ya ha notificado a Bruselas el proyecto de compra.

Iberdrola anunció el pasado 28 de noviembre una oferta amistosa de adquisición por la escocesa Scottish Power valorada en 17.200 millones de euros.

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