El Congreso del petróleo reclama un mercado más libre, una regulación estable, precios justos y seguridad en la oferta y la demanda

El secretario general de la OPEP, Abdalla Salem El-Badri, pidió reciprocidad para poder operar en países consumidores y puso como ejemplo que las compañías nacionales de los miembros de la organización han quedado fuera de las exploraciones marinas (off-shore) de Estados Unidos.

Durante su intervención en el Congreso Mundial del Petróleo, Salem El-Badri reclamó también más regulación para moderar la actual situación del mercado del crudo y cifró en el 75 por ciento el peso que, a juicio de la organización, tiene la especulación en el alza del petróleo.

El presidente de la OPEP, Chakib Jelil, había cifrado en algo menos, alrededor del 60 por ciento de la subida del precio del crudo, la parte que se debe a la especulación de los mercados, en gran medida por la debilidad del dólar a raíz de la crisis de las hipotecas suprime.

Salem El-Badri adelantó que la organización se reunirá con la AIE en los próximos meses para elaborar un estudio sobre la situación financiera del petróleo.

El secretario general reiteró que la causa de los altos precios no está en el volumen de producción si no en la especulación, originada por la debilidad de la economía en Estados Unidos. Según afirmó Salem El-Badri, su capacidad de producción está por encima de las previsiones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

En el mismo acto, el director de la AIE, Nobuo Tanaka, señaló la necesidad de aumentar la eficiencia energética ante el incremento de la demanda y los actuales precios.

Tanaka subrayó que hay «consenso» entre todos los países de que el precio está muy alto y que el barril de crudo a 140 dólares puede afectar al crecimiento económico.

Los altos precios del barril fomentarán inversiones en el futuro en busca de yacimientos con costes de extracción más elevados, como las exploraciones off-shore, añadió Salem El-Badri.

– El mercado de GNL crecerá un 8% anual hasta 2020 y será más global

El mercado de gas natural licuado (GNL) mantendrá un ritmo anual de crecimiento del 8 por ciento hasta 2020 y será cada vez más global, según afirmó el presidente de la compañía estatal argelina Sonatrach, Mohamed Meziane.

Durante su intervención en una de las sesiones plenarias del 19 Congreso Mundial del Petróleo, Meziane destacó que el gas natural (tanto licuado como por gasoducto) ya cubre una cuarta parte de las necesidades de energía del mundo y su crecimiento futuro sitúa al sector en una «encrucijada» entre regionalización y globalización.

El presidente de la compañía estatal argelina, propietaria de una de las mayores reservas de gas del mundo, subrayó la necesidad de sustituir el «modelo clásico», basado en contratos a largo plazo, que actualmente representan el 80 por ciento del mercado, por otro «más flexible», donde ganen peso los contratos a corto plazo.

Asimismo, destacó que el incremento del precio del gas en los últimos años por la fuerte demanda ha favorecido la construcción de más infraestructuras -plantas de regasificación y gasoductos-, lo que ha introducido más competencia en el sector.

Las plantas de regasificación permiten a los actores enviar en buques metaneros la materia prima a los lugares donde mejor se pague sin depender de la existencia de gasoductos, cuya puesta en marcha es más complicada ya que deben atravesar fronteras de distintos países.

A pesar de las favorables perspectivas (la producción de GNL prácticamente se duplicará entre 2007 y 2020), el presidente de Sonatrach alertó sobre los riesgos que conllevan las grandes inversiones necesarias para poner en el mercado los elevados volúmenes de gas previstos y la volatilidad del precio.

En el mismo acto, la directora del área de gas de Shell, Linda Cook, aseguró que el gas natural es «el protagonista favorito» del nuevo esquema energético mundial, marcado por el creciente aumento de la demanda y las mayores exigencias medioambientales.

Ante estos cambios, Cook reclamó a los gobiernos de los países productores marcos de inversión estables, el desarrollo de una legislación internacional sobre el comercio de CO2 y una apuesta firme por tecnologías y políticas de eficiencia energética.

Según señaló, en el horizonte 2030 la UE importará el 75 por ciento del gas que consuma, frente al 45 por ciento actual debido al incremento de la demanda y al agotamiento de las reservas en Europa.

El presidente de la noruega StatoilHydro, Helge Lund, afirmó que las plantas de generación de electricidad con gas natural «son una opción excelente» para reducir las emisiones de CO2 y cumplir los objetivos medioambientales que se ha marcado la UE.

En cuanto a la posible creación de una OPEP para el gas, Meziane indicó que la puesta en marcha de una organización de este tipo «no es nada fácil» y enmarcó las conversaciones entre países productores dentro de su preocupación por «coordinar, estabilizar y desarrollar» el mercado.

Hace años se creó un foro de productores de gas que celebra reuniones periódicamente en el que «uno o dos países» hablaron de la posibilidad de crear una OPEP para el gas, pero en este debate cada compañía tiene sus propias opiniones, recordó. «El mercado debe ser más libre y estable en interés de todos, con precios justos y seguridad en la oferta y la demanda», dijo.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *