El Club de la Energía pide más seguridad jurídica para las energías renovables

El director general del Club Español de la Energía, José Luis Martínez, abogó hoy por una mayor seguridad jurídica y legislativa para las energías renovables porque, en su opinión, la carencia de una normativa precisa impide el desarrollo de este sector estratégico para el futuro energético español.

Martínez, quien intervino en Sevilla en un seminario informativo sobre las claves del sector energético, subrayó que éste ha sufrido en los últimos años convulsiones financieras, medioambientales y geopolíticas que obligan a potenciar la energía renovable, la nuclear y la del carbón y a reducir el consumo doméstico y del transporte. Lamentó, por ello, que el decreto que fija la retribución y las primas para las energías renovables «se haya cambiado tres veces» desde 2004 y dudó de que se alcance el objetivo del Gobierno de pasar de los casi diez mil megavatios que actualmente se generan con energía eólica a los 20.1455 previstos para 2020.

En su opinión, la dependencia energética del gas y del petróleo de España «es muy relevante» y aumentará en el futuro, por lo que defendió la supresión de la moratoria nuclear y una apuesta por las centrales de carbón -como han hecho las grandes eléctricas estadounidenses y alemanas- y por las energías renovables.

Respecto a las nuevas exigencias medioambientales, contrapuso «el esfuerzo» realizado por eléctricas e industrias para acomodarse a las emisiones de gases de efecto invernadero asignadas por el Gobierno, con el «derroche» y «despilfarro» que -en su opinión- protagonizan el consumo doméstico y el transporte, sectores que consumen la mitad de la energía. «El sector eléctrico y la industria son los que han asumido la mayoría de los esfuerzos del Plan Nacional de Asignaciones» de gases de efecto invernadero, enfatizó.

Martínez pidió que el esfuerzo derivado del Protocolo de Kioto «se reparta de forma homogénea entre todos los sectores» y abogó por convencer a la ciudadanía de que la energía «es un bien escaso, caro y de difícil acceso». Recomendó para ello ajustar el precio de las energías, porque «la señal del precio es muy importante a la hora de crear una conciencia de eficacia y de ahorro energéticos».

«No hay una percepción en la sociedad española de lo que representa la energía, y la clave está en controlar el consumo doméstico y el del transporte», subrayó. El director general del Club Español de la Energía contrapuso la escasa percepción de la sociedad española de la escasez y carestía de la energía con la «hipersensibilidad» con respecto al cambio climático e interpretó que ello puede ayudar «a reducir las resistencias a la energía nuclear».

En este seminario intervinieron también los catedráticos de la Universidad de Sevilla Enrique Figueroa y Ramón Velázquez, quienes coincidieron en que el cambio climático es un hecho científicamente incontestable y abogaron por un compromiso ético frente al actual modelo de desarrollo insostenible.

Figueroa, catedrático de Ecología, subrayó que las ciudades ocupan el 2 por ciento del territorio del planeta, pero son las responsables del 78 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero. Señaló que sólo un dos por ciento del planeta consume el 50 por ciento de la energía mundial y reclamó un compromiso ético personal para reconducir una espiral energética insostenible.

Velázquez, catedrático de Ingeniería Energética, expuso que el crecimiento «exponencial» de la demanda energética es «insostenible» y advirtió de que «la solución no va a venir de la ciencia o de la técnica, sino de un cambio de patrón de nuestro modelo de crecimiento».

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