De tarifas, grandes consumidores y transportistas únicos

Termina el curso en este mes de junio, y también finaliza en el ámbito de la energía. Este final de curso también se circunscribe al final de la legislatura y, muy probablemente, esta Administración en lo energético surgida con la salida de Montilla, habrá perdido gran parte de su actividad legislativa y regulatoria, tras el verano, en las vísperas (siempre tan largas) del nuevo período electoral. Ignasi Nieto y Clos tienen poco tiempo ya para culminar los proyectos que dejó Fernández Segura en el horno.

El horizonte del verano presenta una ‘mascletá’ regulatoria no desdeñable. El nuevo decreto de tarifas con su liquidación del déficit tarifario 2006, incluido descontando operaciones bilateralizadas y derechos de emisión. Un proyecto que como ya han denunciado los medios informativos persiste en no contar con memoria económica y, por tanto, insiste en el carácter político de la fijación de tarifas (mientras dure) y en oscurantismo. Por cierto, qué curioso, que ninguno de los proyectos que elabora actualmente el Ministerio de Industria lleve incorporada memoria económica que es obligatoria. Que todos los órganos reguladores (CNE, Consejo de Estado, etc…) los reclamen y que persista este órgano en el error (y en esta ilegalidad). Que aburrida es la economía, con lo bien que se interviene sin saber sus consecuencias.

Del mismo modo, a través de esos proyectos de tarifa, a modo de coche escoba, estos decretos pueden tratar desde las atribuciones de la CNE en la fijación de las tarifas, hasta cuestiones relativas a los mercados gasistas, como la determinación del suministrador de ultimo recurso.

Tampoco incorpora memoria económica el proyecto de orden ministerial de gestión de la demanda (la actualización normativa y regulatoria del régimen de los grandes consumidores), de tanta importancia para superar el conflicto abierto en la Unión Europea, por las denominadas ‘ayudas de estado’ y que afecta a la industria que más intensivamente utiliza la energía en sus procesos productivos.

Por su parte, la amenaza del verano, nos devolverá también a estos lugares dónde existen restricciones en el suministro por problemas en las redes de transporte y en los que se prevén posibles cortes en los momentos de mayor demanda. Una situación de poco avance con respecto a los últimos cuatro veranos. Lo que sí ha avanzado, es que por debajo de la mesa, con la aquiescencia de los grupos políticos mayoritarios, la empresa que dirige Luis Atienza, junto con los actuales responsables del Ministerio de Industria ha conseguido ser ‘transportista único’. Y sin despeinarse, aunque los problemas de desarrollo de las redes eléctricas sigan dónde están.

Por tanto, fin de curso movidito, amenaza de decreto y la presidenta de la CNE, haciendo I+D+i y política exterior energética. Permanezcan atentos a las pantallas.

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