«Cuando la tarifa no refleja el coste real de la electricidad, ocurre que los que menos tienen y menos consumen pagan la electricidad a quienes más tienen y más consumen»

P.- ¿Cuáles son los puntos principales del programa electoral de Izquierda Unida en materia de energía?

R.- Nuestro programa se basa principalmente en tres planteamientos. Primero, la importancia del ahorro y la eficiencia energética. Proponemos una ley de ahorro y uso eficiente de la energía.

Segundo, la promoción de las energías renovables, con el objetivo de alcanzar un 30% de energías renovables para 2020. España puede lograrlo, y además es la única forma en la que España puede proyectar un liderazgo y puede generar empleo abundante. Es necesario orientar el modelo de desarrollo de forma distinta en el cambio de ciclo que estamos viviendo.

Las energías renovables podrían generar medio millón de nuevos empleos de calidad para el año 2020 si nos planteamos contar con un 30% de energías renovables. Para ello hace falta una ley de energías renovables que implante este objetivo y que dé estabilidad y seguridad al sector.

Tercero, la necesidad de establecer un calendario de cierre de las centrales nucleares. Cerrar Garoña ya, y establecer el calendario de cierre del resto de centrales en el primer año de legislatura. Proponemos que este calendario se elabore teniendo en cuenta la vida útil de las centrales y mediante un programa puente, favoreciendo las energías renovables y promoviendo actividades económicas que puedan combatir los efectos potenciales adversos allí donde se ubican las centrales.

P.- ¿Qué papel tendrá, según su programa, la energía nuclear en el mix energético futuro? ¿Cómo piensan sustituirla, en caso de reducir su participación?

R.- Si nos planteamos un mix energético en el que las renovables tengan un protagonismo del 30% y no del 20, está muy claro. Ese 10% es muy superior a lo que representa la energía nuclear en España, que sólo aporta un 5% del conjunto de la energía. La necesidad de usar la energía nuclear desaparecería totalmente. Las energías renovables están, sin ninguna duda, en condiciones de sustituir a la energía nuclear.

P.- ¿Creen que el aislamiento y la dependencia energética de España podría reducirse usando las renovables y descartando la nuclear?

R.- Se reduciría intensamente.

La eólica lleva un camino imparable, y es indispensable poder desarrollar la eólica marina. Hoy sólo contamos con 15.000 MW terrestres, y hay que ampliar hasta 30.000 o más, para lo que la eólica marina es esencial.

La energía solar todavía está por empezar. La energía solar térmica, en particular, puede ser una solución extraordinaria si se combina con biomasa, para suplir las horas en las que no hay sol. Es una alternativa que tiene mucho que decir en el sistema energético español.

P.- Desde distintas instancias se estudia cómo fragmentar la cuota de mercado de las empresas eléctricas actuales que operan en nuestro país, aplicando más subastas y limitaciones a la actuación de las empresas. ¿Cómo valora el grado de liberalización del sector energético español?

R.- Nosotros apostamos por una fuerte regulación, sobre la base de un objetivo, y a partir de ahí, dejar que opere el mercado. El horizonte energético 2030 debería de acordarse en el primer año de legislatura sobre la base del escenario deseable dentro de lo posible. Hay que potenciar al máximo las energías renovables, y permitir que aquellas operadoras que cuenten con una mayor proporción de energías renovables dentro del objetivo, y en mejores condiciones y precios, tengan ventaja sobre aquellas que provean menos energía renovable o con mayores costes.

Nuestra filosofía es la de combinar regulación y mercado, pero con un fortísimo marco regulatorio, claro y estable. En esas circunstancias, cada operadora está en posición de saber cuáles son las condiciones y opere en unas condiciones de mercado.

P.- ¿Cómo valora el funcionamiento del mercado mayorista de electricidad y el grado de competitividad del mismo? ¿Qué medidas proponen en este sentido?

R.- No estamos satisfechos. Hemos comprobado que, en muchas situaciones, utilizar carbón era más rentable que otras opciones. Y eso no ha beneficiado a la reducción de emisiones, que en 2007 aumentaron. Es preciso aplicar una corrección importante, y ahí es donde se hace necesario un marco regulatorio fuerte y bien orientado al apoyo de las renovables.

Hay otra consideración a tener en cuenta: la movilidad. Buena parte de la energía se pierde en los combustibles necesarios para el transporte. El sistema de movilidad español es un caos, no existe una política directriz. La movilidad está en un crecimiento fuera de control, en unas condiciones nefastas desde el punto de vista de la accesibilidad al transporte, y por otro lado la única alternativa que se apoya de verdad es el transporte por carretera, y secundariamente, del AVE. Se está abandonando completamente el ferrocarril convencional, y una gestión inteligente de la movilidad de nuestros ciudadanos.

Sólo hay que mirar hacia el transporte público, que está saturado. Para quienes usamos el metro, a las horas punta no cabemos. Sin embargo, sólo el 14% de los ciudadanos y los trabajadores utilizan el transporte público para trasladarse a su lugar de trabajo. Eso significa que falta mucho transporte público, ya que éste sólo absorbe un 14% de los desplazamientos relacionados con el trabajo. Desde el punto de vista energético, esto es un desastre, porque implica unas necesidades de consumo de energía cada vez más cara, y en un sistema negativo energéticamente, económicamente, ambientalmente, y para la salud, ya que contamina las ciudades. 16.000 trabajadores mueren al año por culpa de la contaminación atmosférica y 400 yendo y viniendo del trabajo.

P.- En materia de la tarifa eléctrica, la legislación europea prevé la desaparición de la tarifa regulada. Además como Vd. conoce nuestro país va engrosando cifras cada vez mayores de déficit tarifario (insuficiencia de la tarifa para atender costes de generación) ¿Cuál es su posición en esta materia, abordar la subida de tarifas que equilibre los costes, aumentar el déficit tarifario de manera indefinida?

R.- Cuando el precio de la tarifa no se corresponde con el coste real de la electricidad, lo que sucede es que la electricidad la pagamos todos, es decir, que no la paga quien la usa. Se produce una transferencia de rentas desde los que menos tienen, y por tanto menos usan la electricidad, hacia los que más tienen y más consumen. Apoyamos que los precios se acomoden a los costes, pero globalmente, no para todos los ciudadanos por igual. El derecho al acceso a la energía eléctrica es un derecho elemental, que hay que garantizar para todo ciudadano, independientemente de su renta. Por tanto, debe haber un tramo de la tarifa, el primer tramo de consumo, perfectamente accesible, que sea intocable. Pero en cuanto vayan aumentando los consumos, hay que aumentar la tarifa. Y a mayor consumo, el tramo de aumento de la tarifa debe ser mayor. Eso nos permitiría alcanzar dos objetivos: por un lado, desincentivar el derroche, y por otro, hacer un sistema justo, que garantice el acceso a la electricidad para todos los ciudadanos. Para lograrlo se necesita una regulación muy fuerte, y que el mercado opere dentro de ese sistema.

P.- Independencia de los reguladores. ¿Considera que es necesario abordar con celeridad esta cuestión en el ámbito energético? ¿Qué actuaciones proponen para aumentar la independencia del regulador energético, sobre todo teniendo en cuenta que se renuevan cuatro puestos una vez pasadas las elecciones?

R.- Es necesario abordarla, pero en la dirección que he planteado. Por eso creemos que son necesarias cuatro reformas legales: la ley de movilidad sostenible, la ley de uso eficiente de la energía, la ley de energías renovables y una reforma de la fiscalidad en su conjunto. No pensamos que haya problemas derivados de la mayor liberalización ni la mayor capacidad de actuación de los operadores sino en que los operadores puedan actuar sobre los objetivos que son socialmente deseables.

P.- ¿Cuál es la posición de su grupo político y del programa electoral de su partido en materia de energías renovables? ¿Cuáles serán sus actuaciones de cara a fomentar el desarrollo de las energías renovables? ¿Qué objetivos se plantean y a qué plazo?

Un 30% de energías renovables para 2020. Una ley de energías renovables debe garantizar que a través del sistema de primas y a través de otro tipo de ayudas como a la I+D+i, podamos hacer de las energías renovables un sector puntero no solamente para la economía de nuestro país sino con una dimensión europea e internacional. Las políticas públicas y el gasto público deben apoyar totalmente el desarrollo de las renovables sin limitación. La idea de que está habiendo un apoyo excesivo a las renovables está equivocada; la energía que ha recibido verdadero apoyo en este país, incondicional e inconmensurable, ha sido la energía nuclear. Creemos que España tiene las condiciones económicas y tecnológicas para dar un apoyo ilimitado a las renovables.

P.- ¿Y en materia de reducción de emisiones contaminantes?

R.- Hay que cumplir el protocolo de Kyoto y prepararse para cumplir los compromisos posteriores. Cualquier política energética (el escenario 2030) tiene que ser coherente con el protocolo de Kyoto y con los compromisos que posteriormente se van a alcanzar en el ámbito de la comunidad internacional. Ninguna política energética será válida si no es coherente con el cumplimiento de tales objetivos.

P.- ¿Cuáles son sus planteamientos en materia de detracción de derechos de emisión de carbono?

R.- La Comisión Europea ha apoyado la subasta, y nos parece bien. También nos parece bien que la propuesta de la CE de que el 20% de lo recaudado por la subasta tiene que ir a políticas climáticas.

P.- Intervención pública en el sector empresarial español. El grado de liberalización del sector energético español es mucho más alto que en otros países. Del mismo modo, el sector público de otros países participa empresas como Enel o EDF y con un proteccionismo regulatorio mayor, lo que debilita la posición de nuestras empresas. En este contexto, ¿cómo ven una posible toma de control de Iberdrola por parte de EdF y, en su caso, ACS?

R.- Creemos que plantearía problemas de todo tipo. No nos gusta que, por un lado, una compañía pública extranjera se pueda hacer con una compañía española, y menos cuando la orientación de esa compañía es absolutamente pro-nuclear. No nos parece aceptable que EDF pueda hacerse con Iberdrola, y menos con una compañía que ha demostrado que su apuesta por el sector de las renovables ha sido una apuesta acertadísima. Iberdrola tiene potencial de avanzar mucho si se sigue orientando en esa dirección.

Creemos que la entrada de EDF haría que las decisiones de Iberdrola pudieran depender de los intereses que en un momento dado pudieran tener otros, y creemos que pretendería influir sobre la política nuclear española. Teniendo en cuenta que la mayoría de los ciudadanos españoles son contrarios a la energía nuclear, no se debería dejar presionar de ninguna manera por el hecho de que Francia tenga interés en vender tecnología nuclear a España.

P.- ¿Cree que se debería reclamar en la próxima legislatura a la Unión Europea, con mayor firmeza, una mayor simetría en los procesos de privatización y liberalización del sector energético?

R.- La Unión Europea debería de preocuparse más por que el desarrollo energético fuera coherente con los objetivos de cambio climático y coherente con el desarrollo sostenible que no en liberalizar fuertemente algo que creemos que es un bien público esencial. Creo que la UE ha presionado excesivamente hacia la liberalización y que debe haber un replanteamiento del conjunto de las políticas energéticas de la UE desde esa perspectiva.

La posición de Izquierda Unida en materia energética no se limita a una situación coyuntural o temporal. Creemos que el desarrollo de España y su economía dependerá de las decisiones energéticas que se adopten hoy. No sólo nos jugamos asegurar el suministro energético, sino nuestro propio modelo de desarrollo y su sostenibilidad o insostenibilidad.

La producción y el modelo energético de mediados de siglo no se parecerá a lo que conocemos hoy. Las economías que se hayan adaptado a los requerimientos de sostenibilidad y cambio climático serán confortables y darán beneficios a sus ciudadanos, y sucederá lo contrario con las que no se hayan adaptado. Se trata de una visión estratégica de conjunto.

En el futuro, la energía será el vector de la economía española. Nuestro país tiene la posibilidad de ir hacia un nuevo modelo de industrialización basado en la energía. Es algo que ocurrirá en España y en el mundo, y es por tanto aquí donde nos jugamos un futuro modelo sostenible, económica, social y ambientalmente.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *