Convulsión política por el apagón de Barcelona

Las crisis siempre tienen la virtualidad de poder servir de elemento catalizador de problemas de fondo. Por eso, el problema del gravísimo incidente en Barcelona que sigue manteniendo a ciudadanos sin suministro y a la ciudad casi en un estado de excepción (camiones generadores por toda la ciudad, tendido de cables de forma urgente, turnos rotatorios de suministro de electricidad en determinados barrios, fuerte indignación pública, caceroladas, serías revueltas cívicas y ciudadanas, etc…) amenaza directamente a los responsables del ámbito de la energía en nuestro país, todos ellos catalanes, casualmente, y alguno como el ex Alcalde de Barcelona, Joan Clos, especialmente ligados a la ciudad, con el agravante de que el presidente de la Generalitat José Montilla, también fue Ministro de Industria.

El enfado sonoro es el de los ciudadanos. El primer enfado sordo es el del sector empresarial catalán, que ven como el coste en tiempo y en imagen pública que ha supuesto tener a tres catalanes al frente de la energía (Joan Clos, Ministro de Industria, Ignasi Nieto, Secretario General de Energía y Maite Costa, Presidenta de la Comisión Nacional de Energía), no consigue resolver los problemas energéticos y de redes de Cataluña. Por otra parte, tampoco se aprecia una defensa de los intereses de las empresas catalanas de energía, sino más bien al contrario como se aprecia en la actuación del Ministerio en sus últimas decisiones, referidas a Sonatrach y al Plan Nacional de Asignaciones referidas a Gas Natural, cuestiones que hoy mismo aparecen recogidas en nuestras páginas. El segundo enfado procede del propio gobierno de la Generalitat, que ve cómo la situación empeora por momentos y también puede afectar a los gobiernos autónomo y municipal, lo cual no estaba en ninguna cábala.

En este sentido, ayer en la presentación de la memoria de la Comisión Nacional de Energía, cundió el rumor de la posible dimisión de Maite Costa, presidenta del organismo (petición que cada cierto tiempo se hace más insistente en los círculos especializados). Algo que además se alimentó con la forma en la que la propia Costa evitó responder a las preguntas de varios medios de comunicación.

Por otra parte, en días pasados han cobrado fuerza en el sector como se han transparentado desde distancias instancias de Industria las fuertes disensiones entre el Secretario General de Energía, Ignasi Nieto y Jorge Sanz, Director General de Energía y Minas (segundo de Nieto, procedente de la etapa anterior y de Intermoney), especulándose también con una remodelación de la CNE y del Ministerio de Industria, que podría pasar por un intercambio de puestos entre el Director General de Energía y Minas en Industria y el actual Director de Regulación de la CNE (José Manuel Revuelta) al que se le conoce buena sintonía y fuerte una relación directa con Nieto. Otra alternativa a la sustitución de Sanz podría ser la de Francisco Maciá, actual Subdirector General de Planificación Energética, lo que buscaría intentar contentar nuevamente a Cataluña y a los sectores cercanos a Red Eléctrica.

En todo ello, las ‘familias socialistas’ cercanas a la energía también están atentos a lo que podría pasar y tomando posiciones al respecto. Desde el grupo más cercano al ex Ministro, Juan Manuel Eguiagaray, hasta Intermoney con Miguel Ángel Lasheras o el propio Ministerio de Economía, con David Vegara.

Es evidente que, en el ámbito de la energía, el Gobierno está empezando a recoger frutos de una erosión gestora importante y, probablemente, dado el dinamismo de este sector, debería tomar cartas en el asunto con rapidez, pese a que no se haya visto afectada este área por la ultima remodelación del Ejecutivo. Máxime cuando el comportamiento de Red Eléctrica, consiguiendo de los actuales responsables de Energía en el Ministerio de Industria, convertirse en transportista y monopolista único, condicionando la regulación y el acceso a la red de determinadas tecnologías y con una capacidad de creación de nuevas autopistas de transporte insuficiente para responder a la demanda que procede de la generación y el consumo, tal y como denuncian los expertos.

Y, todo ello, agradeciendo la ‘bondad climática’ de este verano ‘fresquito’ que salva el precio de la energía, el déficit tarifario y posibles apagones en los lugares más críticos que ya había identificado Red Eléctrica. Por eso, la descoordinación y mala imagen que ha reflejado la respuesta de la Administración central en este problema, incluso en las intervenciones públicas de Clos y Atienza (focalización e ingenieria respectivamente), el conocimiento del origen y la responsabilidad de este accidente y también de su propagación masiva, el análisis profundo de la dinámica sectorial y el comportamiento del transportista en materia de inversión en nuevas redes y el propio estado de las redes de transporte en Cataluña particularmente hacen que se exija a corto plazo respuestas para dar transparencia ante un hecho de estas características y tal gravedad.

A propósito, en todo el gran escándalo de lo que está pasando en el apagón de Barcelona ¿dónde está Ignasi Nieto?

Permanezcan atentos a la pantalla. ¿Será un otoño caliente?

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *