¿Cómo eran las subastas CESUR?

A través de las respuestas a 8 cuestiones, explicamos cómo eran las subastas CESUR.

1- ¿Qué diferencia había entre el pool eléctrico y las subastas CESUR?

El mercado mayorista o pool determina el precio diario de la electricidad. A través de un mecanismo simple de oferta y demanda se establece la cantidad que se ha de pagar a los productores de energía. Red Eléctrica de España (REE), en calidad de operador del sistema eléctrico, realiza una estimación de la demanda eléctrica que España tiene cada día. En ese momento los productores comienzan a presentar las diferentes ofertas, siendo aceptadas, en consecuencia, las necesarias para cubrir las necesidades de la demanda y buscando la máxima eficiencia económica. El precio final de la energía, expresado en euros por megavatio hora (MWh), queda por tanto fijado en el punto en el que la demanda del día siguiente queda cubierta por completo. Es el precio con el que serán pagados todos los productores.

2- ¿Por qué una subasta?

La finalidad de la subasta era fijar un precio estable para cada trimestre a los consumidores de la TUR (Tarifa de Último Recurso) que, después de la reforma energética del Gobierno, ha pasado a denominarse Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC), al que están adscritos 16 millones de clientes en España. Este precio cubría los riesgos de los Comercializadores de Último Recurso (CUR), que desempeñan un papel esencial en el sistema eléctrico al ser los encargados de hacer llegar la electricidad al consumidor. De este modo, puesto que el precio real de la electricidad se determina en el mercado diario o pool eléctrico, si este precio real resultaba mayor o inferior que el de la CESUR, las correspondientes pérdidas o ganancias eran asumidas por aquellos agentes cuyas ofertas habían sido aceptadas en la subasta eléctrica y compradas por los CUR.

3-¿Qué normas regían las CESUR?

La Secretaria de Estado de Energía es la que se encargaba de establecer las características específicas para cada una de las subastas CESUR. Así aconteció con la vigesimoquinta y última subasta CESUR, cuyas características se fijaron mediante resolución de la Secretaría de Estado del 20 de noviembre de 2013, publicada oficialmente en el Boletín Oficial del Estado de 2 de diciembre. En la resolución se fijan diversas características de la subasta eléctrica a celebrar, entre otras, las cantidades máximas a subastar por cada tipo de producto, el periodo de liquidación y su fecha de celebración.

4-¿Qué se subastaba en la 25ª subasta CESUR y quién compraba?

Para la vigesimoquinta subasta, la Secretaría de Estado de Energía determinó que se subastarían 2.500 MWh para el producto base y 333 MWh para el producto punta. Es el volumen objeto de subasta, dividido en productos que son adquiridos por los cinco CUR en las cantidades prefijadas por la Secretaria de Estado. En el caso de la 25ª subasta CESUR, se determinó que las cantidades para cada comercializadora fueran 1.104 MWh por Endesa, 839 MWh por Iberdrola, 480 MWh por Gas Natural, 44 por HC-Naturgas y 33 por E.ON.

5-¿Quién vendía en la subasta CESUR?

En el caso concreto de la 25ª subasta eléctrica, participaron 36 agentes: su identidad no se hace pública, pero es conocido que en las subastas participaban entidades financieras, traders y también los compañías eléctricas pero, tal y como reivindicaron desde la patronal UNESA, su influencia sobre el precio final resultante de la subasta apenas es del 10%. Estos agentes se comprometían a comprar la energía en el mercado diario para abastecer a los comercializadores en la cantidad adjudicada. Para ello, presentaban ofertas en la subasta CESUR que iban retirando a medida que el precio descendía. Siempre hasta un límite: el punto en el que se ajustaba oferta y demanda.

6-¿Cuál era el objetivo de los vendedores de la subasta?

Es un planteamiento básico sobre el funcionamiento de la subasta CESUR. La prioridad de los ofertantes es que sus ofertas fueran las aceptadas en detrimento de las del resto de ofertantes: una subasta en un entorno competitivo. Por tanto, lo más importante es que, en la medida en que el precio se iba reduciendo, los ofertantes iban retirando sus ofertas ya que consideraban que iba aumentando progresivamente su riesgo de no obtener ganancias e incurrir en pérdidas a la hora de comprar la energía en el pool a lo largo del trimestre subastado. Así hasta que la oferta y la demanda se igualaban. En consecuencia, la información de la que disponían los ofertantes durante el desarrollo de la subasta es vital.

7-¿De qué información se disponía durante el transcurso de la subasta CESUR?

En primer lugar había un tramo ciego, sin información, cuando el exceso de oferta superaba en un 200% a la demanda. Cuando bajaba de ese porcentaje, el administrador de la subasta daba a los agentes al final de cada ronda una información aproximativa sobre el exceso de oferta global a través de rangos que disminuían desde el 200% en un 25% hasta llegar al 100%. A partir de este punto solamente había dos peldaños más: un rango en el que el exceso de oferta se encontraba entre el 100% y el 66%, y otro final en el que el exceso de oferta era menor del 66%; en este punto, con la casación con la demanda cada vez más cerca, cada uno de los ofertantes ponía a prueba su aguante para ver hasta qué precio, cada vez menor, podía mantener su oferta y así conseguir su objetivo: hacerse con algún producto de la subasta.

8-¿A quién correspondía la supervisión del proceso?

Según la resolución de la Secretaría de Estado de 20 de noviembre de 2013, las tareas de supervisión corresponden a la CNMC, que designó a dos representantes para actuar en la subasta en nombre del organismo regulador. Estos representantes contaban con plenos poderes en la función de supervisión de la subasta y, especialmente, a los efectos de confirmar que el proceso se había realizado de forma objetiva, competitiva y no discriminatoria y a la hora de validar los resultados. En dicha resolución se especifica que las incidencias que pudieran surgir antes, durante y después del desarrollo de la subasta, en relación con la aplicación de las reglas de la subasta, serán solucionadas por los representantes de la CNMC. El ministro José Manuel Soria, apenas horas después de la subasta, calificó el resultado de la misma como «inaceptable» e instó a la CNMC a elaborar un informe para esclarecer “si ha habido manipulación, si no ha habido transparencia o si no ha habido competencia”. La realidad es que la CNMC ya estaba habilitada de facto para dar su parecer sobre la subasta.

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