Cinco países de Europa han presentado más de un centenar de requisitos al proyecto del gasoducto que Rusia proyecta construir en el báltico

Cinco países de Europa han presentado al menos 129 requisitos, y otros cuatro varias objeciones al proyecto de construir un gasoducto submarino por el mar Báltico destinado a transportar gas desde Rusia a Alemania, reveló la prensa.

Los requisitos fueron presentados por entidades gubernamentales de Rusia, Finlandia, Suecia, Dinamarca y Alemania, países con jurisdicción territorial sobre la obra, en consultas celebradas esta semana en Estocolmo, informó el diario ruso «Vremia Novostei«.

Las objeciones corresponden a Lituania, Letonia, Estonia y Polonia, países sin jurisdicción sobre la zona por la que pasará el gasoducto, pero directamente afectados por su vecindad.

Las exigencias abarcan parámetros técnicos, asuntos relacionados con la seguridad de las obras y protección del medio ambiente, indicó Serguéi Serdiukov, director técnico del consorcio Nord Stream AG, operador del proyecto. Nord Stream, con sede en Estocolmo, está integrado por la empresa Gazprom, monopolista del sector del gas en Rusia, y las alemanas E.ON Ruhrgas y BASF.

Serduikov subrayó que el requisito del Gobierno alemán de que la tubería en su territorio yazca en un canal especial de protección puede cuestionar la viabilidad del proyecto. Explicó que el tramo de gasoducto cubierto (en territorio alemán) tendría una temperatura diferente al resto de la tubería que yacerá descubierta en el fondo del mar, y que esa diferencia de temperaturas puede bloquear el flujo del gas. «Nuestros especialistas trabajan a toda marcha en la búsqueda de una solución a este complicado problema tecnológico», subrayó el ejecutivo.

Según Serdiukov, el país que presentó más exigencias fue Finlandia, con 50, Alemania y Suecia hicieron 29 reclamaciones cada una, Dinamarca cinco y Rusia apenas uno. Añadió que las objeciones que presentaron Lituania, Letonia y Polonia constaban de cinco puntos cada una, y la de Estonia tenía doce.

De 1.200 kilómetros de longitud, el gasoducto de Europa del Norte (NEGP), el mayor del continente, unirá el puerto ruso de Viborg (San Petersburgo) con el de Greifswald en Alemania. Con una capacidad de 27.500 millones de metros cúbicos de gas anuales, la mayor parte del gasoducto pasará por el fondo del mar Báltico, y en una primera fase tendrá ramificaciones a Finlandia, Suecia y el enclave ruso de Kaliningrado, entre Polonia y Lituania.

En una segunda fase, el gasoducto, con un costo de 4.600 millones de euros, llegará a Holanda y Reino Unido, con lo que doblará su longitud hasta los 3.000 kilómetros y su capacidad hasta los 55.000 millones de metros cúbicos de gas anuales.

El gasoducto del Báltico permitirá a Rusia suministrar gas a Europa directamente, sin depender de países de tránsito, como Ucrania, Polonia, Letonia, Lituania y Estonia, países con los que Moscú mantiene unas relaciones tensas.

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