El optimismo económico da alas a los precios del crudo

El precio del barril de Petróleo Intermedio de Texas (WTI), referente en EEUU, acabó el jueves una semana más corta de los habitual en los 84,87 dólares, tras apuntarse desde el lunes una subida de 4,87 dólares, el 6,08%.

El Brent cerró el mismo día en los a 84,01 dólares, después de registrar una subida semanal de 4,72 dólares, similar al crudo de Texas.

Por su parte, el petróleo de la OPEP es el que menos varía, ya que pasa de los 77 dólares del pasado viernes a los 78,70 del miércoles, el último día de cotización esta semana.

Tanto el crudo tipo Texas como el Brent alcanzaron cotas que no se veían desde octubre de 2008, cuando empezó lo peor de la crisis económica mundial.

Aún así, el precio en lo que llevamos de año ha variado menos que en épocas anteriores, manteniéndose en la banda de los 70-80 dólares la mayor parte del tiempo. En 2008, por ejemplo, tocó un máximo histórico de 146 dólares en verano y se desplomo hasta los 35 dólares en el invierno.

En el primer trimestre de 2010, los precios del crudo «se mantuvieron en general dentro del margen de 70-80 dólares», una «estabilidad que no se veía desde mediados de la década de 1980», indicaron los analistas de la consultora JBC Energy.

El encarecimiento del crudo esta semana ha estado motivado por los buenos datos manufactureros en China y Japón, el segundo y tercer consumidor mundial de energía, además de otros datos optimistas procedentes de EEUU.

La agencia de evaluación de riesgos Fitch avaló los sentimientos alcistas del mercado al aumentar hasta el 2,8% su previsión de crecimiento para las principales economías en el 2010, frente al 1,9% que había pronosticado en diciembre.

El crecimiento global se fundamentará sobre todo en el avance de más del 7,5% de las economías emergentes de Brasil, Rusia, India y China. Todo esto hace indicar, según la agencia, que la recuperación iniciada a finales de 2009 está «cobrando impulso».

A las perspectivas de un buen crecimiento económico se unió el debilitamiento del dólar, lo que incentiva el encarecimiento de las materias primas, que se negocian con el «billete verde».

Algunos analistas han advertido que la subida del petróleo es un factor que puede jugar en contra de la recuperación económica, ya que la inflación puede frenar el consumo en un ambiente aún de muchas dudas.

Los analistas de JBC indican que la actual cotización de 84 dólares se puede superar si el panorama de crecimiento económico permanece a lo largo de todo el año.

Además, apuntan que el verdadero referente del encarecimiento del crudo son las principales bolsas del planeta, cuyas subidas o bajadas tienen un impacto directo en la cotización petrolífera.

Otro aspecto destacado esta semana en el mundo del petróleo ha sido la reunión de Cancún (México) en la que se citaron países productores y consumidores para revisar la situación de los mercados.

Los asistentes acordaron «fortalecer el diálogo energético» y trabajar para «entender mejor los factores detrás de la alta volatilidad de precios» en las últimas fechas.

El crudo roza los 80 dólares tras un ligero abaratamiento

El precio del barril de crudo Brent, el de referencia para Europa, concluyó la semana en Londres a 79,29 dólares, un 0,7% menos que el viernes anterior (79,88 dólares).

De forma similar, el Petróleo Intermedio de Texas (WTI), referente en América, terminó ayer a 80 dólares por barril, cuando una semana antes había quedado a 80,68 dólares/barril.

La última cotización conocida del barril usado como referencia por la OPEP -una mezcla de doce calidades de crudo, una por cada país miembros- fue la del jueves, de 77,03 dólares, lo que supone un descenso de 0,87 dólares respecto al jueves anterior.

Según el ministerio venezolano de Energía y Petróleo, tres fueron los factores causantes del descenso del valor del crudo esta semana: «El alto volumen de ventas en los mercados de futuro, la recuperación del dólar frente a otras divisas y un aumento en los inventarios comerciales de crudos en Estados Unidos».

No obstante, en los mercados de futuros el petróleo tuvo también impulsos al alza, principalmente al comienzo de la semana, cuando el barril de WTI alcanzó los 81,60 dólares, una subida que coincidió, como ya es habitual, con una ambiente optimista en las bolsas y una depreciación del dólar frente al euro y otras divisas.

Datos positivos sobre la economía, especialmente la de EEUU, abren la perspectiva de una reactivación de la demanda energética e invitan así a la compra de contratos de futuro de crudo.

Ese estímulo que se acentúa si cae el dólar, pues ello abarata las adquisiciones de materias primas que cotizan en el billete verde, como el crudo.

El euro cayó frente al dólar el jueves hasta un mínimo anual, al pagarse 1,328 dólares por un euro, pero la moneda estadounidense «se debilitó al día siguiente nuevamente después de que los líderes europeos alcanzaron un acuerdo para ayudar a Grecia» a salir de la crisis que sufre, destacó la asesora especializada JBC.

La consultora con sede en Viena también destacó la presión a la baja ejercida por los datos sobre los inventarios de crudo en Estados Unidos difundidos en la semana, que mostraron un «fuerte aumento de 7,25 millones de barriles, el mayor incremento semanal desde noviembre de 2008».

Pese a ello, los analistas en general constatan que los elementos que hace dos años provocaban inusitadas alzas en el precio, y los que causaron su desplome a fines de 2008, han dado paso a una relativa estabilidad y moderación.

El presidente de la OPEP y ministro de Recursos Naturales No Renovables del Ecuador, Germánico Pinto, defendió el lunes en Ginebra las ventajas de los actuales precios del petróleo.

Para Pinto, el nivel actual de los precios, entre los 72 y 80 dólares por barril, permite «a la totalidad de los productores hacer inversiones», que se habían ralentizado por la recesión.

Según los cálculos de la consultora británica CGES, la demanda mundial de crudo, tras retraerse en 2008 y 2009, podría recuperarse «al nivel que tenía hace tres años, antes de desatarse la crisis financiera».

Sin embargo, la situación del mercado ha cambiado y ahora el mundo cuenta con un mayor suministro que entonces, lo que debería evitar que se repita la escalada de entonces en los precios.

«Las tensiones del mercado que estuvieron impulsando al alza los precios del petróleo en 2007 y la primera mitad de 2008 han desaparecido», señala CGES en su informe mensual.

Recuerda que la producción de crudo de países no miembros de la OPEP, que parecía declinar, «reinició un crecimiento a inicios de 2009 gracias al lanzamiento de una serie de grandes proyectos en Rusia, el Golfo de México estadounidense y Brasil».

El petróleo se mantiene estable ante el mensaje tranquilizador de la OPEP

La decisión de los ministros de Petróleo de la OPEP en Viena el miércoles era la esperada en los mercados petroleros, y los precios del crudo bajaron notablemente tras los fuertes aumentos del martes y miércoles pasado.

Al final, el Brent europeo cerró la semana en 79,88 dólares por barril, un sólo 0,6 por ciento más que una semana antes, mientras que el WTI norteamericano terminó su cotización semanal en 80,68 dólares por barril, apenas 0,7 por ciento menos,

Por su parte, el crudo de la Organización de Países Exportaciones de Petróleo (OPEP) se vendía el jueves, su último día de cotización conocida, a 77,90 dólares por barril, un 0,2 por ciento más que el viernes pasado.

Por eso, los analistas de la consultora JBC Energy de Viena destacaron el viernes en su boletín matutino que los precios se siguen manteniendo en una «más bien estrecha banda de entre 10 y 15 dólares», es decir de entre 70 y 85 dólares por barril, donde se encuentran desde octubre pasado».

Las bajadas de precios en la segunda parte de la semana se debieron, según los analistas, al avance que lograba el dólar estadounidense, algo que suele desalentar la inversión en materias primas que, como el crudo, se negocian en el «billete verde».

El dólar se ve beneficiado por los crecientes temores a la crisis de la deuda griega, que está poniendo en aprietos a la zona euro, señalaron los analistas de JBC el viernes.

Al final de su reunión, los ministros de la OPEP destacaron el miércoles que la economía mundial está «claramente repuntando».

El grupo advertió además de la persistencia de «serias amenazas» como el elevado endeudamiento de algunas economías desarrolladas, la necesidad de reajustes fiscales y monetarios justo en un momento de creciente desempleo y una mayor tendencia al proteccionismo.

No obstante, en el seno del grupo petrolero se impuso al final el optimismo: «Mirando la totalidad de la economía, esperamos que la situación mejore cada vez más», aseguró el presidente de turno de la organización y ministro ecuatoriano del sector, Germánico Pinto.

Los expertos de JBC Energy anticiparon la decisión de los ministros de la OPEP pero defendieron a su vez la necesidad de un aumento de la producción.

Es que según los cálculos de los analistas vieneses, el nivel de cumplimiento de las cuotas de producción (de un total de 24,8 millones de barriles diarios), es inferior al 50 por ciento.

Eso sugiere que «podría haber llegado el momento para una mejor alineación entre la producción pactada y el bombeo real», escribió JBC en su boletín del miércoles, antes de la reunión ministerial.

«Pero estamos hablando de una organización conservadora y cautelosa, que también puede aumentar de forma silenciosa sus volúmenes de producción de ser necesario», aseguró JBC.

En ese sentido, se entienden las conclusiones del secretario de la OPEP, el libio Abdalá El-Badri, quien afirmó que el grupo tiene «más de 6 millones de barriles diarios de capacidad excedentaria, lista para la producción».

«Estamos preparados para cualquier (necesidad) de aumento (de los suministros)», aseguró al término de la reunión ministerial de la OPEP en Viena.

Los precios del petróleo se mantienen estables ante la expectativa de que la OPEP mantenga fijo el bombeo

Tanto el barril de petróleo Brent, de referencia en Europa, como el Texas estadounidense cerraron el viernes con pérdidas moderadas respecto a las cotizaciones de la semana anterior.

Al finalizar la sesión en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), el Texas se cotizó a 81,24 dólares por barril, un 0,31 por ciento más barato que el viernes anterior.

Por su parte, el Brent marcó al cierre de la semana un precio de 79,39 dólares por barril en el Intercontinental Exchange Futures de Londres, un 0,6 por ciento menos que la cotización de hace una semana.

Esas leves pérdidas llegaron tras una inestable semana de continúas alzas y bajas, en las que los precios del «oro negro» reaccionaron a noticias de distinto signo.

Al comienzo de la semana, el anuncio de un plan franco-germano para defender la tocada economía griega de los ataques especulativos animó las compras de crudo y el alza de los precios.

Además, las positivas cifras de desempleo en Estados Unidos, anunciadas la pasada semana, siguieron insuflando optimismo sobre la recuperación económica y, en consecuencia, del consumo de crudo.

La alegría duró poco y el martes los precios bajaron ante el fortalecimiento del dólar, lo que encarece las compras de petróleo.

Al día siguiente, las cotizaciones evolucionaron al alza ante el anuncio de que las reservas de crudo en Estados Unidos subieron la pasada semana en 1,4 millones de barriles, pero quedaron en una cifra un 3,7 por ciento inferior al mismo periodo del año pasado.

Las reservas de carburantes y de combustible de calefacción bajaron y los precios de esos derivados se encarecieron.

También influyó la revisión al alza que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) hizo de las previsiones de consumo de crudo en 2009 y 2010, que elevó hasta 84,36 y 85,24 millones de barriles diarios, respectivamente.

En su informe mensual, el grupo con sede en Viena, sin referirse explícitamente a la conferencia ministerial que celebrará el miércoles, se mostró favorable a mantener sin cambios los niveles actuales de producción del grupo.

El propio presidente de turno de la organización, el ecuatoriano Germánico Pinto, aseguró que la actual estabilidad de los precios «…es conveniente para los países que producimos petróleo».

Venezuela, otro de los socios de la OPEP, apostó también por dejar las cosas como están y no modificar los niveles de producción.

En el tramo final de la semana, varios datos negativos empujaron a la baja los precios del petróleo.

La subida de la inflación en China y su posible efecto en la demanda de crudo, la caída de las importaciones en Estados Unidos y el descenso de la confianza de los consumidores estadounidense se aliaron para que las cotizaciones se depreciaran en las sesiones del jueves y viernes.

Los datos laborales de EEUU lanzan el precio del crudo casi a máximos de 2010

La primera economía del planeta destruyó 36.000 puestos de trabajo el mes pasado, un dato negativo, pero mejor que los 50.000 que anunciaban algunos analistas, lo que impulsó las subidas de las bolsas, el petróleo, y el conjunto de las materias primas.

Este dato positivo alentó las subidas, al igual que el pasado jueves las malas cifras del mercado inmobiliario en EE.UU. hicieron caer los precios. Esto demuestra la enorme volatilidad en la que se encuentra instalado el mercado del petróleo.

En cualquier caso, los precios de los principales crudos de referencia internacionales acabaron la semana con ganancias respecto a los siete días anteriores.

El Petróleo Intermedio de Texas, referente en EE.UU, subió el viernes un 1,6 por ciento, hasta los 81,5 dólares por barril, el precio más alto desde el 11 de enero. Ese tipo de crudo acumuló esta semana un incremento en el valor de sus contratos del 2,3%.

El crudo Brent, de referencia en Europa, acabó la semana en 79,89 dólares, un 1,71% más que el día anterior, y con una subida acumulada en la última semana de 2,3 dólares, un 2,8%.

Por último, el crudo de la OPEP cerró la primera semana de marzo en los 76,42 dólares, 1,8 dólares más que hace una semana.

Además de los datos laborales de EE.UU, los mercados acogieron bien el anuncio de que las autoridades chinas mantendrán las medidas para estimular el crecimiento, y esperan que este año la economía se expanda un 8%.

China lanzó el pasado año un plan de estímulo de 586.000 millones de dólares para hacer frente a la crisis, lo que permitió crecer al país un 8,7% en 2009. China es el segundo mayor consumidor mundial de crudo después de EE.UU.

La OPEP espera que la demanda petrolífera de China aumente en 2010 un 4,5 por ciento, unos 370.000 b/d, un crecimiento importante en un entorno de un consumo débil o en retroceso, como es el caso de Europa Occidental.

Por otra parte, varios socios de la OPEP han vuelto a incidir esta semana en que en la próxima reunión de la organización en Viena el 17 de marzo no se producirá ningún cambio en los objetivos de producción.

Antes, el secretario general de la organización que controla el 40% de la producción mundial ya había asegurado que la OPEP sería reticente a cualquier cambio si los precios se mantenían sobre los 75-80 dólares por barril.

Para algunos analistas el pulso que mantiene Irán, el segundo mayor productor de la OPEP, con la comunidad internacional por su controvertido programa nuclear supone un sobreprecio del crudo de entre 5 y 10 dólares como prima de riesgo.

Esta semana han vuelto a aumentar las tensiones después de que el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) reprochase a Teherán su falta de cooperación. Las potencias del Consejo de Seguridad ultiman las negociaciones para imponer una nueva ronda de sanciones como medida de presión para que la República Islámica congele su programa nuclear.

El órgano ejecutivo de la ONU ha impuesto tres rondas de sanciones a Irán por desatender sus demandas de que detenga el enriquecimiento de uranio ante las sospechas de que sus planes atómicos puedan tener una vertiente militar.

El precio del crudo cierra el mes de febrero con una ganancia del 9 por ciento

Esa importante alza durante febrero se produjo pese a la inestabilidad que acusó el precio de los crudos de referencia internacional durante una semana, que cerró el viernes las cotizaciones con ligeras pérdidas respecto al viernes anterior.

Con todo, el barril de Texas estadounidense alcanzó los 79,66 dólares en su última cotización del mes en la Bolsa Mercantil de Nueva York, con lo que ha ganado un 9,28 desde que comenzó el mes.

Por su parte, el Brent de referencia europea acabó la semana en el Intercontinental Exchange Futures con un precio de 77,59 dólares por barril, un 9 por ciento más que al comenzar el mes.

Por su parte, a la espera de que se anuncien las cotizaciones del último día del mes, el petróleo de referencia de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se ha revalorizado más de un 6 por ciento durante el mes de febrero. Pese a ello, el precio medio del barril OPEP durante el mes ha sido de 72,81 dólares, un 4 por ciento menos que la media de enero.

La semana comenzó bien para las cotizaciones del «oro negro». Un dólar a la baja frente al euro impulsó la inversión en crudos, que se vio también beneficiada por la decisión la semana pasada de la Reserva Federal de Estados Unidos de elevar los tipos de interés que cobra a los bancos.

Ese paso fue interpretado por los mercados como una señal de que la economía del mayor consumidor mundial de crudo continúa con su progresiva recuperación.

Pero la desconfianza generada de la grave recesión económica impidió que esa actitud optimista se mantuviera en el tiempo.

El martes, el Brent y el Texas perdieron con creces las ganancias de la jornada anterior tras hacerse público un estudio que refleja un aumento del pesimismo de los consumidores estadounidenses respecto de la evolución de la economía, lo que podría repercutir en un menor consumo de combustibles.

La montaña rusa de altibajos continuó al día siguiente, con alzas de hasta el 1,8 por ciento en el precio de los crudos internacionales, tras conocerse que las reservas de gasolina en Estados Unidos descendieron en 900.000 barriles, al tiempo que subían las existencias de crudo.

Pero el mazazo más fuerte de la semana llegó el jueves, cuando el Departamento de Trabajo estadounidense informó de que la semana pasada subieron las peticiones de subsidio por desempleo, hasta marcar la cifra más alta desde mediados de noviembre.

Las dudas que ese dato arrojó sobre la rapidez con la que se está recuperando la economía estadounidense hundieron las cotizaciones del Brent y del Texas un 2,3 por ciento.

El ascensor de precios terminó el viernes con subidas de hasta el 1,9 por ciento. Ese día, el dato que dominó la jornada fue el anuncio de que la actividad económica en EEUU creció en el último trimestre de 2009 a una tasa del 5,9 por ciento, más de lo que se había calculado inicialmente.

Otro elemento importante fue la petición del Fondo Monetario Internacional (FMI) de eliminar los subsidios que abaratan el consumo de combustible en muchos países para sanear las finanzas públicas y combatir el cambio climático.

El FMI ha instado reiteradamente a la supresión de esas subvenciones, usadas en países como Arabia Saudí, Irán, Venezuela y Ecuador, porque incentivan el consumo excesivo y suponen una gran carga presupuestaria.

Los precios del crudo rozan los 80 dólares por barril en una segunda semana al alza

Así, el barril del Petróleo Intermedio de Texas (WTI) cerró la semana a 79,81 dólares, un 7,66% más que el viernes anterior (74,13 dólares), mientras que en el mismo período, el Brent avanzó hasta los 78,19 dólares, apreciándose un 7,73% respecto al cierre de la semana precedente.

La semana se inició con la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex) cerrada debido al festivo «Día de los Presidentes», y por lo tanto el WTI, de referencia para América, la abrió el martes, y lo hizo al alza, en medio de un ambiente comprador, apreciándose un 3,88%, el mayor porcentaje de subida en cuatro meses.

No reflejó así las preocupaciones desatadas por los planes del Gobierno chino de enfriar el ritmo de su crecimiento económico y la posibilidad de que EEUU recorte sus importaciones de crudo.

Al otro lado del Atlántico, esas noticias deprimieron el lunes el barril de petróleo, al crudo Brent, referente en Europa, que en el Intercontinental Exchange Futures (ICE) de Londres perdió un 0,53%.

Sin embargo, ya al día siguiente subía con fuerza, a la par del WTI, empujado por un debilitamiento del dólar, que abarata y favorece así las compras de contratos de materias primas, ya que cotizan en el billete verde.

Además, datos económicos como el crecimiento del sector manufacturero del área de Nueva York y las noticias de tensión en regiones petroleras, y el aumento de la preocupación por el polémico programa atómico de Irán, contribuyeron, asimismo, a dar alas al «oro negro».

Los precios se vieron también apoyados por declaraciones a la prensa del ministro argelino de Energía, Chakib Jelil, quien no descartó la posibilidad de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) pacte un recorte de sus suministros.

Jelil aseguró que todas las opciones permanecen abiertas ante la conferencia ministerial que la OPEP celebrará el 17 de marzo en Viena.

Más datos esperanzadores para la coyuntura mundial, como una mejora del ritmo de la recuperación de la economía japonesa e incrementos en la producción industrial y los permisos para la construcción de viviendas en EEUU, fortalecieron la expectativa de una recuperación de la demanda energética.

Estos factores sostuvieron la tendencia alcista el miércoles y el jueves, si bien más amortiguada que el martes debido a un nuevo aumento del nivel de las reservas almacenadas de crudo en EEUU, reflejo de una oferta excesiva.

La crisis de la deuda griega, mientras tanto, continuó pesando en los mercados, abaratando el euro y encareciendo el dólar, lo que a su vez tiende a frenar el alza de los precios del petróleo.

Así las cosas, la sostenida tendencia alcista de esos días llevó al WTI a rozar los 80 dólares/barril, claramente por encima de los 75 dólares que Arabia Saudí estima como el precio justo en estos momentos, tanto para los productores como para los consumidores.

No obstante, el valor del barril usado como referencia por la OPEP -una mezcla de doce calidades de crudo por cada país miembro- es algo menor y alcanzó el jueves los 74,49 dólares.

En lo que va de febrero, su precio medio se situaba en los 72 dólares, un nivel que, si bien es un 5,3% menor al promedio de enero (76,01 dólares), supera en un 73,9% la media de febrero del año pasado (41,41 dólares).

Los expertos de los expertos de JBC Energy pronostican que en los próximos años habrá un aumento de suministros que limitará la tendencia a la subida de los precios y vaticina que el Brent superará los 100 dólares/barril en 2013.

Al mismo tiempo, «vemos poco potencial para una caída de los precios a menos de 45 dólares por barril en el promedio anual», señaló JBC en un análisis del mercado.

El Gobierno español desprecia el Derecho europeo al incentivar la quema del carbón «nacional»

¿Cómo es posible compatibilizar las repetidas declaraciones en favor de la lucha contra el Cambio Climático y al tiempo subvencionar el aumento de las emisiones contaminantes de CO2 del sector eléctrico español en alrededor de un 20%? En este atolladero parece estar atrapado el Gobierno español y el actual Presidente de la Unión Europea: José Luis Rodríguez Zapatero.

El carbón en España produce menos del 15% del total de la luz eléctrica, pero este mortecino combustible fósil multiplica su capacidad destructiva ya que escupe a la atmósfera hasta el 27% de las emisiones de CO2. Además, el carbón español no sustituye nuestra funesta dependencia del petróleo, sino que se suma a la misma. Sólo el transporte motorizado con combustible del petróleo le gana en cifras de destrucción con un 33% de las emisiones de CO2.

El Presidente Zapatero prefiere que las empresas españolas de producción eléctrica dependan del consumo del carbón español y menos de las energías renovables mediante una temeraria política energética: que el Estado continúe subvencionando y reflotando una caduca minería extractiva sin viabilidad económica y la quema de un carbón nacional barato por las centrales térmicas productoras de electricidad.

El Gobierno español hace oídos sordos, y lejos de responder a las acusaciones europeas por la destrucción ambiental de la minería a cielo abierto (en parajes de alto valor ecológico reconocido internacionalmente y protegidos por las leyes ambientales europeas), prefiere dar centenares de millones de euros públicos más para financiar unos presuntos crimenes ambientales, que se paralizarían inmediatamente sin el apuntalamiento del dinero público que reciben. La minería extractiva de carbón sólo es rentable si es mantenida por el estado, si se inyectan continuadas cantidades masivas de dinero procedente de los ciudadanos contribuyentes.

Las subvenciones estatales a la extracción y quema del carbón recientemente aprobadas incumplen las leyes y reglamentos europeos que prohiben el reflote de sectores económicos en declive y carentes de rentabilidad. Las leyes de la Unión Europea para la liberalización del mercado energético no permiten proteccionismos en el mercado, salvo excepciones con una importante motivación social, como es la lucha contra el Cambio Climático para el caso de las ayudas públicas a las energías renovables.

Además, organismos como la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) y la Comisión Nacional de Energía (CNE), han realizado fuertes críticas sobre la distorsión del mercado y las «incongruencias» de subvencionar la quema del carbón. En términos de daños y pérdidas de valores ambientales, es altamente irracional aumentarlas mediante el artificial consumo de carbón obtenido mediante suculentas subvenciones, cuando resulta que el actual mercado económico de la electricidad ya está expulsando del mix eléctrico al carbón, la fuente más contaminante de la atmósfera y generadora de inimaginables daños ambientales. En este caso, el mismo mercado tiene beneficios ecológicos ya que podría eliminar por sí mismo este combustible fósil tan destructor del clima.

Al convertir en ley unas medidas que «protegen» al carbón nacional, el Gobierno español elige ignorar las posibles vulneraciones del Derecho Comunitario sobre la competencia y el mercado interno, que prohibe a los estados miembros las medidas proteccionistas que no hayan sido específicamente aprobadas por la Comisión Europea.

El actual Presidente español de la Unión Europea pone así al descubierto el gran déficit europeísta que padece junto a la profunda falta de compromiso real con los retos ecológicos y la lucha contra el Cambio Climático que ha de afrontar la humanidad en su conjunto.

¡Vaya ejemplo de anti-europeismo el que está dando la recién estrenada Presidencia Española de la Unión Europea!

Página web de David Hammerstein: http://www.davidhammerstein.com/

El crudo sube más del 4% debido al frío y la expectativa de elevar el consumo

No obstante, las cotizaciones del «oro negro» volvieron a la baja el viernes, tras conocerse un aumento mayor de lo esperado en las reservas de crudo almacenadas en Estados Unidos.

También influyó con fuerza la preocupante situación de la deuda griega, pues la expectativa de una ayuda de la Unión Europea para la economía helena sostuvo el alza del crudo entre el lunes y el jueves, pero la falta de precisión en la concreción del plan acentuó el viernes la presión bajista.

Así, el barril del Petróleo Intermedio de Texas (WTI) para entrega en marzo cerró la semana en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex) a 74,13 dólares, con una caída del 1,52% respecto al jueves.

Sin embargo, frente a su valor de cierre del viernes precedente, el WTI se ha encarecido un 4,13%.

Más aún, en un 4,7%, subió en el mismo período el precio del crudo del Mar del Norte, el Brent, al quedar ayer a 72,90 dólares por barril en el Intercontinental Exchange Futures (ICE) de Londres.

El clima es uno de los factores más determinantes de la evolución de los «petroprecios» y las bajas temperaturas y tormentas de nieve de este invierno boreal, especialmente en la costa atlántica de Estados Unidos, ha despertado expectativas de mayor consumo de combustible para calefacción, y por ende, también de crudo.

Esa perspectiva se vio reforzada por la Agencia Internacional de la Energía (AIE), con sede en París, y de la Agencia de Información de Energía (EIA) estadounidense, pues ambas revisaron esta semana al alza sus cálculos sobre la demanda mundial de petróleo.

Basada en una mejora de la economía mundial pronosticada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), la AIE, defensora de los intereses energéticos de las industrializadas naciones de la OCDE, vaticinó que el consumo petrolero del planeta aumentará en 2010 un 1,8%, hasta los 86,5 millones de barriles diarios (mbd).

También la EIA mejoró su pronóstico al situar el consumo mundial en 1,2 mbd en 2010, y vaticinó una tendencia alcista de los precios de barril hasta los 82 dólares en el primer semestre del año.

Contrasta, frente a estas visiones, el informe mensual de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) publicado el miércoles, más cauteloso y escéptico.

«La lentitud de la recuperación de la economía mundial en 2010 pone presión sobre la demanda petrolera», advirtió la OPEP que, tras dos años consecutivos de retroceso en el consumo mundial de crudo, sólo prevé una ligera recuperación en 2010, de 810.000 bd, hasta totalizar los 85,12 mbd.

Por otro lado, el caos provocado por los temporales de invierno llevó a las autoridades de Washington, ciudad que recibió su mayor caída de nieve en un siglo, a aplazar dos días, hasta el viernes, la difusión de los datos semanales sobre los inventarios de petróleo.

Finalmente, la inesperada noticia de que 2,4 millones de barriles de crudo se habían acumulado en las reservas almacenadas del mayor consumidor energético del planeta fue una ducha de agua fría para las recalentadas expectativas de mayor consumo, y determinó la vuelta de los precios a la senda bajista.

A ello se añadió la situación que atraviesa la economía griega, la más grave en la zona del euro desde la creación de la moneda única europea.

Los mercados mostraron decepción ante el hecho de que los socios de Atenas en la zona del euro, aunque se comprometieron el jueves a ayudar, no precisaran ningún instrumento financiero concreto para contribuir a resolver la seria crisis de la deuda pública griega.

El crudo encadena su cuarta semana de retrocesos

El crudo tipo Texas, referente en EEUU, acabó la semana en Nueva York a 71,19 dólares, una caída del 2,3 por ciento respecto al último viernes de enero, presionado a la baja por el fortalecimiento del dólar y unos decepcionantes datos del empleo en Estados Unidos.

El Brent, de referencia en Europa, perdió incluso la cota de los 70 dólares al cerrar en 69,59 dólares, con una pérdida semanal acumulada del 2,6%.

El petróleo de la OPEP, por el contrario, se apreció casi un 2% respecto a la semana pasada al cotizar el jueves a 72,73 dólares, aunque con una bajada de más del 3% respecto al día anterior.

La semana ha estado marcada por la volatilidad, con subidas al inicio y notables caídas en las dos últimas jornadas, especialmente el jueves, que tiñó de rojo el mercado con la mayor depreciación del crudo en un solo día desde julio.

El precio del petróleo ha tenido que encajar así una caída del 16% desde que tocara el 6 de enero, con 83,18 dólares, su mayor nivel desde octubre de 2008. El valor del crudo se encuentra ahora a niveles parecidos a los de mediados de diciembre pasado.

El fortalecimiento del dólar respecto al euro debido a las dudas en los mercados sobre varias economías de la zona del euro por su abultado déficit, como Grecia, Portugal y España, ha tenido también un impacto en el mercado del crudo.

«Las preocupaciones por el Viejo Continente son altas ante la posibilidad de que puedan emerger peores noticias de la Europa del Sur y del Este, después de que Bruselas tuviera que poner bajo su control el presupuesto de Grecia», indicaron los analistas de la consultora de energía JBC.

Cuando el dólar se aprecia suele bajar el barril de petróleo debido a que el «billete verde» es la moneda para las transacciones con materias primas.

El euro se ha devaluado frente al dólar un 10% desde el 2 de enero, cuando se pagaban 1,51 dólares por cada euro, mientras que ayer se cambiaba a 1,37.

Además, han vuelto a inclinar la balanza los malos datos de la economía de EEUU y el aumento de las reservas de crudo en el mayor consumidor mundial de energía.

La economía de EEUU perdió 20.000 empleos en enero, frente a una moderada alza que preveían algunos economistas, y se destruyeron otros 150.000 puestos de trabajo en diciembre, comparado a una pérdida de 85.000 empleos que el Departamento de Trabajo había calculado con anterioridad.

Una merma del empleo tiende a presionar a la baja a los precios del crudo, al suscitar expectativas de una menor demanda de combustibles.

El miércoles, las reservas de crudo almacenadas en EEUU subieron de nuevo, esta vez en 2,3 millones de barriles respecto a la pasada semana, aunque el volumen total, de 329 millones, es un 6,1% inferior al de hace un año.

A esta situación se debe agregar otro cambio para entender las bajadas. Las subidas de enero se debieron en parte a las expectativas de una mayor demanda en los países emergentes, especialmente de China. Pero Pekín decidió poner algo de freno a la liquidez con una política monetaria más restringida, lo que ha elevado el temor de que el consumo de energía se resienta.