El apagón de Madrid y la distribución eléctrica

La avería que la semana pasada tuvo lugar en Madrid en una subestación de distribución de Iberdrola y que afectó a más de 40.000 usuarios, familias, usuarios domésticos, comerciantes, negocios, empresas, la Maternidad de O’Donell y hasta RTVE es una cuestión grave, que merece que se les preste atención de forma detenida y específica.

Una avería que tuvo una duración de más de 12 horas y que volverá a repetir la inclusión en el paisaje urbano de los generadores eléctricos por la ciudad, además de sumir a todos estos agentes en el proceloso y nunca satisfactorio mundo de las reclamaciones y recuperación de los daños sufridos. Por tanto, no puede pasar desapercibido un incidente de estas características, por otra parte, anunciados ya por muchos expertos que alertan sobre la situación de las redes en nuestro país, verdadero talón de Aquiles del sistema eléctrico.

Y, en primer lugar, porque empiezan a suceder episodios (especialmente en grandes ciudades españolas), que con cierta frecuencia afectan a la actividad de distribución eléctrica, verdadero ‘patito feo’ de la regulación energética española y cuya delicada situación requiere de soluciones por parte de la Administración y de los órganos de regulación energética. En segundo lugar, porque es necesario ser conscientes de la necesidad de que el suministro y la distribución en nuestro país deben ser coherentes con el desarrollo de nuestro país.

Es, por esto, una cuestión que incumbe especialmente a los órganos de regulación, de forma que se puedan extraer conclusiones sobre lo ocurrido y de sus responsabilidades cercanas y remotas, como ya reclamamos en su momento en el caso del apagón más grave de la historia reciente, el ocurrido en Barcelona, en julio de 2007, aunque en ningún caso sería comparable su magnitud. Del mismo modo, que hace más de un año, era necesario aclarar las circunstancias y responsabilidades, en que había sucedido el apagón que afectó a más de 350.000 personas en Barcelona. En ese sentido, la Comisión Nacional de Energía (CNE) extrajo conclusiones bastante claras que luego fueron “promediadas” (es un eufemismo) por los juegos de los equilibrios políticos en el ámbito del gobierno de la Generalitat.

Algo que no es probable que suceda en este caso a la vista de que sólo afecta en exclusiva a la distribuidora (el incidente se produce en instalaciones en propiedad exclusiva de Iberdrola) y a la propia posición que ya ha anunciado el gobierno de la Comunidad de Madrid, anunciando la máxima severidad y rigor en lo que se refiere a este incidente. Lo que si es evidente, es que habrá que estar atentos a la actuación inspectora y a la investigación. Por lo pronto, lo que cabe es restablecer cuanto antes la normalidad y el suministro a los ciudadanos, y en segundo lugar, la credibilidad en el funcionamiento de las instituciones para evitar que episodios así se vuelvan a reproducir.

El petróleo cae por debajo de los 100 dólares por primera vez desde marzo

La tendencia a la baja sigue así imparable pese a la decisión de la OPEP de reducir su oferta de petróleo y a la pérdida de gran parte del bombeo de los pozos del Golfo de México, debido al huracán «Ike».

La Organización de Países Exportadores del petróleo (OPEP), anunció el miércoles un recorte de su producción real, en un claro intento de frenar la reciente caída de los precios del crudo.

Así, el cartel petrolero, que controla el 40 por ciento de la producción mundial del «oro negro», decidió reducir en 520.000 barriles diarios (bd) el bombeo.

La inesperada medida responde a la percepción en la OPEP de que la oferta de crudo ha superado a la demanda.

«Dado que el mercado está sobreabastecido la conferencia acordó adherirse a las cuotas establecidas en septiembre de 2007, que totalizan 28,8 millones de bd, niveles que los países miembros se comprometieron a cumplir estrictamente», rezaba un comunicado divulgado al término de la reunión.

Este compromiso supone retirar del mercado la oferta excedentaria que algunos países miembros, sobre todo Arabia Saudí, que habían estado produciendo por encima de sus cuotas oficiales.

Por otra parte, Indonesia se ha retirado del sistema de cuotas de sus socios, y como Irak tampoco participa en ese reparto, la cuota total del resto de los 11 países miembros queda establecida en 28,8 millones de barriles diarios (mbd), frente a los 29,67 mbd vigentes hasta ahora.

El huracán «Ike» ha cortado el suministro de crudo

Sin embargo, el anuncio de que habrá menos crudo en circulación no ha servido, en principio, para atemperar la caída de los precios. Sobre todo considerando que el paso del huracán «Ike» por el Golfo de México ha cortado casi la totalidad del suministro de crudo que se extrae de esta región.

El pasado jueves, el Gobierno estadounidense anunció que las empresas petroleras que trabajan allí han suspendido casi el 97 por ciento de su bombeo de crudo y 93 por ciento de la de gas.

De los pozos del Golfo de México se extrae la cuarta parte del «oro negro» que se consume en EEUU.

Además, la prevista llegada este fin de semana del ciclón a Texas hace temer aún más estragos, ya que este Estado es el corazón de la industria petrolera estadounidense y sede de numerosas refinerías.

Pese a todo, las cotizaciones del petróleo en los mercados internacionales registraron importantes pérdidas y bajaron por debajo de los 100 dólares/barril, una situación no vista desde el pasado marzo.

En la Bolsa Mercantil de Nueva York, el Petróleo Intermedio de Texas (WTI) llegó a marcar el viernes una cotización de 99,99 dólares por barril, la primera por debajo de los 100 desde el pasado marzo.

El precio al cierre fue finalmente de 101,18 dólares por barril, más de 5 dólares por debajo de la cotización de hace una semana.

Esta marca supone que el crudo de referencia en EEUU ha perdido un 31 por ciento de su valor desde el récord histórico alcanzado hace sólo dos meses.

Por su parte, el Brent de referencia en Europa bajó el miércoles por debajo de los 100 dólares, la primera vez desde marzo, y acabó la semana en 97,58 dólares/barril, 6,5 dólares menos que el cierre del pasado viernes.

Acompañando esta tendencia, el «oro negro» de la OPEP cayó el martes por primera vez por debajo de los 100 dólares por primera vez desde marzo pasado, al venderse a 98,40 dólares.

Y es que el temor a la caída de la demanda está pesando más que cualquier otro factor.

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) revisó esta semana a la baja sus previsiones sobre la demanda mundial de petróleo para 2008 y 2009 por considerar que la ralentización económica y los altos precios del barril han afectado más de lo esperado las pautas de consumo en los países ricos.

En su informe mensual la AIE estimó que la demanda global será de 86,8 millones de barriles diarios este año, 700.000 barriles más cada día que en 2007, pero 100.000 menos de lo que había calculado el mes pasado.

Indiferencia tarifaria en Industria y la CNE

El mismo día que se conocía que el Ministerio de Industria se reafirmaba en su posición expresada por el propio ministro, de no revisar las tarifas hasta enero, se conocía también que la Comisión Nacional de la Energía (CNE) no tiene contemplado realizar una propuesta al Ministerio de Industria sobre subidas del precio de la luz para el cuarto trimestre. Si se hubiese decidido a aplicarla, la entrada en vigor se produciría el 1 de octubre.

Recordemos, que conforme al nuevo mecanismo, que comenzó a aplicarse en la revisión de julio, la CNE podrá elaborar un informe con una propuesta de revisión tarifaria, que servirá a Industria para diseñar una eventual orden ministerial con las modificaciones en los precios regulados.

Si hacemos un poco de memoría, la anterior revisión la que dio lugar a la denominada “tarifa social”, el organismo presidido por María Teresa Costa propuso una subida media del 11,3% para el tercer trimestre, hasta los 66,14 euros por kilovatio hora (kWh), al entender que este precio cubriría los costes totales del sistema y no generaría déficit tarifario adicional. Es decir era una propuesta para evitar que hubiese un aumento de los precios por encima del IPC.

Industria aplicó finalmente una subida media del 5,6%, que se sumó a la del 3,3% aplicada el 1 de enero del presente año. La orden ministerial vino acompañada de novedades polémicas como la introducción de la “tarifa social” o la nueva tarifa nocturna de discriminación horaria, en la propia polémica por la eliminación de la tarifa nocturna.

Por otro lado, el mismo día, el consejo de administración de la CNE aprobó un informe en el que se aprecia que el precio del mercado mayorista de la electricidad aumentó en los seis primeros meses del año 6,273 céntimos de euro por kWh, o un 16%, con respecto a la previsión de precio incluida en la tarifa integral. Así se recoge en el boletín mensual de indicadores eléctricos y económicos del regulador energético, en el que se aprecia que la demanda de electricidad aumentó un 2,81% en julio en términos interanuales, 0,48 puntos menos que en 2007.

Consecuencia o corolario: la subida de tarifas es una cuestión que no interesa a nadie. El Ministerio de Industria que percibe la propia debilidad del ejecutivo, como se ha podido comprobar en la última sesión del Parlamento, no va a afrontar este proceso que por momentos se torna en más delicado. En ese contexto, no parece propio invocar a una subida de tarifas. Por otra parte, la CNE actúa con docilidad, tampoco va a poner al Ministerio de Industria en el disparadero de hacerle un informe adicional que cuente las “verdades del barquero” y refleje que si al final se subió a mitad de año un 5,6 % la tarifa y los precios han subido hasta un 16 %, quiere decirse que sería necesario continuar subiendo la tarifa para no generar déficit tarifario adicional (déficit por tanto que si se está generando). Es tiempo de gestionar la renovación del organismo y el que esté libre de pecado que tire la primera piedra.

La legislatura es joven (aunque parece que hace una eternidad que comenzó), el petróleo da algún síntoma de moderación, el déficit corre…

La caída de la demanda arrastra a la baja los precios del crudo

La cotización del petróleo ha caído desde un techo de más de 147 dólares por barril a mediados de julio hasta menos de 107 dólares en el plazo de escasas semanas. Esto supone un descenso de 40 dólares en menos de dos meses, casi un 30 por ciento de su valor. Arabia Saudí, el mayor productor mundial, ha inyectado de forma unilateral más crudo en los mercados en los últimos meses para detener la tendencia alcista.

Riad ha venido repitiendo que un crudo excesivamente caro frenaría a largo plazo la demanda si terminaba por afectar a la economía mundial. Por el otro lado, países como Irán y Venezuela han defendido valores del crudo por encima de los 100 dólares como el precio «justo» del petróleo.

La OPEP ha venido insistiendo que la espiral alcista del crudo no se debía a la escasez de petróleo, sino que el precio estaba inflado por causas ajenas a la organización, como los problemas geopolíticos, el debilitamiento del dólar, la especulación y los cuellos de botella en el sector del refino.

El prestigioso Centro de Estudios de Energía Global (CGES, en sus siglas en inglés) ya preveía una «contracción significativa de la demanda» de los países ricos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que podía afectar a los precios.

Y lo que es más importante, en numerosos países emergentes que estaban tirando de la demanda durante la crisis económica, el recorte de los subsidios para abaratar los productos destilados dentro de sus mercados también está teniendo un impacto en el consumo.

En Nueva York, el crudo tipo Texas acabó la sesión el viernes en 106,23 dólares, acumulando una caída del 10 por ciento en seis jornadas seguidas de descensos. El crudo Brent, de referencia en Europa, cayó ayer más de dos dólares en el mercado de futuros de Londres, donde cerró por debajo de la barrera de los 105 dólares.

Estas caídas se producen poco antes de la reunión ministerial de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en Viena el próximo martes. En principio los analistas preveían que la OPEP iba a dejar sin cambios sus actuales cuotas de producción, pero con las fuertes bajadas algunos observadores ya vaticinan un posible movimiento en el nivel de bombeo para defender la barrera de los 100 dólares por barril.

El fortalecimiento del dólar ha sido otro de los aspectos de esta bajada. Si hace poco se cambiaban 1,60 dólares por cada euro, ayer el «billete verde» toco un máximo anual frente a la divisa europea al situarse en los 1,41 dólares, explica la consultora especializada JBC.

El avance de la moneda estadounidense frente al euro y otras monedas desanima a algunos inversores a adquirir materias primas que, como el oro y el petróleo, se negocian en esa divisa. El «billete verde» se ha beneficiado esta semana de las peores perspectivas de la economía europea en comparación con la estadounidense. El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, informó el jueves que habían revisado a la baja el pronósticos de crecimiento de la eurozona y había elevado el de la inflación para este año y el que viene.

Los malos datos del desempleo en EEUU también han ensombrecido las perspectivas al otro lado del atlántico. El viernes se supo que el paro subió por octavo mes consecutivo y se situó en agosto en el 6,1 por ciento, la peor cifra registrada desde septiembre de 2003.Por otra parte, el paso del huracán «Gustav», a pesar de no ocasionar grandes destrozos, afectó a la producción de crudo por el cierre de las instalaciones.

Los expertos prevén que los datos de reservas podrían reflejar en las próximas semanas el parón que el huracán «Gustav» ha provocado en la producción de petróleo y de gas en el golfo de México y en la actividad de las refinerías.

El verano de la energía solar fotovoltaica

Decíamos ayer… Ese sería el principio para unir el final del mes de julio y este principio de curso en lo que se refiere a la nueva regulación sobre la retribución de la producción de energía eléctrica a través de la tecnología solar fotovoltaica.

Un resumen corto de lo sucedido nos remontaría a junio del año 2007 en que se aprueba el R.D. 661/2007, sustituyendo al R.D. 434/2004. Una reforma, que no estando exenta de polémica, en el ámbito de la energía solar ya avanzaba su provisionalidad. En menos de un año, comenzaron los intentos de remoción de lo previsto para la energía solar fotovoltaica, dado a que las previsiones de crecimiento de potencia instalada superaron todas las imprevisiones, lo que precipitó su propia entrada en el período transitorio y, a finales de septiembre de este año, llegará su extinción definitiva.

En el momento inicial, el nuevo real decreto 661/2007, fija una retribución de 45 c€/kWh, con un período de aplicación de un año a partir del cumplimiento del 85 % del objetivo fijado en el Plan de Energías Renovables. Algo que precipita una “burbuja” que hace que la energía solar fotovoltaica se convierta en una especie forma de capitalismo popular como alternativa de inversión, en los momentos en que empezaban a dar los primeros signos de agotamiento el sector inmobiliario.

A partir de ahí, empiezan las negociaciones con el sector (sin contar el oprobio de la corrección de errores en agosto de 2008), que se ven interrumpidas con las elecciones generales y el cambio de equipo en el Ministerio de Industria. El nuevo equipo diseña, con menor fruición regulatoria, un nuevo Real Decreto, que se remite a la Comisión Nacional de Energía (CNE). Un Real Decreto que, en sus previsiones, supone un recorte muy importante para el sector. Tanto en la retribución que establece en 29 c€/kWh para las instalaciones de suelo y en 33 c€/kWh, como en los límites de instalación, que los fija en 100 MW en suelo y 200 MW en techo para 2009. Una reducción especialmente fuerte y severa que a juicio del sector supondrá un duro golpe al mismo y unos límites que los expertos consultados afirman que deberían ser “tendenciales”, aunque esa proporción de instalación repartida en suelo y techo sería hoy, casi impensable.

La Comisión Nacional de Energía emite su dictamen reclamando un período transitorio, como prinicipal aportación al decreto. Incluso, en alguno de los votos particulares que han formulado los Consejeros de la Comisión Nacional de Energía (en medio de una fuerte división en su Consejo), expresan como la tecnología solar puede haberse visto perjudicada al pasar por las horcas regulatorias en el momento en que se debe abordar la corrección del insano “déficit tarifario”. También solicitan una retribución y un período transitorio para evitar un ‘shock regulatorio’ en el sector de la energía solar fotovoltaica. Las estimaciones de una retribución transitoria que se han hecho públicas en los votos particulares, señalan que el coste de las mismas, sería mínimo y se conseguiría una transición más que razonable para el sector en su conjunto.

Es en estos momentos, en los que hay que pensar en conciliar los objetivos de política energética, con el desarrollo de un sector empresarial relativamente en su fase incipiente (aunque se haya visto al frente de esa burbuja) y en el que podemos desarrollar una potencia industrial, como ha sucedido en el ámbito de la energía eólica gracias, entre otras cosas a la regulación y su coordinación con el sector privado. Y, todo ello, con una visión gestora global, no parcial u oportunista del déficit tarifario.

En este caso, el Ministerio de Industria ha diseñado un mecanismo muy eficaz, el denominado método alemán, basado en el propio cumplimiento de los objetivos de instalación, que va ‘ajustando’ la evolución de la retribución de esta energía, según su cumplimiento. Algo que se podría hacer extensible, sin determinar límites de instalación para evitar excesivos mecanismos intervencionistas solapados, en este mercado. Y, por otra parte, habría que prever la incorporación de la energía solar también en el mercado eléctrico.

Decíamos ayer… antes del verano. El decreto ha pasado a su última fase legislativa, tras su paso por la Comisión Nacional de Energía a finales de julio. Previsiblemente, estamos muy cerca de que el decreto vea la luz, superando el suspenso y la incertidumbre, en que se encuentra el sector, a la espera de su regulación definitiva y del umbral cercano de finales de mes.

Es el momento del ajuste de este Real Decreto, con visión amplía, y con arreglo a la responsabilidad de promover la energía solar como un vector de desarrollo industrial y promoción de un mix energético futuro, renovable y diversificado.

Moderada subida del crudo por la tensión en el Cáucaso y el huracán «Gustav»

El petróleo volvió a subir moderadamente esta semana debido a las tensiones entre Rusia y Occidente por la crisis en el Cáucaso y los temores al huracán «Gustav» a su paso por el Golfo de México, donde Estados Unidos extrae una cuarta parte de su crudo.

Al finalizar la sesión del viernes en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), el Petróleo Intermedio de Texas (WTI) bajaba 13 centavos y cerró la semana a 115,46 dólares por barril (159 litros), tras un máximo semanal de 118,15 dólares. El precio de este tipo de crudo ha descendido un 7,5 por ciento o en 8,62 dólares durante el mes de agosto.

Los operadores de la bolsa de Nueva York no reanudarán su actividad en el parqué del Nymex hasta el martes próximo, por ser el lunes festivo en Estados Unidos.

Mientras, el barril de Brent, referente para el mercado europeo, cerró la semana a 114,05 dólares en el International Exchange Futures (ICE) de Londres, apenas 0,12 dólares menos que al término de la sesión anterior. En lo que va de mes, el crudo Brent, extraído en el Mar Norte, ha perdido un 8,9 por ciento, o sea, 10,13 dólares por barril.

Por su parte, el petróleo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), se movió esta semana entre los 110,61 dólares el lunes pasado y los 111,85 dólares el jueves, informó el secretariado del grupo petrolero en Viena. Desde el primero de agosto pasado el precio del petróleo de la OPEP, calculado como promedio de 13 tipos de crudos distintos, ha bajado 10 dólares, o sea, un 8,9 por ciento.

Según la consultora JBC en la capital austríaca, las moderadas subidas de esta semana se deben a la voluntad expresada por la Agencia Internacional de Energía (AIE) de liberar reservas estratégicas en caso de que «Gustav» alcance las instalaciones petrolíferas al inicio de la semana que viene.

También el Departamento de Energía de Estados Unidos ha anunciado que hará uso de sus reservas, similar a lo sucedido cuando el sur del país fue alcanzado por el huracán Katrina y Rita en 2005.

A medida que «Gustav» se aproxima al golfo de México, petroleras como BP, Royal Dutch Shell y ConocoPhillips han ido evacuando empleados de sus instalaciones ubicadas en esa zona.

El golfo de México genera el 25 por ciento de la producción de petróleo de Estados Unidos, así como el 15 por ciento de su producción de gas natural.

Los operadores también estuvieron pendientes esta semana pasada de la tensión entre Occidente y Rusia -segundo mayor productor de crudo en el mundo tras Arabia Saudí- como consecuencia del conflicto en el Cáucaso y el reconocimiento ruso de la independencia de las regiones separatistas georgianas de Abjasia y Osetia del Sur.

La prensa británica llegó a asegurar que Moscú prepara la interrupción del suministro de gas y petróleo como respuesta a posibles sanciones europeas contra Rusia.

Otro factor de interés es la reunión ministerial que la OPEP celebrará el próximo 9 de septiembre en Viena, en la que el cártel revisará su política de producción.

La OPEP podría recortar su producción, aunque lo más probable es que mantenga su actuales niveles de bombeo, según aseguró el ministro venezolano de Petróleo, Rafael Ramírez.

La fortaleza del dólar abarata el crudo en los mercados

La fortaleza del dólar frente al euro y otras monedas fuertes ha sido la causa principal del desplome del crudo en más de seis dólares por barril en los mercados internacionales al cierre de la semana, según los expertos.

El billete verde, que se ha fortalecido un 7,5 por ciento en pocas semanas frente a la moneda única, parece ser la principal fuerza del abaratamiento del oro negro, tras meses de un alza imparable que llevó el precio del barril (159 litros) a casi los 150 dólares.

La normalización del funcionamiento del oleoducto que transporta petróleo desde Azerbaiyán hasta Turquía, pasando por Georgia, también ha dado un respiro a los mercados.

Con todo, oscuros nubarrones se han cernido en las relaciones entre Occidente y Moscú por la invasión rusa de las repúblicas separatistas de Osetia del Sur y Abjasia a comienzos de agosto, lo que ha hecho temer por la continuidad del suministro de crudo ruso a las economías europeas.

Al mismo tiempo, la guerra de Georgia ha ahuyentado a los inversores de Rusia de una manera sólo comparable a la crisis de 1998, cuando el país se declaró en bancarrota.

La ausencia del capital extranjero, sumado al reciente descenso de los precios del crudo en los mercados internacionales, han causado una sangría de divisas en las arcas del banco central ruso en la segunda semana de agosto calculada en 16.400 millones de dólares.

En Nueva York, el precio del crudo de Texas bajó ayer un 5,44 por ciento ó 6,59 dólares, hasta los 114,59 dólares, mientras que cayeron con fuerza los valores de los combustibles, en una jornada en la que el dólar se fortaleció ante las principales divisas.

Sin embargo, el precio de esta variedad, de referencia en EEUU, subió casi un dólar respecto al cierre de la semana pasada.

Por su parte, el crudo Brent, de referencia en Europa, bajó ayer también más de seis dólares en el mercado de futuros de Londres, donde acabó en los 113,92 dólares ó 6,24 dólares menos que en la jornada anterior, lastrado igualmente por la vitalidad del dólar.

El Brent, que este jueves había subido cerca de seis dólares por la tensión entre EEUU y Rusia, reaccionó ayer de manera totalmente opuesta a la del principio de la semana.

En medio de esta volatilidad de los mercados, las miradas están puestas ahora en la reunión ministerial ordinaria que la OPEP celebrará el 9 de septiembre en Viena y en la que esta organización podría anunciar un recorte de la producción para aupar los precios del crudo.

En agosto, los 13 países de la OPEP habrán probablemente incrementado la producción en unos 400.000 barriles diarios, después de que Irán liberara parte del crudo que retenía como reserva, según un informe publicado ayer por la consultora PetroLogistics.

La reducción del bombeo se produciría cuando se prevé una disminución de la demanda en Europa ante una posible recesión en varios países de la eurozona, que algunos economistas consideran prácticamente inevitable.

El descenso de los pedidos industriales en Europa el mes pasado apunta en esa dirección, aunque banqueros centrales como el presidente del Bundesbank, Axel Weber, prefieren hablar de una fase de debilidad en Europa que podría durar sólo dos trimestres.

El petróleo sigue bajando tras confirmar la OPEP el descenso de la demanda por la crisis

Los datos sobre el descenso de la demanda y el aumento de la oferta de crudo al mercado empujaron los precios del petróleo a la baja, en una semana en la que el fortalecimiento del dólar ayudó también a la tendencia bajista de las cotizaciones.

En Nueva York, el crudo de Texas (WTI, referente en Estados Unidos) concluyó la semana a 113,77 dólares por barril, 1,43 dólares más barato que la cotización del pasado viernes. El nuevo precio del crudo Texas supone una reducción de su valor de 33,50 dólares o un 22,7 por ciento desde que el 11 de julio tocó un máximo histórico de 147,27 dólares/barril.

Por su parte, el Brent de referencia en Europa, marcó en el Intercontinental Exchange Futures de Londres un precio de 112,55, apenas 0,78 centavos menos que hace una semana.

El descenso de los precios tuvo su único contrapunto en la jornada del miércoles, cuando Texas y Brent subieron 2,32 y 2,99 dólares por barril respectivamente, al publicarse datos sobre la reducción de las existencia de gasolina y petróleo en EEUU durante la pasada semana.

Sin embargo, fueron los análisis mensuales publicados tanto por la OPEP y por la Agencia Internacional de la Energía (AIE), los que marcaron la evolución a la baja del «oro negro» al final de la semana.

El análisis de mercado de la OPEP confirmó que la desaceleración económica está reduciendo el consumo de crudo en el planeta. Según la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), la demanda de crudo registrará una tasa interanual del 1,17 por ciento en 2008 y del 1,03 por ciento en 2009, el nivel más bajo desde 2002.

«En las últimas semanas, las previsiones sobre la economía mundial se han deteriorado al surgir más evidencias de una desaceleración mundial», destacan los expertos de la OPEP en su informe de agosto sobre el mercado. Explican que esta situación económica ha tenido una clara repercusión negativa en el crecimiento de la demanda mundial de crudo.

Reflejo de ello es Estados Unidos, responsable de cerca del 40 por ciento del consumo mundial de gasolina, donde la demanda de este combustible en los primeros siete meses de 2008 ha sido el 1,7 por ciento menor que en el mismo período del año pasado, registrando así la primera caída desde 2004.

El propio Departamento de Energía calcula que el consumo de combustibles en EEUU ha descendido un 2,5 por ciento entre agosto de 2007 y julio de este año.

Al mismo tiempo, en los últimos meses han aumentado los suministros petroleros, tanto de la OPEP como de otros productores ajenos a la organización. Según las fuentes secundarias usadas en el informe del cartel petrolero, los trece países que integran la OPEP bombearon juntos una media de 32,64 mb/d en julio, 235.800 b/d más que el mes anterior, gracias a la extracción de barriles adicionales de Arabia Saudí, Irak, Nigeria, Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos.

La AIE indicó que ha constatado un notable aumento de la oferta global de petróleo en julio, que se incrementó en 890.000 barriles diarios hasta llegar a los 87,8 millones de barriles.

La organización, que representa los intereses de los países industrializados miembros de la OCDE, mantuvo sin embargo sin cambios su previsión de demanda mundial de petróleo para 2008, fijada en 86,9 millones de barriles diarios (+0,9% respecto a 2007). Para 2009, el organismo con sede en París prevé un crecimiento del consumo de apenas 70.000 b/d, un 1,1 por ciento más que en 2008.

Otro factor que contribuyó a afianzar la tendencia a la baja en el precio del crudo, ya experimentada la pasada semana, fue el fortalecimiento del dólar frente al euro.

Los descensos en los indicadores económicos de Alemania y Francia y la expectativa de que podrían subir los tipos de interés en EEUU en un plazo no lejano, tendieron a reforzar la posición del «billete verde» frente a la moneda única. Esta situación suele desanimar a los inversores a colocar fondos en materias primas que, como el petróleo o el oro, se negocian en dólares.

Paralelamente, el conflicto bélico en Georgia, zona de tránsito del petróleo del Mar Caspio hacia Europa, mantuvo a los mercados en tensión, ante posibles interrupciones del suministro, pero sin llegar a afectar a los precios.

La coyuntura de los precios de petróleo cambia a la baja

Los precios del petróleo cayeron esta semana de forma pronunciada, perdieron cerca de 10 dólares y quedaron al nivel más bajo desde principios de mayo, ante el fortalecimiento del dólar y signos que revelan un freno de la demanda de crudo.

El descenso más marcado, del 8,7 por ciento, lo registró el barril del crudo Brent, la referencia para Europa, que terminó este viernes pasado a 113,33 dólares en el Intercontinental Exchange Futures (ICE) de Londres, donde el viernes anterior había quedado a 124,18 dólares.

En la Bolsa Mercantil de Nueva York (NYMEX), el crudo de Texas (WTI, referente en Estados Unidos) concluyó la semana a 115,20 dólares por barril, con una caída de 9,9 dólares -un 7,9 por ciento- frente al valor del cierre de la semana precedente.

Todo apunta, según los observadores, a que en el mercado se ha instalado la convicción de que cotizaciones como las habidas en julio, de más de 140 dólares por barril, son insostenibles si a la clara retracción de la demanda petrolera en EEUU, se suma también un freno en el consumo de Europa y China.

En un análisis del mercado, la asesora especializada JBC Energy, con sede en Viena, destacó datos como los de la empresa Mastercard Advisors, según los cuales en la última semana de julio los automovilistas estadounidenses gastaron un 3,4 por ciento menos de gasolina que en el mismo periodo del año pasado.

El aumento del nivel de los inventarios de crudo en EEUU, en 4,4 millones de barriles, cuando los analistas esperaban un descenso, se debió sobre todo a una reducción de las importaciones de «oro negro», según JBC, y contribuyó asimismo a fortalecer la impresión de una retracción en la demanda.

Por otro lado, al descenso de los precios ha contribuido la decisión de la Reserva Federal estadounidense de mantener los tipos de interés en el 2 por ciento, lo que favoreció que el dólar recuperase vigor ante el euro y otras divisas.

La apreciación del billete verde encarece las compras del crudo y otras materias primas en los mercados de futuros, y favorece por eso la venta de contratos por parte de los especuladores.

Esta situación se afianzó con la política del Banco Central Europeo (BCE), cuyo presidente, Jean-Claude Trichet, vaticinó el jueves que el crecimiento económico en la zona del euro será especialmente débil en el segundo y tercer trimestres del año.

Estas declaraciones impulsaron aún más la revalorización del dólar frente al euro, y la moneda europea cayó ayer hasta los 1,50 dólares, el nivel más bajo desde febrero pasado, después de que en julio el euro batiera un récord de más de 1,60 dólares.

A esta situación, según los expertos de JBC, se añaden temores de que la demanda petrolera en China pueda ralentizarse tras finalizar los Juegos Olímpicos inaugurados hoy.

Tras rebajar los subsidios a los combustibles, el gigante asiático, segundo consumidor mundial de «oro negro» tras la primera potencia mundial, demostró que puede limitar drásticamente el gasto energético del país si lo considera apropiado.

Aunque las disposiciones que redujeron prácticamente a la mitad la circulación de automóviles Pekín, y otras limitaciones que afectaron a las fábricas de la región, han tenido la finalidad de mejorar la calidad del aire para la celebración de las Olimpíadas, también han aportado un significante ahorro energético.

Así las cosas, el panorama que presiona a la baja sobre las cotizaciones del crudo se ha impuesto esta semana sobre los factores alcistas, que en el pasado impulsaron la escalada de los precios y persisten aún, entre ellos las tensiones en torno al programa nuclear de Irán o los atentados en Nigeria.

Tampoco el ataque del martes al oleoducto Bakú-Tbilisi-Ceyhan (BTC), en la provincia turca de Erzincan, que provocó un incendio y el corte de los suministros, impidió esta vez el fuerte abaratamiento del petróleo.

El crudo prosiguió su senda bajista y se acercó a la marca de los 120 dólares

El precio del petróleo en los mercados internacionales continuó esta semana su senda bajista para acercarse a la marca de los 120 dólares, en torno al 20 por ciento menos que los máximos históricos alcanzados hace sólo dos semanas.

Varios factores contribuyeron al descenso, tales como la distensión en el contencioso nuclear con Irán, el segundo productor de la OPEP, y el debilitamiento de la economía de Estados Unidos, el principal consumidor energético del mundo.

Además, el huracán «Dolly», que durante unos días parecía amenazar las instalaciones petroleras en el Golfo de México, al final se disolvió sin causar mayores problemas.

El precio del crudo de referencia para Estados Unidos, el Petróleo de Texas (WTI), cerró la semana en 123,26 dólares por barril, una bajada del 4,9 por ciento en los últimos siete días.

Por su parte, el petróleo de referencia para Europa, el Brent, cotizó al cierre de la jornada del viernes a 124,52 dólares, un 5,2 por ciento menos que el viernes de la semana anterior.

Y el precio de la llamada «cesta OPEP» se colocó el jueves (el último precio hecho público) en 122,42 dólares por barril, un 4,4 por ciento menos que el vienes de la semana anterior.

Así las cosas, los precios del crudo han bajado a su nivel más bajo de las últimas semanas, justo antes del inicio del mes de agosto, el de mayor actividad turística y vacacional en el hemisferio norte.

Los analistas destacaron esta semana que las reservas de crudo bajaron en Estados Unidos menos de lo que se esperaba, a la vez que aumentaban las de gasolina y destilados más de lo que se preveía.

Además, esta semana se supo que Arabia Saudí, el mayor productor de petróleo a nivel mundial con cerca de 10 millones de barriles diarios, aumentó su producción diaria en 200.000 barriles este mes.

Por otra parte, el dólar estadounidense, tan castigado en las últimas semanas, ha vuelto a ganar en sus cambios frente al euro, el yen y otras divisas. Eso ha favorecido el descenso del precio del crudo, al encarecerse las compras de petróleo en los mercados internacionales, que se realizan en moneda estadounidense.

Según los cálculos efectuados por la consultora JBC en Viena, la demanda petrolera entre los países industrializados caerá este año en más de medio millón de barriles diarios.

Mientras, las economías emergentes, con China e India al frente, aumentarán su sed por el «oro negro» en sólo 1,36 millones de barriles diarios, lo que parece aliviar a los mercados, que temen una falta de abastecimiento a medio plazo.

Eso sí, JBC destacó en su boletín del viernes pasado que el fuerte aumento de los precios petroleros no está afectando mucho el consumo en China e India, ya que allí la demanda crece sobre todo por el fuerte desarrollo industrial y no por el consumo privado.

Eso explicaría que en China la demanda subió en los seis primeros meses un 6,6 por ciento, a pesar de que los precios del crudo subieron casi un 50 por ciento en el mismo período.

En India la demanda fue incluso superior, con un crecimiento del 7,4 por ciento, incluso un 9 por ciento en junio, destacan los analistas de JBC.