La OPEP es reacia a modificar su oferta petrolera

«Con una horquilla de precio entre 68 y 73 dólares (por barril), ¿qué más se puede desear?», dijo a la prensa el ministro saudí de Petróleo, Ali I. Naimi, al llegar a Viena para participar mañana en la 154 conferencia ministerial de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

«El mercado está en muy buena forma, muy bien abastecido. El precio está bien para todo el mundo, para consumidores y productores«, estimó el jefe de la delegación del mayor exportador mundial de crudo y por eso líder natural de la organización.

Su homólogo iraní, Masoud Mirkazemi, descartó que el grupo de doce países vaya mañana a decidir una reducción de la producción.

Preguntado sobre si podían pactar un recorte del bombeo conjunto, el delegado del segundo productor de la OPEP respondió: «No. La situación está mejor que antes».

No obstante, reconoció que el nivel de los inventarios (las reservas almacenadas de crudo) están «altos», un hecho que revela cierto exceso de la oferta sobre la demanda.

Hasta ahora ningún ministro se ha manifestado a favor de modificar la actual cuota de producción conjunta (que no incluye el bombeo iraquí), de 24,84 millones de barriles diarios (mbd), vigente desde el pasado 1 de enero.

Ese límite se fijó tras reducir en 4,2 mbd el volumen de extracciones que tenía el grupo en septiembre de 2008, y el fuerte recorte alcanzó su objetivo: la recuperación del precio del barril que había caído a menos de 35 dólares en diciembre, desde los máximos históricos de casi 150 dólares batidos en julio de 2008.

Aunque aún distan mucho de esos picos, las cotizaciones han subido un cien por cien desde enero y rondan los 70 dólares por barril, un nivel que la OPEP considera necesario para garantizar las inversiones en exploración y producción en la industria petrolera.

El Petróleo Intermedio de Texas (WTI) para entrega en octubre abrió esta mañana con una subida del 3,68% en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex) y a las 13.10 horas GMT se comerciaba a 70,52 dólares por barril, 2,5 dólares más que al cierre de la sesión anterior.

«La opinión general es que la política de producción actual permanecerá sin cambios», vaticinó JBC Energy en un análisis del mercado petrolero difundido en Viena.

Los analistas estiman que cualquier cambio en la producción enviaría un mensaje confuso a los mercados en un momento en el que los precios están además sostenidos por factores ajenos a la OPEP, como la confianza de las bolsas internacionales en la recuperación financiera y el debilitamiento del dólar.

Por otro lado, un recorte de la cuota resultaría poco creíble, ya que los países miembros superan el límite fijado en más de un millón de bd, por lo que, antes de reducir, deberían lograr un mayor cumplimiento del recorte acordado.

Mientras en Viena se esperaba al resto de los ministros, la organización del encuentro está marcada por el Ramadán, el ayuno musulmán, por lo que las actividades tienen lugar por la noche.

Fundada en 1960 e integrada hoy por Angola, Arabia Saudí, Argelia, Ecuador, Emiratos Árabes Unidos, Irak, Irán, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela, la OPEP controla cerca del 40 por ciento de la producción mundial de crudo y unos dos tercios de las exportaciones petroleras del planeta.

La OPEP mantendrá la oferta petrolera a la espera de que se recupere la demanda

«No veo cambios», dijo en Viena un delegado de la OPEP, grupo de doce países que controla cerca de dos tercios de las exportaciones mundiales de crudo.

Su 154 conferencia ministerial se celebra después de que los ministros de Economía y Finanzas del G-20 acordaran el fin de semana pasado mantener los planes de estímulo para consolidar la recuperación de la economía mundial.

«Los precios son satisfactorios a los niveles actuales. La economía tiende a estabilizarse. La demanda quizás crezca un poco«, añadió la fuente, que pidió el anonimato.

Las cotizaciones del barril de «oro negro» bajaron la última semana en más de un 4%, después de haber llegado a los 75 dólares en agosto, el nivel más alto desde octubre de 2008.

Ante la crisis y tras la montaña rusa de los precios el año pasado, cuando escalaron a casi 150 dólares por barril en julio, para desplomarse a menos de 35 dólares en diciembre, a raíz de la crisis financiera, los productores desean ahora menos volatilidad y más estabilidad, con un precio en torno a los 70 dólares.

El barril de crudo usado por la OPEP como referencia cotizó el viernes a 66,03 dólares, informó la organización en Viena, mientras que el barril de Brent y el de Texas (WTI), referentes para Europa y América se vendían, respectivamente, a 67,7 y 68,8 dólares.

«Actualmente en los mercados hay dos tendencias: una está dada por la presión inflacionaria, que tiende a un alza de las materias primas, ya que los inversores tienen miedo y se refugian en valores que consideran más seguros», explicó Johannes Benigni, director de la asesora JBC Energy, con sede en Viena.

«Por otro lado, los fundamentos del mercado (la relación entre la oferta, la demanda y las reservas almacenadas) tienden a presionar a la baja los precios petroleros», dada la amplitud de la oferta disponible, el retroceso de la demanda causado por la crisis y el amplio margen de capacidad excedentaria de producción.

Ante esa tendencia, JBC vaticina que los precios se mantendrán en torno a los 70 dólares en las próximas semanas y que los ministros de la OPEP cerrarán la reunión dejando intacta la cuota de producción vigente, de 24,8 millones de barriles diarios (mbd).

Ese límite, que no incluye el bombeo de Irak y que entró en vigor el pasado 1 de enero, se fijó en diciembre de 2008 en Orán (Argelia), cuando la OPEP decidió retirar del mercado 4,2 mbd, el mayor recorte de la oferta en la historia del grupo, con el fin de detener el desplome de los precios.

En las dos reuniones siguientes, en marzo y mayo pasados, los ministros mantuvieron sin cambios esa decisión, pero al tiempo que los precios fueron recuperándose de forma sostenida, la disciplina interna comenzó a mermar a partir de abril.

«Nosotros calculamos que el cumplimiento (del recorte de producción) actualmente está en un 68%», dijo Benigni.

El cumplimiento de las cuotas fijadas será uno de los temas discutidos, confirmaron fuentes de la organización.

Por otro lado, se espera que el miércoles se confirme formalmente el nombramiento del ministro ecuatoriano de Minas y Petróleos, Germánico Pinto, como presidente del cártel en 2010, y al ministro iraní, Masud Mirkazemi, como vicepresidente.

El crudo de la OPEP se abarata un 3,8% en una semana ante la reunión del cartel

La tendencia bajista de los precios del petróleo era corroborada por la ligera caída de los precios de los futuros de esta materia prima en el mercado de Nueva York (Nymex) al descender su cotización, mientras el oro se acercaba a la cota psicológica de los 1.000 dólares por onza.

La incertidumbre reinante sobre las nuevas regulaciones del mercado energético en EEUU y una recuperación económica mundial más lenta de lo previsto pueden haber inducido a los inversores a refugiarse en el oro en lugar de dedicarse al «oro negro», según la consultora vienesa JBC.

EEUU está estudiando cambios significativos sobre la regulación, el comercio y la información de los mercados de petróleo y gas, lo que tendrá, con seguridad, repercusiones en sus transacciones.

En cualquier caso, los ministros de los 13 países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se encontrarán la semana próxima en Viena una situación macroeconómica mundial con escasos incentivos hacia un mayor consumo de petróleo, salvo la proximidad del invierno en el hemisferio norte.

Uno de los argumentos que propician una leve caída de los precios de la variedad WTI, de referencia en EEEUU, que ayer cerró a 68,02 dólares en Nueva York, es que los inventarios de crudo en la primera economía mundial no bajaron tanto como se esperaba.

De hecho, las reservas norteamericanas de petróleo bajaron 400.000 barriles la pasada semana, frente a una caída de más de un millón de barriles que se esperaba y el total, de 343,4 millones, es un 13,9% superior a lo almacenado hace un año.

En Viena está previsto que en la conferencia de la OPEP se pida una mayor disciplina a los miembros de este cartel, que en el presente solo cumplen el 71 por ciento de la reducción de la cuota de producción acordada de 4,2 millones de barriles diarios.

Así pues, las miradas de los mercados estarán puestas en las declaraciones de esta organización al término de la reunión de un día en la capital austríaca.

Un aliciente para la recuperación de los precios sería una caída de los inventarios de petróleo, pero los intereses de la OPEP chocan, por ejemplo, con la estrategia de Rusia, que en agosto alcanzó una nueva cota mensual de producción de 9,97 millones de barriles diarios gracias a la explotación de nuevos yacimientos en Siberia.

Además, la petrolera BP anunció el descubrimiento de un yacimiento gigante en el Golfo de México, en aguas estadounidenses, y aunque se desconoce por el momento su volumen exacto, parece ser mayor que el encontrado por la misma compañía en el campo de Kaskida en 2006, con unos 3.000 millones de barriles de crudo.

El yacimiento se situó a casi 1.300 metros bajo el agua con una profundidad total de 10.700 metros, que supondrá la mayor exploración petrolífera jamás realizada en la industria, dijo la consultora JBC.

Sin embargo, habrá que superar, en primer lugar, considerables obstáculos técnicos, con lo que no se espera que comience la producción antes de la segunda mitad de la próxima década.

Una sustitución con precauciones

Tal y como informó Energía Diario en su momento, se ha confirmado el nombramiento de Antonio Hernández como nuevo Director General de Energía y Minas, dependiente de la Secretaría de Estado de Energía. No es una cuestión intrascendente, sino todo lo contrario, en la medida que viene a marcar una nueva etapa en esta área de la Administración.

La sustitución del hasta el momento Director General de Energía, Jorge Sanz Oliva era una cuestión que ya no tenía más demora y en la que no cabía esperar más. Y no sólo por el hecho de que procedimentalmente se tenía que cumplir lo previsto en el plan de coberturas del puesto en la oficina comercial de Los Ángeles, sino también por los efectos distorsionadores que se apreciaban/filtraban de una cohabitación difícil en la cúpula del área energética del Ministerio de Industria.

No es ningún secreto, el tono de tensión existente en las relaciones entre el Director General saliente, Jorge Sanz y los sucesivos Secretarios Generales de Energía y ahora Secretarios de Estado. Esta situación estuvo mucho más acentuada en las últimas etapas con Ignasi Nieto y Pedro Marín. Los motivos y razones de esta suspicacia, que en algún caso ha estado jalonada con insistentes rumores de cese, son muchos: desde la propia procedencia de Sanz (del gabinete de Rodrigo Rato), hasta su cercanía a posiciones liberales, han hecho que se le buscasen vinculaciones intelectuales o empresariales. Estos intentos de vinculación son muy frecuentes en un sector inmerso en una sospecha permanente, y que precisa conocer el pedigrée de todo y todos los que pasan, para poder deconstruir adecuadamente sus postulados.

Lo que sí es indudable es el peso técnico y el conocimiento sectorial de Sanz, bagaje y experiencia acumulada, convicción y desarrollo del proceso de liberalización, con independencia de determinadas propuestas y normas discutibles, realizadas en los años en los que ha estado al frente de esta área.

Y, quizá allí es donde reside el foco de atención de esta importante decisión o, mejor dicho, de cómo se ha articulado la necesidad de garantizar que el nuevo responsable adquiera el conocimiento necesario de un sector tan complejo como el energético, de manera muy rápida y con la presión añadida del ‘timing’ de las actuaciones y políticas a emprender. La “hoja de ruta” abierta es muy urgente y con temas de indudable envergadura y calado: planificación y prospectiva energética, nuevo marco retributivo para las renovables, escenario de caída de demanda, ….

Tengamos en cuenta la estructura de partida de la energía y su inscripción en la Administración española, una estructura muy estrecha: por arriba (una Secretaría de Estado, cuya única Dirección General es ésta) y con una estructura muy reducida y que precisa en algún caso cierta renovación. Por abajo, la Dirección General de Energía ya se había perfilado, por esta centralidad, como una pieza clave en la ordenación del sector energético, desde los tiempos en que fue clave en la Dirección General de Energía, un hombre concreto: Enrique Vicén.

Si a ello unimos el desdoro, incluso el enfrentamiento abierto (véanse las noticias aparecidas este verano), en que está sumido el regulador independiente (la Comisión Nacional de Energía) con Industria y el cada vez más robusto equipo asesor de Miguel Sebastián y del Secretario de Estado en el ámbito energético, podemos encontrar las dificultades de encuadre/ajuste que el nuevo Director General deberá afrontar en sus primeros pasos. Por eso, desde todas estas perspectivas, sería especialmente positivo que se hubiera diseñado esta transición y el traspaso de conocimiento y responsabilidades de forma eficiente y articulada.

En todo caso, nuestros mejores deseos a Antonio Hernández en su nueva responsabilidad.

El petróleo retrocede desde su máximo anual y se vende en torno a 72 dólares

No obstante, los contratos tanto del petróleo Brent como del crudo de Texas para entrega en octubre cerraron el viernes con tendencia alcista en los mercados de futuros de Londres y Nueva York, sosteniéndose a más de 70 dólares, el nivel mínimo al que aspira la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

En la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), el barril de crudo de Texas (WTI) subió el viernes, respecto al jueves, un 0,34% y cerró a 72,74 dólares, cuando el viernes anterior había quedado a 73,89 dólares.

Similar fue el movimiento de la cotización del Brent: terminó la sesión en el Intercontinental Exchange Futures (ICE) de Londres a 72,79 dólares/barril, con una bajada del 1,8% respecto al valor del cierre de la semana precedente.

En el caso del barril usado como referencia por la OPEP -una mezcla de doce calidades de crudo, una por cada país miembro-, se abarató un 3 por ciento en una semana, teniendo en cuenta el último precio dado a conocer por el secretariado del grupo en Viena, de 70,36 dólares.

A pesar de la reciente moderación, el valor del «oro negro» se ha fortalecido este mes, con el petróleo de la OPEP alcanzando una media de 71,38 dólares, un 10,5% más que el promedio de julio.

Si bien dista mucho del valor que tenía hace un año -112,41 dólares en agosto-, el precio actual está en el nivel más alto de los últimos diez meses, gracias sobre todo al optimismo en las bolsas internacionales que parecen estar convencidas de que lo peor de la crisis financiera ha terminado.

Ello hace pensar a los operadores que con el aumento de la actividad económica crecerá también el consumo energético y los incita a comprar contratos de futuros de petróleo.

También el debilitamiento del dólar frente al euro y otras divisas favorece la inversión en las materias primas que, como el «oro negro», se comercializan en la moneda estadounidense.

El ambiente, sin embargo, muestra aún incertidumbre y una considerable cautela, pues los datos sobre el mercado físico del petróleo no sostienen de momento esta visión optimista.

Así, la noticia del miércoles pasado sobre un aumento de las reservas de petróleo almacenadas en Estados Unidos, que subieron en 200.000 barriles, hasta los 342,8 millones de barriles, dio un frenazo a la tendencia alcista de los precios.

Según los datos divulgados por el Departamento de Energía de la primera potencia mundial, de lejos el mayor consumidor de petróleo, las reservas se situaron un 14,6% por encima del nivel que tenían hace un año, un dato que presiona a la baja pues revelaría un aumento de la oferta frente a la demanda.

La asesora en mercados energéticos JBC Energy, con sede en Viena, cree que los precios del crudo continuarán subiendo de forma moderada, pero sostenida, en los próximos doce meses.

«Vaticinamos un precio medio de 73 dólares por barril para el Brent por el resto del año», señalaron los expertos de la consultora en un informe esta semana.

Los analistas esperan aumentos de la producción de Irak y de Angola, dos países miembros de la OPEP, en los próximos meses, un factor que debería frenar incrementos desmesurados del precio.

Los ministros de la OPEP prevén reunirse el próximo 9 de septiembre en Viena para estudiar el mercado y eventualmente revisar el nivel de su oferta conjunta.

El crudo vive una semana volátil con noticias mixtas y un cierre a la baja

Mientras que el anuncio de Alemania y Francia de que volvieron a crecer en el segundo trimestre causó sorpresa y euforia, la información sobre una nueva caída de la confianza de los consumidores en Estados Unidos y la bajada de la inflación en ese país mermaron el buen humor en los mercados.

El Petróleo Intermedio de Texas (WTI), referente para EEUU, cerró el viernes en Nueva York a 67,51 dólares por barril, un 5 por ciento más que el viernes anterior cuando cotizaba a 70,93 dólares.

En Londres, el barril de Brent, referencia para Europa, cotizó al cierre del viernes a 72,41 dólares, un 1,6 por ciento menos que la semana anterior cuando se vendía a 73,59 dólares.

Por su parte, el crudo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), calculado en base a doce tipos de crudos, cotizó el jueves (su último día de cotización) a 72,22 dólares por barril, un 1 por ciento menos que al final de la semana anterior.

Mientras que la OPEP mantuvo en su informe mensual de agosto, emitido el martes, sus pronósticos de demanda petrolera mundial para 2009 y 2010, la Agencia Internacional de Energía (AIE) se mostró más optimista y revisó el miércoles sus estimaciones al alza.

Esta revisión se debe principalmente al tirón de los países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) de la región del Pacífico y a las economías emergentes de Asia.

No obstante, los analistas de la AIE mantienen sus dudas sobre el final de la recesión económica, aunque reconocen que los indicadores muestran que «la economía global puede estabilizarse».

Según la AIE, la demanda de petróleo en el año 2010 alcanzará los 85,3 millones de barriles diarios, un 1,6 por ciento por encima de las estimaciones anteriores.

La OPEP, por su parte, mantuvo sus pronósticos para el año próximo en 84,4 millones de barriles diarios.

Eso sí, tanto los expertos de la AIE como de la OPEP estiman que el año próximo se registre un leve aumento de la demanda petrolera después de un año 2009 con una bajada superior al 2,5 por ciento.

El crecimiento de la demanda en el 2010 se debe principalmente a las economías de países emergentes como China, India, Oriente Medio y América Latina, coincide la OPEP con la AIE.

Según los analistas de la OPEP, la demanda en Estados Unidos, con diferencia el principal consumidor energético del planeta, debería mejorar tras el fuerte descenso este año pero está considerado como «el comodín» en las futuras previsiones.

«Si las expectativas del mercado sobre una recuperación económica no se cumplen plenamente, el actual nivel de los precios podría verse bajo creciente presión», aseveraron los analistas de la OPEP.

Por su parte, la consultora JBC Energy destacó el viernes que además de la vertiente económica el mercado también tuvo en cuenta las informaciones sobre la llegada de las primeras tormentas que peligran la producción petrolera ante la costa de África Occidental.

Los analistas de esta consultora vienesa mencionaron además los crecientes problemas que tiene la empresa petrolera española Repsol en Ecuador, el miembro más pequeño de la OPEP.

Debido a la falta de inversiones y el declive natural de algunos yacimientos en el país andino, la producción de Repsol está bajando en torno al 20 por ciento, destacó JBC.

Por eso, la empresa española planea invertir 120 millones de dólares el año próximo para impulsar la producción petrolífera hasta 44.000 barriles diarios.

La batalla judicial por el cierre de Garoña: arbitrariedad y expropiaciones en el centro del huracán

La batalla judicial derivada de la orden de cierre aplazado de Garoña ordenado por el Gobierno no ha hecho más que empezar. Según informaba esta misma semana el diario El Mundo Endesa e Iberdrola, las dos empresas propietarias de Nuclenor, estarían preparando el recurso ante la Audiencia Nacional, cuya presentación debe realizarse antes del próximo 3 de septiembre. Al parecer el centro de la estrategia jurídica se basa en la consideración de la prórroga temporal reducida y orden de cierre a Garoña aplazada, como decisión arbitraria del Gobierno, en la medida que no sigue la normativa de la legislación nuclear y que, incluso, se han tenido que “acomodar” los mecanismos previstos del informe a esta decisión concreta.

Los argumentos referidos la posición de Endesa e Iberdrola, según la información publicada por El Mundo, serían los siguientes:

Duración de las prórrogas a las instalaciones: 10 años previo informe no vinculante del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). Las prórrogas a la actividad de las centrales se conceden según el ordenamiento jurídico español por 10 años, una vez verificada por el CSN la seguridad de la instalación y la viabilidad de la prórroga, tras su informe preceptivo. Por tanto, no existe en nuestro ordenamiento jurídico la autorización por períodos inferiores o parciales de 2, 4 ó 6 años, aunque así fuese solicitado por el Gobierno al CSN en su momento.

Arbitrariedad. Las empresas consideran que la decisión fue arbitraria al no someterse a los principios, criterios y normativa que la legislación española establece en materia nuclear a la hora de fijar los plazos de prórroga de la actividad de las instalaciones, ni su sujeción exclusiva a criterios técnicos expresados en el preceptivo informe del Consejo de Seguridad Nuclear. Además, para “forzar” la existencia de plazos inferiores de prórroga, se solicitó un informe no previsto en la normativa vigente.

Informe inicial completo del Consejo de Seguridad Nuclear. Este informe, que el Gobierno no tuvo en cuenta en su decisión, es el previsto legalmente y está elaborado por el equipo técnico del organismo, conforme a criterios, principios y metodologías tanto del CSN como a escala internacional, orientados a verificar la viabilidad y seguridad de la instalación en el período a prorrogar. Consecuentemente, en puridad, el único informe que sirve es el inicial, que fue elaborado por 250 técnicos del Consejo de Seguridad Nuclear, en los tres años anteriores a su valoración por el consejo del organismo.

Informe complementario, ad hoc, “justificativo de la arbitrariedad”. El informe complementario encargado con urgencia por el Ministerio de Industria no tendría validez a efectos de la prórroga y orden de cierre aprobada, dado que incluso el propio Consejo de Seguridad Nuclear, dudó en su momento de su elaboración y contenidos, por lo que no podría conocer cuáles serían los requerimientos de un informe no previsto en el ordenamiento jurídico español, con efectos legalmente no recogidos y solicitado con tanta premura por el Gobierno. Este informe, de forma contradictoria con el anterior, elaborado de acuerdo con lo previsto en la normativa, se tuvo que realizar de forma apresurada en muy pocos días, frente al que se había elaborado en los tres años anteriores por el cuerpo técnico.

Expropiación. Dado que la normativa española condiciona la concesión de las prórrogas a las instalaciones al informe no vinculante del Consejo de Seguridad Nuclear que, en este caso garantiza la seguridad de la planta en su Informe y, por otra parte, atribuye la discrecionalidad al Gobierno para la decisión definitiva, cuya decisión ha sido una prórroga mínima y cierre aplazado, se estaría ante una expropiación, sujeta a indemnizaciones, según los equipos jurídicos de las dos compañías.

Indemnizaciones: parece que las empresas pedirán una cifra por el cierre de entre 500 y 1.000 millones de euros por el cierre, incluyendo el lucro cesante de la actividad y la recuperación de las inversiones realizadas para la modernización de una planta que no aprovechará esas mejoras porque tendrá que cerrar.

El crudo se encarece tras una convulsa semana de altibajos

La ola de optimismo por el ritmo de la recuperación económica, y la esperada mejora de la demanda de crudo, que ya la semana pasada mantuvo los precios del «oro negro» al alza, siguió empujando el lunes las cotizaciones, animada por los datos de que la industria estadounidense se contrajo en junio menos de lo previsto.

Ese impulso se mantuvo incluso tras conocerse el miércoles que las reservas de crudo en Estados Unidos aumentaron 1,7 millones de barriles la semana pasada y quedaron en 349,5 millones de barriles, un 18,4 por ciento superior al de un año antes.

El aumento de los inventarios suele ser un indicativo de una débil demanda de crudo y de sus derivados.

El ritmo alcista se detuvo el jueves, en una jornada de altibajos en la que el barril de crudo Texas, de referencia en Estados Unidos llegó a marcar, con 76 dólares, su máximo del año antes de perder casi un 1 por ciento y cerrar a 74,83 dólares.

El viernes, el cambio de tendencia se confirmó y el precio del crudo volvió a caer pese a que en esa jornada se conocieron nuevas buenas noticias sobre la recuperación económica.

El descenso del desempleo en Estados Unidos, que cayó una décima en julio, hasta el 9,4 por ciento, sorprendió a la mayoría de los analistas, que habían pronosticado un repunte.

Pero ese dato no impulsó los precios del petróleo, pese a que respalda la teoría de un número creciente de economistas y responsables políticos que señalan que la recesión económica en Estados Unidos, que oficialmente comenzó en diciembre de 2007, está llegando a su fin.

Sin embargo, una nueva subida del dólar frente al euro y el fuerte impulso que la noticia del desempleo supuso para la bolsa, restó interés al mercado del crudo, al que se recurre en ocasiones como refugio inversor.

De esta forma, el crudo Texas se abarató el viernes un 1,4 por ciento en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), hasta cerrar a 70,93 dólares por barril, apenas un 2 por ciento más que la cotización marcada una semana antes.

Por su parte, en el Intercontinental Exchange Futures (ICE) de Londres, el barril de Brent europeo llegó a tocar el pico de los 75,55 dólares para acabar con una cotización de 73,59 dólares, un 2,6 por ciento por encima del precio de cierre de hace siete días.

Tras cuatro semanas de tendencia alcista, los precios de los petróleo de referencia internacional se encuentran en torno a los valores más altos del año, aunque aún muy alejados aún de los máximos históricos cercanos a los 150 dólares por barril que se registraron el verano pasado.

Respecto al crudo de referencia de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), la semana volvió a contemplar una subida tras otra, acumulando seis seguidas, y que llevó al barril del cartel a marcar un precio de 72,92 dólares el jueves, con lo que suma una apreciación de casi el 11 por ciento en una semana.

Panorama para después del verano

Parece que la vuelta del verano, año tras año, lleva a la teoría del otoño caliente, aunque parece que el de este 2009 tiene motivos más que suficientes para que lo consideremos así. Hacemos un breve repaso de los principales hitos y cuestiones abiertas para el nuevo curso con la perspectiva del paréntesis vacacional.

Industria y Economía agilizarán la colocación del déficit tarifario que podría estar cerrada completamente en noviembre de este año. Al parecer, septiembre será un mes de infarto para todo el proceso de colocación del déficit tarifario, de forma que quede resuelto el mecanismo que establece el R.D. Ley 6/2009 para afrontar la deuda acumulada por insuficiencia de las tarifas eléctricas y los costes de la misma. En este sentido, parece que se desmienten las noticias que apuntaban que este importante proceso no estaría resuelto hasta bien entrado el año 2010. Los pasos que, a marchas forzadas, depara septiembre y que tienen que ver con la ejecución de todo este proceso serán:

– Elaboración de un primer decreto para la creación de una Comisión Ministerial (este decreto será aprobado por el Consejo de Ministros de mañana). En los primeros días de agosto se publicará el pliego de condiciones para el concurso de la Sociedad Gestora del Fondo. Los candidatos con mayores posibilidades serían Titulización de Activos (TdA), Intermoney y Ahorro Corporación.

– Concurso para seleccionar la Sociedad Gestora del Fondo, de forma que antes del día 15 de septiembre se habría efectuado la selección de la misma. La aprobación por el Consejo de Ministros de la Sociedad gestora debe producirse alrededor del 25 de septiembre.

– Elaboración y aprobación del Real Decreto por el que se establecen las condiciones para la cesión de los derechos al Fondo de Titulización. Posteriormente, se crea el Fondo de Titulización y se ceden los derechos.

El objetivo de toda la operación, por tanto, es lograr que la emisión de los activos financieros vinculados al fondo se efectúe en noviembre, de forma que se llegue a tiempo para su colocación en este mismo año (algo que debe producirse antes del 18-19 de noviembre).

Las negociaciones del nuevo marco de las renovables tras el R.D. Ley 6/2009. Atención al sector eólico. En medio de la elaboración del trámite de la Ley de Economía Sostenible, que subsume la promesa de la Ley de Eficiencia Energética y Energías Renovables, el hecho de que los Registros de Preasignación por tecnología hayan colmatado los cupos y previsiones del Plan de Energías Renovables, obligan a negociar nuevas condiciones de capacidad y retributivas. Según ha podido conocer Energía Diario, en el caso de la energía eólica (la parte del león en este caso), el registro de preasignación podría alcanzar los 12.000 MW, lo que supone superar considerablemente los objetivos de 20.155 MW instalados. Del mismo modo, Industria, podría estar planeando aplicar un modelo semejante al empleado en el R.D. 1578/2008 para la energía solar fotovoltaica, en aras de controlar los volúmenes de nueva instalación, a la vez que buscaría una reducción sustancial de los incentivos. El telón de fondo del cumplimiento de los objetivos de España en 2020, la diferente situación y maduración del mercado eólico nacional e internacional están en juego y, con toda seguridad, este tema dará mucho de qué hablar. En ello también tendrá mucho que ver si el Gobierno presenta definitivamente la Planificación Energética hasta 2030 con el telón de fondo del debate nuclear.

La renovación de la CNE se pospone hasta el otoño. Se confirma que la renovación irá más allá de la pura sustitución de consejeros salientes y que se modificará el número de consejeros, así como el empeño y acuerdo para la despolitización y profesionalización de la misma, como objetivos resultantes de la reforma. Más que probablemente, los nuevos consejeros serán, según fuentes cercanas al proceso, Ramón Pérez Simarro (actual Consejero de Enagás) y Andrés Seco, ex Director General de Acogen.

La sustitución del Director General de Energía, Jorge Sanz también para septiembre. Desde finales de mayo se conocía la noticia de que Jorge Sanz abandonaba la Dirección General de Energía y Minas para ocuparse en Los Angeles de labores de comercio y promoción exterior. Fuentes consultadas por Energía Diario señalan que el nuevo Director General será Antonio Hernández, un alto funcionario, Técnico Comercial y Economista del Estado. Antonio Hernández es hermano de Gloria Hernández, ex Directora General del Tesoro, quien ocupó este puesto tras la salida de Jaime Caruana. Con ello se despejaría el nombre del nuevo responsable de este área, tras una fase en la que se habían difundido nombres de otros candidatos, como el de Beatriz de Guindos (con más insistencia).

Y Zapatero cogió su fusil

Es obligado que el último artículo del resumen del curso trate de la decisión del Presidente del Gobierno de cerrar la Central Nuclear de Garoña. Decisión que, al final, ha traído más de un quebradero de cabeza en Moncloa, en la medida que la opinión pública se ha ido dado cuenta que las razones de este cierre evidenciaban una indigencia intelectual, carencia de análisis económico y una obsesión ideológica que requería una coartada política y discurso defensivo u ofensivo. Y, luego, vinieron los motivos (razones y motivos son cosas diferentes), algo mucho más coyuntural, en los cuales tampoco hubo especial acierto ni por los “spin doctor” de Moncloa, ni las varias apariciones del Presidente del Gobierno en las que se utilizaban datos erróneos, falsos o falaces directamente, lo que afectó directamente a la credibilidad del emisor (la entrevista de Cuatro, en respuesta a la que hizo Felipe González fue, sencillamente, un despropósito).

Lo que sí parece claro es que el hoyo en el que se ha precipitado la imagen del Presidente del Gobierno en el plano económico, es de imposible recuperación y los fuegos de artificio de otras propuestas de corte ideológico empiezan a inquietar nerviosamente en el Partido Socialista, por la radicalidad del equipo. Lo que lleva a una sensación de cruzar los dedos y a una zozobra entre los socialistas militantes que observan que la sociedad ya no recibe las invectivas y la polarización de Zapatero con aplauso y que el guerracivilismo tiene un límite. Y Garoña ha representado un nuevo escándalo en este sentido destinado a un modelo de izquierda y progresía que se ha ido formando en la medida que nuestro país vivía la ensoñación del ladrillo y sus efectos enriquecedores: “el pijoprogre”. Políticamente correcto, que no se mancha las manos de tinta, enrollado, enemigo del todo lo que tenga algún matiz peyorativo y feo, pseudonórdico en los derechos (aunque no en las obligaciones), inconsciente de las necesidades industriales y de funcionamiento de la sociedad, poco preocupado con los costes de los cosas, acreedor de todos los ismos posibles (ecologismo, pacifismo,…), con un enfoque antiempresa y mercado de nuevo cuño, “cool” y de moda, bastante “guay” y “sobrao”, defensor de que todo sea público (por tanto, contrario a lo privado) y de que “alguien (en genérico) se ocupe de cada cosa” y, consecuentemente, en lo económico no se ha hecho consciente de que el momento y las consecuencias de las decisiones económicas deben volver a la ortodoxia.

La operación “cierre de Garoña”se había programado en Moncloa mediante la elaboración (apresurada), de un encargo torpe que el obediente Jesús Caldera ejecutó desde la Fundación Alternativas. Un Informe que era “la insoportable levedad del ser”, o al menos del ser económico al que nos referimos y del ser energético. Poco análisis de los problemas energéticos por la vía de la ortodoxia: seguridad y garantía de suministro, dependencia energética, sostenibilidad económica, sostenibilidad medioambiental. El análisis y diagnóstico energético de España se había sostenido por una tenue ideología amable y “cool”. Un Informe que abogaba por un mix energético seráfico y proponía el cierre completo de todo el parque nuclear español, algo que se paliaba, cómo no, con el presupuesto y primas a las renovables . La precipitación, en todo caso del informe, y las bajas de los expertos llamados a certificar la parte económica han lastrado tanto su contenido, como el hecho de que nadie lo haya tomado como una referencia y todo el mundo cuando le preguntan al respecto (incluidos los renovables) dicen, “Dios mío, aparta de mí este cáliz”.

Zapatero, una vez comunicada la decisión de cierre de Garoña (la tomó bastante antes), tocó retreta y organizó de una forma más coherente su discurso previo y preparó en la Fundación Jaime Vera, junto con los jóvenes cachorros, un argumento sin contestación ni mácula que recordaba en ciertos delirios la retórica chavista. Primero, el amarre a la literalidad del programa electoral, ferro contrato, interpretado por los popes, (que no de gobierno) del Partido Socialista (en el contrato con los ciudadanos figuraba el pleno empleo y, al parecer, el Presidente no va a cumplir, junto a otras promesas de distintos alcance). Segundo, una satanización de las empresas que ya empieza a formar parte del discurso del Presidente (preparación de un tono que se ha acentuado e inflamado salvajemente con la ruptura irresponsable del diálogo social). Tercero, la incorporación del argumento retroprogresivo de la rentabilidad de la energía nuclear por sus bajos costes (lo que en realidad, y leído al revés, es un bumerán si todo el mundo conociera que gracias a eso baja el precio de la electricidad para los ciudadanos, es decir, que afecta a la factura y al bolsillo). Y, finalmente, hizo un canto a las renovables por su capacidad primero de “distribuir riqueza” y por tanto de poner al intervencionismo en su sitio: dado que permite a los estatalistas decidir quién tiene derecho a la subvención. Como tiene que ser.

Después hizo una utilización/apropiación indebida de los argumentos medioambientales (a lo Leire Pajín), pese que hasta el fundador de Greenpeace se encargó de desmontar el argumento y la ONU centró el problema medioambiental en el cambio climático. La energía nuclear es una tecnología no contaminante, no emisora de CO2, lo que lleva a que la sustitución de Garoña se tiene que realizar en un primer momento y cuando no haya condiciones metereológicas para generación renovable, mediante tecnologías emisoras de carbono (carbón, gas, fuel). Consecuencia: la decisión va a ser negativa y perjudicial desde el punto de vista económico y medioambiental, pero en todo el entorno monclovita se ha hecho un esfuerzo para convencerse de que, a fuerza de repetirlo, la idea es la contraria.

Y, a partir de ahí, ha venido el segundo eje de actuación política, el segundo mensaje oportunista: oponer de forma interesada nuclear a renovables, cuando los mix energéticos que propone la Unión Europea y Estados Unidos, se centran precisamente en combinar estas tecnologías. Volvemos a lateralizarnos, y por motivos estrictamente ideológicos.

Y, finalmente, en toda esta precipitación está la preocupación por parte de los municipios de la zona, la preocupación por el empleo, por la riqueza, que se han visto solventados en el discurso, con la promesa de un etéreo y también precipitado Plan (el plan de Zorita ha sido un verdadero fracaso) y con un Parador Nacional, como con Franco (un amigo de Zapatero, leonés, está al frente de esta empresa pseudopública y ha salido al quite).

En todo esto, no han dolido prendas en romper varias cosas de la vajilla: la primera la confianza institucional. La decisión de cierre de Garoña se toma en contra del Informe del Consejo de Seguridad Nuclear, organismo técnico muy solvente y riguroso que ha visto enmendada la plana por los opinadores y por todos aquellos a los que ha dado pábulo el entorno monclovita. Se toma también en contra de argumentos referidos a la seguridad jurídica y de la inversión, dado que la legislación establece que la decisión de la vida útil de la central depende de motivos estrictamente técnicos. Segundo: el deterioro de la calidad del mix energético español (concepto que debería haber sido clave en esta decisión y en la determinación calvinista de Zapatero con la energía nuclear) que tiene efectos sobre la dependencia energética, la seguridad de suministro, la tarifa y la competitividad del país.

Y finalmente, en toda esta discusión se ha querido utilizar un argumento escaso intelectualmente, que gravita en torno al concepto de “vida” de la central. En un principio, se trataba de la vida de diseño de la central (es decir, del período de vida de la instalación cuando se construyó y se puso en funcionamiento). A partir de ahí, en función del uso de la misma, de las condiciones de utilización, de las inversiones y mejoras, se puede y se debe prolongar su vida útil, por encima de los 40 años de vida técnica de diseño. Por tanto, la vida útil de la central ya se había elevado y sería un despilfarro decidir su cierre por motivos ideológicos.

Zapatero comunicó la decisión por persona interpuesta. Y fueron los Ministros de Trabajo y de Industria, Celestino Corbacho y Miguel Sebastián los que tuvieron que hacer pública esta decisión. El Ministro de Industria tendrá que salir a explicar esta decisión mañana en el Parlamento, además de elaborar un catálogo de pretextos para justificar la decisión, en la orden ministerial, como obliga la ley al Gobierno cuando actúa de forma contraria a las instituciones energéticas.

Zapatero, crecientemente cesarista, abandonando su talante hacia posiciones mucho más beligerantes políticamente, cogió su fusil contra Garoña, contra las empresas y sus trabajadores, contra la creación y distribución de la riqueza. Y en ese afán por polarizar a la sociedad española (en un momento peligroso), por cambiar el rumbo de la historia, decidirlo todo y convertirse en el alfa y omega del Ejecutivo, tomó una decisión sólo entendible desde el punto de vista ideológico. Ha introducido serías dudas sobre la capacidad de toma de decisiones de Estado y de Gobierno del Presidente y ha estropeado el funcionamiento racional de una democracia que era pragmática, realista y moderna.

Hasta ahora.