Soria defiende las «garantías» ambientales en las prospecciones de petróleo y gas no convencional

El ministro insistió en que «es imposible que un país sea competitivo si tiene una energía cara» y consideró que, para abordar este aspecto, el Gobierno ha sido «muy activo en la utilización de sondeos, investigaciones y prospecciones» para conocer los recursos de los que dispone. La apuesta de Estados Unidos por el fracking contribuyó al proceso de deslocalización que «desde hace tres años» afecta a Europa y beneficia al país norteamericano. «No nos podemos permitir el lujo de renunciar a una oportunidad de disminuir nuestra dependencia y vulnerabilidad», afirmó.

Soria subrayó una vez más las ventajas que está suponiendo el gas de esquistos o shale gas para la economía de Estados Unidos en los últimos cinco años. En este contexto, reflejó su oposición a los «debates del no a casi todo» porque cree que hay que plantearse si se va a estar «toda la vida importando petróleo». De este modo, Soria insistió en que el Gobierno trata de intentar que España deje de ser una isla energética y en que Europa tiene que dar una respuesta a la dependencia energética del exterior en la que, precisamente, España «es parte de la solución» por las posibilidades de su sistema gasista.

Asimismo, Soria destacó la capacidad energética instalada en España pero subrayó que faltan interconexiones eléctricas que también permitirían regular el flujo de las renovables. En cuanto a la energía nuclear, el ministro insistió en que permite tener un mix energético «equilibrado» y que el país no puede permitirse prescindir de las centrales actuales. En este sentido, Soria reiteró la voluntad del Gobierno de «aplicar el sentido común» y mantener abiertas las centrales nucleares siempre y cuando el Consejo de Seguridad Nuclear considere que pueden seguir funcionando en condiciones de seguridad.

Por otro lado, sobre los objetivos de lucha contra el cambio climático, Soria indicó que la Unión Europea «hace bien» en seguir liderando esta lucha pero, en su opinión, la política ambiental debe ser «compatible» con la industrial para no perder competitividad frente a países competidores como China o Estados Unidos. «No hagamos cosas que no hacen los demás», advirtió antes de volver a recordar que el nuevo impuesto que gravará el petróleo o el gas que se extraigan en España y del que se beneficiarán las comunidades autónomas y los municipios donde se realicen los trabajos tendrá un tipo del 8%, un nivel impositivo «razonable» como el de Italia, y que contrasta con el 12% aplicado en Estados Unidos.

En todo caso, consideró que el cambio normativo «más sustancial» de la nueva ley será el que afecte a los propietarios del suelo donde se extraigan los hidrocarburos, que pasarán a ser «sujetos activos del rendimiento de la explotación» y que «pasan a obtener el 1% de la producción». Soria dijo desconocer si esta medida «va a suavizar» la oposición al fracking, pero destacó que «al menos los propietarios del terreno van a tener un incentivo que va a ser justo«. «Todo el mundo tiene derecho a manifestar su oposición, pero un Gobierno tiene que buscar el interés general», añadió.

España ve un «paso muy importante» en el acuerdo de la cumbre de Lima

Isabel García Tejerina se mostró muy satisfecha por el acuerdo alcanzado en la conferencia de la ONU sobre cambio climático celebrada en Lima porque, a su juicio, supone un «paso muy importante» al comprometer a 196 países a reducir sus emisiones. «Es un salto cuantitativo y cualitativo muy importante sobre lo que fue Kioto. Solamente 37 países contribuyeron en Kioto a reducir los gases efecto invernadero. En Lima, hemos acordado 196 países que presentaremos nuestras contribuciones, nuestro esfuerzo» contra el cambio climático, apuntó la ministra.

«Intereses muy distintos, realidades muy distintas, pero un objetivo común que se ha plasmado en esta declaración de Lima y es que todos vamos a poner algo de nuestra parte para frenar el cambio climático», resaltó Tejerina, que confía en que se puede lograr un acuerdo global en la cita decisiva de París, en 2015. «Este texto final ha requerido de mucho esfuerzo de todas las partes, por lo que este acuerdo alcanzado es la clara evidencia de la voluntad de todos los países para frenar el cambio climático», indicó.

Tejerina quiso felicitar al Gobierno de Perú por «su magnífica organización» y, especialmente, a su ministro del Ambiente y presidente de la Cumbre, Manuel Pulgar, «por el excelente trabajo llevado a cabo en estas dos intensas semanas y por su empeño en poner de acuerdo a todas las partes para alcanzar el consenso». El resto de la delegación española en Lima estuvo compuesto por el secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos, y por la directora general de la Oficina Española de Cambio Climático (OECC), Susana Magro, junto a varios técnicos de la OECC.

Acuerdo de mínimos en Lima

La denominada Llamada de Lima para la Acción Climática estipula que todos los países, tanto los desarrollados como los emergentes, emprenderán acciones inmediatas para combatir el cambio climático. Sin embargo, se desconoce si el plan de acción será suficiente para alcanzar el objetivo: reducir el calentamiento global al límite establecido de dos grados centígrados por encima de los niveles preindustriales. «A mí me parece que está bien, y creo que es un acuerdo que nos impulsa», apuntó el ministro de Medio Ambiente peruano y presidente de la cumbre, Manuel Pulgar-Vidal.

Hay que destacar que el acuerdo impone a las naciones desarrolladas la responsabilidad de abanderar la lucha contra el cambio climático proporcionando apoyo financiero a los países en desarrollo quienes, a su vez, deberán adoptar medidas para frenar la contaminación que genera su emergente industria. Países como India, cuyo ministro para el Medio Ambiente, Prakash Javedekar, expresó su satisfacción, ante la responsabilidad asumida por los países más desarrollados, que supone un cambio de tendencia tras 20 años en los que las principales economías del mundo renunciaron a liderar esta lucha.

Así, los 190 países firmantes acordaron un principio de fecha límite, el 31 de marzo de 2015, para establecer sus propios planes de compromiso de reducción de emisiones. En suma, «se trata de un buen documento que prepara el camino a la cumbre de París», según el Comisario Europeo de Cambio Climático y Energía, Miguel Arias Cañete. Los 28 Estados miembro de la Unión Europea flexibilizaron su postura inicial para conseguir ese texto final de Lima que implicara definitivamente a todos los países del mundo.

«No garantiza un compromiso claro»

Greenpeace lamentó que la cumbre de Lima no sirva «para garantizar un compromiso claro y comparable en los planes climáticos que los Estados deberán presentar y que será crucial para alcanzar un acuerdo ambicioso en la cumbre del clima de París en 2015«. Además criticó que en Lima «no se haya definido la información que tendrá que presentar cada país en los próximos meses y deje en manos de cada uno los objetivos que quiera presentar en términos de reducción de emisiones y otras acciones».

Greenpeace criticó que no se asuman «compromisos con la ciencia ni responsabilidades de cada país según su nivel de industrialización», entre otros factores. «Ya es hora de que los países negocien conjuntamente y cooperen para alcanzar soluciones reales y urgentes frente al cambio climático», indicó Tatiana Nuño, responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace España. «Otra ronda en las negociaciones sobre el clima concluyó con los países evitando de nuevo tomar las decisiones difíciles para el futuro«, manifestó.

Greenpeace insta a «reflexionar seriamente sobre cómo encontrar conjuntamente un nuevo acuerdo climático frente a la creciente urgencia para frenarlo», algo que «definirá el éxito de París 2015». Para Greenpeace, el documento que podría convertirse en la base para un nuevo tratado contiene propuestas que sí podrían servir, «incluida una para abandonar totalmente las emisiones de CO2 para 2050», apoyada por cerca de 50 países, lo que aseguran que «impulsaría una transición imparable lejos de los combustibles fósiles y hacia la energía limpia y renovable».

Para WWF fue un «fracaso»

WWF valoró como un «fracaso» la cumbre de Lima al no haberse llegado a un acuerdo sobre planes específicos para reducir las emisiones antes de 2020. A su juicio, una decisión sobre este tema «sentaría las bases para terminar la era de los combustibles fósiles y se aceleraría el paso hacia las energías renovables y una mayor eficiencia energética». En este sentido, la organización ecologista recordó los eventos climáticos extremos ocurridos recientemente en Filipinas o que 2014 es, «potencialmente, el año más caliente jamás registrado».

Por ello, desde WWF señalaron que la ciencia advierte que demorar las acciones hasta 2020 «hará que sea casi imposible evitar los peores impactos del cambio climático». «Sin embargo, la conveniencia política ganó sobre la urgencia científica. En lugar de liderazgo, entregaron un plan opaco con muy poca relevancia científica», indicaron. Es más, WWF criticó que todos los países «desaprovecharon la ola de optimismo político sobre la que iniciaron las negociaciones, incluso después de los compromisos de China y Estados Unidos de reducir sus emisiones».

Del mismo modo, subrayaron que para evitar la catástrofe climática, los gobiernos tienen que empezar inmediatamente a identificar acciones específicas para reducir las emisiones y para proporcionar financiación antes de 2020. «Habrá varias oportunidades, especialmente con las cumbres del G7 y de las Naciones Unidas que reunirán a los países más poderosos en junio de 2015. Para entonces deberán presentar unas reducciones de emisiones más ambiciosas y compromisos de financiación para el 2020 en adelante, y describir la manera en que cumplirán con ello«, indicaron.

Planeta puesto «contra las cuerdas»

Para Amigos de la Tierra, la «debilidad» de los acuerdos de Lima ponen al planeta «contra las cuerdas» porque esta cumbre deja un camino «demasiado largo para París». La ONG valoró «negativamente» la falta de acuerdos esenciales que dejen un borrador «bien atado» para cerrarse en París. Para el responsable de Clima y Energía de Amigos de la Tierra, Alejandro González, el texto aprobado in extremis en Perú está «claramente pensado como una puerta de salida» y no muestra «suficientes avances reales en las negociaciones«.

«Casi doscientos países, que no fueron capaces de pactar durante años, tienen que hacerlo ahora en menos de doce meses», indicó González, que cree que los acuerdos son una «profunda contradicción», ya que reflejan la urgencia de cumplir con las propuestas científicas. Por ello, los calificó como una «broma pesada» que pone en riesgo el éxito de París. «Vistas las propuestas de Europa y Estados Unidos parece que llegaremos a París sin compromisos suficientes», auguró.

Mayor desafío de la Humanidad

Ecologistas en Acción criticó que se evidencie la «falta de compromiso político» frente al «mayor desafío que enfrenta la Humanidad» ya que Lima acabó sin respuesta para las demandas basadas en el conocimiento científico. «Es imprescindible que los acuerdos sean concretos y vinculantes, que se destinen fondos para afrontar los efectos del calentamiento, que el cambio climático sea abordado como una prioridad política y no como una oportunidad de negocio. Los acuerdos de mínimos suponen un retroceso que agrava la injusticia entre países y pueblos por el cambio climático», denunciaron.

Respecto a los compromisos voluntarios, estima que un problema de esta magnitud «no debería quedar a merced de las buenas intenciones de los Estados, sino ser abordado de una manera coordinada y obligatoria». «No hay lugar para las medias tintas», insistió Ecologistas en Acción, que estima que los países históricamente más contaminantes tienen mayor responsabilidad global y recordó que el compromiso de hace años era dotar con 100.000 millones de dólares anuales el fondo verde por el clima mientras que este año apenas se llegó al mínimo de 10.000 millones.

Kerry pide a todos los países que trabajen para impedir que se produzca una «tragedia» climática

Kerry también cargó contra los críticos del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que cuestionan que el cambio climático sea provocado principalmente por el hombre, al aseverar que las conclusiones científicas son abrumadoras. «Nos gritan, nos advierten», apostilló.

«Cada nación tiene la responsabilidad para hacer su parte», añadió, en un discurso durante las conversaciones de Naciones Unidas en Lima, que están tratando de esbozar un borrador de acuerdo entre 190 países que sería entregado en París a finales de 2015 para frenar la creciente alza mundial de las emisiones de gases de efecto invernadero.

«Si usted forma parte de un gran país desarrollado y no está ayudando a liderar el cambio, usted es parte del problema», subrayó Kerry, que también tuvo palabras para las naciones más pobres.

En este sentido, afirmó que «más de la mitad de las emisiones mundiales provienen de los países en desarrollo», por lo que consideró fundamental que actúen. «Todavía estamos en un rumbo que conduce a la tragedia», pese a las dos décadas de conversaciones, aseveró Kerry a los delegados de los distintos países.

El secretario de Estado estadounidense advirtió de que un acuerdo en París «no sería la panacea para resolver el problema del aumento de las temperaturas», con más olas de calor, inundaciones, sequías y aumento del nivel del mar, pero «podría poner al mundo en el camino correcto».

Así, insistió en que, incluso si los hallazgos científicos de que los gases de efecto invernadero provocan el cambio climático fueran erróneos, «un cambio hacia las energías renovables tendría beneficios tales como una mejor salud y suministros de energía más seguras».

Las conversaciones de la capital de Perú, Lima, terminan este viernes, pero los delegados esperan mantener encuentros hasta el sábado debido a las profundas diferencias en torno a algunos puntos del acuerdo que espera alcanzarse en París el próximo año.

Ya no quedan negacionistas del cambio climático

Por su parte, la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, aseguró que ya no quedan en el mundo partidarios de la negación del cambio climático y que «en todo el mundo se va tomando conciencia» de que se trata de «un problema medioambiental» que repercute en todo el planeta.

Tejerina hizo esta afirmación en declaraciones a Onda Cero desde Lima (Perú), donde se encuentra en la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

«Desgraciadamente, hay muchos países que lo están padeciendo en fenómenos más extremos e islas más pequeñas que, si llega a producirse una subida del nivel del mar, les llegaría a afectar muy directamente. En todo el mundo se va tomando conciencia de un problema medioambiental que, además, tiene una característica fundamental: las consecuencias no se producen solamente donde se genera el desastre, sino al conjunto del planeta. Por eso, todos estamos afectados por el cambio climático«, explicó.

Tejerina señaló que representantes de 196 países se encuentran estos días en la capital peruana «con realidades muy distintas y con intereses muy diferentes, pero con un objetivo común, que es sumar esfuerzos para parar y, si es posible, incluso revertir el cambio climático».

En este sentido, recalcó que el objetivo principal es el marcado por los científicos de que las temperaturas del planeta no superen los dos grados centígrados respecto a la era preindustrial, cuando en el mundo no se empleaban los combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón).

«Llegaremos a un acuerdo. Estamos ya trabajando sobre un texto que será la Declaración de Lima. Es un paso importante de otros muchos que habrá que dar hasta llegar a París, pero un paso muy importante que nos va a marcar las líneas de trabajo y llegar a París con un acuerdo que sustituya al de Kioto, pero mucho más ambicioso. Queremos, y es lo que estamos buscando, que todos los países, en la medida de sus posibilidades, contribuyan a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero«, apostilló.

«Nadie se impondrá a lo que todos decidamos. Es difícil alcanzar acuerdos, pero tengo la certidumbre de que los vamos a alcanzar», indicó.

Respecto a España, Tejerina explicó que el Gobierno de Mariano Rajoy ha cambiado la política en materia de cambio climático apostando por fomentar proyectos que supongan la reducción de gases de efecto invernadero y que el modelo productivo sea «bajo en carbono» y genere empleos.

García Tejerina dice que son pocos los países que luchan contra el cambio climático y que cada ciudadano debe contribuir

En una entrevista en Onda Cero, la ministra ha recordado que aunque también pudiera deberse a circunstancias cíclicas del clima, el calentamiento global actual está «acreditado científicamente» que se debe a que «el hombre impacta» o, al menos, que los humanos contribuyen a este cambio del clima que tiene consecuencias negativas.

«Si no las tuviera, a lo mejor no deberíamos preocuparnos pero las tiene para muchas partes en el mundo y debemos restar al clima lo que nosotros estamos impactándole», ha subrayado la ministra antes de viajar a XX la Convención Marco de Naciones Unidas contra el Cambio Climático que se desarrolla en Lima (Perú) hasta el fin de semana.

En esta cita internacional ha augurado que las partes de la Convención tratarán de avanzar lo más posible y a cerrar «cuantos acuerdos sean posibles» para llegar a la próxima cumbre de París, en 2015, «habiendo renovado el compromiso de lucha contra el cambio climático».

Hasta la fecha, varios países del mundo firmaron en 1998 el Protocolo de Kioto, que regía hasta 2012 aunque a continuación se firmó un segundo periodo vigente hasta 2020. Entre estos países que entonces ratificaron el protocolo está España, sobre el que García Tejerina ha asegurado que España «cumplirá».

A este respecto, ha explicado que «en breves días» la Organización de Naciones Unidas comunicará a España formalmente este hecho, aunque desde el Ministerio ya saben que «España ha cumplido con Kioto».

Sin embargo, ha añadido que aún son «muy poquitos (países) luchando contra el cambio climático» y ha recordado que el calentamiento está provocado y es padecido por «todos». Así, ha indicado que hay cuestiones medioambientales que afectan localmente, pero el problema del cambio climático es que se genera por todos y las consecuencias que se provocan aquí las pueden estar padeciendo en una isla en el Pacífico.

La ministra ha defendido que por eso es «importante» que el acuerdo que surja de París de 2015 sea «jurídicamente vinculante y se sumen muchas más partes» de las que asumieron compromisos para este periodo 2008-2012.

Respecto a los países emergentes y los más contaminantes, ha subrayado que Estados Unidos y China -dos de las economías que más contribuyen a las emisiones gases de efecto invernadero (GEI)-, llegaron a un principio de acuerdo por el que «por primera vez» van a poner un compromiso encima de la mesa. «Eso es importante», ha destacado.

A su juicio, quien más contamina tiene que ser más ambicioso y ha resaltado que el liderazgo de la Unión Europea en esta materia, que representa el 10 por ciento de las emisiones GEI, ha asumido el compromiso de reducir al menos un 40 por ciento las emisiones en 2030.

«Pero solos, significando el 10 por ciento de las emisiones, poco podemos beneficiar. Nuestro trabajo en gran medida es sumar voluntades, sumar a nuevos países que se junten a luchar contra el cambio climático», ha reconocido.

Una vez asumidos los compromisos contra el CO2 por parte de las empresas, ha recordado otros gases de efecto invernadero como el metano o los gases fluorados que emiten otras industrias que ya cuentan con sus asignaciones individuales de reducción de GEI.

Por ello, para la ministra donde se debe trabajar de forma importante es en los sectores difusos tales como las viviendas, la agricultura, la ganadería.

«Hay que trabajar para que estas muchas pero pequeñas fuentes de emisión sean más eficientes y reduzcan los gases. Ahí, aparte de la industria y de la empresa que tiene asumidos sus compromisos, cada uno de los ciudadanos debemos ir incorporando pequeños hábitos de modo que reduzcamos nuestras emisiones de gases de efecto invernadero a diario», ha manifestado la ministra que ha reiterado que el objetivo es que cada uno se comprometa «al menos un poquito» con la lucha contra el cambio climático.

Finalmente, entre las vías de solución se ha referido a la I+D+i y a la tecnología dirigida a alcanzar una mayor eficiencia y mayor respeto con el medio ambiente y contribuir al cambio de modelo económico hacia el crecimiento verde que «también es generador de empleo».

En definitiva, García Tejerina ha alentado a que «empezar hoy» porque las mejoras que se introduzcan surtirán efecto dentro de 20 o 30 años. «Los científicos nos dicen que impactamos pero también nos dicen que si nos lo tomamos en serio podemos parar e incluso revertir el cambio climático», ha apostillado.

España debe triplicar el uso de los biocarburantes para poder lograr los objetivos de energías renovables de 2020, según asegura APPA

La asociación renovable realiza esta consideración tras citar un informe del Grupo de Economía Energética de la Universidad Tecnológica de Viena (Austria) sobre las previsiones de cumplimiento de los objetivos de energías renovables para 2020. Los expertos prevén que España no alcanzará el objetivo comunitario salvo que adopte medidas adicionales a las actualmente en vigor, entre las que serían fundamentales las referentes a los biocarburantes.

Este estudio, cofinanciado por la Unión Europea, prevé que, para alcanzar el objetivo de renovables de 2020, el consumo de biocarburantes en España debería situarse en 33,6 teravatios hora (TWh), es decir, en casi 2,9 millones de toneladas equivalentes de petróleo (tep). Para ello, sería necesario triplicar el consumo de biocarburantes previsto para 2014, que apenas superará las 900.000 tep, indica APPA, un objetivo que consideran que «estaría perfectamente al alcance de la industria española con la capacidad productiva instalada», de 4,3 millones de tep.

«Esta previsión pone de manifiesto la necesidad de que el Ministerio de Industria, Energía y Turismo empiece a incrementar para 2015 los actuales objetivos de biocarburantes, que se sitúan un 20% inferiores la media comunitaria, y establezca una senda de crecimiento progresivo de los mismos que permita alcanzar las metas de renovables de 2020 y mantener los puestos de trabajo en la industria española de biocarburantes», indicó el presidente de APPA Biocarburantes, Óscar García.

Ban Ki Moon advierte de que no se puede jugar con el calentamiento global y pide «firmeza» en su lucha

Ban indicó en Lima que aún hay oportunidad de limitar el calentamiento global al acuerdo internacional de 3,6 grados centígrados, aunque «la ventana de la oportunidad se está cerrando rápidamente», expresó a los delegados de 190 países. «No es hora de jugar, sino de transformación«, dijo. En este sentido, recordó los compromisos de los países desarrollados de aportar casi 10.000 millones de dólares (casi 8.000 millones de euros) para crear un Fondo de Cambio Climático que ayude a la reducción de emisiones de gases contaminantes. Ban llamó a los países que aún no han adoptado estos compromisos a «considerar la posibilidad de unirse en Lima». Algunos países desarrollados trabajan en la reducción a cero de las emisiones dañinas para 2050.

«Firmeza» contra el cambio climático

WWF reivindicó «acciones firmes e inmediatas» a los gobiernos reunidos en la cumbre COP20 de Lima para que el documento resultante de las reuniones suponga «un buen borrador que sea la base que forje en París el próximo año un acuerdo climático global suficientemente robusto, ambicioso y justo». La organización ecologista recordó a los líderes las «promesas de dotar de 100.000 millones de dólares a la lucha contra el cambio climático», en especial para ayudar a los países más pobres. En este sentido, consideró que los resultados de las reuniones de los primeros días de trabajo de la cumbre «aún están muy lejos del éxito«.

Para WWF, el actual borrador «recoge todos los elementos necesarios, pero no con el peso suficiente, ya que temas clave como la financiación tienen menos peso que la mitigación«. En este sentido, insistió en la importancia de cumplir con el objetivo de financiación y elaborar una «hoja de ruta» para su inversión hasta 2020 así como «decisión» para ampliar la cantidad de 100.000 millones de euros «a largo plazo». Además, indicó que «es necesario definir los criterios para orientar a los países en la identificación de su nivel adecuado de esfuerzo, para que los países con capacidad de hacer más, estén obligados a hacer más«.

Renovables en líneas de Nazca

Greenpeace desplegó una pancarta gigantesca junto a uno de los dibujos de las conocidas como líneas de Nazca, en el sur de Perú, en defensa de las energías renovable en la que se podía leer Tiempo de cambio: el futuro es renovable en inglés. El mensaje, explica Greenpeace, está dirigido a los dirigentes y ministros que participan en la COP20 que se celebra hasta el 12 de diciembre en Lima, negociando un acuerdo internacional que sustituya al Protocolo de Kioto.

Estos dirigentes «fallan desde hace años en una actuación real contra el cambio climático, mientras que países como Filipinas, vuelven a ser azotados por un tifón y pagan el precio de su inacción», denuncia la organización ecologista. «La primera semana de conversaciones en la COP20 ya demostró que las decisiones que se tomarán hacia el final de la cumbre serán insuficientes», indicó el director de Greenpeace Internacional, Kumi Naidoo. «Deben revertir esta situación y poner fin a la era de los combustibles fósiles para conducirnos a un futuro de energía 100% renovable», añadió Kumi Naidoo.

La Iglesia anglicana presiona a BP y Shell para reforzar sus acciones contra el cambio climático

Las entidades religiosas ponen de manifiesto el último informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, en el que se asegura que el mundo se encuentra en una situación grave por el cambio climático, por lo que se considera necesaria la transición hacia una economía baja en carbono.

Como inversores afirman tener la oportunidad de poder influir en la estrategia sobre cambio climático de las compañías de las que poseen acciones. Bajo estas premisas, los principales miembros del Grupo de Inversores de la Iglesia han puesto en marcha la iniciativa para establecer un dialogo sobre estas materias con las diez principales compañías extractivas que cotizan en el London Stock Exchange.

La campaña busca que estas compañías alcancen la calificación de A en el ranking anual que elabora el Carbon Disclosure Project. Han escogido Shell y BP por la importante huella de carbono que tienen y, además, obtuvieron una calificación B en el último análisis publicado.

De esta forma, en las resoluciones que se quieren presentar se les pregunta por elementos como la gestión de sus emisiones actuales; la capacidad de resistencia ante escenarios adversos; las estrategias y políticas sobre la energía baja en carbono, así como por la acción en investigación y desarrollo; entre otros asuntos entre los que también se incluye cómo están ligados estos objetivos a la remuneración de sus directivos.

Greenpeace niega haber organizado la protesta en Cofrentes y dice que fue parte de una «acción global» en contra de las instalaciones nucleares

Rodríguez, que ha declarado como responsable civil en el juicio que desde ayer jueves se celebra en el juzgado de lo Penal número 11 de Valencia contra socios y simpatizantes de esta organización por esos hechos, ha recordado que entonces «se estaba debatiendo la ampliación» de la vida operativa de la central valenciana, propiedad de Iberdrola.

El director de Greenpeace ha afirmado de este modo que esta entidad no fue convocante de la protesta aunque ha indicado que conocía esa acción «como muchos otros ciudadanos, no por ser miembro de Greenpeace». «Convocaron a la ciudadanía en general a manifestar su rechazo a la energía nuclear», ha dicho.

Entre las acciones realizadas por los activistas tras acceder al recinto de la nuclear de Cofrentes está la inscripción en una de las torres de refrigeración, a la que accedieron algunas personas, del lema ‘Peligro nuclear’ y la exhibición de una pancarta con la palabra ‘Greenpeace’. Iberdrola reclama 221.781,14 euros por las incidencias que le causó la protesta–.

El responsable de la organización ecologista en España, que ha afirmado que no estuvo en la protesta, ha comentado que sabía que se había desplegado la pancarta porque era «público y manifiesto» como se vio «en los medios de comunicación» y ha afirmado que si se mostró fue «porque personas subieron arriba» de la torre.

Mario Rodríguez ha declarado que, a pesar de «no ser convocante» de la manifestación, Greenpeace «agradece» que se mostrara una pancarta con su nombre porque comparte «el mensaje» que dio lugar a la actuación que ahora se juzga. «Lema que comparto. Lo suscribo por el peligro de la energía nuclear», ha expresado. Asimismo, ha indicado que no tiene constancia de que se cogiera material de la organización para acudir a Cofrentes.

Los activistas acusados declararon ayer y este viernes que se pusieron monos naranjas, porque lo hacían todos, y en algunos cascos y mascarillas que encontraron en unas bolsas al llegar a la central nuclear. Sin embargo, la mayoría ha afirmado que no recuerda si llevaban inscrito el logo de Greenpeace.

Rodríguez ha apuntado que conocía a alguno de los 17 acusados que se sientan en el banquillo –16 de ellos activistas y un fotoperiodista– porque son trabajadores de Greenpeace. Entre ellos hay socios, simpatizantes y personal de esta organización.

Por otro lado, el responsable de esta entidad en España ha aseverado no estar conforme con la responsabilidad civil que se le exige. «Se había convocado a la ciudadanía y está la libertad personal de cada uno a manifestarse», ha expuesto a este respecto. Ha agregado que su organización, que «defiende el medio ambiente y la paz» y que en este contexto «lucha contra la energía nuclear, prescindible e insegura«, «usa herramientas para que la sociedad exprese lo que piensa».

En esta línea, preguntado por si esta entidad paga por ir a una manifestación, Mario Rodríguez ha resaltado que no y ha apelado al «ejercicio libre de manifestación, libre e individual», además de recordar que la asociación se financia «con microdonaciones de socios» y sin subvenciones. La Fiscalía establece por vía de responsabilidad civil que los procesados, acusado de desórdenes públicos, lesiones, daños y faltas, indemnicen conjunta y solidariamente a Iberdrola con 29.012,33 euros –cantidad en la que se tasaron los daños en la central– y distintas cantidades, entre 91,38 euros y 1.214,08 euros por las lesiones a vigilantes de la instalación, además de fijar como responsable civil subsidiario a Greenpeace España.

Igualmente, respecto a si tiene constancia de que en la protesta de la central de Cofrentes se agredió a algún vigilante de seguridad o si en las manifestaciones de Greenpeace se ha producido alguna, su representante ha indicado que realiza «un activismo pacífico» y que «jamás» ha visto «actividad con violencia o falta de respeto a las personas«.

En la vista de este viernes han declarado los activistas que no lo hicieron ayer y han coincidido, como sucedió en la primera sesión, en afirmar que accedieron de manera «fácil» al interior de la central nuclear por agujeros que había en las vallas y que acudieron convocados por sms, sin saber quién lo remitía y sin comprobar la veracidad de la cita. Asimismo, han manifestado que en la protesta participaron más personas de las que se sientan en el banquillo, hasta cincuenta o sesenta y han resaltado que fueron por sus propios medios y que no se conocían entre ellos.

En el mismo sentido, han asegurado que al llegar a la instalación de Cofrentes no había nada organizado ni instrucciones, que fueron actuando «sobre la marcha», siguiendo su «propio criterio» y que fue un acto «pacífico» en contra de la energía nuclear. Así han negado ver radiales y herramientas y que se produjeran altercados con los vigilantes aunque han resaltado que éstos estaban «muy nerviosos», al igual que los perros que llevaban –uno de ellos mordió a una acusada– y a los que les costaba controlar. Sobre la herida que uno de los miembros de seguridad sufrió en el abdomen han dicho que creen que se lo hizo con la alambrada.

Por otro lado, el fotoperiodista acusado ha explicado que acudió a Cofrentes, con su propio coche, avisado por un sms el día de antes y junto a un compañero que le ayudó en sus labores informativas. Ha dicho que es autónomo y que asiste a muchos sitios convocado de este modo para cubrir otros hechos, además de resaltar que ejerció sus funciones según su criterio repartiéndolas con su acompañante y que no mezcla sus opiniones con el trabajo. El informador, que ha dicho que ha visto imágenes de los hechos que él no grabó, ha coincidido con los otros acusados en decir que no vio radiales, que no hubo agresiones y que los vigilantes y los perros estaban nerviosos.

España quiere ser «relevante» para que la Cumbre de Lima allane un acuerdo mundial post-Kioto

El secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos de Armas, explicó los objetivos de España en la COP 20 y por qué la cumbre de Lima debe cerrar el próximo 12 de diciembre como punta de lanza para que la COP 21 (en París el próximo año) «jubile» Kioto.

Ramos subrayó que el protocolo de Kioto, firmado en 1997 por países que representaban un 15% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero, fijó objetivos climáticos que vencerán en 2020.

En este sentido, la cumbre de París de 2015 debería cerrarse con un acuerdo jurídicamente vinculante que siga el objetivo marcado por los científicos de que la temperatura del planeta no debería aumentar 2ºC más en 2050 respecto a los niveles de la era preindustrial, cuando no había combustibles fósiles (petróleo, gas natural y carbón).

Ramos, que viajará este domingo a Lima junto a la directora de la Oficina Española de Cambio Climático, Susana Magro, antes de que la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, llegue el próximo martes, indicó que España «contribuirá a las negociaciones» desempeñando «un papel relevante», tras haber aportado 120 millones de euros al Fondo Verde para el Clima.

La delegación española, junto al resto de países de la Unión Europea, buscará puntos de encuentro para avanzar en la lucha contra el cambio climático en esta importante cita. En el transcurso de la cumbre, Tejerina presidirá la reunión ministerial de la Red Iberoamericana de Oficinas de Cambio Climático (Riocc) y participará en el encuentro del Green Growth Group con los ministros iberoamericanos y de la Alianza del Pacífico, entre otras citas.

Encima de la mesa está la financiación que deben aportar los países más desarrollados a los que están en vías de desarrollo por su adaptación a las consecuencias del cambio climático, el grado de implicación de las economías emergentes y cómo se compensa a los países afectados por los fenómenos climáticos extremos (como terremotos, tifones o huracanes), principalmente del Caribe y el Pacífico.

Ramos valoró que Estados Unidos y China, que suman un 42% de las emisiones contaminantes del mundo, hayan cerrado recientemente un acuerdo climático y reiteró que «sería muy negativo» que en París no se llegue a un nuevo acuerdo internacional.

«Merece la pena. Estamos hablando de si esta generación fue capaz de empezar a soltar los combustibles fósiles y a desvincular el crecimiento del consumo intensivo de recursos no renovables. Tenemos que tener una vida más próspera y queremos vivir menor«, apostilló.

En este sentido, recalcó que «de Lima tiene que salir muy claramente las líneas básicas del acuerdo de París» y no «plataformas» que supongan «patadas a seguir» como síntoma de que «no cerramos» un nuevo protocolo que deberían firmar los jefes de Estado en la capital francesa el próximo año.

Arias Cañete pide que la cumbre de Lima siente las bases para un acuerdo climático vinculante en el año 2015

Arias Cañete viajará a la ciudad peruana la próxima semana para representar a la Unión Europea en esta cumbre, junto con el ministro de Medio Ambiente de Italia, Gian Luca Galletti, cuyo país ocupa la presidencia de turno comunitaria.

«La Conferencia Lima debe sentar las bases para un nuevo acuerdo climático jurídicamente vinculante que contenga compromisos de reducción de emisiones por parte de todos los países» y en particular de los «grandes emisores», dijo Arias Cañete en su primera comparecencia en la sala de prensa de la Comisión Europea.

El comisario español reclamó que se debe «actuar ahora» porque «la realidad del cambio climático es innegable». «La continuación de las emisiones de gases de efecto invernadero causará un mayor calentamiento y cambios en la tierra, la atmósfera y los océanos en todas las regiones del mundo», avisó.

«Tenemos 12 meses, que no es mucho, y hay mucho que hacer, pero confío en que juntos alcanzaremos lo que ningún país o grupo de países puede alcanzar en solitario«, dijo Arias Cañete.

El responsable de Energía y Cambio Climático sostuvo que de la cumbre de Lima deben salir ya los «elementos clave» que conformarán el acuerdo de París. A su juicio, la Unión Europea asumió una posición de liderazgo con su compromiso de reducir un 40% las emisiones de aquí a 2030 y Estados Unidos y China han seguido el ejemplo con su acuerdo de recorte de emisiones. Ahora, según Arias Cañete, el resto de países deben presentar sus ofertas.

España defiende que no surjan plataformas mas allá de 2015

Por su parte, el secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos de Armas, consideró que será positivo para el éxito de la Cumbre del Clima de París que en la COP 20 que se celebra en Lima no surjan plataformas que fijen objetivos más allá de 2015.

En un encuentro informativo, Ramos de Armas subrayó que para que la cita en Francia pueda considerarse con posibilidades de éxito es necesario que ahora en Lima se fijen las líneas básicas del acuerdo con objetivos de reducción vinculantes, verificables y comparables por países.

España llega a Lima con los compromisos adquiridos por la Unión Europea en bloque de reducción de un 40% de emisiones en 2030. Además, recientemente anunció una aportación de 120 millones de euros al Fondo Verde del Clima y aporta también su papel de intermediador con los países iberoamericanos, según Ramos de Armas.

Será en París el próximo año cuando se prevé alcanzar un acuerdo mundial vinculante de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para evitar que la temperatura media del planeta no suba más de 2 grados centígrados en 2050. El objetivo es que sea suscrito por un conjunto de países que representan el 85% de las emisiones de CO2.

El acuerdo de París sustituirá al Protocolo de Kioto, cuyo segundo plazo de cumplimiento finaliza en 2020 y que sólo ratificaron países industrializados responsables del 15% de las emisiones de CO2 a nivel mundial.

Ramos de Armas apuntó que, respecto al segundo periodo, en el que se ha comprometido a reducir las emisiones un 20%, España ya registra una reducción en torno al 16%.

El secretario de Estado viajará a Lima, junto con la directora de la Oficina de Cambio Climático, Susana Magro, el próximo domingo 7 de diciembre, mientras que la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, lo hará el próximo martes 9 de diciembre para incorporarse al tramo ministerial.