La CE y las empresas destinan 1.000 millones para desarrollar pilas de combustible

El objetivo de la inversión es dar una oportunidad a tecnologías que podrían resultar claves para luchar contra el cambio climático, reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y reducir la dependencia energética del exterior.

Ambas partes confían en que este impulso económico sirva para que las técnicas basadas en el uso de hidrógeno como combustible puedan comercializarse entre 2010 y 2020, explicó la CE en un comunicado.

En concreto, la ventaja de las pilas de combustible es que transforman el hidrógeno en electricidad y calor sin combustión, lo que mejora su eficacia y reduce el impacto medioambiental porque no produce emisiones contaminantes de ningún tipo.

El comisario europeo de Ciencia e Investigación, Janez Potocknik, destacó que el desarrollo de estas tecnologías es «crucial» si se quiere cumplir con los objetivos que se ha fijado la UE en materia medioambiental.

Del monto total, el Ejecutivo comunitario aportará 470 millones de euros, procedentes de los fondos del VII Programa Marco de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico para el periodo 2007-2013, y el resto lo pondrá la industria privada.

Bruselas ha recordado que cada vez se conceden más recursos al desarrollo de estas tecnologías, pero que todavía siguen existiendo barreras tanto técnicas como de otra naturaleza para que estén disponibles a nivel comercial.

Sin embargo, la Comisión ha mencionado algunas de sus ventajas como la posibilidad de poder producir hidrógeno a partir de una gran variedad de energías primarias y la facilidad de su almacenamiento, frente al de la electricidad.

Los países de la UE deciden prohibir las bombillas incandescentes en 2010

Los ministros de Energía reunidos en Luxemburgo aprobaron unas conclusiones con las que pretenden completar la legislación europea existente sobre la materia y que ya afectaba a numerosos productos como lavadoras, lavavajillas y hornos eléctricos.

En concreto, apoyaron que «todos los productos de alumbrado domésticos con menor rendimiento estén prohibidos a la venta a partir de 2010, cuando existan fórmulas de sustitución», reza el texto de conclusiones.

Los ministros dejaron claro, eso sí, que se quiere evitar todo riesgo de ruptura del suministro en el mercado o cualquier pérdida de funcionalidad desde la perspectiva del usuario.

Asimismo, destacaron que quieren que se respeten todos los parámetros del diseño ecológico, en particular la rentabilidad.

En este sentido, invitaron a la Comisión Europea a que presente en 2008 un proyecto de reglamento que permita poner en marcha un proceso gradual que desemboque en la prohibición de todas las bombillas incandescentes y de bajo rendimiento.

La medida ya ha provocado reacciones en los grupos ecologistas como WWF, que la ha considerado «un paso adelante positivo».

Según calcula WWF, el consumo de las bombillas incandescentes es de tres a cinco veces superior al de las bombillas eficientes y su sustitución contribuiría a la reducción del consumo de energía en iluminación un 60%, lo que equivale a unos 30 millones de toneladas de dióxido de carbono al año.

Sin embargo esta organización ha lamentado que la UE no haya adoptado aún un objetivo obligatorio de reducción del consumo energético primario en un 20% para 2020.

«Mantener la eficiencia energética como una herramienta opcional no nos conducirá hacia la necesaria reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en un 30% en 2020», aseguró la ONG en un comunicado.

Los ministros sí hicieron mención a esta reducción del consumo anual de energía primaria, que ya figuraba en unas conclusiones anteriores, pero no fueron más allá en la concreción de ese objetivo.

También se mostraron a favor de la adopción de una política integrada en materia de clima y energía basada en tres objetivos fundamentales: la lucha contra el cambio climático, la seguridad del abastecimiento y el mantenimiento de la competitividad de las economías europeas.

Los ministros de Energía de la UE acuerdan separar los grupos energéticos

Durante horas, los países de la UE han intentado ultimar los detalles y perfilar el texto final con el que se completa el compromiso adquirido en junio, por el que se fijaban tres modelos distintos para separar la gestión de redes, pero sin forzar la división de empresas.

Finalmente, se han introducido dos cláusulas que matizan la decisión de junio: una destinada a proteger a las empresas de la UE de los gigantes energéticos de terceros países, también conocida como «claúsula anti Gazprom», y otra llamada a defender dentro de la Unión a las compañías que han dividido su propiedad de las verticalmente integradas.

Por un lado, los estados miembros han apoyado impedir a las empresas del exterior de la UE que compren las redes europeas de transmisión de gas y electricidad.

El acuerdo adoptado en este sentido dista mucho de la propuesta inicial de la Comisión Europea, que contra todo pronóstico no se ha opuesto a los cambios y ha preferido esperar a que la analicen con detalles sus servicios jurídicos.

En segundo lugar, se ha mantenido el elemento que garantiza que los países europeos que ya aplican la separación patrimonial de las redes de transporte no se vean amenazados por compañías de otros países verticalmente integradas, como las alemanas.

Este punto ha sido una de las principales dificultades de las negociaciones por la oposición frontal de Alemania, que consideraba que introducirlo equivalía a deslegitimar la tercera opción aprobada en junio.

Este tercer modelo faculta a las empresas seguir siendo propietarias de la producción, transporte y distribución de energía, pero imponiendo numerosas salvaguardas, por lo que desde el punto de vista alemán una aclaración más era innecesaria y quita valor a este opción frente a las otras dos previstas.

Sin embargo, el resto de países, entre ellos España, defendían que, si bien los tres modelos son legítimos, el último no ha demostrado aún funcionar en la práctica, por lo que no estaba de más asegurar la protección.

La CE multa a Repsol con 19,8 millones por pactar los precios de cera de parafina

La Comisión Europea anunció la imposición de una multa de 676 millones de euros a nueve fabricantes de cera de parafina por fijar el precio de ese producto y repartirse el mercado, entre los que figura Repsol, que tendrá que abonar 19,8 millones.

Por culpa de esta «mafia de la parafina», como la denominó la comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes, las familias y empresas europeas han tenido que pagar precios más altos por productos tan comunes como velas, papel encerado, vasos y platos de papel, cortezas de cera para quesos, componentes de automóvil y neumáticos, pegamento y chicle.

Bruselas calculó que este mercado mueve al año en Europa alrededor de 500 millones de euros. Ésta es la tercera sanción más alta impuesta por la autoridad europea de competencia a un cártel, tras las recibidas por un grupo de empresas que pactaron los precios de escaleras y ascensores (992,312 millones de euros) y otro de productores de conmutadores eléctricos (750,512 millones).

Entre los fabricantes de parafina, la multa más cuantiosa (318,2 millones) corresponde a la petroquímica sudafricana Sasol, considerada líder del cártel, seguida de la francesa Total, castigada con 128,163 millones.

La holandesa Shell denunció el pacto ante la Comisión, por lo que fue eximida de multa, en tanto que Repsol vio la suya reducida un 25 por ciento por colaborar con la investigación. Las demás compañías que entre 1992 y 2005 participaron en el cártel son la italiana ENI, cuya sanción se incrementó el 60 por ciento por reincidente; la estadounidense ExxonMobil; las alemanas Hansen & Rosenthal, Tudapetrol y RWE, y la austríaca MOL.

La investigación de la Comisión, que empezó con unas inspecciones sorpresa que se llevaron a cabo en abril de 2005, a raíz de la revelación de Shell, demostró que las nueve empresas citadas pactaron los precios de la cera de parafina entre 1992 y 2005. ExxonMobil, MOL, Repsol, Sasol, Shell y Total también participaban en la asignación de mercados para este producto, y ExxonMobil, Sasol, Shell, RWE y Total fijaban asimismo los precios de la «slack wax» (materia prima utilizada para la fabricación de cera de parafina), que vendían a clientes finales en el mercado alemán.

Las empresas se reunían periódicamente para discutir precios, asignarse mercados o clientes e intercambiar información comercial sensible. En el grupo de Shell, el cártel era conocido como la «mafia de la parafina», y en el grupo de Sasol, como el «Blauer Salon» (el Salón Azul), por el nombre del bar de un hotel de Alemania en el que se habían celebrado las primeras reuniones del grupo. Las siguientes reuniones tuvieron lugar en hoteles de alta categoría de otras ciudades europeas, entre ellas Milán, Viena, Budapest, París, Munich y Estrasburgo.

A la hora de fijar las multas, la Comisión tuvo en cuenta las ventas respectivas de las empresas implicadas, así como la cuota de mercado combinada y el ámbito geográfico de los acuerdos entre las
empresas.

Además de Shell (eximida) y Repsol (reducción del 25 por ciento), también Sasol y ExxonMobil se beneficiaron de reducciones por
colaborar en la investigación (el 50 y 7 por ciento, respectivamente).

La Comisión recordó que toda empresa o persona que se considere perjudicada por este acuerdo puede recurrir a los tribunales de los Estados miembros y reclamar una indemnización por daños y perjuicios, aportando la decisión de Bruselas como prueba.

Las multas finales aplicados los recargos y reducciones correspondientes- a cada una de las compañías son las siguientes, en euros, por orden decreciente:

|Sasol|318.200.000|
|Total|128.163.000|
|ExxonMobil|83.588.400|
|RWE|37.440.000|
|ENI|29.120.000|
|Hansen & Rosenthal|24.000.000|
|MOL|23.700.000|
|Repsol|19.800.000|
|Tudapetrol|12.000.000|
|Shell|0|
|TOTAL|676.011.400|

Los países de la UE apoyan las propuestas de la CE para reducir el consumo eléctrico

«Una vez que (los reglamentos) entren en vigor reducirán significativamente el consumo de energía, las emisiones de CO2 y la dependencia del exterior«, afirmó el comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs, en un comunicado.

La primera medida respaldada por el Comité Regulador de Diseño Ecológico, en el que están representados los veintisiete países de la UE, se centra en la iluminación de calles, oficinas e industrias.

El reglamento pretende reducir en más de un 15 por ciento el consumo eléctrico de fluorescentes y lámparas de descarga de alta intensidad, que se prevé que aumente 260 teravatios por hora (TWh) por año de aquí al 2020 si no se introducen medidas.

La Comisión Europea calcula que la medida supondría anualmente una reducción de 38 TWh -equivalente al consumo de electricidad de todo un año en Rumanía- y recortaría las emisiones de dióxido de carbono en 15 millones de toneladas.

La segunda medida establece límites al consumo energético de los sintonizadores de televisión digital que convierten las señales para los televisores analógicos.

Debido a la transición del sistema analógico de difusión al digital, se prevé que las ventas y el consumo de este tipo de dispositivos se dispararán en los próximos años.

La nueva normativa se traducirá en una reducción del consumo desde los 14 Twh previstos a 5 TWh en 2014, momento en el que la utilización de esos dispositivos se encontrará en su punto más alto.

En 2020, cuando desaparezcan del mercado estos receptores y los televisores tradicionales sean completamente sustituidos por los nuevos, se calcula que el ahorro será de 47 TWh, una cantidad equivalente al consumo energético de Finlandia y Eslovaquia en un año.

La medida también traerá beneficios concretos para el consumidor al reducir en un 30% el coste total de estos dispositivos durante su ciclo de funcionamiento.

Las propuestas presentadas el viernes pasarán ahora a ser estudiadas por el Parlamento Europeo y su adopción formal está prevista para enero del año que viene.

Los altos precios de la energía provoca la actuación de los eurodiputados ante la UE

La Eurocámara defiende «medidas concretas» para recortar la demanda de energía, promover las fuentes renovables y la eficiencia y para diversificar el suministro y reducir la dependencia de los combustibles fósiles.

Para los eurodiputados, este cambio hacia una economía baja en carbono es la «respuesta más adecuada» a los altos precios de la energía, para evitar la volatilidad y para obtener beneficios para los consumidores en los próximos años.

A corto plazo, los eurodiputados instan a la UE a «liderar el diálogo energético con los principales suministradores de petróleo y gas» y apoyan la celebración de una gran cumbre entre países productores y consumidores con el fin de impulsar la estabilidad de los precios y una mayor transparencia.

En el debate celebrado previamente, varios grupos instaron además a tomar medidas para evitar la «especulación» con el crudo y urgieron a la Comisión Europea a impulsar normas de transparencia de las reservas energéticas de los Estados miembros, tal y como defiende la Presidencia de turno francesa de la Unión.

La UE quiere «seguridad efectiva» en el suministro de energía

En una reunión sobre Innovación y Energías Renovables que se ha celebrado en Lisboa, el comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs subrayó que la «desproporcionada reacción de Rusia» en la pasada crisis de Georgia mostró «la necesidad de Europa de intensificar sus esfuerzos en relación a la seguridad de los proveedores energéticos» y aseguró que ese suministro «es vital» para Europa.

Para lograrlo, explicó, se necesitan mecanismos de solidaridad con los actuales proveedores, que deberían incluir además reducciones de la emisión de CO2 a la atmósfera en los productos que comercializan.

Piebalgs resaltó que hacen falta primero iniciativas para garantizar la red de suministro eléctrico de la UE y los gasoductos de las áreas circundantes al territorio europeo.

El comisario recordó que se adoptará una segunda estrategia de revisión energética europea a partir del próximo otoño, la cual hará énfasis en seguridad y eficiencia.

Piebalgs advirtió que si los europeos no reducen la actual demanda energética incrementarán, cada día más, la dependencia de combustibles fósiles procedentes de fuera de la UE, con las consecuencias que eso acarrea.

Por ello, abogó por el aumento de las energías renovables, fuentes energéticas que según la directiva comunitaria deben suponer cerca del 20 por ciento del total en 2020.

Respeto al Medio Ambiente

El comisario insistió en que esa directiva obligará también a los proveedores de Europa a adoptar conductas más respetuosas con el Medio Ambiente.

Piebalgs puntualizó que esta iniciativa no es una imposición de la UE, sino la única forma de afrontar la creciente demanda de energía que se produce entre las economías emergentes.

«La demanda de energía crece y la Agencia Energética Internacional estima que podría elevarse más del 50 por ciento en 2030», avanzó, tras recordar que sólo el consumo de petróleo se incrementa a un ritmo del 1,9 por ciento anual.

Piebalgs sostuvo que aunque algunos estudios estiman que hay petróleo suficiente para satisfacer las necesidades mundiales en los próximos 50 años, se asiste ya a lo que denominó como «el fin de la era de la energía barata».

Además, puntualizó que los ciudadanos europeos apoyan las propuestas de la UE de reducción de energías fósiles, especialmente los más vulnerables por su situación económica que han sufrido los efectos de la desmesurada subida del petróleo en los últimos meses.

El comisario, que vino a Portugal para asistir a la reunión de Lisboa con otros expertos y autoridades, resaltó también los esfuerzos de la UE para la puesta en marcha de medidas que frenen el cambio climático.

La Eurocámara ratifica el objetivo del 20% de energías renovables para 2020

El texto, que ahora tendrá que ser votado por el pleno del Parlamento Europeo, aboga además por que se establezcan nuevos objetivos y sanciones a medio plazo, explicó en una rueda de prensa el autor del mismo, el eurodiputado de los Verdes Claude Turmes.

Aprobado con cincuenta votos a favor y dos en contra, también mantiene el objetivo previsto del 10 por ciento en el uso de biocombustibles para el transporte en 2020.

Como novedad, introduce el objetivo intermedio del 5 por ciento de biocombustibles en el transporte por carretera para 2015 y la revisión del porcentaje del 10 por ciento en 2014.

La energía renovable será «la número uno» en la Unión Europea en 2020, lo que «nos dará mucha más independencia política», dijo Turmes tras la votación.

En su opinión, si países como España y Alemania aprovechasen mejor las fuentes de energía eólica en días de viento fuerte las plantas de carbón y petróleo sería innecesarias.

Los eurodiputados, por otra parte, han pedido asimismo que los combustibles procedentes de la biomasa supongan un recorte de al menos el 45 por ciento (60% en 2020) en emisión de gases de efecto invernadero en comparación con los carburantes convencionales.

La utilización de energía procedente de fuentes renovables como el sol, la lluvia o el viento varía mucho de unos países de la UE a otros, pero la media se sitúa en la actualidad en el 8,5 por ciento.

Según datos de la Comisión Europea, si se logra aumentar esa media hasta el 20 por ciento propuesto se podría ahorrar entre seiscientos y novecientos millones de toneladas de CO2 al año.

Esta iniciativa se enmarca dentro de la directiva comunitaria sobre energías renovables que la Comisión Europea propuso el pasado 23 de enero, en la que se pedía a los estados miembros que presentaran planes de acción a escala nacional.

APPA afirma que la UE pone en peligro al sector

La patronal APPA de Biocarburantes ha mostrado su preocupación por algunas de las propuestas aprobadas por el Comité de Industria del Parlamento Europeo sobre energías renovables por considerar que pueden poner «en serio peligro» la viabilidad del sector.

La industria española de biocarburantes apoya en una nota de prensa el establecimiento de criterios estrictos de sostenibilidad en la citada directiva, pero muestra su preocupación por propuestas como la de plantear para el 2015 un objetivo de carburantes renovables del 5% cuando la directiva de 2003, ya incorporada a los países, fija un objetivo del 5,75%.

Afirma que para cumplir el objetivo del 5,75% la industria española de biocarburantes ha invertido ya varios centenares de millones de euros para poner en marcha cerca de 30 plantas productivas.

También critica el objetivo de llegar al 10% de carburantes renovables en 2010 ya que dos quintas partes de este objetivo y una quinta parte del objetivo del 5% para 2015 deben ser cumplidas con biocarburantes de segunda generación, biohidrógeno y bioelectricidad.

Ecologistas y empresas de bioetanol critican el voto del Parlamento

Asociaciones ecologistas y empresas de bioetanol europeas han criticado el resultado de la votación de un informe sobre energías renovables y biocombustibles en el Parlamento Europeo, pero por razones muy distintas.

Las asociaciones ecologistas europeas –WWF y Greenpeace, entre otras- opinan que el PE está tratando de hundir el sistema europeo de comercio de emisiones y los objetivos fijados para 2020.

‘La comisión de industria ha antepuesto los intereses económicos a corto plazo a la innovación y el desarrollo tecnológico, que conducirían a beneficios a más largo plazo como nuevos empleos y un sistema energético más seguro en Europa’, aseguró Sanjeev Kumer desde WWF.

La patronal europea de bioetanol, por su parte, ha considerado las enmiendas adoptadas por los eurodiputados (destinadas a mejorar el texto inicial de la Comisión Europea) como ‘contraproducentes’ para lograr reducir la dependencia energética europea.

Además, asegura que con esta decisión el Parlamento Europeo pone en riesgo más de 5.000 millones de euros invertidos en la producción de biofueles en la UE y todos los puesto de trabajos vinculados.

Para las empresas, la revisión que la comisión de Industria quiere que se haga del objetivo del 10 por ciento de biocombustibles introduce un factor desestabilizador que desanima la inversión.

La CE autoriza a Galp a comprar las gasolineras de Agip en la Península

En un comunicado, el ejecutivo de la UE recordó que Galp tiene actividades de exploración, producción y comercialización de petróleo y derivados, sobre todo en la Península Ibérica, mientras que Agip España (que controla Agip Portugal) se dedica a la venta al por mayor y menor de derivados de crudo en los dos países.

Según los expertos de la Comisión, el solapamiento de la actividad entre las dos compañías es limitada y la entidad resultante de la fusión tendría que seguir compitiendo con empresas importantes.

Bruselas recalca que los automovilistas en todas las regiones de la Península continuarían teniendo acceso tras la integración a proveedores alternativos de los derivados del petróleo.

Con la compra de la filial de Agip, Galp pasará a controlar más de 500 gasolineras en España, donde ya tenía 220 estaciones de servicio.

La UE y África sellan un pacto de asociación energética

Otro objetivo es desarrollar un plan eléctrico para África, donde sólo el 24 por ciento de la población subsahariana tiene acceso a las redes eléctricas, explicó un portavoz de la Comisión Europea, John Clancy, en rueda de prensa.

Se quieren impulsar las fuentes energéticas fósiles y renovables de la manera más eficiente y respetuosa con el medio ambiente posible, y para ello se necesita una «fuerte inversión de manera urgente», según Clancy.

El acuerdo pretende «fijar el marco para la inversión del sector público y privado», detalló.

En la firma de la declaración conjunta en Adis Abeba (sede de la UE) participaron los comisarios europeos de Desarrollo y Ayuda Humanitaria, Louis Michel, y de Energía, Andris Piebalgs, y el responsable de Infraestructura y Energía de la Unión Africana, Elham Mahmoud Ahmed Ibrahim.

Además del lanzamiento del plan conjunto, ambas partes acordaron acciones futuras en el marco del programa «Capacity Bulding» para África, que cuenta con una ayuda de 10 millones de euros para asistencia técnica y decidieron aumentar la transparencia y sentar las bases de una cooperación futura en materia de energías renovables.

Destacaron además la importancia de tomar medidas para mejorar la eficiencia y el ahorro energético, explica la Comisión Europea en un comunicado.

Con ocasión de la firma de este acuerdo, la UE ha instado a sus miembros y al sector privado a invertir en el sector energético africano, tanto en el lado de la demanda como en el de la oferta.

Bruselas anunció también que tiene previsto aumentar la dotación para la construcción de infraestructuras en África a través de los acuerdos ACP.

La Unión Africana, por su parte, aseguró que cooperará con el programa de apoyo de la Comisión Europea para el periodo 2007-2011 -que cuenta con un presupuesto de 55 millones de euros- y se esforzará por aumentar la implicación de las autoridades nacionales y regionales en la asociación energética UE-África.

El acuerdo alcanzado será aprobado oficialmente en una reunión conjunta que la Comisión Europea y la Comisión de la UA celebrarán el próximo 1 de octubre en Bruselas.